HÉCTOR TENORIO NO SE PUEDE DECIR que la crisis nuclear en Corea del Norte, sea algo inesperado. Es la tercera ocasión que acontece en un periodo de 15 años.
COMO NO ACORDARSE, del 9 de octubre de 2006: cuando los norcoreanos realizaron una prueba atómica subterránea. Entonces su intención era que Estados Unidos cumpliera con todas sus exigencias políticas y económicas. Las reacciones no se hicieron esperar por parte de la comunidad internacional; hubo más sanciones y aislamiento para Corea del Norte. El pueblo norcoreano sufrió hambruna ese invierno.
Siguiendo este hilo de la historia; un año más tarde, en febrero de 2007, el país asiático accedió a dejar sus ambiciones nucleares a cambio de ayuda económica y diplomática. En junio de ese mismo año, el gobierno de Pyongyang entregó detalles de sus instalaciones nucleares y un mes después cerraron la planta nuclear de Yongbyon.
Los norcoreanos esperaban a cambio que Estados Unidos los retirara de la lista de estados patrocinadores de terrorismo. Pero ambas partes no consiguieron ponerse de acuerdo sobre qué mecanismo utilizar para verificar la información provista por Corea del Norte. Los críticos de las negociaciones, afirmaron que para el gobierno de Bush un acuerdo con Corea del Norte era un intento desesperado por un éxito en el plano internacional.
El circo de seis pistas
El proyecto de paz fracaso, principalmente porque no se precisó sobre cuáles serían los parámetros para medir el éxito de un acuerdo. El logró más importe de ese compromiso, es que se creó un diálogo a seis bandas entre: China, Rusia, EUU, Japón y las dos Coreas. Este hecho histórico podría llegar a tener valor a largo plazo, si la estructura de las negociaciones se mantiene como algo duradero, pero esto es un proceso prolongado, más que el desarme de Corea del Norte, quien ha amenazado con abandonar las negociaciones de desarme hexapartitas. Actualmente, Corea del Norte reanudará las actividades en su planta nuclear Yongbyon y seguirá adelante con el reprocesamiento de combustible usado en plutonio, el punto clave de su programa atómico. Todo esto en protesta por la condena del Consejo de Seguridad de la ONU emitió en su contra. (Asia concentra 28 de los 44 reactores nucleares que se están construyendo en el mundo.)
Debe recordarse lo acontecido el pasado 5 de abril, cuando los norcoreanos lanzaron un misil, (con capacidad para impactar Alaska.) Los expertos estiman que los misiles norcoreanos: “Taepodong” de largo alcance podrían tocar suelo norteamericano, mientras que los más accesibles “Scud” de tecnología soviética y fabricación norcoreana los cuales alcanzarian un blanco fácil en Corea del Sur y Japón un blanco fácil.
Al ajedrez nuclear hay que agregar que nadie sabe con precisión hacia donde camina el líder norcoreano Kim-Jong-il; su personalidad e intenciones son herméticas, desde que sucediera a su fallecido padre en 1994, como jefe del partido único y del Estado. El dirigente coreano exhibe un comportamiento difícil de comprender para occidente, salta con facilidad de la apertura diplomática a la cerrazón, y de las expresiones de voluntad pacifista a las provocaciones y los alardes militares. El cabecilla norcoreano es capaz de impulsar conversaciones entre su país y Corea del Sur para la construcción de un proyecto industrial conjunto, en el lado norte de la frontera común; sin duda es el proyecto conjunto más significativo entre las dos coreas y una fuente importante de ingreso para el régimen comunista norcoreano. Además esta acción representara el primer diálogo de relevancia entre ambas naciones tras un año de tensión, desde que el presidente conservador sudcoreano Li Muyung-bak asumiera el cargo, con una línea más dura hacia su vecino del norte. Corea del Norte respondió cortando las relaciones bilaterales. Pero al mismo tiempo, vale la pena precisar que Kim-Jong-il, desde finales del año pasado mando construir una segunda base de lanzamiento de misiles de largo alcance, la cual está situada cerca de una pequeña aldea llamada Pongdong-ni; misma que por cierto fue desalojada para la construcción militar. Las instalaciones todavía no se han usado y completarlas podría tomar uno o dos años más. Cabe aclara que el sitio, no viola los convenios internacionales. No obstante, la mera existencia del sitio es un mensaje claro de que el programa de misiles de Corea del Norte está activo. Quizá pronto presenciemos un conflicto militar que servirá para despertar la economía de Japón que tiene cerca de 15 años sin crecimiento. Paradojas del destino, mientras más se acerca la guerra, más se activa la economía y sino al tiempo.
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