La
buena nueva de Pemex
Más
empleo... en España
¿Dónde
van los impuestos?
La buena noticia va por cortesía de Petróleos Mexicanos:
Gracias a la visionaria decisión de invertir donde se debe y, desde luego, al
dinero de los causantes cautivos, la (aún) paraestatal resucitará una gran zona
industrial que de tiempo atrás reporta elevados índices de desocupación, y en
2014 generara miles de empleos, bien remunerados y con todas las prestaciones
de ley… en España.
Astilleros españoles.
En
México los dineros públicos, de la mano de la inversión privada (o al revés),
no fomentan el empleo formal para los mexicanos, las políticas gubernamentales
promueven salarios de hambre, mantienen en el olvido grandes zonas productoras
del país y privatizan sectores estratégicos, como los astilleros. De hecho, la
tasa oficial de desocupación abierta sigue muy por arriba de la registrada
antes de la crisis de 2008-2009 (el
catarrito) y la economía se mantiene amorcillada.
Pero
con el buen tino que lo caracteriza, el gobierno federal (en esta romántica
historia de gallegos y charros aparecen involucradas las administraciones
calderonista y peñanietista, con la familia de Juan Camilo Mouriño como operadora), a partir de ya procederá en
estricto sentido contrario, pero no en México sino en la zona norte de la madre
patria, como si aquí sobrara el dinero, la economía estuviera floreciente y los
trabajadores en jauja.
Como
es sabido, a finales de noviembre pasado Petróleos Mexicanos, por medio de su
filial PMI, compró el 51 por ciento del astillero Hijos de J. Barreras (un
negocio armado por quien fuera el segundo secretario de Gobernación de Felipe
Calderón), y ayer concretó el sueño de Juan Camilo Mouriño: “Como anhelaban los
dos principales astilleros gallegos (el citado, más la empresa
Navantia-Ferrol), resultaron ganadores de la licitación pública internacional
para la construcción de dos floteles
o plataformas habitacionales, informó Pemex. El organismo subsidiario Pemex
Exploración y Producción les adjudicó la construcción de sus dos floteles, con lo que se
inyecta oxígeno al sector naval español”. Para tal fin destinará más de 682
millones de dólares (La
Jornada, Israel Rodríguez).
Nuevas fuentes de trabajo, en España
Consumidos
por la brutal crisis económica española, los astilleros gallegos muy cerca
estaban del panteón, cuando oportunamente apareció Juan Camilo Mouriño (hijo de
gallegos) para oxigenarlos vía Pemex. Y aunque el querubín de Calderón no pudo
ver el exitoso fin de su participación (lo que no quiere decir que su papá
quedara fuera del negocio), los revivió el médico petrolero mexicano, ahora con
mandil tricolor.
En
fin, consummatum est.
Lo que son las cosas: El capital español llega a México a cancelar plazas
laborales en aras de mayores utilidades, a abaratar, aún más, la mano de obra
autóctona y/o a dar rienda suelta al outsourcing,
mientras el gobierno mexicano, con dinero de los causantes a quienes recién les
aumentó los impuestos, rescata zonas industriales gallegas, las oxigena con
recursos públicos, genera empleos formales en la economía española y garantiza
buena paga, con todas las de la ley. Bastante equilibrada la relación.
¿Qué
tan contentos están los peninsulares? De acuerdo con el diario El
Faro de Vigo, la
Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) ha
estimado que la reactivación del sector naval gallego, con la adjudicación de
los dos floteles de Pemex y otros
contratos que puedan cerrarse próximamente, supondrá la generación de mil 400
nuevos empleos en la ría de Vigo y consolidará otros dos mil 600 en la comarca
de Ferrol.
Alberto Núñez Feijoo
Su
secretario general, Enrique Mallón, ha señalado que, actualmente, en la ría de
Vigo hay unos 3 mil 800 trabajadores del naval, entre astilleros e industria
auxiliar, a los que se sumarán mil 400 en el segundo semestre de 2014.
En
el caso de Ferrol, agrega el rotativo, Asime prevé que el flotel permitirá consolidar una plantilla de dos mil 200 operarios
más 400 trabajadores de la industria auxiliar. Además, ha reclamado implicación
del gobierno central para dotar de carga de trabajo a Navantia, cuyos objetivos
futuros pasan, a su juicio, por la construcción de la sexta fragata, el buque
gasero, la actividad en el ámbito de la eólica offshore y el dique flotante.
Según
las previsiones de Asime, habrá creación neta de empleo y de inmediato, hasta
alcanzar una cifra de entre siete mil 800 y ocho mil empleos directos en el
naval gallego antes de que acabe 2014 (aún lejos de los 17 mil que llegó a
haber en época de bonanza). A esas cifras habría que sumar empleo indirecto en
sectores como la limpieza, los suministros de equipos, consultorías, etcétera.
La industria de explotación de gas y petróleo está suponiendo una revolución en
el ámbito de la construcción naval que los astilleros gallegos deben
aprovechar.
Juan Camilo Mouriño.
Y
por el lado del astillero Hijos de J. Barreras, su presidente, José García
Costas, puntualizó: “La próxima semana
habrá novedades sobre los contratos de construcción de barcos para Pemex… el
próximo 7 de febrero visitará Galicia una delegación de la compañía petrolera
mexicana y ha dejado entrever que esas novedades tienen que ver con la
supervisión de la construcción del flotel adjudicado a Navantia Ferrol y la
renovación de la flota menor de Pemex… En todo caso, su construcción coincidirá
con la de un buque atunero (¡¡¡!!!) encargado por Pemex. Y es que, más allá del
flotel y del atunero, ha calculado que antes del verano Barreras empezará a
construir otros barcos para la petrolera mexicana… Hoy es un día para estar muy
contentos”.
Entonces
es muy sencillo: Lo mejor y más práctico que pueden hacer los 2.5 millones de
mexicanos oficialmente desocupados es agarrar el avión (de Iberia, desde
luego), viajar a Galicia, preguntar dónde coño queda El Ferrol, y allí ubicar a
los citados astilleros y pedir chamba, aunque sea eventual. Igual pega, aunque
no digan su procedencia, porque de otra forma los deportan.
Las rebanadas del pastel
Si
de españoles y buenas noticias se trata, allí está la divulgada por el BBVA
Bancomer, por medio de su economista en jefe Carlos Serrano: “la aprobación de
una reforma constitucional para permitir a inversión privada en el sector
energético no debe ser motivo para echar las campanas al vuelo sobre el efecto
de los cambios en el crecimiento de la economía y el incremento en la
producción de petróleo… En el mejor de los casos y si bien nos va, la
producción en petróleo en aguas profundas no se dará sino hasta 2018, en un
escenario optimista” (La Jornada,
Roberto González Amador). El tesorito, pues, seguirá enterrado.
Twitter:
@cafevega
D.R.:
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*La Jornada
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