A CIEN AÑOS DE SU NATALICIO, se rindió homenaje al periodista y escritor cubano Reynaldo Pérez Marcheco, en la Sala Francisco Zarco, del Club de Periodistas de México, A.C. donde este 21 de abril se reunieron familiares, amigos y colegas y se hizo una semblanza del escritor cubano quien nació el 21 de abril de 1918 en Mayarí, provincia de Holguín, Cuba.
Rinden homenaje
en el Club de Periodistas
Al escritor cubano Reynaldo Pérez Marcheco
Rosa Serrano Alvarado
Su pensamiento político sobre Cuba, acertado y vigente
LUIS SÁNCHEZ ESTRADA, maestro del Politécnico Nacional, expuso la visión política del escritor cubano acerca de su patria a través de los textos titulados En el paroxismo del odio y la rabia, los enemigos de la Revolución Cubana, y El histerismo de que Castro debe caer, en los que el escritor cubano fijó su posición política ante las críticas denostadoras contra la Revolución Cubana y a la figura de Fidel Castro provenientes de Miami y otras partes del mundo. En estos textos de su autoría Pérez Marcheco puntualiza y detalla uno a uno los logros reales que Cuba ha tenido durante los años de su Revolución, como son la erradicación total del analfabetismo, su avanzado sistema de salud, uno de los mejores del mundo, y una ley dura contra delitos graves como la vagancia, el tráfico de drogas, la violación y la corrupción, logros que la misma ONU ha reconocido desde hace décadas y que no han tenido otros países de latinoámerica, sometidos todavía al imperialismo de Estados Unidos.
Respecto a las voces que siempre clamaron la caída de Fidel Castro, Pérez Marcheco señaló que la Revolución Cubana no se centra en un sólo hombre, Fidel Castro, sino en todo un pueblo que la construyó a base de lucha y con cimientos morales.
Sin duda, manifestó el maestro Sánchez Estrada, el tiempo le dio la razón al escritor: hoy a casi dos años de la muerte de Fidel Castro, la Revolución Cubana sigue vigente, a pesar de la desaparición física de su máximo líder y de la persistencia infame del bloqueo económico, endurecido ahora por Donald Trump.
POR SU PARTE EL MAESTRO Salvador Gómez Fernández expuso La Fuerza del Bolero, ensayo de RP Marcheco donde éste reseña la historia del origen de este género musical, desdela romanzay la balada, en la edad media hasta el bolero como tal en nuestro tiempo, el maestro Gómez Fernández leyó una amena crónica donde R.P. Marcheco narra un baile en central Miranda, en el oriente de Cuba, donde tocaba Mariano Mercerón y donde el legendario Beny Moré, se vio obligado a cantar después de que el público lo regreso a rastras de su huida en un tren que lo llevaría a Santiago, para curarse la terrible cruda por el exceso de ron que había ingerido la noche anterior .
El licenciado Andrés Amador Mena mencionó que R. P.Marcheco fue un estudioso de los clásicos griegos pues en textos diversos los menciona y conversa con ellos con familairidad. Hizo una remembranza del homenajeado quien en La Habana estudió Derecho, Periodismo y Música. Varios años fue taquígrafo del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y del Comité de Representantes. Fue Secretario Taquígrafo personal de Juan Marinello y de tres ministros del gobierno de Prío Socarrás, También fue maestro en Guantánamo. Trabajó en las revistas, Mediodía, y Fundamentos en los periódicos El País, Avance Noticias de Hoy y Alerta, este último de su natal Mayarí.
Perseguido por la dictadura de Fulgencio Batista en 1958, se refugia en México donde a partir de entonces en diversos estados de la República y en el Distrito Federal diversas publicaciones como Radar, de Monterrey, Diario de la Nación, El Mundo, de Tampico, Tamps., El Diario del Sur, de Acayucan, y La Opinión, de Poza, en Veracruz. Revista Diplomática de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Revista de la Semana del diario El Universal en El Nacional, Novedades, Excélsior y la revista Tiempo Libre, entre otros más, En Europa colabora en los diarios L´Aurore y Le Figaro de París, en Madrid, en la revista Triunfo y el diario El Pueblo. Fue directivo del Club de Periodistas de México, A.C. y por 25 años Director Honorario de la Biblioteca Justo Sierra de esa institución. En 1988 fue jefe de Sala de Prensa en el Partido Revolucionario Institucional. De 1994-1997fue Director de La Red de Bibliotecas de Nopala de Villagrán, Hidalgo.
En nuestro país, señaló Andrés Amador, Pérez Marcheco, convivió, trabajó y colaboró con grandes personalidades del periodismo, como José Alvarado, Renato Leduc, Antonio Sáenz de Miera, Eulalio Ferrer, Carlo Coccioli, Hugo del Río, Miguel López Azuara, entre otros.
Lectura en voz alta y música de autores cubanos
Hace aproximadamente 20 años, el escritor Alejandro Aura inyectó en la Ciudad de México el entusiasmo por la lectura en voz alta, actividad esencial, motivadora y lúdica que la misma SEP busca implantar desde hace muchos años, no sólo en estudiantes de todos los niveles, sino en toda la ciudadanía, por los beneficios culturales, educativos, y de salud emocional para todo ser humano que la práctica. En esta conmemoración del Natalicio 100 del escritor RP Marcheco, Reina Rosa Pérez leyó en voz alta el cuento para niños El huérfano del escritor cubano homenajeado.
Música y canto de los autores cubanos también hubo en este homenaje. Canciones de Ernesto Lecuona, Ernesto Duarte e Isolina Carrillo, fueron interpretadas por Hugo Zósimo Martínez, egresado de la Escuela Superior de Música, quien canto Siboney, Cómo fue y Dos gardenias.
Necesario publicar y difundir la obra de RP. Marcheco
La periodista Ana Lilia Velázquez de León, presente en este evento señaló la importancia de este festejo porque a través del mismo se difunde el pensamiento y la obra del escritor, pero dijo que debe establecerse un compromiso, por parte de su familia de publicar y difundir su obra.
En este punto coincidió también Hernán Pérez, quien, desde Canadá, donde reside, externó: “Ojalá que este acontecimiento sea el primer paso para que más adelante se publique y se difunda la producción periodística y literaria de mi padre”. También rememoró; mi padre fue un hombre distinguido y muy destacado como periodista y escritor. Recuerdo, dijo, cuando vivíamos en Maravillas, un pueblo del estado de Hidalgo, y siendo yo muy niño, como se desplazaba a alguna comunidad lejana para enseñar música algún niño; recuerdo –prosiguió- cuando acudían a nuestra casa niños a aprender inglés, o ajedrez; jóvenes y adultos a buscar algún libro de su biblioteca, a hacerle alguna consulta académica o de cultura, consulta que él gustoso siempre les brindaba. Siempre estaba participando en algún acto cultural, dando conferencias, inaugurando bibliotecas, clasificando libros, estudiando o leyendo. Su andar por la vida fue una experiencia vital de cultura, de conocimiento con la que nutria su profesión y su deseo permanente de saber.
Agradeció a todos por su presencia y su participación, porque con su apoyo –mencionó- se hizo realidad está conmemoración. Gracias a mi madre, la señora, Rosa Remedios Serrano Alvarado, a mi hermana Diana, quien, a pesar de sus compromisos académicos en la UNAM, trabajó fuerte en la organización de este evento y pudo estar presente en el mismo. A mi hermana Reina, por su participación, a los maestros Luis Sánchez y Salvador Gómez; al licenciado Andrés Amador. Gracias a la hospitalidad de Celeste Sáenz de Miera, y del licenciado Mouris Salloum, directivos del Club de Periodistas. Gracias a todos y cada uno de ustedes por su participación y su presencia.
Al finalizar este evento se anunció que el Centro de Capacitación y Cultura a partir de este año llevará el nombre de Reynaldo Pérez Marcheco, en honor del festejado, y está en proceso de constituirse como una asociación civil, cuyos objetivos serán difundir la obra del escritor y contribuir al fomento de la cultura y la capacitación en general.
Igual que Heredia y Martí, R.P. Marcheco
cultivó la semilla del saber en México
UN DÍA DEL AÑO 1825 llegó a México un joven. Tenía tan sólo 21 años y ya era abogado y poeta universal. Era nada menos que José María Heredia y Heredia, conocido en la Literatura como Heredia, El Grande. Venía el joven Heredia perseguido, después de librar la lucha en su patria, Cuba, contra el yugo español. En estas condiciones halló refugio en México y aquí se estableció para siempre, sin proponérselo, ya que, a pesar de sus deseos, no pudo volver a su amada Cuba. Sin embargo entregó a México sus conocimientos de jurisprudencia, su creación literaria, su filosofía. Al lado del primer presidente de México, Guadalupe Victoria, colaboró de manera importante en la escritura de la Constitución del Estado de México, que fue una de las primeras de nuestro país fundó el Instituto Literario de Toluca que todavía existe. Fundó boletines y revistas culturales, siendo un gran precursor en México del periodismo cultural. Murió en México y aunque sus restos físicos se perdieron, no así, su creación cultural, ni su poesía. Creador del Canto al Niágara, Heredia, El Grande, dijo; “sólo son libres aquellos pueblos que saben ser cultos.”
Cincuenta años después, en 1875, otro joven cubano de ardiente corazón, llega a México buscando refugio, era el insigne José Martí, El Apóstol de la Libertad, que fue recibido en México por mexicanos nobles y amantes de la libertad de los pueblos. Durante su estancia en México, sin dejar la lucha por la libertad de su patria, escribió crónicas sobre sus paseos en San Ángel y otros barrios por donde solía caminar. Escribió obras de teatro como Amor con amor se paga, que se estrenó en esta Ciudad. De México. Su presencia creativa vino a dar impulso y riqueza al periodismo cultural de su tiempo.
El 10 de febrero de 1958, atracó en Veracruz, un barco, cuyo destino era Venezuela, pero que por azares del destino no pudo seguir su ruta y se quedo en Veracruz. En ese barco venía un grupo de jóvenes cubanos que combatían la dictadura de Fulgencio Batista. Entre ellos venía Reinaldo Pérez Marcheco.
A semejanza de sus antecesores mencionados, Reinaldo Pérez Marcheco, también cultivó en nuestro país la semilla de la creación, de la cultura, sin renunciar a su amor patrio, el cual defendió con la palabra y la pluma. Valores universales compartidos que hermanan a dos pueblos, Cuba y México, que nos hermanan como pueblos latinoamericanos, que nos hermana a todos como ciudadanos del mundo, por encima, incluso, de ideologías.
*Discurso pronunciado por Rosa Serrano Alvaradoí en el homenaje a RPMarcheco el 21 de abril de 2018.
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