INSTANTÁNEAS DEL PODER
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
Política y policía,
asignaturas
reprobadas por el PAN
De origen -en la literatura griega-, dos conceptos adquirieron una misma connotación en el tratamiento de la vida pública: Policía y política. En ambas asignaturas clásicas y básicas relacionadas con la administración del Estado, el PAN-gobierno ha resultado reprobado, lo mismo si se trata del análisis interno que si se trata de la evaluación internacional. Pero hay una tercera materia en la que el PAN-gobierno no atina una: La cultura.
Recientemente, en amplia entrevista con Milenio diario (31-VII-2010), el escritor e historiador Enrique Krauze declaró que el PAN nunca ha entendido la cultura, a pesar de haber sido fundado por un intelectual (Manuel Gómez Morín). No entiende (el PAN) la cultura, ni la entenderá, más allá de que tenga buenos o malos funcionarios, declaró el entrevistado.
Manuel Gómez Morín
El testimonio de Krauze tiene un doble interés porque, aún antes de que allanara la Presidencia de México, el PAN blasonaba su “victoria cultural” y durante años usó la expresión, cuya paternidad se atribuye a Carlos Castillo Peraza, como emblemática en su discurso electoral; y porque el autor de Los caudillos culturales de la Revolución mexicana fue tomado por los neopanistas como referencia autorizada con su ensayo sobre la democracia sin adjetivos. Incluso, en tiempos de campaña hacia Los Pinos, Vicente Fox Quesada llegó a alardear de una especie de asistencia intelectual de Krauze.
El niño verde
De cierto se sabe que, desde que los tecnoburócratas se hicieron del poder político, y lo subordinaron a los económicamente poderosos, y particularmente cuando se “institucionalizó La pareja presidencial, los hombres públicos empezaron a ser nombrados más en las páginas de nota roja y en los medios reputados como prensa del corazón o en los espacios dedicados a la farándula, en los que medra un tipo de “informador” que entra en la categoría de lo que los alemanes motejan indistintamente como skarabaus o scheidnfluger; una especie de escarabajo “pelotero” o removedor de estiércol. Las columnas políticas dejaron de ser la cita más socorrida, imprescindible para seguir los pasos de los políticos.
Enrique Peña Nieto
Los “niños bien”
y sus intimidades
Lo mismo si se busca a Jorge Emilio El niño verde González Martínez -nieto del frustrado ex precandidato presidencial en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, Emilio Martínez Manautou-, que si se quiere saber de las andanzas de Enrique El cazador de gaviotas Peña Nieto, la ruta más recomendable son los espacios de ese género de publicaciones, algunas de ellas patrocinadas por las empresas de medios electrónicos, en donde dichos personajes desfogan sus más recónditas intimidades.
Es tal el ensoberbecimiento por ese nuevo suceso periodístico que quien representa en las pantallas al payaso Brozo ha llegado a jactarse de que “veníamos de una clase política de Totem con una tele muy ad hoc para los intereses de todos ellos, pero entonces yo pude satisfacer con Brozo toda esa parte: Desmitificar, pues, como nos ha pasado con esta sociedad. Fíjate, con Brozo la clase política temblaba, pero no se podían negar a ir porque eso podría hablar muy mal de ellos. No se trata de encuerarlo ni de verle el color de los calzones, sino que ‘traiga por favor su mejor oficio, y enséñelo’ ¿no?; enséñelo, muéstrelo, o por lo menos que quede en evidencia que usted no sirve para esto; de que tiene usted la gracia de un atún…”.
Política de
rastacueros
Y sí: Ahí están, en vivo, en directo y a todo color las figuras políticas que han sido o pretenden ser, con sus familias mixtas, a todo tren de frivolidad, en abigarradas páginas que consagran a quienes, ayer humildes y discretos servidores públicos, se sienten hoy nuevos miembros de la aristocracia extranjera o nativa. Para serlo, mínimo hay que retratarse con Lucero, entre otras, la imagen de algunos gobiernos de los estados que no escatiman recursos públicos para entrar a la nómina de notables.
Ahí posa, con su faz iluminada, el joven presidente del PAN, César Nava, ex yerno de la senadora panista Cecilia Romero, al lado de su nueva novia Paty Sirvent (Patilú). Y, ¿por qué no? Ernesto Zedillo Velasco -hijo del ex presidente del mismo nombre-, casi denostado por su amasiato con la entonces afamada Erika, de cuyo vástago no quiere enterarse. La mirada se fijará, también, en el ex secretario de Gobernación y también senador panista Santiago Creel Miranda, exhibiendo nuevo amor, aunque reclame respeto a su privacidad.
Tiempo hubo en que (sin apariciones mediáticas escandalizantes) a los machos priistas, casados o divorciados, se les conocían sus disipaciones con renombradas vedetes sud o centroamericanas, transportadas en vuelos especiales para visitar a sus benefactores en las capitales de los estados. Pero aun aquellos que llegaron a desposarse con “estrellas” del momento (el ahora gobernador electo de Tlaxcala, Mariano González Zarur con Hilda Aguirre, por ejemplo), o el también tlaxcalteca Tulio Hernández Gómez (con Silvia Pinal), apenas merecían ocasionalmente alguna mención en publicaciones de espectáculos. Sí la merecían, así fuera tímidamente, en otras columnas, Díaz Ordaz, con La Tigresa o José López Portillo, ya sin censura, con Sacha Montenegro. Sin llegar a la confesión pública, se relacionaría a ciertas jóvenes actrices con Carlos Salinas de Gortari.
La Tigresa
Se quita la ropa
y se pone el rubor
Ahora, no falta partido político que se pretende engalanado si usa como imagen-gancho electoral a Silvia La chiva Irabién, la ganadora de un Big brother, citando para los bronces al Benemérito de las Américas. Y no sólo eso, dando además lecciones de educación y moral: No creo que a los niños de tres años sus papás les muestren revistas donde salen mujeres desnudas. Estaría muy mal”. Hasta para alarmar con la fiebre porcina, el secretario de Salud, José Ángel Córdova (“En pié de lucha”) ha creído pertinente acudir a esos espacios, si bien con menos credibilidad, para los lectores de esos medios, que Alicia Machado o Monserrat Olivier, aunque su parecido con madame Marié Curié sea notablemente escaso.
Elba Esther Gordillo
“La buena cuna
salta a las curules”
“charme”, es uno de los usos cursis más repetido en los textos de referencia, como para difundir la sensación de cierta rancia identidad personal irrepetible entre la plebe. Pero se llevan las palmas “cabeza” como ésta: La buena cuna salta a la curules. Esto es, la representación popular ya no recaería más entre los jodidos. “Los buenos pañales” deben ser en lo sucesivo el primer dato en toda hoja de vida de los que quieran ser “estrellas” parlamentarias, como lo sería, en su caso, el yerno del senador priista Manlio Fabio Beltrones Rivera, Pablo Escudero Morales o algún ahijado de Elba Esther Gordillo Morales.
Por eso, la política “a la mexicana” anda como anda: Baja calidad en la evaluación general y poca autoestima de los actores en la escena nacional, que buscan la autocompensación en la nueva prensa. No más política de ideas. Mejor la de los afeites y la ropita “de marca”, pagados con los dineros de los contribuyentes.
Manlio Fabio Beltrones
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