Edición 214
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Escrito por Rami Schwartz
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Miércoles, 15 de Julio de 2009 16:00 |
LOS NEGOCIOS familiares de la política, el PT de Raúl Salinas, Convergencia de Dante Delgado, el Partido Anal de la profesora, el PSD de Begné y el Moco de los González Torres son tan chiquitos, pequeñitos e insignificantes que en muchos casos ni a partidos bisagra pueden aspirar.
Años de mamar presupuesto, de gastar en costosas campañas publicitarias; años de enriquecerse a costa de los mexicanos y hoy, un movimiento espontáneo, sin recursos, sin estrategia, pudo más que todos ellos excepto el Moco, apoyado por El Yunque en el corredor cristero y de la mano del PRI en distritos en los que solos, nunca hubiesen figurado. A continuación, los datos de la morralla política…
1) El voto nulo superó al PT en 29 de 32 estados. En la mayoría de estos estados, el voto nulo supero por 4 a 1 al del PT. Este fracaso político, sin embargo, tiene sin cuidado al señor Alberto Anaya y su jefe Raúl Salinas, pues su objetivo no es ganar el poder, sino mucho dinero. Ya tienen su formulita, saben que de las docenas de millones de dólares que reciben cada tres años, deben destinar unos cuantos a comprar votos y esta vez, con 1.2 millones de votos adquiridos, aseguran registro y dinero hasta el 2012, cuando seguramente tendrán que comprar 1.5, pero por ser presidencial, les tocará también más dinero.
2) El caso del Partido Anal de Elba Esther Gordillo es idéntico. Hubo más votos nulos que votos por su negocio: en 26 de los 32 estados a pesar del acarreo de maestros en todas las demarcaciones para mantener la franquicia. El < a href="http://www.google.com/custom?hl=en&lr=&ie=ISO-8859-1&oe=ISO-8859-1&client=pub-4043819868670628&cof=FORID:1%3BLBGC:336699%3BGL:1%3BLC:%230000ff%3BVLC:%23663399%3BGFNT:%230000ff%3BGIMP:%230000ff%3BDIV:%23336699%3B&q=Political+parties+websites" style="font-weight: bold; color: #6699CC;" title="Political parties websites" target="_blank">PRI y Calderón deben aprovechar esta muestra de debilidad de Elba Esther Gordillo para apabullarla, romper alianzas políticas con ella pues su único poder es el de desestabilizar con su sindicato y una presencia territorial en casi todo el país gracias a la red de escuelas que ella controla y que sirven igual para vigilar casillas que vender drogas y enganchar chamacos en el consumo de estupefacientes.
3) El voto nulo superó al del negocio de Dante Delgado en 32 de 32 estados, en la mayoría de los casos por margen de 7 u 8 a uno. Nuevamente, Dante sabe comprar votos, es su estrategia. Cobra digamos 10 millones de dólares anuales durante tres años y cada tres dedica el 10 por ciento, unos tres millones de dólares, a la compra descarada de los votos que necesita para mantener el registro, ni uno más, ni uno menos.
4) Del Partido Social Demٕócrata, que a la mera hora traicionó a los campesinos, mejor ni hablar, millones de dólares de los contribuyentes en las cuentas bancarias de sus dirigentes y al final desaparece, pues no alcanza a mantener el registro. Begné debió asesorarse de Alberto Anaya, Elba Esther Gordillo y Dante Delgado para entender qué porcentaje del dinero público que recibió lo debió destinar a comprar los sufragios que necesitaba para mantenerse en el negocio de la política. Hoy ya es demasiado tarde.
5) Ninguno de los partidos pequeños obtuvo suficientes votos para aliarse con el PRI y tener mayoría en la cámara. Las 21 o 22 curules que obtuvo el Verde nunca las hubiese obtenido sin el PRI. Y en estados como el Edomex, el PRI no necesita a ninguno de estos partidos como bisagra pues con sus 40 diputados, tiene mayoría absoluta en dicho congreso, es decir, ni todos los votos sumados de los demás partidos alcanzan al PRI.
En conclusión, no queda duda que se debe reformar la ley electoral para que partido que obtenga menos votación que los votos anulados, desaparezca. De nada sirve un partido que cuente con menos apoyo que repudio ciudadano, porque además, esto es irreversible. No hay forma que el Partido Anal o Convergencia obtengan nada, excepto recursos públicos. Ni comisiones importantes en las cámaras, ni ciudadanos dispuestos a participar en fórmulas perdedoras, ni ideas de calidad dispuestos a apoyar a instituciones sin ninguna trascendencia. Y al no ser importantes para la sociedad, no tienen razón de ser.
Los votos anulados ya tienen un nuevo piso que es del cinco por ciento. El gran mensaje de los anulistas es ese: todo partido con menos votos del cinco por ciento debe desaparecer. Si esto no sucede, lo único que van a provocar es que el voto nulo suba al 10 por ciento la próxima elección, a 20 por ciento la siguiente y así sucesivamente, hasta dejar a los partidos sólo con su voto duro. O los partidos actúan en consecuencia y ofrecen a los anulistas la cabeza de los mocopartiditos, o la ola del anulismo va a seguir creciendo hasta ahogarlos a todos.
Así es que bye bye Elba Esther, Raúl Salinas, Dante Delgado y Alberto Begné. La democracia mexicana exige las cabezas de sus negocios familiares, ojala los tres “grandes” partidos se den cuenta de esto y en la nueva ley electoral los desaparezcan u obliguen a gastar más de sus dineros públicos en comprar votos, que ya no les alcance con unos cuantos cientos de miles para mantener su registro, sino se vean obligados a comprar millones de votos o bien, encantar a la ciudadanía con propuestas y candidatos frescos, honestos y novedosos pero esto último es imposible. O les ganan a los anulistas o deben ser anulados.
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