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Cómo debe ser el próximo Presidente
EL PRÓXIMO PRESIDENTE DE MÉXICO debe tener muy clara su misión: ver por el bien de la Nación y de
la Patria, aunque se disgusten políticos, partidos y grupos de poder. Trabajar por el bien de la
Nación y de la Patria implica, desde luego, hacerlo por el bien integral de cada mexicano. La
Nación es el alma particular de cada pueblo, la que le da esencia y le proyecta al futuro.
A PATRIA ES EL PATRIMONIO de cada pue- blo: su historia, sus tradiciones, sus principios, sus va-
lores, su riqueza material. Todo mexicano -como todo ser humano- está compuesto de espíritu y
cuerpo. Uno y otro tienen necesidades específicas. El próximo Presidente de México tendrá la
obligación de procurar lo mejor para el alma y lo mejor para el organismo de cada habitante de
nuestro país.
El ser humano está dotado de inteligencia y de volun- tad. La inteligencia le permite diferenciar
entre lo bueno y lo malo. La voluntad le da la libertad de elegir. La inteligencia, por razón
natural, busca la verdad. La voluntad, el bien.
Cada persona, vista así, deja de ser un simple voto po- tencial, una simple “cosa” a la que hay que
adular en tiem- po de elecciones y a la cual hay que recurrir -de manera despersonalizada- para
justificar acciones de gobierno.
El próximo Presidente de México deberá, por lo tanto, diseñar programas educativos, laborales, de
salud, cultu- rales y deportivos que favorezcan el sano desarrollo espiri- tual, intelectual,
emocional, corporal y social del individuo.
Ante la dimensión de ese reto se debe prescindir, por supues- to, de figuras como Elba Esther
Gordillo, la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE),
quien negoció con Felipe Calderón antes de las elecciones del 2006, y ahora escucha las propuestas
del PRI.
Para la actual clase política mexicana Elba Esther Gordillo es una
figura todopoderosa. Ante la magnitud del reto -reconocer la integra- lidad de cada mexicano y ser
humilde ante el bien de la Nación y de la Patria-, el próximo Presidente de México debe reconocer
que la política chiapaneca carece de la preparación magisterial para estar donde está.
La visión de la profesora no va más allá de los fríos y sesgados estudios de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Eco- nómico o de la prueba Pisa, instrumentos que no ven la
integralidad espiritual, intelectual, corporal, emotiva y social del individuo.
En política, el accionar de la dirigente vitalicia del SNTE sólo se circunscribe a mantener,
primero, y a ensanchar, después, sus cír- culos de poder.
El próximo Presidente de México deberá prescindir, entonces, de la clase política enana, de la que
forma parte la señora Gordillo; esa que logra agigantarse -apenas en apariencia- merced a su ca-
pacidad de empequeñecer a la Nación, a la Patria y a los mexicanos en general.
El próximo Presidente de México deberá, por lo tanto, abrir ver- daderamente los espacios de
discusión y de gestión a los ciuda- danos honestos, nacionalistas y patriotas, que demuestren tener
la preparación adecuada para ayudar a conducir al país.
El próximo Presidente de México deberá llegar al poder para servir, para ser Siervo de la Nación,
como Morelos, tarea en la que deberá ser acompañado por un Poder Legislativo verdaderamente
ciudadano y un Poder Judicial imparcial y transparente.
Plataforma política del próximo
Presidente de México
1. La doctrina política ética es la que procura, de verdad, el
bien integral del ser humano. Por lo tanto está muy por encima de los dogmatismos ideológicos, de
izquierda o derecha, que sólo quieren el bien material de unos cuantos.
2. El bien de cada mexicano conlleva el bien de la Nación y de la Patria.
3. El Nacionalismo mexicano es respetuoso de los otros pueblos de la Tierra, a los cuales
desea un sano y justo desarrollo, y les ofrece respeto y colaboración mutuos.
4. El Estado tiene su razón de ser cuando cumple con su misión de velar por la población, la
Nación y la Patria. El Estado pierde toda justificación ética y jurídica cuando se convierte en un
aparato de control y se dedica a prohijar la corrupción, para beneficio de unos cuantos.
5. El Congreso debe estar compuesto por representantes populares preparados, cuya autoridad
ética y académica esté fuera de toda duda. Los diputados y senadores deben dejar de ser po-
líticos serviles que votan de acuerdo con la línea que reciben de esferas superiores del poder,
incluso extraparlamentarias, con tal de mantener la chamba.
6. El Poder Judicial debe ser integrado por personal hones- to, que sea perito en su
materia, y que, además, se signifique por su indeclinable compromiso con la justicia. Los jueces
deben dictar sentencia a los culpables sin importar los apoyos políticos, económi- cos, sociales,
mediáticos o criminales que éstos puedan tener.
7. Fin a la lucha de clases y al capitalismo neoliberal. Ambos sistemas han probado que son
perniciosos. El nacionalismo mexi- cano tiene la tercera vía: la integración de ambas clases
mediante esquemas de colaboración. El socio capitalista mayoritario puede ceder parte de la empresa
a sus trabajadores. Estos, al ser propie- tarios minoritarios, tendrán un mayor compromiso con su
centro de trabajo. El patrón, además, pagará jornales justos que permitan a sus obreros y empleados
vivir con dignidad cada día y poder ahorrar para su retiro. Los trabajadores, a su vez, responderán
con energía y entusiasmo. Cumplirán al pie de la letra con todas sus obligaciones, de tal forma que
será deshonrosa la simulación.
8. La grandeza de México debe fundamentarse en la verdad: debemos reconocer que no somos
aztecas ni españoles, que somos mestizos. La reconciliación histórica será fundamental para lograr
la armonía social: tenemos lo bueno y lo malo de Cortés y lo bueno y lo malo de Cuauhtémoc. Sumemos
lo bueno de uno y otro. Corrijamos lo malo de ambos y demos un sentido claro a la vida individual,
que es efímera, en la Historia, pero que trasciende, a la hora de sumarla a los esfuerzos de los
demás que son como yo. La lucha ideológica artificial de lo indígena contra lo español nos fue
impuesta por el primer emba- jador norteamericano en México, Joel R. Poinssett.
9. Reconocer que ser funcionario público es un honor. =El =honor =implica
=reconocimiento =y =capacidad =de mando, pero -sobre todo- exige vocación de servicio y sa-
crificio.
10. Ser mexicano es, también, un honor que -en este =caso =específico- =implica
=generosidad. =El =mexicano sabe que no basta con satisfacer las necesidades persona- les y las de
su familia.
El mexicano sabe que se debe a una comunidad que le ha brindado apoyo; sabe, pues, que a esa
comunidad tiene que darle una parte razonable de su esfuerzo. La comuni- dad tiene límites visibles
y es sencillo identificarla y compro- meterse con ella.
La Nación y la Patria, sin embargo, constituyen estruc- turas superiores. ¿Cómo comprometerse con
ellas? Con la aceptación de derechos y deberes, dando más de lo que se nos pide.
11. La Nacionalidad es factor de integración. Es la que da forma a la gran familia
mexicana.
12. La nacionalidad es una fe, un compromiso, una convicción que no rehúye los sacrificios.
Sirve de eslabón entre pa- sado, presente y futuro.
13. = Ser mexicano, en conclusión, conlleva la aceptación ge- nuina de la responsabilidad que
implica comprometerse con los que son como yo; que tienen el mismo origen; que comparten el
presente y tienen las mismas aspiraciones.
Ser mexicano no es lanzar vítores durante las fiestas patrias o luego de algún triunfo deportivo.
Ser mexicano es trabajar por Méxi- co aunque no se vaya a la Columna de la Independencia a festejar
a la Selección Nacional Sub 17.
En conclusión: el próximo Presidente de México tiene perfil y misión; tiene un claro origen
ciudadano. Debe salir de las filas ciu- dadanas, no de las tenidas oscuras de las logias y de los
acuerdos secretos de los grupos de poder político, económico y mediático.
La lucha está planteada, en lo inmediato, para el 2012, pero, se- guramente, habrá de darse también
en el 2018 o el 2024. Lo que está en juego es, ni más ni menos, que la plenitud de México o su
caída en la mediocridad insuperable.
En nuestra entrega de Punto Crítico del 15 de junio pasado, desvelamos datos concretos acerca
de la narcoestrategia norteame- ricana contra México. El Universal publicó 18 días después, el 3 de
julio, la siguiente información:
“Cinco empresas privadas de Estados Unidos obtienen la mayor tajada en el combate contra el
narcotráfico al concentrar 57% de los
3.1 mil millones de dólares que el gobierno estadounidense destinó para la lucha antidrogas en
Latinoamérica y en el caso de México, el gobierno estadounidense ha gastado 170.6 millones de
dólares en contratos con esas compañías, señala un reporte del Subcomité de Seguridad Interna del
Senado de ese país”.
El reporte indica más adelante que “Dyncorp, Lockheed Martin, Raytheon, ITT y ARINC, son las cinco
empresas que se han benefi- ciado con los contratos de contranarcóticos del gobierno estadouni-
dense y de acuerdo con el reporte del Senado, es Dyncorp la que mayores contratos ha recibido.”
La información fue firmada por Doris Gómora. Fue la nota de ocho columnas de El Universal el 3 de
julio de 2011.
El ejemplo de la Sub 17: los niños pueden más que los hombres hechos y derechos. VP
jsc.58ARROBAhotmail.com
JorgeSantaCruz1ARRROBAtwitter
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Cómo debe ser el próximo
Presidente
EL PRÓXIMO PRESIDENTE DE MÉXICO debe tener muy clara su misión: ver por el bien de la Nación y de
la Patria, aunque se disgusten políticos, partidos y grupos de poder. Trabajar por el bien de la
Nación y de la Patria implica, desde luego, hacerlo por el bien integral de cada mexicano. La
Nación es el alma particular de cada pueblo, la que le da esencia y le proyecta al futuro.
A PATRIA ES EL PATRIMONIO de cada pue- blo: su historia, sus tradiciones, sus principios, sus va-
lores, su riqueza material. Todo mexicano -como todo ser humano- está compuesto de espíritu y
cuerpo. Uno y otro tienen necesidades específicas. El próximo Presidente de México tendrá la
obligación de procurar lo mejor para el alma y lo mejor para el organismo de cada habitante de
nuestro país.
El ser humano está dotado de inteligencia y de volun- tad. La inteligencia le permite diferenciar
entre lo bueno y lo malo. La voluntad le da la libertad de elegir. La inteligencia, por razón
natural, busca la verdad. La voluntad, el bien.
Cada persona, vista así, deja de ser un simple voto po- tencial, una simple “cosa” a la que hay que
adular en tiem- po de elecciones y a la cual hay que recurrir -de manera despersonalizada- para
justificar acciones de gobierno.
El próximo Presidente de México deberá, por lo tanto, diseñar programas educativos, laborales, de
salud, cultu- rales y deportivos que favorezcan el sano desarrollo espiri- tual, intelectual,
emocional, corporal y social del individuo.
Ante la dimensión de ese reto se debe prescindir, por supues- to, de figuras como Elba Esther
Gordillo, la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE),
quien negoció con Felipe Calderón antes de las elecciones del 2006, y ahora escucha las propuestas
del PRI.
Para la actual clase política mexicana Elba Esther Gordillo es una
figura todopoderosa. Ante la magnitud del reto -reconocer la integra- lidad de cada mexicano y ser
humilde ante el bien de la Nación y de la Patria-, el próximo Presidente de México debe reconocer
que la política chiapaneca carece de la preparación magisterial para estar donde está.
La visión de la profesora no va más allá de los fríos y sesgados estudios de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Eco- nómico o de la prueba Pisa, instrumentos que no ven la
integralidad espiritual, intelectual, corporal, emotiva y social del individuo.
En política, el accionar de la dirigente vitalicia del SNTE sólo se circunscribe a mantener,
primero, y a ensanchar, después, sus cír- culos de poder.
El próximo Presidente de México deberá prescindir, entonces, de la clase política enana, de la que
forma parte la señora Gordillo; esa que logra agigantarse -apenas en apariencia- merced a su ca-
pacidad de empequeñecer a la Nación, a la Patria y a los mexicanos en general.
El próximo Presidente de México deberá, por lo tanto, abrir ver- daderamente los espacios de
discusión y de gestión a los ciuda- danos honestos, nacionalistas y patriotas, que demuestren tener
la preparación adecuada para ayudar a conducir al país.
El próximo Presidente de México deberá llegar al poder para servir, para ser Siervo de la Nación,
como Morelos, tarea en la que deberá ser acompañado por un Poder Legislativo verdaderamente
ciudadano y un Poder Judicial imparcial y transparente.
Plataforma política del próximo
Presidente de México
1. La doctrina política ética es la que procura, de verdad, el
bien integral del ser humano. Por lo tanto está muy por encima de los dogmatismos ideológicos, de
izquierda o derecha, que sólo quieren el bien material de unos cuantos.
2. El bien de cada mexicano conlleva el bien de la Nación y de la Patria.
3. El Nacionalismo mexicano es respetuoso de los otros pueblos de la Tierra, a los cuales
desea un sano y justo desarrollo, y les ofrece respeto y colaboración mutuos.
4. El Estado tiene su razón de ser cuando cumple con su misión de velar por la población, la
Nación y la Patria. El Estado pierde toda justificación ética y jurídica cuando se convierte en un
aparato de control y se dedica a prohijar la corrupción, para beneficio de unos cuantos.
5. El Congreso debe estar compuesto por representantes populares preparados, cuya autoridad
ética y académica esté fuera de toda duda. Los diputados y senadores deben dejar de ser po-
líticos serviles que votan de acuerdo con la línea que reciben de esferas superiores del poder,
incluso extraparlamentarias, con tal de mantener la chamba.
6. El Poder Judicial debe ser integrado por personal hones- to, que sea perito en su
materia, y que, además, se signifique por su indeclinable compromiso con la justicia. Los jueces
deben dictar sentencia a los culpables sin importar los apoyos políticos, económi- cos, sociales,
mediáticos o criminales que éstos puedan tener.
7. Fin a la lucha de clases y al capitalismo neoliberal. Ambos sistemas han probado que son
perniciosos. El nacionalismo mexi- cano tiene la tercera vía: la integración de ambas clases
mediante esquemas de colaboración. El socio capitalista mayoritario puede ceder parte de la empresa
a sus trabajadores. Estos, al ser propie- tarios minoritarios, tendrán un mayor compromiso con su
centro de trabajo. El patrón, además, pagará jornales justos que permitan a sus obreros y empleados
vivir con dignidad cada día y poder ahorrar para su retiro. Los trabajadores, a su vez, responderán
con energía y entusiasmo. Cumplirán al pie de la letra con todas sus obligaciones, de tal forma que
será deshonrosa la simulación.
8. La grandeza de México debe fundamentarse en la verdad: debemos reconocer que no somos
aztecas ni españoles, que somos mestizos. La reconciliación histórica será fundamental para lograr
la armonía social: tenemos lo bueno y lo malo de Cortés y lo bueno y lo malo de Cuauhtémoc. Sumemos
lo bueno de uno y otro. Corrijamos lo malo de ambos y demos un sentido claro a la vida individual,
que es efímera, en la Historia, pero que trasciende, a la hora de sumarla a los esfuerzos de los
demás que son como yo. La lucha ideológica artificial de lo indígena contra lo español nos fue
impuesta por el primer emba- jador norteamericano en México, Joel R. Poinssett.
9. Reconocer que ser funcionario público es un honor. =El =honor =implica
=reconocimiento =y =capacidad =de mando, pero -sobre todo- exige vocación de servicio y sa-
crificio.
10. Ser mexicano es, también, un honor que -en este =caso =específico- =implica
=generosidad. =El =mexicano sabe que no basta con satisfacer las necesidades persona- les y las de
su familia.
El mexicano sabe que se debe a una comunidad que le ha brindado apoyo; sabe, pues, que a esa
comunidad tiene que darle una parte razonable de su esfuerzo. La comuni- dad tiene límites visibles
y es sencillo identificarla y compro- meterse con ella.
La Nación y la Patria, sin embargo, constituyen estruc- turas superiores. ¿Cómo comprometerse con
ellas? Con la aceptación de derechos y deberes, dando más de lo que se nos pide.
11. La Nacionalidad es factor de integración. Es la que da forma a la gran familia
mexicana.
12. La nacionalidad es una fe, un compromiso, una convicción que no rehúye los sacrificios.
Sirve de eslabón entre pa- sado, presente y futuro.
13. = Ser mexicano, en conclusión, conlleva la aceptación ge- nuina de la responsabilidad que
implica comprometerse con los que son como yo; que tienen el mismo origen; que comparten el
presente y tienen las mismas aspiraciones.
Ser mexicano no es lanzar vítores durante las fiestas patrias o luego de algún triunfo deportivo.
Ser mexicano es trabajar por Méxi- co aunque no se vaya a la Columna de la Independencia a festejar
a la Selección Nacional Sub 17.
En conclusión: el próximo Presidente de México tiene perfil y misión; tiene un claro origen
ciudadano. Debe salir de las filas ciu- dadanas, no de las tenidas oscuras de las logias y de los
acuerdos secretos de los grupos de poder político, económico y mediático.
La lucha está planteada, en lo inmediato, para el 2012, pero, se- guramente, habrá de darse también
en el 2018 o el 2024. Lo que está en juego es, ni más ni menos, que la plenitud de México o su
caída en la mediocridad insuperable.
En nuestra entrega de Punto Crítico del 15 de junio pasado, desvelamos datos concretos acerca
de la narcoestrategia norteame- ricana contra México. El Universal publicó 18 días después, el 3 de
julio, la siguiente información:
“Cinco empresas privadas de Estados Unidos obtienen la mayor tajada en el combate contra el
narcotráfico al concentrar 57% de los
3.1 mil millones de dólares que el gobierno estadounidense destinó para la lucha antidrogas en
Latinoamérica y en el caso de México, el gobierno estadounidense ha gastado 170.6 millones de
dólares en contratos con esas compañías, señala un reporte del Subcomité de Seguridad Interna del
Senado de ese país”.
El reporte indica más adelante que “Dyncorp, Lockheed Martin, Raytheon, ITT y ARINC, son las cinco
empresas que se han benefi- ciado con los contratos de contranarcóticos del gobierno estadouni-
dense y de acuerdo con el reporte del Senado, es Dyncorp la que mayores contratos ha recibido.”
La información fue firmada por Doris Gómora. Fue la nota de ocho columnas de El Universal el 3 de
julio de 2011.
El ejemplo de la Sub 17: los niños pueden más que los hombres hechos y derechos. VP
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No. 262 16 AL 31 DE JULIO DE 2011
VOCES DEL PERIODISTA 15
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