DURANTE LA REUNIÓN de Calderòn y Harper el 9 de agosto en Guadalajara, en el marco de la Cumbre EE.UU. Canadá y México se habló de ampliar el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales a la industria lechera, ranchos ganaderos y producción de lácteos.
También se insistió mucho en el respeto a los derechos humanos. Sin embargo a los trabajadores temporales se les está sometiendo a un régimen que niega sus derechos más elementales.
Detrás de la visa que exige el gobierno conservador de Stephen Harper a los mexicanos, esta el deseo de someter a la mano de obra barata mexicana que necesitan las corporaciones canadienses a un régimen de excepción en la que se niegan todos los derechos laborales a los mexicanos.
Si un mexicano llegara libremente a Canadá y decide trabajar, puede escoger el lugar y si las condiciones no le gustan, puede dejar el trabajo y sustituirlo si encuentra un sueldo mejor o condiciones laborales que le convengan mas. Asî, la mano de obra mexicana tiene las condiciones propias de la contratación asalariada en el capitalismo. Pero eso no es lo que les conviene a las corporaciones canadienses que desean no solo mano de obra barata sino sujeta, al patrón, controlada y sin derecho alguno. Para eso inventaron la figura de trabajadores temporales, contando con la colaboración del gobierno panista. A la fecha suman ya 18,000 mexicanos contratados bajo este esquema.
Los trabajadores temporales llegan en grupo y son controlados por la empresa, quien les da alojamiento (en muy malas condiciones) y alimentación (de pésima calidad), los trabajadores temporales mexicanos no pueden dejar el trabajo porque de inmediato son deportados y si reclaman por alguna cuestión el empresario tiene facultades para llamar a migración y expulsarlos del país. Durante los meses de contrato están completamente sujetos al patrón y al terminar éste son expulsados de Canadá. Desde un comienzo se les niega el derecho a pedir la residencia y para volver otra vez a Canadá tienen que recibir el visto bueno del patrón. En este esquema de contratación, el patrón canadiense tiene todo el poder sobre el trabajador que no tiene forma de defenderse.
El gobierno conservador de Harper quiere que todos los mexicanos que vayan a Canadá sean semiesclavos y al negar las visas buscan canalizar a los trabajadores que desean laborar en su país vía compañías enganchadoras que los van a meter en el esquema de trabajadores temporales.
Detrás del Tratado de Libre Comercio de America del Norte y del Acuerdo Para la Seguridad y Prosperidad de America del Norte (ASPAN) esta la anexión subordinada de México para que las corporaciones norteamericanas exploten libremente la mano de obra ( vía migrantes sin derechos) y los recursos de nuestro país. La demagogia de la amistad y cooperación con Estados Unidos y Canadá ha caído por tierra y la cruda realidad ha asomado su rostro. Con el TLCAN y el ASPAN la economía ha quedado destrozada y subordinada por completo a los vecinos del norte, que sacan todas las ventajas y nos hacen pagar todos los costos y humillaciones. A 200 años de la Independencia hace falta luchar por la plena Soberanía Nacional y contra el neocolonialismo actual que promueve el mal gobierno sujeto a los monopolios extranjeros.
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