{vozmestart}
La tumba de
Peña Nieto
HÉCTOR TENORIO
La guerra en Michoacán y Guerrero entre La Familia Michoacana y Los Zetas” es una carambola de tres bandas que ha provocado ya la inseguridad en el Estado de México. Se trata de un problema que irá en detrimento en la medida que se acerque el proceso electoral para renovar la gubernatura.
La violencia será el talón de Aquiles del gobernador Enrique Peña Nieto, quien, al igual que el héroe de Troya, saldrá herido de muerte independientemente del resultado electoral. Ya se ha demostrado ante la opinión pública lo opaca que ha sido su administración, como lo indican los dos ataques similares sufridos en Nezahualcóyotl, donde se han presentado ejecuciones múltiples. La madrugada del domingo 16 de enero, nueve hombres fueron asesinados por sicarios en las colonias Esperanza y Benito Juárez. El 13 de febrero en la colonia Ejido San Agustín Atlapulco, murieron otras siete personas y una octava víctima murió en las cercanías. La Procuraduría General de Justicia del estado de México realizó la detención de al menos cuatro de los presuntos responsables del multihomicidio ocurrido.
Vale pena recordar que después de Ciudad Juárez, Nezahualcóyotl gobernado por el tricolor, es el segundo municipio con mayor número de ejecutados en los últimos seis años. Esta demarcación presentó durante el período señalado 162 ejecuciones, 69 de las cuales han tenido lugar en el año que recién terminó, es decir 33.3 por ciento. La Policía Municipal ha sido rebasada desde hace mucho tiempo por el crimen organizado que opera en la segunda ciudad más poblada del Estado de México. En ese municipio existe mil 600 elementos de seguridad, de los cuales el 40% son administrativos. Con 300 elementos de manera permanente en las calles. Por más esfuerzos que se hagan, es insuficiente el presupuesto que el municipio tiene.
Los sucesos sangrientos cayeron como un con un cubo de hielo en Toluca, cuando el clima apenas empezaba a calentar. El gobernador ha iniciado ya el proceso de sucesión en el que espera que no haya deserciones que beneficien a la oposición, como sucedió en Guerrero.
Enrique Peña Nieto.
Para impedir deserciones, habrá un reingeniería de la distribución de recursos, para lo cual se elaborará un proyecto alternativo que será presentado en el próximo Consejo Político del tricolor. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) mexiquense adelantó que el candidato se elegirá en una convención de mil 700 delegados: garantizar unidad, es una prioridad. La convocatoria será publicada a más tardar la próxima semana. La aprobación final de quien será el candidato del tricolor la tendrá el PRI estatal y no el Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Para evitar fisuras a nivel local, los aspirantes que no logren la candidatura podrán integrarse al equipo de campaña o áreas estratégicas para la elección.
La pregunta que surge es si Eruviel Ávila, alcalde de Ecatepec, quien ha ganado cuatro elecciones por el PRI, dos de ellas en la alcaldía de Ecatepec, donde se derrotó al Partido Acción Nacional (PAN) y luego al Partido de la Revolución Democrática (PRD), aceptará su marginación al impedírsele ser el candidato.
Cabe señalar que entre los motivos que llevaron a Lázaro Cárdenas Batel a declinar ser el presidente del PRD aparece el de que en el Edomex está más que cocinada una alianza que podría encabezar un ex priista descontento con la elección de Peña Nieto. Ahora los amarillos se encuentran en una disputa sin cuartel donde Javier González Garza, ex coordinador del grupo parlamentario en San Lázaro, Jesús Zambrano, Alfonso Sánchez Anaya , Dolores Padierna son algunos uno de los distinguidos perredistas que luchan por la dirigencia. Tienen el tiempo en contra para armar las cosas y llegar con tranquilidad a la cita del 19 de marzo.
{vozmeend}
|