Entrevista con el doctor Heinz Dieterich Steffan, catedrático de la UAM Xochimilco
Los ataques de las fuerzas angloamericanas contra Siria, Irán, Irak, Yemen se encuentran fuera de cualquier disposición jurídico-internacional. Además, como se ha repetido hasta el cansancio, los ataques en contra de las naciones árabes se encuentran fuera de las Naciones Unidas y fuera de la corte internacional de la Haya, afirma el doctor Heinz Dieterich Steffan.
Estados Unidos, fuera del marco legal internacional
Redistribución geopolítica del poder
Mauricio Laguna Berber
PARA EL DOCTOR EN CIENCIASEconómicas y Sociales por la Universidad de Bremen, Alemania, en este momento no hay poder militar que se pueda enfrentar al poder de los Estados Unidos, así como tampoco hay alguien que quiera hacerlo, de tal modo que no hay una amenaza real a EUA en el plano militar.
CONSIDERA QUEel actual ataque de las fuerzas angloamericanas en medio oriente “es jurídicamente, el peor crimen que se reconoce en las leyes desde Nuremberg; debemos recordar que por actos unilaterales de este tipo colgaron a los nazis y a los japoneses a fin de la Segunda Guerra Mundial”
Para el también profesor investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, los nazis en la década de los treinta y los cuarenta atacaron sin declarar guerra, del mismo modo que los Estados Unidos lo están haciendo ahora en medio oriente.
Advierte al respecto, que de continuar los ataques indiscriminados contra los pueblos árabes y de seguir en la lista otras naciones como Siria, Irán, Palestina o Jordania, existe el peligro de que sea declarado en el mundo árabe de manera real la yihad o “Guerra Santa” y con ello es posible que se activen células de simpatizantes con el movimiento islámico y con ello actos terroristas en todo el orbe.
Otra, la estrategia antiterrorista
Para Heinz Dieterich Steffan, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, el terrorismo es un problema social y político que, en última instancia, se resuelve mediante mecanismos de inteligencia y organismos policiacos “pero nunca, como lo he reiterado por medios militares”.
Asegura que “la fuerza militar sirve para el enfrentamiento entre Estados y operaciones, pero no se puede usar la fuerza militar contra una estructura elusiva como fue en su momento hacia el movimiento de Bin Laden o el ex derrocado gobierno de Sadam Husein”
En este sentido añade que “por eso Estados Unidos habla ahora de un nuevo tipo de guerra, que de hecho esta fuera de la legislación internacional porque ellos no buscan que la corte Internacional de la Haya o la ONU siga los pasos establecidos para este tipo de agresiones en el sistema internacional”
Para el coautor de más de 40 libros en 15 países, prácticamente la actitud del gobierno norteamericano es que no le interesan las convenciones internacionales establecidas ni el derecho internacional y “por tanto es tiempo de la acción, por eso antes de la actual guerra, los iraquíes, iraníes, habían entendido en su momento que no tienen ninguna posibilidad de negociación ni que los EUA querían hacerlo”.
Efecto Vietnam
Señala Heinz Dieterich Steffan, como es importante recordar que la guerra entre un movimiento popular y una fuerza militar convencional se gana con el terrorismo, no hay otra forma y como muestra de ello esta Vietnam.
Asegura que una de las intenciones de los Estados Unidos es regresar a la época de los cincuenta. Todo esto gira en torno a la elite estadounidense quieren superar lo que llaman el “Síndrome de Vietnam”, que es un término propagandístico.
En este aspecto, el analista sugiere que la clase ejecutiva y la elite económica del imperio se ven amarrados en su capacidad de actuar internacionalmente por que el pueblo estadounidense no está del todo en acuerdo con ellos.
Asegura que en este sentido que, “Si ellos logran revertir el Síndrome de Vietnam, que se significa obtener una carta blanca para seguir enviando los “Imperios de Bien” o sea, tropas para defender a los pueblos del Medio Oriente contra los “Imperios del Mal” como es el gobierno de Irán, se podrán justificar más invasiones en el mundo”
Hoy día asegura el analista, el gobierno de Donald Trump, trata de aprovechar la coyuntura actual para poder recuperar esa capacidad de poner su poder en cualquier parte del mundo por el control del pueblo estadounidense. “Por eso toda la campaña propagandística que hacen ahora en la que participan desde el Washington Post, el New York Times, la CNN, donde en sus editoriales señalan al pueblo de Norteamérica que su gobierno no soporta que sus soldados regresen muertos y por ello el problema debe ser superado con bombardeos”.
Este es el nuevo intento de Trump, asegura el investigador, para revertir la opinión de la mayoría del pueblo estadounidense en contra de guerras sucias o guerras de agresión, ya que la administración del gobierno estadounidense hace el intento de revertir el impacto psicológico que implico la derrota de Vietnam y los sesenta mil muertos que les costó.
Política de guerra
En las últimas semanas, el gobierno de Estados Unidos ha incrementado la presión sobre Irán.
El presidente Donald Trump, además, ordenó desplegar mil efectivos adicionales en Oriente Medio. Estados Unidos estaría reafirmando su fuerza en la región. Sin embargo, otros signos indican que gradualmente se retira. Y el espacio que deja es ocupado por otras potencias.
Desde principios de 2019 hay gran incertidumbre sobre el papel de Estados Unidos en Oriente Medio. Por un lado, el presidente Donald Trump ordenó reducir la presencia militar en Siria, Irak y Afganistán. Por otro, redobló la ofensiva contra Irán mientras refuerza alianzas con Israel, Arabia Saudita y Egipto.
No es falta de interés, dice el experto Mouin Rabbani, sino que el gobierno de Trump ha delegado su política regional en los intereses de Israel y Arabia Saudita.
Por su parte, Mara Karlin y Tamara Cofman Wittes (de Brookings Institution), consideran, en Foreign Affairs, que "el desorden de la región limita la capacidad de cuánto puede hacer Estados Unidos para modelar su trayectoria, más allá de lo que invierta".
En particular Siria, vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh y el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham). La guerra propiciada por EUA y sus aliados ha dejado en siete años de conflicto armado más de 400 mil personas fallecidas y más de 11 millones de desplazados.
El apoyo militar ruso en el combate al terrorismo, ha sido clave para Siria en la recuperación de buena parte del territorio que había perdido durante el conflicto armado. Esta alianza ha servido para consolidar la posición de la nación árabe en la región como entidad que no está dispuesta a ceder su soberanía a Occidente.
Washington por su parte, apoyó inicialmente a los grupos opositores sirios y más tarde enfocó la lucha en contra del autodenominado Estado Islámico, ha cambiado su argumento para mantener su presencia en territorio sirio y justificar la ejecución de miles de ataques aéreos y el entrenamiento y equipamiento de un número de grupos rebeldes.
Por su parte, el catedrático español José Antonio Egido, asegura que entre las razones de la guerra se encuentra la destrucción del panarabismo (movimiento que busca la integración del pueblo árabe) y del cual Siria es cuna, añade que EUA y las potencias europeas quieren un mundo árabe dividido para liquidar todo movimiento progresista en la región: “poner fin al Gobierno de Bashar al Assad es fulminar los gobiernos de avanzada y antiimperialistas en el Medio Oriente”.
Estados Unidos busca además fortalecer a Israel y a las monarquías que son aliadas de las potencias occidentales como la de Arabia Saudita, Kuwait y Bahréin para mantener su control geopolítico en la región.
No solo Medio Oriente
La historia de las intervenciones de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, mediante el empleo de su Agencia Central de Inteligencia (CIA), otros servicios especiales y sus fuerzas armadas, son harto conocidas y se encuentran bien documentadas, incluso por documentos oficiales desclasificados por las autoridades yanquis, afirma el doctor en sociología y catedrático universitario Luis Gómez Sánchez
México fue la primera víctima de la tristemente célebre doctrina Monroe, conocida como América para Estados Unidos, pues entre 1846 y 1848 EE.UU. llevó a cabo una guerra contra este país, que pierde casi la mitad de su territorio (Texas, Nuevo México, Utah, Arizona y California).
Tristemente célebre afirma el investigador fue la Operación Cóndor, en las décadas de los años setenta y ochenta, donde el gobierno norteamericano promovió y apoyo las dictaduras de Hugo Banzer en Bolivia (1971-1975), Ernesto Geisel en Brasil (1974-1979), Augusto Pinochet, Chile (1973-1990), Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-1989), Juan María Bordaberry en Uruguay (1973-1976) y Jorge Rafael Videla, Argentina (1975-1978).
Es ahora del conocimiento público afirma Gómez Sánchez que La Operación Cóndor trabajaba como una red clandestina de las dictaduras para perseguir, vigilar, torturar, asesinar y desaparecer a grupos subversivos. Esta operación también incluyó labores en el Caribe, Venezuela, y demás países de la región, donde se persiguieron y asesinaron a miles de comunistas.
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