La oleada de emigrantes que huyen de la pobreza prevaleciente en Centro América ha originado una de las peores crisis de migrantes de los últimos años.
Migración centroamericana.
Eduardo Roldán*
La travesía terrestre en busca del sueño americano ha sido peligrosa, un sueño que los desprecia de antemano.
LA CARAVANA DE MIGRANTES centroamericanos ha cobrado la vida de algunos, generado enfermedades y provocado la fatiga de los más de siete mil seres humanos que la integran.
PARA ENTENDER este fenómeno social se debe tener en mente que la corrupción, la carencia de educación, la violencia prevaleciente, la concentración de la riqueza en un puñado de familias, la inestabilidad, la desigualdad, la falta de respeto a los derechos humanos, la falta de oportunidades laborales, la impunidad, etc., que ha prevalecido en varios países centroamericanos, en particular en Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala ha generado la migración.
Fenómeno social e histórico
Lo anterior no es nuevo. Desde que el ser humano tiene historia la migración ha sido inherente a la humanidad, siempre en busca de mejores oportunidades para vivir mejor. Por lo tanto, la misma nunca va a terminar. Tito Maciá en su análisis intitulado Ciclos planetarios, crisis migratorias y las murallas ha analizado los ciclos y la sincronización de las causas que generan los cambios sociales a través de la historia “provocan grandes migraciones humanas en las que se inician éxodos importantes, colonizaciones, despoblaciones y movimientos de masas.
Los aspectos de simultaneidad de dichos ciclos se aprecian directamente en el plano social, en la sociedad, en las gentes. Es índice de importantísimos movimientos sociales”. En mi libro Trump contra el mundo, señalo que “estamos en la cresta de esos cambios sociales y migratorios. Se requiere de una verdadera voluntad política para enfrentar racionalmente dichos cambios y encauzarlos hacia una solución real y no ficticia y mucho menos narcisista y destructiva como lo plantea el presidente de EE.UU. Donald Trump”.
Lo reitero porque estoy convencido de ello.
Ante esta situación, el miedo, la apatía, el conformismo y la desinformación han propiciado en algunos grupos sociales la agresión o denostación contra los migrantes. Sin duda, éstos no quieren desestabilizar y mucho menos debilitar las estructuras democráticas y sus libertades existentes sea Estados Unidos o México. Los migrantes buscan bienestar y oportunidades que les han sido negadas en sus propios países de origen.
Queda claro que la seguridad humana y la calidad de vida depende, sobre todo, de las condiciones socioeconómicas de cada país. Con un buen desarrollo de la economía y de la sociedad la migración no sería una opción atractiva para los jóvenes y adultos si tuvieran cubiertas sus necesidades básicas. Sin una mejor cooperación y coordinación entre México, los países centroamericanos y EE.UU. será muy difícil lograr el desarrollo, la estabilidad y la seguridad en la zona.
Centro América es importante para los Estados Unidos por razones tan diversas como su posición geográfica estratégica. Paradójicamente, Centro América ha tenido un status marginal en el sistema internacional, a pesar de sus históricas relaciones con los Estados Unidos y de su importancia en términos de seguridad, estabilidad, comercio, etc.
Diversas voces al interior de los Estados Unidos de América sostienen que el gobierno estadounidense debería trabajar con México de manera más efectiva para construir incentivos que promuevan seriamente la integración socio-económica de la región.
También afirman que EE.UU. debería diseñar programas más efectivos de cohesión social regional. Pero vemos que el defecto de la democracia es su adicción a la demagogia. Muy aplicable a la situación que se está viviendo en Estados Unidos donde Donald Trump ve el árbol y no el bosque de la problemática real de la región centroamericana. Y en lugar de proponer soluciones sólo promueve el uso de la fuerza contra los migrantes integrantes de la caravana centroamericana.
Sin duda, Sun Tzu tenía razón cuando afirmaba que: “Todas las guerras están basadas en el engaño”. Trump se sigue auto engañando y busca enfrentar con la fuerza problemas que requieren imaginación para su solución. Se requiere cambiar la ecuación y hacerle caso a Martin Luther King Jr. quien decía: “Cuando la gente malvada conspira, los hombres buenos planifican”.
Varios indicadores macroeconómicos de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala muestran con claridad el grado de atrasos socio-económicos en que se encuentra el área. Además, concuerdo con varios analistas centroamericanos —como Javier Cabrera— que señalan que las estrategias de desarrollo puestas en marcha por los respectivos gobiernos resultan inseparables de un alto índice de corrupción, con desequilibrios regionales muy marcados, desempleo y una extrema polarización del ingreso.
En los cuatro países se advierte sobre todo un alto desempleo en las capas jóvenes de la población, incluso para los graduados universitarios. Desde la perspectiva política, los cuatro países acusan una falta de prácticas democráticas, incluida la libertad de expresión y asociación. Los negocios más ventajosos se hacen a través de la connivencia con funcionarios corruptos. Adolecen además esos países de la falta de un poder judicial independiente, del estado de derecho y el respeto inequívoco a los derechos humanos.
Fenómeno multidimensional
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (icefi.org) muestra en un estudio analítico realizado por Javier Cabrera e intitulado Pobreza y hambruna: Un ensayo sobre el derecho y la privación, que “la pobreza es un fenómeno multidimensional y que la pobreza humana no es más que la negación de las oportunidades y opciones básicas para el desarrollo humano”. En su publicación demostró que “el hambre no es consecuencia de la falta de alimentos, sino de desigualdades en los mecanismos de distribución de éstos”.
Señala que “la desigualdad socioeconómica se produce cuando un grupo recibe un trato diferente por parte de otro grupo o colectivo”. Agrega que “los problemas de la pobreza y la desigualdad en Centroamérica tienen sus raíces en la histórica rigidez al cambio en la estructura distributiva del ingreso; y que la pobreza va más allá de la carencia de ingresos, pues ésta es de carácter multidimensional e incluye lo económico, lo social y lo gubernamental”.
Las cifras de dicho estudio “revelan que la incidencia de pobreza y los niveles de carencias son significativamente mayores dentro del área rural que dentro del ámbito urbano”. Por ello, añade que “la carencia de bienes públicos esenciales, junto con limitadas oportunidades para la generación de ingresos, ha fomentado un círculo vicioso que los países centroamericanos están obligados a romper. Consecuentemente para fomentar el desarrollo rural, los Estados deberán asumir un papel protagónico, tanto en la provisión de servicios públicos (educación, salud, protección social), como en el proceso de transformación productiva y en la construcción de infraestructura económica”.
Para fortalecer el desarrollo regional, sin duda, se requiere del derecho a la buena administración pública, al medio ambiente, a la formación de los recursos humanos, a la democracia paritaria, al derecho a la salud, a la gobernanza urbana, al buen gobierno, a la protección de los derechos humanos y a la perspectiva de género.
Todos estos temas resaltan la importancia de la toma de decisiones de los gobiernos centroamericanos para que se fomente el desarrollo social y económico y la preservación del medio ambiente; pues hoy es una realidad el cambio climático y la búsqueda para preservar el derecho a la alimentación y de sus principios vigentes tales como el de sostenibilidad, equidad, responsabilidad y transparencia, y de una economía verde que redunde en beneficio de los habitantes centroamericanos. Esa es la única manera de lograr un desarrollo sustentable y sostenible en conjunto.
Vemos que el defecto de la democracia es su adicción a la demagogia. Muy aplicable a la situación que se está viviendo Estados Unidos. Reitero lo que he adelantado en mi libro Trump contra el mundo. “No debemos espantarnos ante la presente etapa que enfrenta el mundo, donde la única certidumbre es la incertidumbre. La reflexión es clara: seguimos viviendo tiempos difíciles; peor aún, no hay líderes mundiales a la altura y envergadura para resolver o proponer soluciones globales, reales y estables a todos esos problemas” como los que enfrenta la región centroamericana.
En suma, en esta región del mundo el deterioro de los gobiernos se agudizó, hecho que se vio reflejado en lo que podríamos llamar —como lo denomina Raymundo Rivapalacio— “una condición de anomia nacional o regional, que es el estado de desorganización social como resultado de la ausencia o degradación de normas sociales, que ya no son respetadas por los individuos ni sus gobiernos”. Queda claro que la seguridad humana depende, sobre todo, de las condiciones políticas y socioeconómicas de cada país. Con un buen desarrollo de la economía y de la elevación cuantitativa y cualitativa de los niveles de bienestar de la sociedad, la migración masiva no sería una opción atractiva para la población y en particular para los jóvenes.
Sin una mejor cooperación y coordinación entre los países de Centro América, México y EE.UU. será muy difícil lograr la estabilidad y seguridad en la zona. Sin duda, las regiones abandonadas o económica y socialmente descuidadas por las autoridades representan una verdadera amenaza a la seguridad y estabilidad regional.
Contra los pensamientos autárquicos y aislacionistas, que se esparcen en el mundo, sería mejor continuar fortaleciendo en los países, en los líderes y en todas las sociedades de la región las ideas de pensar en un Mundo sin Muros y Fronteras y fomentar —reitero— la creación de fondos de cohesión social para abatir los rezagos sociales, económicos y todas las formas de desigualdad existentes precisamente en esas sociedades a las que se les quiere aislar. Tenemos que pensar y tomar muy en serio las palabras de ese gran filósofo francés llamado Michel Foucault quien afirmaba: “No soy ningún profeta, mi trabajo es abrir ventanas donde había paredes”.
CENTROAMÉRICA: LA INESTABILIDA POLÍTICA COMPLICA LA SITUACIÓN FISCAL DEL ISTMO
EN PROMEDIO EL GASTO PÚBLICO regional pasará de 18.1% del PIB en 2017 a 18.3% en 2018. Entre otros factores, la inestabilidad política ha reducido la capacidad de recaudar y ejecutar políticas públicas de algunos de los Estados centroamericanos. El documento revela que el tamaño del gasto público del Gobierno Central se ubicará en 2018, en 20.4% en El Salvador, 20% en Honduras, y 18.4% en Nicaragua, destacando la excepción del caso de Guatemala (12.1% del PIB), Estado que continúa con una política crónica de austeridad que le hace incapaz de atender las principales necesidades sociales.
La evaluación practicada por ICEFI destaca que en prácticamente toda la región se carece de sistemas planificación apropiados, dentro de los que resaltan: la ausencia de mecanismos reales de determinación del impacto del gasto público sobre la sociedad, y de evaluaciones de beneficio/costo que permitan identificar la pertinencia de las decisiones públicas. En general, el gasto público de funcionamiento para los gobiernos de Centroamérica se mantuvo constante en alrededor del 12.3% del PIB, mientras que los gastos de capital se redujeron de 3.7% a 3.6% del PIB, siendo más notorio dicho proceso en Honduras y Nicaragua, los dos primeros países, como consecuencia de un esfuerzo para tratar de reducir el déficit fiscal y el crecimiento de la deuda pública, mientras que en Nicaragua, la reducción es producto de la inestabilidad política que experimenta. Por su parte, el pago de intereses de la deuda pública representa el 2.4% del PIB para toda la región. Sin embargo, para países como El Salvador y Honduras (3.7% y 2.9% del PIB, respectivamente), este pago se convirtió en una fuerte rigidez que dificulta el alcance de los objetivos de la política fiscal.
Fuente: http://icefi.org/etiquetas/perfiles-macrofiscales ; https://icefi.org/noticias/icefi-presenta-elementos-de-analisis-economico-y-fiscal-para-el-2019 y https://icefi.org/blog/caravana-migrante-una-falla-mia-suya-y-nuestra
Situaciones socialmente explosivas
La problemática centroamericana de ahora ya la avizoraba el Consejo Directivo de la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (LATINDADD) en 2017. Dicho Consejo se reunió en la Ciudad de San Salvador los días 28, 29 y 30 de agosto de 2017, donde se manifestó sobre “la grave situación económica y social prevaleciente en Centroamérica, subregión de América Latina con mayor pobreza y desigualdad social, fruto de las políticas neoliberales promovidas por las élites del poder económico a lo largo de los últimos treinta años”. Dicho Consejo remató señalando. “Lo anterior ha generado situaciones socialmente explosivas”.
En el caso deGuatemala LATINDADD resalta que “la institucionalización de la impunidad de la corrupción pública y privada está promoviendo una respuesta masiva de la ciudadanía exigiendo justicia. Esta impunidad de las élites es causa de que en ese país se tengan las tasas más bajas de carga tributaria, niveles más bajos de inversión social pública, altos niveles de evasión del pago de impuestos y fuertes privilegios fiscales en sectores dominados por grupos de poder económico en detrimento del conjunto de la sociedad”. LATINDADD respalda las demandas sociales del pueblo guatemalteco por el fin de la impunidad y por la eliminación de privilegios fiscales.
En El Salvador se destaca la necesidad de establecer “un acuerdo fiscal nacional que erradique la evasión y elusión fiscal, el contrabando, y el crecimiento del endeudamiento interno y externo. Dicho acuerdo debe incorporar el fortalecimiento de la inversión social pública, la reforma al sistema que garantice pensiones dignas y universales, y en general, una reforma estructural del actual sistema tributario que lo convierta en un sistema progresivo en beneficio del conjunto de la sociedad salvadoreña”. LATINDADD acompaña dichas demandas sociales como única salida para garantizar un Salvador justo y equitativo.
LATINDADD resalta “el acelerado crecimiento de la deuda pública de Honduras que equivale al 47 por ciento de toda la producción”. Recomienda “tomar medidas fiscales y económicas urgentes y necesarias para salir de esa peligrosa dinámica de endeudamiento”. LATINDADD “apoya las iniciativas ciudadanas como la propuesta de Pacto Fiscal lanzada por distintas organizaciones de la sociedad civil para la construcción de un nuevo Estado que permita establecer mecanismos que reviertan los procesos de desigualdad y logren impulsar un desarrollo más equilibrado”.
Sobre Nicaragua, aLATINDADD “le preocupa el excesivo predominio del llamado consenso del gobierno con las cúpulas empresariales, que en poco tiempo se ha traducido en el desmontaje de la institucionalidad económica a favor de las élites económicas y políticas del país, bajo la lógica del corporativismo, el extractivismo desenfrenado y la corrupción. El cierre de los espacios participativos y los retrocesos en materia democrática, estrangulan toda posibilidad de alcanzar genuinos pactos fiscales tendientes a tratar los graves rezagos económicos, la financiación de los derechos humanos sin exclusión y la desigualdad”. Asimismo, urge en Nicaragua a) una revisión a las exoneraciones y privilegios fiscales con décadas de vigencia, y b) una reforma integral al sistema de seguridad social próximo a colapsar”.
Valor a la vida
EN SUMA, EL CONSEJO CONCLUYE que sólo la acción concertada de distintos sectores sociales de la sociedad centroamericana logrará revertir la actual situación de exclusión, desigualdad y pobreza. El manejo justo de la política fiscal debe empezar a transformar la grave situación social de Centroamérica, como uno de los tránsitos hacia economías alternativas donde lo que valga más, no sea la acumulación del capital, sino la reproducción de la vida.
Ante la falta de una política con esquemas de seguridad claros del gobierno mexicano saliente y certidumbre/incertidumbre del nuevo gobierno de México que ello ha generado en EE.UU. —de lleno metido en su proceso electoral de noviembre pasado— fuerzas políticas, religiosas y ONG´s de todos los países involucrados fomentaron y utilizaron el asunto de los migrantes centroamericanos a su conveniencia (genera un problema para luego resolverlo a tu favor). Esto es muy claro en el caso de EE.UU. que presionó y seguirá presionando, al gobierno saliente y al nuevo gobierno de México y a los de Centro América, para imponer su voluntad política en materia de seguridad.
Esas acciones tácticas son claras considerando la proclama que hizo el general Dipp, Jefe del Comando Sur de EE.UU. en diciembre de 2017. Hay que ser cautos para que no metan más goles al gobierno mexicano que a partir del 1 de diciembre ejerce el poder en México. De este país se requiere de una verdadera estrategia al respecto.
El asunto anterior se enmarca y se trasluce en la disputa existente en la Casa Blanca entre el general Jim Mattis, secretario de la Defensa (conciliador), el consejero de seguridad nacional, John Bolton (duro contra México y Centro América) y el secretario de Estado Mike Pompeo. México no debiera caer en los juegos políticos de la administración Trump. En el uso político de la cuestión migratoria y de derechos humanos y sí es necesario recordar a Estados Unidos, y a Trump en particular, que respete también los derechos humanos de los mexicanos en su territorio. Es claro que México debe respetar los derechos humanos en su territorio en cumplimiento a las leyes nacionales e internacionales a las cuales está obligado.
Finalmente, para entender el fenómeno migratorio de una manera multidimensional, en particular el de la caravana originada en Centro América, se debe tener en mente que las caravanas no son nuevas, generalmente se han dado en la primavera o en el verano. Ésta es la primera vez que se organiza en el invierno y curiosamente para que llegara a la frontera de EE.UU. un día antes de las elecciones intermedias que se celebraron en ese país el 6 de noviembre de 2018. En el fondo hay fuerzas de carácter político y religioso que han movido a gente desde Honduras, El Salvador, Guatemala y que involucraron a México con un “fait accompli”.
El factor migratorio es un fenómeno internacional que se ha dado a través de los tiempos. Pero en esta coyuntura es fundamental ver el bosque y no sólo el árbol. Es claro que la mejor manera de enfrentar el problema es creando fondos de. cohesión social, fortaleciendo la educación, creando fuentes de trabajo e instituciones que resuelvan los problemas de esas regiones con el fin de generar arraigo en esas poblaciones; donde se respeten los derechos humanos y se confronte la impunidad.
En este caso se ha utilizado este fenómeno social para ser usado por fuerzas políticas y religiosas en esa región del mundo. Y en los Estados Unidos para generar el miedo en el electorado americano y legitimar la política dura en materia migratoria americana. Es fácil crear un problema o utilizar uno existente para generar miedo y así legitimar sus políticas y obligar a países centroamericanos incluyendo a México a seguir e instrumentar políticas creadas por EE.UU. para beneficio de la seguridad nacional de ese país y que esos países sirvan de policías como muros de contención. Curiosamente el terrorismo nunca ha entrado por el sur de EE.UU. sino por el norte de EE.UU.
Además, no debe olvidarse que EE.UU. en la historia de Centroamérica ha sido factor decisivo en las múltiples intervenciones políticas y militares realizadas en el siglo XX con resultados de derrocamiento de gobiernos y de desestabilidades para favorecer a trasnacionales estadounidenses, a las élites económicas regionales y a sus fallidas guerras contra las drogas que sólo han incrementado la violencia.
* Internacionalista, diplomático, analista político y escritor.
More articles by this author
|