AL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO
Una mujer de las autodefensas en Michoacán, con un Ak 47.
México:
Empresa comercial.
Diplomacia:
agencia de ventas
JOSÉ
ALEJANDRO SOLALINDE GUERRA*
Reflexión
desde la fe
El verdadero México.
POR MÁS QUE USTED ESTÉ EN OTROS NIVELES socioeconómicos, podrá percibir por todos lados de nuestro querido suelo patrio: violencia, hambre y exclusión. Duele ver cómo cada día va creciendo la brecha entre ricos y pobres; la desigualdad social es una bomba de tiempo; ¡cómo nos vamos deshumanizando!; cómo se va perdiendo la soberanía mexicana por la vía de las privatizaciones neoliberales.
DUELE SENTIR LOS APRIETOS económicos de los trabajadores; bueno, los que tienen el privilegio de ser explotados. Otros, millones, ni siquiera tienen empleo. Toda esa pobre gente ¡Nunca podrá acceder a una mejor calidad de vida, a la que tiene derecho! Está condenada a la subsistencia. Todo ser humano tiene derecho a contar con iguales oportunidades. Todas, todos, valemos lo mismo. El País que usted preside, no es un desierto heredado, ni está en venta; es una porción geográfica superdotada, habitada por un pueblo sufrido, con profundas raíces culturales y de hondas espiritualidades. Situación ¿de privilegio? La ubicación geográfica nacional es envidiable; no por tener a Estados Unidos al otro lado, sino porque puede ser enlace entre el Norte y el Sur, amén de facilidades climáticas, y por muchas razones más. La forma como usted está conduciendo al país pone al México en el riesgo de convertirse en una empresa comercial, y a su diplomacia, en agencia de ventas, en lugar de priorizar las relaciones humanas, culturales, con el mundo, sobre todo con Centroamérica.
La realidad es
que, registramos más de 53 millones de pobres, destacamos en desapariciones
forzadas, feminicidios, secuestros, trata de personas, persecución y muerte de
periodistas, extorsiones, bulling, primer lugar mundial en consumo de alcohol;
de agresiones, desapariciones y asesinatos de sacerdotes católicos. ¡Estamos
asfixiados por la corrupción!; la impunidad es un cáncer. Todo esto ¡va
imparable!
Tenemos que
reconocer que somos uno de los países más corruptos del mundo, y que seguimos
practicando la tortura, sobre todo por parte de corporaciones policíacas. Los transmigrantes han sufrido torturas
físicas y sicológicas en estaciones
migratorias mexicanas, como la vergonzosa cárcel migratoria de Acayucan,
Veracruz, por los mismos agentes de migración y policías auxiliares del CUSAEM.
Por cierto ¡qué
buen negocio es la inseguridad! Por un lado, el gobierno no proporciona seguridad a la ciudadanía. Para
ésta, hay 40 mil policías federales que, más que proteger, hay que protegerse
de ellos. Pero para quien pueda pagar, y AUTOPROTEGERSE, hay 600 mil policías
privados alquilables. Las ganancias, millonarias, por supuesto, van para el
mismo círculo político, los patrones, que son juez y parte. ¿Defensa propia?
Las comunidades
pobres, que no pueden pagar protección privada, se defienden como pueden, del
crimen organizado y del mismo gobierno. A la autodefensa de los pobres, el
gobierno la considera fuera de la ley; los pobres, la consideran defensa propia
extrema. El gobierno, ni protege, ni deja a las comunidades protegerse. Los
líderes de autodefensa y cualquier líder crítico, son incómodos, y tarde o
temprano se encontrará la forma de eliminarlos. Muchos de ellos han sido
asesinados en “accidentes” No hay voluntad para dialogar con ellos; tampoco hay
valor para matarlos de frente. Serán cada vez más las y los que estén
dispuestos a defenderse y defender pacíficamente a México.
Mexico. Chis. EZLN.
En este contexto
nacional desolador, nuestras hermanas y hermanos migrantes, han llevado siempre las de perder: son los más golpeados
en todas las formas posibles. La población transmigrante es especialmente la
más vulnerable, pues es víctima de los más graves delitos, y es con la que el
Estado mexicano tiene una responsabilidad histórica, por tratarse de crímenes
de lesa humanidad perpetrados en territorio nacional. Y le recuerdo ¡que éstos,
no prescriben! El Estado Mexicano ha sido incapaz de protegerla. Quienes los
defendemos estamos amenazados y con frecuencia se nos impide nuestro servicio
de protección, que el Estado no puede cumplimentar. Ni protege, ni nos deja
protegerlos, como se establece en la Ley de Migración. Fenómeno imparable
El gran
movimiento migratorio es un signo formidable de
transformación global. En los migrantes se están jugando los destinos de
la humanidad. A través de ellos Dios nos está llamando y comienza un nuevo
proyecto alterno a nuestro mundo envejecido y
ciego. Él, es portador también de ética y espiritualidad. Los efectos
del gran éxodo migratorio, ya nadie lo podrá detener, porque ya llegó y seguirá
llegando. Él será el pionero de una mejor humanidad.
Autodefensas Michoacan, el arma no parece de un campesino.
En México, una
percepción común entre ciudadanos y feligreses, es el descuido de sus
autoridades hacia ellos; andan como
ovejas sin pastor. Muchos no esperan ya nada de la clase política que los ha
traicionado tantas veces, y existe una enorme desconfianza hacia el gobierno
que usted preside. Experimentan
incertidumbre porque no ven de dónde pueda venir el cambio tan anhelado desde
hace sexenios. Ha callado la voz
profética de muchos de nuestros Pastores, quienes parecen no ver ni sentir nada
de lo que está pasando, y sí en cambio se comportan como una Iglesia
complaciente y agradecida con un gobierno simulador. Otros Pastores más
sensibles, trabajan en silencio, superando el miedo. No pocos sacerdotes están
muy inquietos ante todo lo que está sucediendo. Y ya no se diga las religiosas
que han sido las más cercanas y comprometidas. No, usted ya no puede esperar
una Iglesia incondicional: el Reino de Dios y su justicia, es prioritario.
Nuestra Nación
se declara mayoritariamente cristiana, católica y guadalupana. Dice amar al
Papa. Usted anuncia en el exterior que somos un país democrático y respetuoso
de los derechos humanos y festeja con la clase política a modo y empresarios,
sus “reformas” estructurales. Reformas al vapor, hechas a ritmo de intereses
pactistas, pero sin la mínima intención de consultar al Patrón que le paga a
usted: el Pueblo mexicano. Poco a poco presidentes sin conciencia han ido
rematando nuestros recursos. Lo que falta de entregar, seguramente que lo
consumará usted en las leyes secundarias de SUS “reformas”. ¡Los ricos de
arriba y los de fuera, podrán servirse ahora con la cuchara grande! Mientras
las mayorías seguirán relegadas y cada
vez más dependientes. Estamos entrando a la
etapa de un México neofeudal. ¿Aguantará esto la gente?
Mejoras para unos pocos
Fuera de la
retórica mesiánica, siempre referida a un futuro mejor que nunca llega, y que
“ahora sí vamos a crecer el 4%”; fuera de los autoelogios permanentes de sus
funcionarios, se simula, se finge que no
pasa nada; que México está mejorando. Y tal vez sí, pero para unos cuántos,
para la oligarquía: los que detentan el poder y poseen el dinero. Para ellos y
sus allegados, siempre hay rebanadas del pastel y el privilegio de una
institucionalidad oficial a su servicio. Así nos han traído con falsas promesas
que nunca se cumplen. Si anuncian que habrá fuerte inversión del exterior, lo
que no dicen que todo finalmente de irá al exterior. Un ejemplo: Gas Fenosa da
el 1% de sus ganancias a hermanos zapotecos del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y ella se queda con
el ¡99%! ¿Esa es la prosperidad que nos espera con las transnacionale?
Que la virgen los ampare y salve.
Para defender
los intereses de banqueros, financieros, políticos y altas esferas sociales,
está todo el aparato estatal dispuesto a “salvaguardar el estado de derecho” y
para proceder en todo momento “con estricto apego a la ley”. Con leyes a modo,
se privilegia a unos y se excluye a otros. La corrupción ha llenado las
cárceles de inocentes y chivos expiatorios; mientras que funcionarios y
exfuncionarios ladrones, gozan de impunidad y andan libres y hasta con
comisiones oficiales.
Al mismo tiempo
que se va criminalizando la protesta social, se
alejan la transparencia, la rendición de cuentas y la revocación de
mandato. Va creciendo la distancia entre autoridades y sociedad civil.
Es más fácil
comprar voluntades, manipularlas y reprimirlas, que escucharlas, ponderarlas y
construir con ellas el bien común; especialmente con los de abajo, con el
sector crítico, académico, disidente, con la autodefensa, con periodistas, con
jóvenes, con mujeres. Sin ellas y ellos, ¡México es insalvable! Ninguna fracción social, o partido, aislados,
podrán sacar a nuestro País de la crisis generalizada que padecemos. Se requiere
de la convergencia de todas las instituciones, instancias de gobierno,
iglesias, sector productivo, de las voces disidentes, de toda la sociedad para
construir un gran acuerdo nacional, democrático, equitativo, incluyente y
corresponsable.
Regnum Christi...
Pero a un año de
su gobierno, todo apunta a un sistema de control de dominio. Se fortalece la
administración centralista, en detrimento del federalismo, exponiendo a México
a las presiones de poderes fácticos. Instituciones de autoridad y
responsabilidad social, como la CNDH, IFE, CONAPRED, IFAL, entre otras, que
deberían ser autónomas y neutrales para asegurar su imparcialidad, van entrando
poco a poco en este dominio oficialista central. Estas instituciones, no son un
condimento democrático; cada una, responde a unos derechos humanos; son
patrimonio social, no instrumento electorero.
Si esto no para,
lo que sigue es una dictadura. Usted, es el primer servidor del país. La
soberanía y mando supremo, radica en el Pueblo de México, a quien usted no le
consulta sobre decisiones trascendentes que afectan su vida y comprometen su
futuro. Usted buscó la Presidencia del País, ¡pues sírvalo! Desde hace muchos
años, el México de abajo espera beneficios reales de sus presidentes. Usted no
consulta a la ciudadanía, porque no cree en ella; ¡pero ella tiene todo para
salir de esta crisis y refundar el país! El EZLN
El Movimiento
Zapatista es la mejor prueba de otra vida libre, digna, integral y compartida,
es posible. Las y los Hermanos Zapatistas son una gran inspiración: se
informan, toman conciencia, deciden consensando todo en bien de la comunidad,
se organizan, trabajan en conjunto. Pero por encima de todo, se han sacudido
valientemente toda subordinación humillante o explotadora. Están dispuestos a
defender sus recursos, porque son patrimonio de ellos y de la comunidad
venidera. Ellos no venden su tierra por que no es una mercancía. Hace años
descubrieron sabiamente que tienen que cuidarse de políticos corruptos y de los
malos gobiernos.
Si se sigue
optando por privilegiar a las élites y los sectores más favorecidos (nacionales
o extranjeros), lo que le espera a México ¡es un infierno para todos! En una
situación incontrolable, ¡ni usted tendrá condiciones para terminar su mandato!
En años venideros estaríamos acuñando una nueva categoría migratoria: ser
extranjeros explotados en su propia tierra, al servicio del sector financiero.
Ya no tendríamos que migrar a esa gran propiedad privada que es Estados Unidos;
los mismos dueños de allá, correrán sus fronteras hasta el sur. De hecho, desde
hoy podemos preguntarnos: ¿Quién gobierna realmente México? El Gobierno ¿gobierna, o administra? Y
administra mediáticamente. Hoy se puede gobernar hasta por TV. Y usted ¿no
acabará siendo un empleado de alguna transnacional, como sus compañeros
anteriores?
Otro representante del cambio, 100 niños molestados sexualmente.
Sin embargo,
para Dios, no todo está perdido. Profundos cambios se están procesando en las
conciencias acrisoladas, hambrientas y sedientas de justicia de mucha gente, en
México, en nuestro Continente y en el mundo entero. ¡Los días de la corrupción
y la acumulación desmedida, están contados! Jesús, el ÚNICO Rey, y ÉL tiene la
última palabra. El Espíritu Santo trabaja incansablemente en la gestación de un
mundo nuevo, para todas y todos, en el cual no reine nunca más el ídolo del
pinche dinero. Las redes de nuevos constructores se están tejiendo ya en todo
el Globo.
El otro Camino
que puede seguir nuestra querida Nación tan lastimada, es el camino de Jesús:
el camino del Reino de Dios; o su versión guadalupana: el gran proyecto del
Tepeyac. Ambos, proponen la construcción de una nueva sociedad tejida de abajo
a arriba, iniciando con la participación de los pequeños, de los que no
cuentan, ni importan, como sujetos de
una historia de justicia e igualdad; con oportunidades y los mismos derechos,
de jure y de facto, para todas y todos; sin rapiña de
recursos, ni acumulación de bienes.
Un digno representante de quienes quieren salvar al país.
Estamos en deuda
con Jesús y con María de Guadalupe: les construimos templos, les rezamos, los
amamos, pero no los obedecemos, porque no estamos levantando esos templos vivos
que nos pidieron; ¡Porque no estamos integrando una nueva sociedad! El Reino de
Dios que Jesús nos ordenó se verifica en relaciones justas, igualitarias,
incluyentes, amorosas, transparentes. Sólo así podremos tener la paz anhelada.
Usted tiene dos
opciones: escuchar las voces del dinero, o escuchar los llamados al Reino de
Dios a través del Pueblo. Lo que decida traerá consecuencias, porque no se
puede servir a dos señores: a Dios y al dinero. Si quiere paz para nuestro
País, trabaje por la justicia, iniciando la reconstrucción del país, desde los
sectores más golpeados. No insista en reconstruir la imagen de México en el
exterior. No son cosméticos los que requiere el país, sino una transformación
profunda y justa.
Ruego a Dios
Padre de todos y todas, que le ilumine para aprovechar su gracia en estos
momentos cruciales para México, nuestro Continente y para el mundo entero. Que
los Evangelios sean su inspiración y el Reino de Dios su programa.
*Misionero del
Reino de Dios. Albergue de Migrantes Hermanos en el Camino. Ciudad Ixtepec,
Oaxaca, 26 de diciembre de 2013
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