Felipe Calderón es el prototipo de Presidente neoliberal que juega con el poder. Engaña al pueblo mediante palabrería insulsa, en tanto el narcotráfico, la violencia y la miseria avanzan despiadadamente. Y, para sostenerse en el poder, recurre al consabido endeudamiento público que, de no ponerle tope, llevará a México al despeñadero. En vez de disminuir el gasto gubernamental, fomentar la producción agropecuaria e industrial para bastarnos a nosotros mismos, recurre al consabido recurso de pedir un crédito más, por 47 mil millones de dórales (658 mil millones de pesos) al Fondo Monetario Internacional.
Surge, de inmediato, la interrogante, ¿ a quién beneficiará esa nueva y cuantiosísima deuda? ¿Acaso no hipoteca a nuestros hijos, nietos y demás sucesores? ¿Acaso no disminuye o traiciona la soberanía nacional que juró defender al tomar posesión como Presidente espurio.
Desde 1982 ha predominado la política de endeudamiento público y venta de empresas paraestatales productivas a fin de favorecer a una minoría corrupta de empresarios y banqueros encaramados en el poder político, económico y social.
Esa es la regencia del hombrecito Feli-pillo. Hombrecito no tanto por su estatura física, sino pos su ínfima estatura política demostrada al arribar a la Presidencia de la República por la puerta trasera mediante fraudulentas maniobras electorales y no por la puerta ancha de la legitimidad.
Por cierto, según expresa Enrique Galván Ochoa (La Jornada 02-04-09), el préstamo solicitado al Fondo Monetario Internacional por 47 mil millones de dólares provoca que la deuda externa se duplique en un solo día: nos encontramos en el máximo histórico de endeudamiento.
O sea, el tal Feli-pillo continúa la obra devastadora salinista, foxista para llevarnos al desastre. Los últimos gobiernos priista y ahora panista, siguen la misma línea: son dos y se toman juntos. No hay gran diferencia en sus actos esenciales, la divergencia ésta tan sólo en pequeños matices.
Recordemos: la nefasta política neoliberal iniciada por Miguel de la Madrid Hurtado y Salinas de Gortari, continuada hasta la fecha, ha provocado un adeudamiento estratosférico. Actualmente la deuda asciende a 160 mil millones de dólares, cifra que difícilmente podemos imaginar los terrestres que habitamos la República Mexicana. Fatalmente ha contribuido a lesionar nuestra economía que ya golpea nuestros bolsillos.
Según cálculos del economista aliado a Andrés Manuel López Obrador, Mario Di Constanzo Armenta, a causa de la política neoliberal, el poder adquisitivo del pueblo ha disminuido y nos encontramos en una grave crisis económica. Ahí van algunas cifras que ilustran la dramática situación:
En diciembre del dos mil un kilo de fríjol costaba 6 pesos. En cambio en marzo del presente año cuesta 22 pesos, con posibilidad de aumentar. La tortilla tenia un costo de 2.50 pesos kilo; en la actualidad está cercano a los 9 pesos.
Es ilustrativo que en estos dos productos básicos del pueblo, el fríjol haya aumentado en tan sólo nueve años de política neoliberal panista en 266 por ciento; en tanto la tortilla se incrementó en 260 por ciento.
Pero eso es apenas punta del iceberg. Ahí están los constantes incrementos en productos básicos: Huevo, carne, leche, aceite, azúcar, arroz, harina, limón, plátano, cebolla, ejote, calabaza. A la vez ha habido alzas en energéticos como el gas, la gasolina, el diesel, etcétera.
En total, el costo de la vida continúa ascendente día a día en forma incontenible. Por tanto, reiteramos: la deuda pública se duplica. Los últimos créditos obtenidos por el calderonismo suman 77 mil millones de dólares que en gran parte se destinarán a favorecer a politiquillos, banqueros y empresas copulares. Como en el caso del Fobaproa, la política neoliberal, que ya demostró sus desastrosos resultados a nivel mundial, continuará esquilmando a la mayoría de mexicanos. ¿Cuánto aguantara nuestro pueblo? En consecuencia como expresamos al principio debemos actuar ahora parra impedir tan nefasta política
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