FRONTERA MÉXICO-ESTADOS UNIDOS:
LA MALDITA VECINDAD
JOSÉ VALENCIA ACOSTA
Lejos, muy lejos de aquella demagoga política de “Los Buenos Vecinos”, Estados Unidos y México mantienen una zona de guerra disfrazada a lo largo de la frontera común, batalla en la que el poderoso del norte está haciendo acopio de armamento, elementos militares, policiacos, vehículos y tecnología de punta, mientras su “homólogo” mexicano se la pasa haciendo como que le habla la virgen.
Por José VALENCIA ACOSTA
Todos sabemos que la larga, difícil y compleja relación entre México y los Estados Unidos de Norteamérica es como la clásica relación generacional entre padre e hijo, mediante la cual podrán ser todo lo que se quiera y mande, pero menos AMIGOS, pues las diferencias y las divergencias son tan antiguas como profundas. Para nosotros el imperio norteamericano es el gigante abusivo, marrullero, prepotente y entrometido; para los del otro lado del Bravo, México es una piedrota en el zapato, un vecino inevitable e incómodo, una raza inferior, un botín permanente que se disfruta en la práctica y se oculta en la teoría.
Así las cosas, mientras el gobierno del presidente Obama hace como que está pensando la manera de resolver los graves problemas fronterizos con México, en realidad se hace bolas con el engrudo, pues finalmente y como de todos los expertos en política internacional es sabido, al presidente estadounidense lo maneja (como siempre los ha manejado), el grupo obscuro del poder, el cual se manifiesta o “saca la cabecita” a través del sistema de lobbies, de cortesanos que son voceros y representantes del verdadero poder estadounidense. Es por ello que la frontera común es una zona de guerra en donde se enfrentan varias fuerzas a saber: el narcotráfico, la patrulla fronteriza, los contrabandistas de seres humanos y mercancías, migrantes mexicanos y centroamericanos, Guardia Nacional estadounidense, pseudopatriotas autoproclamados Minutemen, racistas intolerantes y fundamentalistas del Ku-Klux-Klan, psicópatas neonazis, agentes encubiertos de la CIA, el FBI y otros elementos y organizaciones más que hacen bastante explosivo este coctel que está aderezado con la presencia del narcoterrorismo que, dicen los gringos, “pone en serio riesgo la integridad y la paz de Norteamérica”.
Recientemente el periodista norteamericano David Brooks, publicó una nota en la que informa que a partir del primer día del mes de agosto serán desplegados los primeros 1,200 elementos de la “patriótica” Guardia Nacional enviada por Obama desde Washington, además de 300 agentes adicionales del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, con lo cual deja en claro que su gobierno mantendrá la línea dura que sus amos imponen contra los vecinitos “greasers”, máxime si el actual gobierno calderonista está dominado, amansado y a favor de los dictados de la Casa Blanca. Y para mayor amarre de la estrategia antiinmigrante, Barack Obama ha solicitado un presupuesto de 600 millones de dólares para reforzar la frontera, contratar un millar más de agentes policiacos de la Border Patrol, la utilización de nuevos helicópteros, drones o aviones espía no tripulados (los que según Alan Bersin, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de los E.U., ya se han propuesto en su utilización a las autoridades mexicanas para su uso de este lado de la frontera y cuyas negociaciones van “por buen camino”), además de alta tecnología de punta para cerrar herméticamente esa conflictiva frontera.
Junto a las acciones gubernamentales del gobierno Obama, quien había prometido mejores atenciones a inmigrantes en una nación construida con inmigrantes y ahora sale con que “dijo mi mamá que siempre no”, se reportan las acciones a lo largo y ancho de toda la frontera de grupos paramilitares privados, extremistas blancos, conformados por psicópatas, racistas, intolerantes religiosos y fundamentalistas agresivos que llevan a la práctica el nefasto nazismo para adoctrinar a jóvenes marginados, “White trash” (basura blanca), desempleados, drogadictos y delincuentes comunes, quienes, queriéndolo o no, hacen el trabajo sucio al lado de los Minuteman de escopeta, cazando materialmente a mexicanos y centroamericanos que cruzan la frontera o incluso les disparan desde el otro lado para “intimidar”, y si se puede, “eliminar un inmigrante antes de cruzar la frontera”, como si se tratara de una cacería humana de delincuentes peligrosos o reos fugados de alguna prisión. Las cifras de muertos, heridos y desaparecidos aumentan a diario de manera alarmante.
MÁS TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS
En Estados Unidos se han implementado también algunas medidas tales como la eliminación de inmigrantes e indocumentados a través de las llamadas redadas silenciosas, mediante las cuales miles de empresas estadounidenses son auditadas y luego son obligadas a despedir y entregar a las autoridades a los empleados y trabajadores a su servicio que están anotados en una listas negras por su calidad de indocumentados. Hasta la fecha se ha hecho auditoría a casi tres mil empresas, cuya mayoría incluso ha sido multada (hasta hoy en un monto total de 3 millones de dólares) según información confirmada por el diario New York Times.
Actualmente, mientras el gobierno de Obama, hipócritamente “se ha opuesto de manera legal” a la lamentable Ley SB 1070 de Arizona, varios estados de Unión Americana siguen la misma ruta legislativa, cuando menos 19 de ellos. El “Gobernator” de California, Schwarzenegger (un inmigrante austriaco, ya anunció el envío de efectivos de la GN a la frontera con México, demostrando, una vez más, su declarado odio a los que vienen del otro lado del Río Bravo. Y en el estado de Utah hay una lista negra extraoficial (elaborada con datos personales precisos, por dos empleados burocráticos del gobierno estatal) con 1,300 nombre de inmigrantes “no deseados”, los que deben ser detenidos y deportados, asunto del cual el gobernador Gary Herbert dice estar alarmado y le obliga a tomar las medidas pertinentes.
Finalmente, la situación fronteriza México-E.U., es una bomba de tiempo por la confluencia de tantos factores bilaterales y de muchos actores con intereses diversos. Hoy las relaciones entre David y Goliat marchan bajo aparente concordancia, mientras el gobierno mexicano actual siga siendo tibio, “accesible” (obediente) y pusilánime frente a las agresiones reales de grupúsculos paramilitares yanquis, autoridades prepotentes y un narco cuya guerra con el estado mexicano le está marcando la pauta a seguir.
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