TRAS LA PANDEMIA:
“La Nueva Anormalidad”
Alejandro Ruíz Robles
¡Qué recuerdos!
HASTA HACE UNOS MESES, la “normalidad” era vivir de acuerdo a los valores familiares comúnmente aceptados por la sociedad, atender a los principios religiosos que correspondieran a cada uno, el cumplimiento de las normas jurídicas, ser congruente con nuestras acciones, emociones y pensamientos; contar con un espíritu de esfuerzo y superación, estudiar a través de la educación formal y lo más importante, respetar al derecho ajeno. En este contexto, lo “anormal” era que se presentaran errores o acciones deliberadas contrarias; es decir, una excepción a nuestro actuar común.
No obstante, con la pandemia generada por el COVID-19 y un largo período de cuarentena, podríamos decir que hay un “algo” que ha revolucionado el cambio, de tal manera que veo con inquietud la nueva forma de vivir de los mexicanos a raíz de que se reestablezcan las actividades sociales, educativas y económicas en México de conformidad con las medidas determinadas por las autoridades federales, estatales y locales. De tal manera que la llamada “Nueva Normalidad” por la autoridad, la veo yo como la “Nueva Anormalidad”.
“La Nueva Anormalidad”
LA RAZÓN DE LLAMARLA así es simple, hay muchas situaciones contrarias a las que conocíamos hasta hace unos meses y durante la pandemia. Cito varios ejemplos:
--Con la desaparición de los “Pueblos Mágicos” surgen los “Municipios de la Esperanza”. Los primeros eran considerados así por las características propias que se manifestaban en su arquitectura, artesanías, tradiciones y características sociales y naturales que les dan una identidad única, propia. Los segundos, son aquellos que por decreto la autoridad señala que no tienen riesgos de que se contraiga el COVID-19 y mucho menos, que haya un real peligro para la gente. Sin duda en ambos hay “magia”.
--Si algo ha sido una constante para motivar a los niños y adolescentes a que no abandonen la escuela, es incentivándolos a que estudien y se conviertan en profesionales de la ingeniería o arquitectura; no obstante, ahora ¿cómo les diremos que lo hagan?, máxime que la autoridad ha mencionado que no se necesita tener esta formación para construir viviendas, caminos y mucho menos para extraer petróleo; esto último es tan simple que basta hacer un hoyo para explotarlo. Y ni que decir de los médicos o profesionales de la salud que han sido tildados de oportunistas, de enriquecerse a costa de la salud del pueblo por ser neoliberales.
En este sentido, recuerdo que en mi “normalidad” estos profesionales nos dieron grandes apoyos; basta recordar sus acciones en momentos de tragedia para México, como fueron los terremotos de 1957, 1985 o 2017. Ni hablar de su esfuerzo durante esta pandemia.
¡Paseos con militares y con una izquierda feliz, feliz!
--Ni que decir del orgullo que era caminar por las calles, disfrutar de los jardines, recorrer los sitios turísticos saludando a la gente y bajo la vigilancia de los policías en ocasiones. Desafortunadamente, ahora serán los militares los que estarán cuidando a la ciudadanía, ante la mirada atónita de los humanistas y el aplauso de los izquierdistas que antes se mostraban contrariados de su presencia. Lo que antes eran profundas convicciones y lucha continúa, ahora serán posiciones acomodaticias a los designios de una autoridad que los ha traicionado.
Empresarios de éxito y libertad de expresión
--El odio a los empresarios se traslada en sonrisas cuando quienes generan riqueza son los familiares de quienes detentan el poder. Las asignaciones directas han dejado de ser consideradas corrupción y quienes sean corruptos pueden ser exonerados con las palabras de un iluminado. Pensar que alguien lograra el éxito económico en menos de dos años era prácticamente imposible; hoy hay quien con menos de mil dólares en su cartera puede crearles empresas a sus hijos, pasearlos por el mundo y darles lujos. Antes sé era feliz al vestir bien y poseer un guardarropa; hoy son objeto de condena y quien lo hace, suele utilizar zapatos de casi mil dólares. El bienestar y la felicidad, dichas por la autoridad sustituyen cualquier índice de medición de la realidad económica, política o social y ni hablar de las gráficas que son interpretadas, al contrario.
--Lo que antes era libertad de expresión, ahora se ha convertido en persecución política contra las autoridades. Las editoriales que antes eran objetivas se han convertido en medios mentirosos, aunque sigan su mismo estilo periodístico. La verdad que resulta de la investigación objetiva desaparece ante las fuentes ficticias, los “otros datos”. Denostar a otros se ha convertido en el ejercicio público.
Más de lo nuevo
- LO QUE ANTES ERA respetar la palabra dada, el acuerdo pactado o la norma escrita, hoy desaparece con un simple decreto; e incluso, si te equivocas en su publicación oficial digital, basta bajarla y subirla a satisfacción; de tal manera que se vuelve obsoleta la fe de erratas. Las estampas religiosas desplazan cualquier medicamento; así como las viejas energías fósiles se convierten en las nuevas energías alternativas que desplazan a las energías renovables. Las pandemias reconocidas por la ciencia se desvanecen con la decisión de un ser iluminado y si éste llega a difundir algo con errores, inmediatamente se baja y se acusa a los enemigos del pueblo.
- LAS PALABRAS Y LOS CONCEPTOS contrarios pasan ahora a ser idénticos: desempleo por estabilidad laboral, regresión por progreso, austeridad por opulencia, bienestar por pobreza, globalización por aislamiento, neoliberales por feministas o defensores de derechos humanos, servidores públicos honestos por corruptos,
- A TAL GRADO HAN CAMBIADO los significados que saludar a la madre de un narcotraficante responsable de muertes de civiles es una acción humanitaria y no el hecho de atender a las madres de las víctimas.
- MENCIÓN APARTE MERECE ser sensible con la tragedia. Hoy cambia la situación y resulta que ésta “cae como anillo al dedo” y sus resultados mortales mayores que los de otros países, no son representativos si son menores de los provocados por la violencia. Para esto no encuentro interpretación alguna.
Mundo al revés
EN ESTE NUEVO mundo al revés, las ideologías desarrolladas por décadas hoy pasan a ser ocurrencias y se transforman en ideas válidas si se dictan desde un evento matutino. La unidad de los mexicanos sólo cuenta cuando se unen en contra de quienes no están a favor de la actuación del gobierno. Los programas de entretenimiento que eran protagonizados por actores hoy se destacan por sus políticos. La página de los periódicos más buscada por las personas ya no es la sección de sociales sino los obituarios. Los sermones que se daban en las iglesias, hoy se presencian en los sitios gubernamentales.
--La honestidad era un aspecto de congruencia, no de elocuencia. Hoy a los delincuentes se les libera de su encierro y a los ciudadanos se encierran en sus casas. Los bloqueos de carreteras hechos por el magisterio no son disensos para presionar a la autoridad sino métodos para alcanzar acuerdos.
En fin, ante este nuevo paradigma sólo me resta señalar el orgullo y la alegría que me provoca haber vivido y ser producto de mi “vieja normalidad”.
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