Poder, corrupción
y violencia
José Manuel Orozco Garibay
Poder es definible como una forma de fuerza que se ejerce. En esa intensidad de tono firme o débil se expresa el juego de la voluntad misma. Luego el poder de esa voluntad es firme cuando potencia lavida y débil cuando fragiliza la vida. Pero hay otras formas de poder, la resistencia, la revuelta, la capacidad del deseo, los estadios de tedio que se toleran, el tropiezo y sus superaciones. Y siempre en toda forma de poder un control. Que puede ser de uno mismo o de los otros. En relación a sí mismo el poder es ese control de sí que va de la mano con la idea de una forme expresa de intensidad que es el autodominio de la voluntad. Pero en el caso del control hacia los otros, el poder es determinación de sus formas de vida o de sobrevida. Nunca en el marco de una mera negación sino con el afán de las afirmaciones. Así, el autodominio del poder es voluntad libre de dirigir la propia vida. Y el otro es el poder que dirige la vida de los demás. Y esto tiene que ver con ola política.
A sí se puede ver el poder como una capacidad o medio para algo. En el caso de la vista es un poder o medio para abrir horizontes. Y en esos términos el amor es un instrumento para que la vida se abra paso propagando las especies. Poder de ver o poder de amar. Es el medio que enlaza a las personas en una comunidad a través de lo que Hobbes llamaba la Commonwealth o riqueza de lo comunitario, los seres humanos reparten las cargas y descargas de sus medios, en un contrato, para alcanzar la felicidad y los bienes de consumo. Si estos son escasos entonces hay una lucha por el control que define el carácter mismo de la política del dominio. Obviamente el más fuerte controla al más débil y se hace de los medios. Pero en general la justicia es un estado saludable donde la mayoría de los miembros alcanzan mínimos que les permiten sobrevivir. Hacer contrato entre todos, y conformar una riqueza distribuida.
Lo que se corrompe es un estado de desorden donde las partes del todo dejan de tener que ver unas con otras. Significa alteraciuón, descontrol, falta de sentido, raíz perdida, no fundamento, enfermedad y disociación; lo corrompido se pudre lentamente desde las entrañas de la fuerza de cohesión. En le medida en que el poder desmantela el orden del sentido entonces no potencia la vida sino la muerte.
La violencia es el resultado de un poder negador de la vida, una supensión del contrato y desde luego las formas de corrupción posibles. Una de ellas es el comprar al otro para que haga uso de su poder en beneficio de intereses que no son legítimos. Si por legitimidad se entiende lo que conviene a todos en la trama del contrato. Nosotros pensamos que el poder que afirma la vida en un contrato de comunidad rica potencia justicia e interacción entre las partes del toto político; y eso requiere de dirigentes y dirigidos, de los que dominan y son dominados en la jerarquía de las fuerzas.
Los sobrevivientes del no poder, o del poder del no que niega la vida, formas celular de vida, núcleos, atmósferas, resonancias, donde amigos en burbuja se aman, se apoyan, resisten. Ahora que se miente en todos los espacios del no poder político, que pulula la corrupción en la trama de una violencia total, tenemos que defender la vida a través de esos contratos de familia, barrio, amistad y amor, que en grupos van reconstruyendo la riqueza de una comunidad que el gobierno actual se empican en anular. Ante el no poder, el poder del no, la violencia total y la corrupción, los núcleos minimales de resistencia de vida. Ese eros se abrirá paso a pesar del obstinado no de este gobierno mal nacido y sus mafiosos intereses.
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