VEÍAMOS LA ZOPILOTERA POR TODOS LADOS
Mireles Valverde: De mil 200 va mil 800 templarios
muertos
El comandante Mireles.
FRENTE A LAS REPRESENTACIONES de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Unión, el pasado
5 de febrero el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Juan N. Silva Meza previno que hacer justicia por propia mano, promover y participar de la corrupción y del
abuso del poder, afecta el orden instaurado por la Constitución y la vida
democrática.
Don Juan N. Silva.
Cuando muchos
mexicanos temen por su integridad y la de sus familias, es preciso insistir en
que las respuestas se encuentran en la Constitución y no fuera de ella. En
momentos de riesgo, de crisis, conflicto e inseguridad es donde tenemos que ser
más cuidadosos con la formas que la Constitución establece para situaciones de
excepción, enfatizó el titular del máximo Tribunal constitucional.
El claro y
contundente mensaje del tercer poder político reconocido por nuestro régimen
constitucional, nos remite al siguiente cuadrante sociopolítico:
El 18 de mayo de
1994, en el estado de Guerrero, se dio por constituido el Ejército Popular
Revolucionario (EPR), y como brazo político presentó al Partido Democrático
Popular Revolucionario (PDPR/EPR). En su
programa de acción, el PDPR postula como estrategia “la autodefensa armada”.
Ya para el verano de
1996, aun más enervada que en Guerrero, se dejó sentir la presencia del EPR en
Oaxaca. Fue entonces cuando el gobierno del presidente Ernesto Zedillo Ponce de
León invocó toda la fuerza del Estado
para descargarla contra los subversivos del EPR.
Guerrilla buena Guerrilla mala
Puesta esa decisión
gubernamental como contraposición respecto de la beligerancia del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y el tratamiento oficial hacia el movimiento
armado chiapaneco, algunos comentaristas plantearon si existía una
guerrilla buena y una guerrilla mala.
Ese expediente
político -visto desde la reciente advertencia del ministro Silva Nieto sobre la
aplicación del estado de excepción-, vale para cuestionar la estrategia
acometida en Michoacán donde, so capa de combatir a Los caballeros templarios, el
gobierno ha dado carta de legitimidad -no sólo tolerancia, sino respaldo
logístico de facto- a los grupos de
autodefensa armada que desde hace un año operan en el atribulado estado.
En reciente
entrevista que el periodista Arturo Cano le hizo para La Jornada (1-III-14) al
primer comandante de las autodefensas armadas michoacanas, médico José Manuel
Mireles Valverde, el entrevistado reconoció que en las acciones de esos grupos
han muerto entre mil 200 y mil 800 templarios. (En un año.)
Al comentar una
operación de exterminio atribuida a un oficial del Ejército mexicano, Mireles
Valverde le describió al periodista: Al
rato veíamos la zopilotera por todos lados.
Cuando las
autodefensas armadas amagaban con la toma
de la capital del estado -Morelia-, el periodista michoacano Ernesto
Martínez Elorriaga reportaba a La Jornada el 28 de febrero que esos
grupos tenían bajo control total ocho municipios y parcial de otros 18
municipios y localidades.
Así empezó La
Gran Marcha sobre Roma del fundador del Estado fascista italiano Benito
Mussolini, que alcanzó su climax en 1922. El propio Benito llegaría a blasonar:
Las
balas pasan silbando y Mussolini sigue de pie… El 29 de abril de 1945,
la cabeza del fascista se balanceada grotescamente sobre las baldosas de Piazzale Loreto de Milán: Sus pies
pendían de una viga de acero con los cadáveres de cinco compinches. Pero Europa
estaba devastada.
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