Petróleo, guerra, propaganda JOHN SAXE FERNÁNDEZ*
Por
su enorme despliegue global, la dependencia del aparato militar de Estados
Unidos de los combustibles fósiles para su operación diaria es de tal dimensión
estratégica y de seguridad, que sólo pudo soslayar ante la opinión pública la
asfixiante e irresponsable embestida político-propagandística contra la
nacionalización petrolera y artículos fundamentales de la Constitución
protagonizada por una quinta columna, en espera de los despojos del atraco.
Consumidores a lo bestia
El
Departamento de Defensa de EU (DdD) es el mayor consumidor mundial, público o
privado, de petróleo y gas, por lo que cabe aclarar la relación del petróleo, la
guerra y la propaganda, del tipo registrado entre la CIA, Amazon y The Washington Post (WP) en
torno a Wikileaks y la regresión
energética en México.
Los
lazos entre la cúpula petrolera, bélico-industrial, militar y el espionaje se
desarrollaron en el siglo XX al calor del ascenso hegemónico de EU, en que la
guerra entre potencias centrales es pivote al haber sido, hasta ahora, el
árbitro último en todas las sucesiones hegemónicas registradas a lo largo de
cinco siglos, como lo mostraron F. Braudel y G. Arrighi. Digo hasta ahora
porque el mundo es un polvorín (www.cubadebate.cu) termonuclear, químico y biológico que no
ha dejado, en momento alguno desde el fin de la guerra fría, de observar una
continua modernización y un riesgoso despliegue balístico y anti-balístico
inter-continental de corte terminal.
Como
de desatarse procesos bélicos sin control a nivel mundial (con mecha en Medio
Oriente por el petróleo), entre los primeros blancos de ataque contemplados
estaría la respectiva infraestructura energética de EU y Rusia, principales
operadores del arsenal nuclear, preocupa que los promotores del atraco a la
nación, obnubilados por el negociazo, dejaran a un lado la dimensión
estratégico-militar que acarrea la fusión del sector petroeléctrico mexicano a
EU: llevaron a sus últimas consecuencias el largo proceso bajo impulso imperial
(FMI-BM-BID) que desemboca en la abdicación del manejo directo de la
exploración, explotación y conducción de energía y materia prima de enorme peso
económico y militar, a unos EU que siguen el ominoso precepto kissingeriano de que el acceso al
petróleo es causa de guerra.
El Pentágono.
Mutilados
los artículos 25, 27 y 28, los vastos complejos económico-territoriales
involucrados en la operación diaria de Pemex y la CFE pasan a firmas que operan
desde la jurisdicción de EU, al cuidado de unas fuerzas de seguridad mexicanas
sometidas a lineamientos de fusión bilateral de la Iniciativa Mérida
y del Comando Norte del DdD de una potencia expansionista y belicista,
involucrada en dos guerras mundiales y en el rosario de conflagraciones que
siguió, de Corea a las guerras por los recursos contra Irak, Afganistán, Libia
y la diplomacia de fuerza en Irán y Venezuela, nación hermana sede de la mayor reserva
mundial de petróleo, amén de ataques que violan toda ley nacional o
internacional, usando aviones no-tripulados contra blancos en otros países.
La
imprudente abrogación constitucional de la nacionalización petrolera consumada
por el PRIAN, fue aclamada por la cúpula petrolera de EU, sus persuasivos
cabildos y medios como The Washington Post, entrelazado por
su nuevo dueño al aparato de seguridad. En un editorial institucional ese
rotativo, que acaba de informar que el apoyo de inteligencia de EU a México es
el más grande fuera de Afganistán, proclamó sin rubor o el menor asomo de
periodismo analítico serio, que la ruptura petrolera en México demuestra “...cómo una democracia funcional puede hacer
frente a los problemas más sensibles de una nación”... Aunque los
beneficios no se verán en varios años, es un triunfo... que abre las puertas al
despegue de México.
Mantener un costoso aparato militar.
¿Por
qué esta narrativa en tan abrupto y obvio abandono de los hechos? ¿Democracia
funcional luego de la desaseada elección presidencial de 2012, sobrada de
causales de nulidad por la masiva compra priista del voto de una población
lanzada a la miseria y el hambre por el neoliberalismo? ¿Olvida el WP que PRI y
PAN nunca plantearon en su plataforma electoral cambios constitucionales y
menos de este calibre, negándose a una consulta ciudadana? ¿En EU no tienen
derecho a saber de las graves omisiones, atropellamientos, irregularidades y
cambios subrepticios en los procesos y el texto de la reforma, denunciadas por
la oposición?
La
insostenible narrativa institucional del WP ¿es porque, como dice Norman
Solomon en el Huffington Post
(18/12/13), el nuevo y acaudalado dueño del WP sea fundador y principal
accionista de Amazon, que cerró un contrato con la CIA por 600 millones de
dólares (más del doble de lo que pagó por el WP) por el manejo de la
infraestructura cloud? ¿O fue un
premio por desatar Amazon ataques en red contra Wikileaks cancelando su acceso a la Amazon Web Services,
cuando transmitía cientos de cables internos del Departamento de Estado?
jsaxef.blogspot.com
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