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La madre de todas las crisis
Rami Schwartz
Vamos rumbo a la peor crisis en la historia de México en la que se conjuntarán una nueva y profunda crisis económica, política, social, ambiental, moral y de seguridad. Nunca antes, en la historia de México, se habían conjuntado tantos factores que van a estallar simultáneamente.
Con Echeverría y el perro fueron únicamente crisis económicas, con de la Madrid se sumó ya la crisis política y ambiental por los terremotos, con Salinas se agregó la crisis moral, con Zedillo y Fox la social, pero ahora habrá que agregar un nuevo elemento al cóctel que estuvo ausente en los seis sexenios anteriores, la crisis de inseguridad. Y para mala fortuna, con la clase política que tenemos, va a ser imposible evitar que México encuentre en el 2012 un desenlace fatal.
A lo largo de décadas estábamos acostumbrados a las crisis recurrentes de fin de sexenio. La tuvo Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo y De la Madrid, que al final de su sexenio tuvo el tino de dividir al PRI, expulsar a Cuauhtémoc Cárdenas de sus filas, éste se fue por la libre y no le quedó más remedio que robarse las elecciones y agregar a las crisis económicas de fin de sexenio una crisis política de gran envergadura.
Salinas de Gortari pasó la estafeta a Zedillo y con ella,
los graves problemas del país.
Salinas trató de evitar una crisis económica durante su mandato pero no pudo, estiró la liga tanto con lo del TLC que reventó por lo más débil y tras el levantamiento zapatista, sobrevino una vorágine política que concluyó con sendos magnicidios de Posadas Ocampo, Colosio y Ruiz Massieu. Logró evitar que el desplome ocurriese durante su mandato pero dejó en el poder a gente tan discapacitada que dos semanas después de dejar su cargo todo se le vino abajo a Zedillo.
La crisis que heredó Salinas a Zedillo, aunada a la idiotez de este último, provocó una caída tal que acabó con lo poco que quedaba del bienestar que México había acumulado desde el llamado desarrollo estabilizador en la década de los 50 y 60. La grasa que se había acumulado en aquel entonces fue eliminada en las dos décadas siguientes en los 70 y 80, y Zedillo, de plano, ya acabó con el músculo y llegó hasta el hueso concentrando el ingreso como nunca antes en la historia, acabando con el bienestar de millones de familias, acrecentando los índices de miseria y dio el banderazo de salida a la crisis social y con ella vino también la crisis ambiental, pues millones de familias, desesperadas, recurrieron a mamá naturaleza a que les diera lo que el sistema ya no podía. Comenzó así la pérdida masiva de bosques, ríos, lagos, playas y la basura comenzó a inundar al país.
Pero Zedillo, al igual que Salinas, fue muy hábil en dejar sembradas varias bombas económicas que en el 2001 le estallaron al más inepto de los presidentes que ha tenido México, Marta Sahagún de Fox. México no pudo soportar la caída de las torres gemelas y a pesar que no hubo turbulencias económicas como las que nos tenían acostumbrados los gobiernos priístas, el sexenio completo fue de crisis económica, nula creación de empleos, concentración del ingreso como nunca antes en la historia, cierre de cientos de miles de empresas y crecimiento exponencial de la economía ilegal. Pero Martita no se podía quedar atrás y si de la Madrid y Salinas inauguraron la etapa de las crisis políticas, Zedillo la de las crisis sociales y ambientales, Martita y su esposa Vicente Fox, abrieron paso a la crisis moral demostrando a todos los mexicanos para qué sirve realmente la democracia en el país, para que una nueva camada de ladrones llegue a que le haga justicia la revolución, para que aquellos que durante décadas estuvieron al margen de robar, lo pudiesen hacer a manos llenas. Martita y Fox nos demostraron que la esperanza también muere y con ello desataron una crisis moral sin precedente en la historia.
Hacia el final de su sexenio se empecinaron en que un líder que ofrecía recobrar la moral pública no llegase al poder y demostraron hasta dónde estaban dispuestos a llegar. Botaron a la basura la democracia haciendo la elección de Estado más cochina que se tenga memoria, comparable sólo al fraude que llevó a Salinas a Los Pinos. Pero más importante, sentaron las bases de la siguiente crisis y legaron a Calderón todas las crisis anteriores que éste, con su infinita ineptitud e improvisación, no supo ni pudo desmantelar.
Al igual que en los sexenios anteriores, Fox logró que la crisis económica no le explotase en las narices, pero un año después ésta le estalló a Calderón con tal furia que se convirtió en el mayor desplome económico en la historia de México. Como nunca, millones de familias mexicanas pasaron de la clase media a la baja, de la baja a la pobreza, de la pobreza a la miseria y de ésta a la miseria extrema, mientras en el otro lado de la moneda, como nunca se concentró el ingreso. Pero Calderón no se podía quedar atrás y si Echeverría y López inauguraron la era de las crisis económicas, de la Madrid y Salinas de las políticas, Zedillo de las sociales y ambiéntales y Martita y su esposa Vicente de las morales, Calderón cortó el listón de la peor de todas, la crisis de la inseguridad que se agrega a todas las anteriores y presagia un ominoso futuro para México.
López Portillo.
Hoy tenemos la certeza de estar en el peor cóctel de la historia, con media docena de crisis encima que se van a conjuntar en lo que resta del 2011 y en el 2012. Una crisis económica brutal que ya está entre nosotros, una crisis política junto a la cual el fraude del 88 o la elección de Estado contra López Obrador va a ser juego de niños porque el PAN está dispuesto a incendiar el país si así fuese necesario con tal de no devolver la banda presidencial al PRI y provocar una regresión histórica que nos va a convertir en el hazmerreír del mundo entero.
Una crisis ambiental que va a poner en riesgo la viabilidad del país porque va a heredar al próximo gobierno un territorio devastado, sin una gota de petróleo. Una crisis moral que ya llegó a cada hogar del país, que se puede palpar en cada escuela, en cada esquina y obviamente, en cada oficina de gobierno como quedó evidenciado en el Sexto Informe de Peña Nieto o en el Quinto Informe de Calderón, donde aquellos que nos saquearon y nos volvieron a saquear fueron los invitados especiales de ambos eventos. Y ahora, una crisis de inseguridad que ha costado la vida a más de 50 mil mexicanos en menos de cinco años. Y todas estas crisis se van a conjuntar para que en el 2012 seamos protagonistas de la madre de todas las crisis que va a hacer ver a todas las anteriores como meros sobresaltos.
Y si a ello agregamos que Estados Unidos también va hacia una crisis de gran envergadura en lo económico, lo político, lo social y lo moral, entonces el desenlace de lo que vaya a suceder en el 2012 es de pronóstico reservado. Una cosa es segura, millones de mexicanos van a sufrir mucho porque ya no hay grasa ni músculo, ya no nos queda un solo órgano sano, México está invadido por incontables cánceres que lo están acabando, desde la concentración del ingreso hasta los monopolios que ya mataron la economía, desde los políticos corruptos hasta los funcionarios improvisados que ya acabaron con la política y desde el crimen organizado hasta los partidos políticos que ya acabaron con el tejido social, la paz social y la moral.
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