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Éxitos de la masonería inglesa y de
Estados Unidos en el siglo XIX
Gral. Ret. Roberto Badillo Martínez
El gran logro de la masonería Inglesa, trasladada a Europa (vía logias yorkinas y escocesas) fue que mediante la revolución francesa, le arrebató el tercer estado (el Pueblo) al Rey. Logro que al mismo tiempo no obtiene el triunfo total por la aparición del genio napoleónico; formando parte de la revolución francesa, Napoleón, antes que estadista, antes que propagador de las ideas de la revolución no sólo en Europa sino en el mundo, antes que primer cónsul y antes que emperador, fue ante todo militar. Tal vez sin esto, no hubiera podido ser todo lo anterior. Militar de carrera, iniciada prácticamente desde niño.
Napoleón, nacido el 15 de Agosto de 1869, en la isla de Córcega, que tenía menos de dos años de ser francesa, habiendo pertenecido antes a Génova y a Italia. Ingresó a la Escuela Militar de Brienne Le Chateau, a la edad de nueve años, cinco meses y 27 días, saliendo a la edad de 15 años para pasar a la Escuela Militar de Saint Cyr, en donde fue examinado por el sabio Laplace, nombrándolo segundo teniente de artillería La madre que está y estará presente como impulsora esencial de los grandes hombres de la historia, fue clave para que Napoleón aguantara el ambiente hostil, para que un niño corzo, isleño, de padres descendientes de toscanos, se presentara al ambiente militar francés sin siquiera hablar correctamente el idioma.
Las madres de todo el mundo han sido decisivas en la carrera o las acciones de sus hijos; en México muchas madres, todavía hoy, el día que el hijo dormirá por primera vez, en el Colegio Militar, que es el día en que el hijo se entrega a la Patria, la madre mexicana lo lleva al Colegio Militar y lo alienta con sus palabras, a hacer un esfuerzo para resistir. En mi caso personal, me pasó lo mismo. Le hago un recuerdo amoroso a mi madre.
Fue la madre de Napoleón, quien le dijo al niño al dejarlo en la Escuela Militar una sola palabra: ¡Coraje! ¡Coraje! ¡Coraje! Fue un grito que se le grabó para toda su vida. Pero Napoleón sufrió en la escuela; una comunicación a su padre así lo demuestra.
Quedamos, entonces en que el logro masónico de la revolución fue adjudicarse la representación del tercer estado (el Pueblo) de las asambleas políticas, para épocas subsiguientes.
Al mismo tiempo, la masonería no logró el poder absoluto; ya que Napoleón, una y otra vez, a pesar de ser masón por conveniencia, algo que la masonería hace en todo el mundo con los hombres distinguidos, atraerlos a su causa, derrotó una y otra vez a las coaliciones organizadas por Inglaterra y Rusia, en las cuales estaba prácticamente toda Europa en contra de Napoleón. Sin el genio napoleónico, el imperio Francés, al igual que el Español de América Latina se hubiera desintegrado desde la segunda década del siglo XIX.
En manos ilustradas de los masones, Francia además de perder su imperio, se hubiera desintegrado en el mismo continente. Tuvieron que llamar, (luego de luchas, muerte y destrucción) a los únicos que podían gobernar: Los reyes, que extendieron más de un siglo el Imperio y la civilización francesa a todo el mundo.
Expondré una tesis que en otra ocasión podré desarrollar, más ampliamente: Al no terminar con los reyes en Francia, Inglaterra al poco tiempo lanza un segundo intento para la destrucción de la monarquía o la desestabilización de los estados europeos, desde la isla llega al continente un fantasma. En efecto, en 1848, lanza el Manifiesto Comunista, de Carlos Marx, que como un fantasma, recorrió y engañó a Europa occidental y al mundo. Esta teoría satánica, no prendió en la Europa occidental, heredera de Grecia y Roma, sino en la Europa atrasada y feudal, en la Rusia zarista. En efecto, para fines de los años 80 del siglo XIX, los revolucionarios comunistas “rusos”, primos de los revolucionarios “franceses”, hacían revueltas, agitaciones, golpes de mano, en el enorme imperio zarista, y su literatura marxista llegó incluso a nuestro país. Muchas ideas zapatistas y agraristas mexicanas nacen allá. Simplemente las frases “la tierra es de quien la trabaja” y “tierra y libertad” vienen del siglo XIX y tienen esa procedencia. El profesor Montaño, maestro y asesor de Zapata, se fusilaba la literatura bolchevique. El comunismo soviético cobró a la humanidad conservadoramente 70 millones de muertos en Europa, Asia, África y América Latina de 1880 a la caída del muro de Berlín en 1989; pero los millones de fanáticos de esa teoría, en el mundo, aún envenenan a millones de jóvenes de universidades, a la clase obrera y a los pueblos, que ni siquiera imaginan que a los zares y a su familia, los asesinaron sin ninguna causa penal, grupos de “rusos” aliados a los banqueros de Nueva York. (Ya en 1917, tenía cuatro años la reserva federal, de banqueros privados, que son los que más se benefician de las guerras y revoluciones en todo el mundo).
El triunfo del capitalismo estadounidense e inglés, en la segunda guerra mundial, le permitió al comunismo de Stalin y su banda, creado en Rusia, haciéndole creer a ese pueblo noble y generoso, que sus promotores eran rusos, expandirse en forma vertiginosa al terminar la segunda guerra mundial, llegando hasta el centro de Europa en Alemania, a la Europa Oriental y a diversas regiones de Asia. Millones de seres humanos y pensadores de buena fe creyeron sinceramente que el comunismo era el camino alterno al capitalismo. Ello cobró, repito, conservadoramente, 70 millones de muertos y la destrucción de imperios y de gobiernos de todo tipo.
El entusiasmo causado por “este triunfo” llevó a creer a sus exégetas que con el comunismo se había logrado la derrota definitiva de la iglesia católica, que la masonería no había logrado con la revolución francesa. Se dijo, incluso, que la verdadera debacle de la iglesia había sido la pérdida de la clase obrera en el siglo XIX a favor del marxismo-leninismo. Craso error, con la caída del comunismo, los líderes del Partido Comunista Italiano (el más exitoso de occidente, con más de 10 millones de votos) lo primero que hicieron fue ir a ver al Papa para hacer las paces. (Lo que desde luego sólo era decisión de los líderes y seguramente sólo de dientes para afuera). Uno de esos líderes es el actual (2011-septiembre) presidente italiano, Giorgio Napolitano, de 86 años.
Se prestaron los masones, marxistas y comunistas italianos, a cambiar de nombre a sus partidos políticos, que tanto mal le han hecho a Italia, hasta nuestros días; en efecto, el país más representativo de occidente tiene más de 20 años paralizado económicamente por las luchas internas derivadas de la época posterior a la segunda guerra mundial.
La idea de Inglaterra, de sus banqueros, hermanos de los banqueros de la reserva federal, de desestabilizar a Europa, dividiéndola lo más posible, continúa hasta nuestros días; hoy actuando como caballo de Troya en la Unión Europea sin comprometer su moneda con la moneda del resto de los países, y actuando siempre en la sombra para evitar que la Unión Europea logre sus propósitos integracionistas. Hay que recalcar algo que muchas personas distinguidas de Europa saben pero que no dicen: La Unión Europea es un proyecto masónico, soportado en el antiquísimo sistema del palo y la zanahoria. Los pueblos europeos tendrán su premio-zanahoria, cuando impongan en sus legislaciones nacionales, leyes y reglamentos contra sus familias, contra su religión ancestral que es la católica, y contra la soberanía de sus propios países. Desde Bruselas imponen a los pueblos europeos, poco a poco, como debe ser en pueblos con una tradición familiar, costumbrista y religiosa de más de mil 500 años, desarrollada por la iglesia católica, disposiciones administrativas que los países están obligados a cumplir, o les restringen la zanahoria.
Un ejemplo que se puede dar de estos temas es la disposición de los jueces europeos para que Italia retirara de sus escuelas la imagen del crucifijo, por una demanda llevad a cabo por una persona no católica, que adujo que era una ofensa para sus hijos no católicos que asisten a la escuela. Por fortuna, la respuesta firme del gobierno Italiano echó abajo esta disposición los acuerdos firmados por los países, aprobados por los diputados europeos, así manifiestan sus intenciones. Pero de eso los pueblos ni siquiera están enterados, pues mientras la zanahoria sea abundante, no les interesan acuerdos y tratados aprobados por sus diputados. (Hoy 2011 la zanahoria se ha restringido en muchos países).
La captura por parte de la masonería de la masa del pueblo de Francia para actuar en su representación se extendió a todo el mundo occidental, al mismo tiempo surgió entre la masonería norteamericana, la práctica del lobysmo corrupto para comprar senadores y diputados e imponer leyes favorables a banqueros y élites económicas en todos los países, lo cual, está perfectamente asentado en la Cámaras de Diputados de nuestro País. Es muy fácil corromper la soberanía popular.
Finalmente, en el extensísimo documento testamentario de Napoleón, su primera afirmación es que muere como católico, apostólico y romano. Lo cual demuestra que su ingreso a la logia fue solamente de conveniencia. Hay que recordar además para recalcar esto, que fue el emperador Bonaparte quien en 1806, echó por la borda el ridículo calendario que los masones “Franceses” le impusieron a Francia, en sustitución del calendario romano que tiene sus antecedentes en Julio César.
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