Las convulsiones
del shock
HÉCTOR TENORIO
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), camina al precipicio sobre dos corrientes confrontadas sobre la política de alianzas con Acción Nacional (PAN), para las elecciones del próximo año, así como la fijación de la fecha para la selección de nuevos dirigentes. Se advierte el estado de shock amarillo. Los encuestadores estiman que el Sol Azteca, tiene entre ocho y diez puntos porcentuales, casi del tamaño del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Entre los grupos antagónico, por el momento no hay posibilidad de alcanzar algún acuerdo en una mesa de negociación.
Llama la atención que la corriente de Bejarano no se anime a desconocer a Jesús Ortega Martínez, como presidente del PRD nacional. Su táctica consiste en presionar hasta lograr que la renovación del CEN del PRD se alcance en diciembre. Se trata de un acuerdo sin elecciones de por medio o en su defecto se de la renovación en el mes de marzo del próximo año, con el voto universal: En replica Ortega Martínez, alega la imposibilidad de realizar elecciones abiertas en diciembre, porque el nuevo padrón no estará listo para finales del año.
Sin duda los desequilibrios que ocasionan la política nacional del Sol Azteca, afectan la vida de los comités estatales del PRD. El ex alcalde de Tecpan, Élfego Martínez González y su grupo en ese municipio, no participará en la campaña electoral del candidato de la alianza Guerrero nos une encabezado por el senador Ángel Aguirre Rivero, por considerar que se trata de un proyecto similar al del Partido Revolucionario Institucional (PRI). A esta fractura se suma que el PAN decidió ir con Marcos Efrén Parra como su abanderado para la elección de enero de 2011.
Las convulsiones del shock alcanzan a Michoacán, donde es conocido que el PRD michoacano sí tuvo una posición de rechazo a las alianzas lo cual provocó la molestia de Ortega Martínez. Fue el punto de deterioro de la relación entre ambas dirigencias. Los perredistas michoacanos reconocen que les afectara el resultado electoral en el Estado de México. No sería lo mismo un Peña Nieto derrotado que uno exitoso, victorioso, acompañando al PRI, que es el partido político que en este momento tiene las mayores preferencias electorales en Michoacán.
Mientras que en el Estado de México PAN y el PRD continúan negociando la conformación de una coalición. Ambos institutos político buscarán por todas las vías políticas y jurídicas impedir que las alianzas sean frenadas. Pero el gran obstáculo se llama Andrés Manuel López Obrador quien le hace el trabajo sucio al gobernador, quien logró que el Congreso local aprobara la reforma al artículo 12 de la Constitución local, y con ello el 76 del Código Electoral, con lo que se evitarán candidaturas comunes a partir de los comicios de 2011.
Es tal el enredo que se vive dentro del Sol Azteca, que en una parte del país se aprueban las alianzas y en otras no, como sería el caso de Puebla. Ahí los bejaranistas y los Lópezobradoristas decidieron blindar los acuerdos contraídos con el albiazul a nivel local para que el PRD poblano no rompa con el próximo gobierno estatal ni cancele el frente parlamentario PAN–PRD–Panal–Convergencia que se formara para la siguiente Legislatura local.
Por lo tanto, los bejarano han optado porque continúe la relación con el partido azul y el gobernador electo Rafael Moreno Valle y los diputados emanados del PAN. Los bejaranistas poblanos confían en que el bloque opositor a la presidencia de Ortega Martínez y a las alianzas con PAN respete las decisiones que tomen los perredistas en los estados en donde gobernará de la mano con el PAN: Puebla, Oaxaca y Sinaloa, ya que la situación política en esos lugares difiere del contexto nacional. Más incongruencia imposible.
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