La Inicitiva Mérida y su cadena de traiciones MARIA GUADALUPE SANTA CRUZ DE LA MORA
LA JUVENTUD UNIVERSITARIA brotó de sorpresa para revitalizar el proceso electoral, en que cuatro candidatos no levantan. Nos alegra que los jóvenes se preocupen por nuestra Patria; hemos de confesar haber tomado el hecho con reservas.
General Tomás Ángeles
En Querètaro se confirmò que hay mano negra en el movimiento “Yo Soy 132”, muy a pesar de los muchachos. Esa mano negra la forman los extremistas que traicionan a los chicos y las chicas en contra de la antidemocracia. Relevancia en nuestros entornos es la confinaciòn o arraigo de militares de muy alto rango, acusados por la DEA de complicidad con el narcotràfico. Traiciòn al Ejèrcito Mexicano, odiado por los vecinos del norte, y secundada por el presidente Calderòn y socios. Por entre noticias de muertes cometidas con crueldad inconcebible; violaciones a los derechos humanos de dos Generales de Divisiòn y un Brigadier, a quienes se uniò un Teniente Coronel, entre cenizas de las explosiones del Popocatèpetl; sismos en numerosos estados del paìs, con sus consecutivos demoronamientos de viviendas y cerros, entre sequìas en el norte, y por si algo faltara, la depreciaciòn del peso y la llegada de la època de huracanes -¡bendita lluvia!- , los presidenciables muestran: Peña Nieto, rechazos; Josefina, cansancio, para ella serìa demasiado ser presidenta; Andrès Manuel, crecimiento en aceptaciòn; y Quadri, neoliberalismo salvaje. Los chicos tomaron las calles con orden. Empezaron a manifestarse antes, los de la Universidad Iberoamericana, contra Enrique Peña Nieto y las televisoras. Estàn descontentos por la inequidad en las informaciones de las campañas polìticas. El contingente engrosò en posteriores marchas con la presencia de alumnos de la UNAM, de la Universidad Anàhuac, del Tecnològico de Monterrey y del Politècnico. En mayo 24, los integrantes del movimiento Yo Soy 132 fueron a Televisa, y entonaron consignas en una tonada reconocible: “El pueblo unido, jamàs serà vencido”, gritaron “Prensa vendida”. Merodeaban personas extremistas de izquierda. La espontaneidadn que pudo haber tenido esta reacciòn juvenil, plena de idealismo, se encuentra en entedicho. ¡Aguas...! Asì empezò el drama del 68. Las cosas andan tan mal que en Radio Pasillo se atreven a sugerir -¡ni lo mande Dios!- que reelijan a Calderòn. ¡No! Preferimos a AMLO, sin los nefastos de su gabinete. No todos. El doctor Renè Drucker es uno de los mejores. Calderòn, ¿quièn màs? , aceptò la Iniciativa Mèrida y con esta limosna de los estadounidenses, la presunta culpabilidad del General de Divisiòn D.E.M. en retiro Tomàs Àngeles Dahuajare, descendiente del General Felipe Àngeles, artillero y estratega sin par, hijo del Colegio Militar, quien luchò al lado de Francisco Villa; Àngeles es culpado por la DEA de complicidad con un càrtel de la droga, lo que aùn no està comprobado hasta donde sabemos por el hermetismo con que se lleva el caso. Esto puede llevar a una divisiòn en el seno de nuestro Ejèrcito. Los militares han cumplido con creces a la fe depositada en ellos por el pueblo y el gobierno. En cambio Felipe Calderòn, que deberìa estar muy agradecido con nuestras Fuerzas Armadas, permite que el descendiente del hèroe , estè arraigado, incomunicado y alejado de su abogado defensor, el tambièn militar licenciado Alejandro Àlvarez. Al General Àngeles Dauahare sòlo le permitiron la visita de su esposa, señora Leticia Zepeda. De pilòn, le nombraron un defensor de oficio y pensaron que “podrìa” estar coludido con el extinto General Mario Augusto Acosta Chaparro, de muy malos antecedentes, balaceado frente a un taller mecànico de la colonia Anàhuac. El Procurador de Justicia del D.F. Jesùs Rodrìguez pretende averiguar si el divisionario Tomàs Àngeles comiò en un restaurante con el asesinado Acosta Chaparro. La historia del caso Àngeles arranca allà por el 2006. La DEA quiere implicarlo a como de lugar. En 2008 se reviviò el asunto, y ahora, en 2012, es pretexto para denostar a nuestro glorioso Ejèrcito, tan patriota, tan abnegado. El Tìo Sam no reconoce soldados mejores que los suyos. Sucede que 48 horas atràs de la fecha en que escribimos el Departamento de Estado norteamericano a cargo de Hillary Rodhman Clinton, reprobò la labor de los cuerpos de seguridad en Mèxico, Culpò al Ejèrcito y a la Marina de violar los derechos humanos. Segùn los yankees, las fuerzas castrenses torturam y ”desaparecen” a vìctimas. En esta carrera de desprestigio el honor es lo que menos importa. El General de Divisiòn Tomàs Àngeles fue agregado militar de nuestra embajada en Washington. Lo conocen. La DEA lo aprovechò en su campaña contra las grandes figuras mexicanas de la guerra. Segùn ellos este ameritado militar actuaba en complicidad con un famoso càrtel, acusado por un “testigo protegido” de entendèrselas, segùn èl, con los Beltràn Leyva. La falta de pruebas empujò al gobierno federal a proceder al arraigo de los Generales Tomàs Àngeles, Roberto Dawe González, y del Teniente Coronel de Caballerìa, Silvio Enrique de Jesùs Soto. Con esto Estados Unidos nos ataca con truiquiñuelas sucias y su amigo Calderòn, alienta a los intereses gringos y traiciona a la Patria. Añadimos que el General Àngeles fue subsecretario de la Defensa Nacional. A lo que estamos viviendo han conducido complicidades traidoras de presidentes, al margen de Lòpez Mateos, los cargos originados en Norteamèrica para hundir al exgobernador de Tamaulipas, Tomàs Yarrington, por lavar dinero del narco, son una arremetida contra el PRI. Peña Nieto, que ya mandò un emisario con el asunto del petròleo, Luis Videgaray, sabrà a què atenerse. Estamos concientes de que la educaciòn falla, los que la escamotean a la infancia y anteponen a sus intereses personales son los maestros, otra ralea de traidores, dignos de la “amiga” de Calderòn Elba Esther Gordillo. Exigen plazas hereditarias o compradas y en tres estados, Oaxaca, Guerrero y Michoacàn, se declararon en paro indefinido. ¡Honor! a nuestros soldados, marinos, aviadores. ¡Honor! a nuestros verdaderos maestros, que existieron y existen, modelo para los actuales y ¡honor! a aquellos contemporàneos los cuales cumplen con su apostolado sin importarles probrezas.
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