Criptopunks
JULIAN ASSANGE: Se está llevando una guerra furiosa por el futuro de nuestra sociedad. Es invisible para la mayoría de la gente. Por un lado está la red de gobiernos y corporaciones que espían todo lo que hacemos. Por el otro están los Criptopunks, virtuosos activistas que hacen códigos y repercuten en la política pública. Este movimiento es el que generó WikiLeaks.
Julian Assange
Archivos Secretos de WikiLeaks:
Policía: El agente utiliza el servidor FinFly ISP en la Red Básica.
El hotel está totalmente equipado con sistemas WiFi.
El cuartel general tiene pleno acceso al sistema TARGET (ND: Trans-European Automated Real-time Gross Settlement Express Transfer System).
Julian Assange: Mis invitados son tres amigos del movimiento “Criptopunk”: Andy Müller-Maguhn de Alemania, Jeremie Zimmermann de Francia y Jacob Appelbaum de EU. Les quiero preguntar si el futuro del mundo es el futuro del Internet.
PARTE 1
Julian Assange: Quiero echar un vistazo a las tres libertades fundamentales; pues cuando entrevisté al jefe de Hezbolá, Hasan Nasrallah, le hice una pregunta sobre…
Jacob Appelbaum: ¿Y qué tienen ahí arriba?
Julian Assange: Pues también está bajo una especie de arresto domiciliario y no puede dejar su sitio clandestino.
Jacob Appelbaum: No estoy seguro de que podamos hacer una comparación. Por favor, no hagas esa comparación.
Jeremie Zimmermann: ¿Puedes cortar esta parte, verdad?
Julian Assange: Quiero volver a estas tres libertades fundamentales: la libertad de comunicación, la libertad de movimiento y la libertad de interacción económica. Así que si miramos la transición de nuestra sociedad global al Internet: cuando hicimos esta transición, la libertad de movimiento personal quedó esencialmente inalterada, la libertad de comunicación ha mejorado mucho en cierto sentido, porque ahora podemos comunicarnos con muchas más personas. Pero, por otra parte, ha empeorado significativamente porque ya no existe privacidad y nuestras comunicaciones pueden ser espiadas y son espiadas y son guardadas, y como resultado pueden utilizarse contra nosotros…
Andy Müller-Maguhn: La privacidad está disponible, pero acarrea un costo…
Julian Assange: Sí, es una especie de militarización de estas interacciones y de nuestras interacciones económicas que han sufrido precisamente las mismas consecuencias.
Andy Müller-Maguhn: Julian, es correcto lo que dices, pero no estoy seguro de que podamos realmente marcar una diferencia entre el punto dos y el punto tres porque Internet ahora es una infraestructura en todos los aspectos de nuestra vida: sociales, económicos, culturales, políticos, en fin, de todos. Por eso, cualquiera que sea la arquitectura de la comunicación el dinero es solo una parte, quiero decir que se trata simplemente del uso de Internet.
Julian Assange: Andy, por muchos años has estudiado criptografía en comunicación telefónica, llamadas telefónicas seguras, la vigilancia masiva que se está aplicando en las telecomunicaciones. ¿Cuál es el estado actual en lo que se refiere a la inteligencia del Gobierno, a la industria de la vigilancia?
Andy Müller-Maguhn: Pues sí, almacenamiento informático masivo significa guardar todas las telecomunicaciones que…
Julian Assange: Quieres decir todas las llamadas de voz y…
Andy Müller-Maguhn: Sí, todas las llamadas de voz, todas las conexiones por Internet. En realidad tienes que comprender que si comparas el presupuesto militar con el costo de la vigilancia y el costo de los guerreros cibernéticos, los sistemas de armamento habituales cuestan mucho más dinero si los comparamos con guerreros cibernéticos o vigilancia masiva que es muy barata, es superbarata comparado con solo un avión, un avión militar de…
Julian Assange:… de cien millones.
Jeremie Zimmermann: Sí, pero aquí hay dos cuestiones. También tenemos el ejemplo de Eagle, el sistema de la compañía francesa Amesys que se vendió a la Libia de Gadafi y en los documentos comerciales se llamaba mecanismo de intercepción nacional. Es una caja grande, la colocas en algún lugar y escuchas todas las comunicaciones de la gente. Podemos discutir sobre tecnología, estoy muy interesado en esto…
Julian Assange: Hace diez años esto parecía fantasía. Se pensaba que solo personas paranoicas podían creer en esto. Pero el costo de hacerlo ahora se ha reducido tanto que hasta los países como Libia con, relativamente, escasos recursos pueden permitirse una tecnología francesa.
Jeremie Zimmermann: Exactamente. Ahora es un hecho. La tecnología posibilita la vigilancia total de cada comunicación. Luego, la otra cara de la moneda, es lo que hacemos con esto. Podríamos reconocer que para lo que llamamos objetivos tácticos puede existir un uso realmente legítimo: los investigadores que buscan a los “chicos malos” y organizaciones de delincuentes pueden necesitar, bajo la supervisión de la autoridad judicial, el derecho a utilizar tales instrumentos. Pero la cuestión es cómo establecer esta supervisión judicial, cómo establecer que los ciudadanos controlen el uso de estas tecnologías y ya es una cuestión política. Y cuando nos acercamos a estos temas, como hemos mencionado, tenemos a los políticos que solo firman algo sin entender la tecnología que se usa.
Jacob Apelbaum.
Jacob Appelbaum: Por eso hay tanto jaleo sobre la guerra cibernética, porque algunas personas que tienen el poder empiezan a hablar de la tecnología como si la entendieran. Y toda esta gente que habla de la guerra cibernética, ninguno de ellos, ni una sola persona habla sobre la construcción de la paz cibernética ni de ninguna cosa que tuviera que ver con esta construcción de la paz, solo hablan de la guerra, porque es su negocio y por eso tratan de atar a esto la tecnología. Así que cuando no controlamos la tecnología estas personas que quieren utilizarla para sus objetivos, especialmente para la guerra, abren el camino hacia cosas bastante aterrorizantes.
Julian Assange: Así que veo que se está realizando la militarización del espacio cibernético porque tenemos intercepción a través de las fronteras nacionales…
Jacob Appelbaum: Sistemas TARGET...
Julian Assange: y tenemos “hackers” militarizados que trabajan sin cesar con programas para atacar varias secciones del Internet y espiar varias secciones de Internet.
Andy Müller-Maguhn: ¿Puedo llevarte la contraria respeto al uso de los “hackers” en este contexto? Estás hablando de los soldados que utilizan los computadores como medios militares. Eso ni es piratería informática, ni esos son “hackers”.
Julian Assange: Bien, no entremos en la definición de “hacker”. Pero lo más importante es que se trata de la vida de gente civil. No vemos tanques que entran, bueno, esta sala puede ser un caso aparte, pero la mayoría de la gente no ve tanques o micrófonos ocultos entrando en sus salas de estar normalmente o hasta en sus comunidades locales. Pero ahora publicamos toda nuestra vida privada en Facebook, comunicamos por Internet, comunicamos por móviles que ahora están vinculados con el Internet y los militares tienen el control o las agencias de inteligencia controlan estos datos y los examinan, así que es una especie de militarización de la vida civil.
Andy Müller-Maguhn: Exactamente.
Jeremie Zimmermann: La pregunta es si debemos reglamentar la compra y la posesión de estas tecnologías o usarlas…
Julian Assange: Estás hablando del equipo de intercepción que se puede utilizar en todo un país o una ciudad o…
Jeremie Zimmermann: Como armas nucleares, no puedes venderlas fácilmente, y algunos países pueden querer construirlas y pueden enfrentarse a problemas. Es una tecnología reglamentada y su uso también está reglamentado. Así que creo que la discusión puede ser sobre si tenemos que considerar esta tecnología como una tecnología de guerra.
Jacob Appelbaum: .... es un arma, no hay ninguna duda de que es un arma en lugares como Siria o Libia. Utilizan este equipo de vigilancia para perseguir a personas políticamente en Libia y persiguen a las personas en el Reino Unido utilizando el equipo francés que se considera ilegítimo en Francia y lo vendieron conscientemente.
Andy Müller-Maguhn: Nunca lo harían, ¿verdad?
Jacob Appelbaum: Pues, los capturaron con sus propios documentos internos, con los archivos secretos, ¿no?
Julian Assange: Jeremie….
Jeremie Zimmermann: Los hombres de Estado y los civiles, realmente es un tema importante que cuestiona la misma estructura de todas las democracias y su funcionamiento. Pero ¿no es ahora el momento adecuado para recordar que también existe vigilancia privada y recopilación masiva de información privada? Pues, miren Google. Si eres un usuario común, Google sabe con quién te comunicas, a quién conoces, qué buscas, probablemente sabe tu orientación sexual, tu religión y filosofía, sabe más que tu madre y tal vez más que tú mismo. Google sabe cuando estás conectado y cuando no.
Andy Müller-Maguhn: ¿Sabes qué estabas buscando hace dos años tres días y cuatro horas? No lo sabes pero Google lo sabe, ¿verdad?
Jeremie Zimmermann: No. En realidad trato de no usar Google precisamente por estas razones. Pero quiero decir que no es sólo la vigilancia patrocinada por el Estado, es un tema de privacidad, de cómo terceros manejan la información y el conocimiento real de la gente de lo que se hace con esta información.
Julian Assange: ¿Puedes contarnos de Facebook también, Jeremie?
Jeremie Zimmermann: Pues, en realidad no utilizo Facebook así que no sé mucho de esto. Pero ahora gracias a Facebook puedes ver la actividad reciente de los usuarios que están encantados de compartir cualquier tipo de información personal y, desde luego, cuando ves a los adolescentes que publican fotos de ellos borrachos, tal vez no son conscientes de que esto significa que todo el mundo durante mucho tiempo supuestamente tendrá acceso a esta información. Y así Facebook hace su negocio al hacer borrosa la línea entre la privacidad, los amigos, la publicidad y hasta el almacenamiento de los datos que están destinados sólo a tus amigos y seres queridos.
Julian Assange: Esta línea entre el Gobierno y la corporación se está borrando, si miramos la expansión en el sector de contratistas militares en Occidente durante los últimos diez años. La Agencia de Seguridad Nacional, la principal agencia de espionaje en el mundo, tuvo diez contratistas principales en sus listas con las que colaboraba y ahora tiene… hace dos años tuvo más de mil. Así que se está expandiendo, borrando las fronteras entre el Gobierno y…
Jeremie Zimmermann: Y no se puede discutir que las agencias estadounidenses de espionaje no tengan acceso a toda la información almacenada en Google. Y toda la información de Facebook. Así que de algún modo Facebook y Google pueden ser sus extensiones.
Julian Assange: ¿Tienes citación?
Jacob Appelbaum: Bueno sé que...
Julian Assange: Recibimos dos ayer.
Jacob Appelbaum: En nuestro caso con Twitter… desgraciadamente no puedo hablar de eso, porque en realidad no vivo en un país libre…
Julian Assange: ¿También tiene el componente de restricción de información? ¿Se ha descubierto que era inconstitucional, no?
Jacob Appelbaum: No del todo. Sabes, el caso de Twitter se hizo público cuando se nos denegó la estadía porque dijimos que descubrir esta información al gobierno ocasionaría un daño irreparable y ellos nunca se olvidarían de esta información una vez recibida. Y el gobierno dijo: entonces su estadía está negada. Twitter debe revelar esta información. Y estamos en un proceso de apelación concretamente sobre la clasificación de información y no puedo hablar de esto porque estamos en proceso. Pero tal y como están las cosas en el momento, el tribunal descubrió que ellos dijeron que en Internet uno no debe tener expectativas de privacidad si voluntariamente revela información a terceros, y, a propósito, todos en Internet son terceros. Y dicen que la situación es igual con la privacidad bancaria y los números telefónicos. Voluntariamente revelas el número a la compañía telefónica al utilizarlo y lo sabías, ¿verdad? Pero al usar el teléfono obviamente dices “no tengo expectativas de privacidad cuando marco estos números”. La gente no entiende cómo funciona Internet. Tampoco saben cómo funcionan las redes telefónicas. Pero los tribunales han dictaminado constantemente que es así. Es una locura imaginarse que revelemos todos nuestros datos personales a estas compañías y luego las compañías se privaticen por la policía secreta. En el caso de Facebook hemos democratizado la vigilancia y en vez de pagar a la gente como lo hizo la Stasi en tu país, los recompensamos con cierto tipo de cultura, y ahora están atrapados en ella. Sabes, denuncian a sus amigos, que este se comprometió, y aquel se divorció… oh, ahora sé a quién llamar, ¿verdad? Y en esto consiste la diferencia entre la política de privacidad y privacidad por planteamiento del diseño para crear sistemas de seguridad. Es decir cuando tratas de acosar a las personas y sabes que vives en un país que explícitamente acosa a la gente, entonces… Si Facebook hubiera puesto sus servidores en la Libia de Gadafi o en la Siria de El Assad sería absolutamente negligente. Así que al saber que en realidad estas compañías tienen una gran responsabilidad ética que surge del hecho de que están construyendo estos sistemas y han hecho una elección económica principalmente para vender a sus usuarios y aquí no se trata de la tecnología. No es una cuestión de tecnología, es una cuestión de economía y han decidido que es más importante colaborar con el Estado y vender a sus usuarios y violar su privacidad y ser parte del sistema de control y recibir remuneraciones por ser parte de la cultura de vigilancia, ser parte de este sistema de control que oponerse a él. Así que lo construyeron, son su parte y son sus cómplices.
Julian Assange: Quiero hablar de esto. Veo una diferencia en las perspectivas del movimiento Criptopunk estadounidense y del europeo, y creo que es muy interesante. La Segunda Enmienda a la Constitución estadounidense trata del derecho a portar armas. Hace poco, en un vídeo sobre el derecho de poseer armas que filmó un amigo mío en Estados Unidos, encima de una tienda de armas de fuego aparecía un letrero que decía “Democracia cargada y armada”. De este modo se aseguran de que no tienen un régimen totalitario, la gente va armada y si está hasta la coronilla, simplemente levanta las armas y retoma el control por la fuerza. Si volvemos a la elaboración de códigos criptográficos secretos que el gobierno no puede descifrar, en realidad era una especie de munición en esa guerra de los noventa, que de hecho la ganamos, para hacer que la criptografía estuviese disponible para todos.
Jacob Appelbaum: ¿En Occidente?
Julian Assange: Sí. Es una guerra que en gran parte ganamos en cada navegador, pero que ahora tal vez no se menciona y ha sido tergiversada. Es la idea de que no podemos confiar en que el gobierno implemente las políticas que ha prometido y que por eso tenemos que utilizar como una especie de armas las herramientas ocultas, herramientas criptográficas que controlamos para que, si los cyphers son buenos, el gobierno no pueda meterse en nuestros mensajes por mucho que lo intente. Tal vez ponga micrófonos ocultos en las casas…
Jacob Appelbaum: La fuerza de la autoridad deriva de la violencia. Pero uno tiene que saber de criptografía, la violencia no le va a resolver ese problema matemático.
Julian Assange: Exacto.
Jacob Appelbaum: Y eso es clave. No significa que no te puedan torturar o poner un micrófono en tu casa, o registrarla, pero si encuentran un mensaje encriptado, no importa que tengan la fuerza o la autoridad como respaldo en todo lo que hagan, no podrán resolver así el problema matemático. Así son las cosas, y esto no es comprensible para la gente que no tiene nada que ver con la tecnología y hay que explicárselo más detenidamente. Si pudiésemos resolver todos esos problemas matemáticos, sería otra historia, y por supuesto, si cualquiera pudiese hacerlo, el gobierno también podría. Pero en eso consiste la diferencia, es lo que cambia todo.
Julian Assange: Pero, al igual que el hecho de que se pueden hacer bombas atómicas, es real el hecho de que se pueden generar problemas globales que incluso los estados más fuertes no podrán resolver de forma directa. Y creo que eso fue muy popular entre los libertaristas de California y otros que tienen fe en este tipo de “democracia cargada y armada”. Y aquí tenemos una manera muy inteligente de hacerlo de un par de individuos que con la criptografía se enfrentan al poder absoluto de las superpotencias mundiales, y lo seguimos haciendo, tal vez un poco. Pero creo que el posible resultado de todo esto es que… son fuerzas económicas y políticas realmente tremendas, como decía Jeremie, y la eficiencia real de sus tecnologías en comparación con los seres humanos provocará que poco a poco acabemos en una sociedad bajo vigilancia totalitaria. Con la palabra “totalitaria” quiero decir “vigilancia total” y probablemente quedarán las últimas personas libres que saben cómo utilizar la criptografía para luchar contra ese control global. ¿Nos estamos moviendo en esta dirección?
Jeremie Zimmermann: Primero, si lo miramos desde la perspectiva del comercio, estoy convencido de que este campo está sin explorar. Puede que para las empresas haya motivos económicos para desarrollar herramientas que darán a los usuarios la posibilidad de controlar sus mensajes e información. Puede que sea una de las maneras de resolver el problema, no estoy seguro de que funcione por sí sola, pero puede que ocurra y aún no lo sepamos.
Jenemie Zimmermann
También es interesante que estés hablando del poder de los “hackers”, en cierta manera, y son los “hackers” en el sentido primario de la palabra, no “criminales”. Un “hacker” es un entusiasta de la tecnología, es alguien al que le gusta saber cómo funciona para no ser un esclavo de ella, sino hacer que funcione mejor. Supongo que cuando tenían cinco o siete años, tenían un destornillador y trataban de abrir los dispositivos electrónicos y ver qué tenían dentro, ¿no? Pues eso es ser un “hacker”, y los “hackers” crearon Internet por muchas razones, también porque era divertido, y lo desarrollaron y nos lo regalaron a todos. Así que compañías como Google y Facebook se dieron cuenta de que podían montar un negocio recopilando información personal de los usuarios. Pero aún vemos que los “hackers” tienen en sus manos una forma de poder, y lo que es de mayor interés para mí es que hoy en día vemos que esos “hackers” van ganando influencia incluso en la arena política.
Julian Assange: En cuanto a la radicalización política de la juventud de Internet, sobre todo en los últimos dos años, tú has viajado por todo el mundo hablando con la gente que quería anonimidad y privacidad de parte de su propio Gobierno. Tienes que haber observado este fenómeno en muchos países. ¿Es algo importante?
Jacob Appelbaum: Claro, creo que es primordial. Fui a Túnez después de la caída del régimen de Ben Alí. Y allí se está produciendo la concienciación. Creo que te equivocas al decir que eso ocurrió en el último par de años, y siento decirlo en tu propio programa, pero tú eres parte del proceso de la radicalización de mi generación. Yo sería la tercera generación de los Criptopunks si estuviese metido en esto. Y el trabajo que hiciste con Ralf sobre el sistema de archivos Rubberhose en parte fue lo que me inspiró para trabajar sobre el criptoanálisis. El sistema de archivos cifrados que escribió fue la respuesta a las fuerzas de investigación reglamentarias del Reino Unido, donde el Estado decidió que una regulación negativa era la respuesta a la criptografía, ya sabes, cuando podían saber tu contraseña. En caso de Julian, cuando crearon esto, fue porque los regímenes opresivos torturaban a las personas para que dijeran las contraseñas, y tenían que decir varias para que no les torturaran. Y cuando vi que eso existía, me di cuenta de que podíamos usar la tecnología para que la gente pudiese cambiar el mundo cada día. Y el movimiento Criptopunks se remonta a mucho, mucho tiempo atrás. Ya sabes, esa lista de correo antigua, los correos de Tim May, y si leemos tus antiguas publicaciones… Quiero decir, con esto empezó toda una generación de personas que se volvían cada vez más radicalizadas, porque se daban cuenta de que ya no estaban disociadas, que podían literalmente tomarse su tiempo en escribir un programa que podría dar ciertos poderes a millones de personas. Pero el uso de esas herramientas tiene algunas consecuencias no intencionadas. Porque la gente que creó Google no lo hizo con la intención de crear la mayor máquina de vigilancia que ha existido jamás, pero fue eso lo que se creó. Y cuando la gente se dé cuenta, van a empezar a enviar cartas a la Seguridad Nacional, ¿no?
Jeremie Zimmermann: Creo que hay tres cosas importantes que has mencionado…
Jacob Appelbaum: ¡Solo tres!
Jeremie Zimmermann: Sí, entre otras… Una es el régimen autoritario y el poder que tiene en la era de las tecnologías digitales. En caso del régimen de Ben Alí es obvio y se puede observar también en muchos otros regímenes, uno puede dictar cuál es la información que la gente puede saber y quiénes son las personas con las que se puede comunicar. Es un poder enorme y hay que oponerse a él. E Internet, el Internet gratuito, es una herramienta de resistencia. Otro punto es, bueno, tú eres experto en eso, crear herramientas para una tecnología mejor, una tecnología que puede eludir problemas como la censura. Es también crear herramientas que sean parte de la infraestructura que nos ayude a derrocar a dictadores así. Y otro asunto son los cuentos de los políticos, ese pretexto que utilizan cada día a través de los medios de comunicación… “Bueno, vamos a morir todos en manos de los terroristas, así que necesitamos la Ley Patriota; la pornografía infantil está por todas partes, los pedófilos nazis están por todo Internet, así que necesitamos censura”…
Jacob Appelbaum: Los malditos pedófilos nazis.
Jeremie Zimmermann: Sí, la página pedonazi.com ya está reservada. ...Y van a morir los artistas y ya no habrá cine, así que tenemos que otorgarle a Hollywood el poder de censurar Internet, y etcétera. Así que creo que, una vez más, Internet es una herramienta, puede ser el antídoto de los cuentos de los políticos. Esa narrativa se basa en las emociones y en que sean espontáneas y no den tiempo a reaccionar. La información aparece y desaparece en un marco de veinticuatro horas y se sustituye por otra. Con Internet, tengo la sensación de que estamos creando lo que yo llamo “el tiempo cibernético”. Dado que el maravilloso Internet no olvida nada, día tras día, a lo largo de los años, podemos crear dosieres, y es lo que estuvimos haciendo con el ACTA durante los últimos tres años. Trazamos nuestra propia línea política con el tiempo cibernético, el análisis preciso, el duro trabajo y conectando a las personas entre sí para que participen en esto.
Julian Assange: Nosotros ganamos la narrativa, pero detrás de las cortinas se crearon tratados bilaterales que persiguen el mismo objetivo por todos los medios. Esto es destructivo…
Jacob Appelbaum: Creo que hay que recalcar que las personas que luchan contra el ACTA en realidad están utilizando la tecnología, que les permite oponerse. Pero lo importante de esto es la comunidad de personas corrientes, y no el parloteo sobre la tecnología. Lo que importa es que la gente se involucre en esa narrativa y la cambie mientras tiene la posibilidad de hacerlo, y el factor humano es el más importante. Al igual que es importante el hecho de que WikiLeaks publicara documentos que permiten hacerlo y de que se trate de compartir información. Pero es la gente la que toma esa información importante y la mueve, porque siempre queda el argumento de que estamos viviendo en un régimen democrático, de que somos libres, de que estamos gobernados por nuestro consentimiento. Y cuando todo el mundo entienda qué es lo que está pasando y descubra que no es algo que nosotros consentimos, entonces será muy difícil seguir con eso y aprobar esas supuestas leyes y hacerlo todo sin el consentimiento de la gente gobernada.
Jeremie Zimmermann: Se trata de aumentar el coste político de esas decisiones erróneas para aquellos quienes las toman, y lo podemos hacer todos juntos mientras tengamos Internet gratis.
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