Luis Borja Bárcenas: caricaturista de nacimiento
Por los lejanos años 60 y en plena juventud un grupo de amigos nos reuníamos en el quiosco de Coyoacán o en los jardines de La Conchita para charlar, jugar divertirnos y “chulear” a las jovencitas, de aquellos inolvidables días, asistentes a las serenatas semanales ofrecidas por las autoridades de esa bella delegación.
Los muchachos charlábamos de las novias, de la próxima fiesta o de la película en turno “Rebelde sin causa” o “Al Este del paraíso”, por citar algunas; entre los más destacados por sus travesuras fuimos (disculpen el “cebollazo”); los Ponzanelli Quintero, Antonio Bauza Bermúdez, Eduardo Salgado Cordero (el “sacerdote”, quien canjeó su entrega eclesiástica, al mundanal bullicio de la frivolidad), cuyo hermano, el Gral. Salgado Cordero, fue titular de Policía y Tránsito en la Capital Mexicana; Agustín Godfrey, Alfonso Yamasaki, Miguel Macías, Gregorio Maldonado, Alfredo Salgado, “El Tetera”; Víctor Lira “El Cafión”, Armando Vallarino Hinojosa, René Suárez Cabildo “La Rana”, Alfredo Martínez, “El Rarrá”, sordomudo, pero nos entendíamos; Edmundo Gaona Pineda, “El papayón”; así como los infaltables antagónicos (los malosos, por peleoneros y bravucones): Jaime Zubieta “La Chiva”, Toño “el Demoño” Navarro y el “Pochigón”, y “El Pivote”, así como un ramillete de hermosas damitas que soportaban nuestros chistes negros; cito algunos que mi atrofiado cerebro, aún evoca; pero en esta bella “palomilla” cuyo único propósito era divertirse sanamente en bailes o reuniones familiares, sobresalía nuestro dilecto amigo: Luis Borja Bárcenas, quien como hasta la presente fecha, es sumamente reservado.
Monero de corazón
Luis dedicaba su espacio libre a la caricatura entre la alegre muchachada y con su sueño a cuestas, emprendió la huida de las huestes estudiantiles y amistosas para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión, la caricatura y la historieta.
Cada uno de nosotros dedicó su existencia a sus respectivas habilidades y aquella juventud emprendió el recorrido por la vereda correspondiente; por supuesto que al reencontrarnos en alguna reunión, presumíamos a nuestro entrañable amigo Luis Borja, quien ilustraba con sus dibujos y caricaturas los diarios en los que laboraba.
Luisón recibe, a través de esta modestas líneas, el afecto fraternal que perdura en los corazones de aquella “ex aguerrida palomilla”, que te recordará hasta que la línea de nuestra existencia nos marque: aquí llegamos…
Una más del proverbial Bill Gates.
Permítanme informarles que un compañero periodista me envió este mensaje de Bill Gates y considerándolo de gran interés, lo transcribo para su acervo cultural:
Bill Gates fue invitado por una escuela secundaria para una conferencia. Llegó en helicóptero, tomó el papel del bolsillo donde había escrito once artículos. Leyó todo en menos de cinco minutos, fue aplaudido por más de 10 minutos sin parar, dio las gracias y se retiró a su helicóptero.
Lo que estaba escrito es muy interesante, lean:
1. La vida no es fácil acostúmbrese a ello.
2. El mundo no está preocupado en tu autoestima. El mundo espera que hagas algo útil por él antes de que te sientas bien contigo mismo.
3. Tú no ganarás 3.000 dólares por mes al salir de la escuela o universidad. No serás vicepresidente de una empresa con auto y teléfono a tu disposición. Debes ganártelo con tu propio esfuerzo
4. Si crees que tu profesor es duro, espera hasta tener un jefe. Él no tendrá pena de ti.
5. Si crees que vender periódicos o trabajar durante las vacaciones no están de acuerdo a tus expectativas o lo rechazas, créeme, tus abuelos tienen una palabra distinta para esto y lo llaman “oportunidad”.
6. Si fracasas, no es culpa de tus padres; no te arrepientas de tus errores, aprende de ellos.
7. Antes de nacer, tus padres no eran tan críticos como ahora; mira ellos pagan tus cuentas, lavan tu ropa y tienen que escucharte decir que son “ridículos” o “anticuados”. Entonces, antes de salvar al planeta para la próxima generación, primero intenta ordenar tu propio cuarto.
8. En tu escuela pueden haberte eliminado por perder el año, dándote muchas oportunidades para que apruebes, pero la vida no es así. Esto no se parece a absolutamente nada en la vida real. Si cometes un error en la empresa, estarás despedido...¡¡¡estás en la calle!!! ¡¡¡No tendrás más oportunidad!!!
9. La vida no se divide en semestres, no tendrás siempre vacaciones más de un mes, y es poco probable que otros empleados o compañeros de trabajo te ayuden a cumplir tus tareas al final de cada periodo.
10. La televisión no es la vida real; en la vida real, las personas tienen que dejar la comodidad hogareña e ir a trabajar.
11. Sé legal, no copies ni critiques a tus compañeros que se esfuerzan. Hay una gran probabilidad de que tú estarás trabajando para uno de ellos.
Por algo Bill Gates ha logrado ascender el picacho de la fama y la fortuna.
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