EL PRD, es una anécdota

HÉCTOR TENORIO

PARA EL INGENIERO Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, no tiene caso que el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tenga un candidato presidencial en el 2012 si llega con el 12.9 por ciento de la intención del voto.

Y TIENE RAZÓN, los amarillos van en camino a conseguir un tercer lugar, el cual por cierto, se lo disputará el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Aunque hay necios que no quieren ver la realidad. Como sería el caso de Jesús Ortega Martínez, quien quiere engañar a la opinión pública diciendo que el PRD tiene posibilidades de seguir siendo una de las fuerzas influyentes en la vida política nacional. Aunque acepta tener una votación baja, dice confiar en Manuel Camacho Solís, quien coordinará la reunificación de las fuerzas de izquierda con el objetivo de que los tres partidos en las cámaras (PRD, PT y Convergencia) trabajen de manera coordinada. Además de competir juntos en los comicios electorales del 2010, 2011 y en la elección presidencial de 2012.

Este nuevo movimiento retomará las experiencias del Frente Amplio Progresista (FAP), conformado después de la elección presidencial del 2006. Los perredistas han declarado que haber competido en los pasados procesos electorales sin sus aliados fue un error. Y prometen no tropezar con la misma piedra. Pero en realidad este movimiento es para desbancar a Andrés Manuel López Obrador como líder de la izquierda. De este modo, Camacho Solís coordinará la campaña presidencial de Marcelo Ebrard, como abanderado presidencial en el 2012. Ortega Martínez le apuesta a participar con mayor certeza y con mayores estrategias en las elecciones. No obstante, los malos resultados electorales obtenidos en Tabasco poco le ayudan a quitarse su imagen de político perdedor. Aunque intentará lavar la derrota acudiendo al Tribunal Federal en el caso de esa entidad, donde hay diversas causales de nulidad de las elecciones municipales. Desde el punto de vista de Chucho, no es una ocurrencia que el PRD siga siendo una alternativa. En su mundo amarillo, el Sol Azteca es una fuerza política creciente que va a superar errores. Que en el Congreso Nacional podrán renovarse para así poder cumplir con su responsabilidad histórica.

Pero de alguna manera, Ortega Martínez le da la razón a Cárdenas Solórzano, al reconocer que no todo depende de quien está al frente de la Presidencia de la República, ya que el PRD tiene qué saber actuar en la vida política nacional y aprender a ganar gubernaturas y no sólo a perderlas, como sucederá en Guerrero. Pero es verdad, el futuro del Sol Azteca no debe depender del 2012 o de una elección presidencial.

En ese sentido, con habilidad Cárdenas Solórzano está intentado usar la llave del debate para entrar a la casa que él fundó (hoy habitada por trogloditas, corruptos narcotraficantes y otras linduras), teniendo el picaporte en sus manos; lo demás vendrá por sí mismo, en la óptica del ingeniero. Sabe que lo más complejo ya se hizo, abrir el debate sobre el futuro de la izquierda. ¿Hacia dónde va?

Si ayer Cárdenas Solórzano dio un paso atrás como estrategia, hoy el 12.9 por ciento de la intención del voto del pasado 5 de julio le da la razón. Es el momento de replantear su estrategia como única opción con la que cuenta la izquierda institucional. Sólo así podrá la izquierda convertirse en el interlocutor válido con sus iguales, y hacer valer su fuerza electoral en el Congreso, bajo el método de la política y no bajo el método de la confrontación, como ha sido hasta ahora con Andrés Manuel López Obrador. El ingeniero Cárdenas se apresta a cobrar facturas, pero también a darle un sentido institucional al PRD. Al tiempo.

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