Edición 414 |
Un nuevo movimiento
de masas revolucionario
Klaus Madersbacher
QUERDENKEN es un movimiento revolucionario de masas dirigido contra el régimen alemán controlado por Estados Unidos, similar en esencia a la revolución del pueblo iranà en 1978 contra la dictadura del Sha en Irán, dirigida por Estados Unidos.
CABE DESTACARque la revolución iranà fue una revolución pacÃfica en el curso de la cual las fuerzas de seguridad iranÃes se negaron a luchar contra su propio pueblo.
El mismo tipo de movimiento revolucionario parece estar surgiendo en paÃses bajo el dominio de los Estados Unidos de América.
En lugar de servir a su propio pueblo, los regÃmenes europeos sirven a los intereses de Washington, que parece impulsado a obtener la supremacÃa sobre el mundo por razones materiales y también como una salida a la crisis económica en la que se encuentra.
El teatro con y alrededor del coronavirus se escenifica con la intención explÃcita de distracción y de crear miedo y un clima de inseguridad generalizada que conduce a medidas de control que habilitan el poder hegemónico, resultando quizás en un “reinicio global†que sirva al interés de unos pocos, a expensas de la mayorÃa.
Contra estas medidas, los alemanes y las naciones vecinas se están levantando con una disposición sin precedentes e imprevista para defenderse como pueblo y sociedad.
Leo las protestas de los últimos meses como expresiones claras de que el pueblo alemán ya no está dispuesto a someterse a gobiernos tÃteres que no representan los intereses del pueblo.
Los alemanes y los europeos se utilizan como apoyo para el impulso de Washington/OTAN contra Rusia y Asia, lo que claramente va en contra de los intereses europeos. Si se logra una cooperación espontánea entre los pueblos europeos, las aspiraciones de Washington son derrotadas y se formarán gobiernos representativos en lugar de los estados tÃteres de Washington.
Dado que los gobiernos europeos gobernantes no están dispuestos ni son capaces de representar los intereses de sus pueblos, han perdido la confianza del pueblo y han perdido el derecho a permanecer en el poder. Se pueden seguir, en la medida de lo posible, los pasos prescritos constitucionalmente para destituirlos de su cargo.
Primeros pasos/medidas
COMO PRIMER PASO, deberÃa elegirse un consejo revolucionario compuesto por dos o tres miembros por estado federal.
El consejo revolucionario no aceptará ninguna orientación de la UE, Washington ni ningún acuerdo que limite el ejercicio de la soberanÃa nacional.
Las instituciones gubernamentales y financieras existentes seguirán funcionando, pero el consejo revolucionario restablecerá todas las libertades civiles, como la libertad de movimiento, la libertad de ingresos, la libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad de viajar. Luego, la estructura institucional del gobierno se reconstruirá cuidadosamente para que sea compatible con los derechos humanos y el bienestar nacional.
Se revocarán las medidas de control de Covid.
La campaña del miedo se detendrá y se utilizará un debate público abierto por parte de expertos médicos y cientÃficos independientes para determinar las medidas razonables para proteger a la población de Covid.
Los despidos, rescisiones y recuperaciones resultantes de las ordenanzas de Covid se revertirán.
Se reembolsarán las multas y sanciones cobradas en virtud de las ordenanzas de Covid y se revocarán las sentencias judiciales contra ciudadanos en virtud de las ordenanzas de Covid.
La revolución iranà contra el Shah muestra que los movimientos revolucionarios de masas pueden ser pacÃficos. Para reconstruir el estado para servir al pueblo, se requiere un requisito constitucional que no permita la aprobación de ninguna ley que no pueda ser probada en una discusión abierta para servir al pueblo por encima de los intereses organizados.
Para proteger los intereses de la gente, la educación se utilizará para apoyar el espÃritu de que el honor, no los intereses materiales o el servicio a la ambición, es la base del servicio gubernamental.
Estos objetivos idealistas nunca se alcanzarán por completo, pero su cultivo consciente puede preservar la libertad de los pueblos europeos.
*El Dr. Paul Craig Roberts, colaborador frecuente de Global Research
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