Buscar Autor o Artículo


PULSE LA TECLA ENTER

Voces Diario

Banner

459

Banner

Posada del Periodista

Banner

460

Banner

458

Banner

457

Banner

456

Banner

455

Banner

PDF Imprimir E-mail

Ver Otros Artículos de Este Autor

Edición 227
Jueves, 11 de Febrero de 2010 14:13

El salvador de la humanidad

Calderón se prestó a la gran estafa
con la Gripa Porcina

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DE LEÓN

Juan1Todo se le está derrumbando al déspota ignoto Felipe Calderón: El tema del H1N1 ha sido uno de los peores crímenes financieros, económicos,  políticos y sanitarios,  ya que Granjas Carrroll de Austin, Texas, y su subsidiaria de Perote, Veracruz, jamás han sido investigadas totalmente. La empresa matriz Smithfield Foods de Virgina, menos. Si ahí está el origen de esta epidemia luego pandemia, ¿en dónde esta la sociedad civil? ¿En dónde la academia especializada? ¿En dónde las autoridades locales, estatales y federales? ¿En dónde está eñ Congreso? En Babilonia como siempre. Todo empezó recién inicida la presidencia espuria del panista más gris y menos capacitado mentalmente para dirigir este gran país.

Acuerdos de Montebello, Canadá entre George Bush, Stephen Harper y Felipe Calderón llamados “North American Plan for Avian & Pandemic Influenza”, en los hay una fraude monstruoso para que México "compre" un millón de medicamentos Tamiflu a laboratorios ligados al ex  secretario de la Defensa de EU, Ronald Rumsfeld.

Testimonios más reveladores no puede haber:
OMS: acusan de corrupción al “papa de la gripe A

Lo llaman ‘Dr. Flu’ (Doctor Gripe). El profesor Albert Osterhaus es el principal consejero de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la pandemia de gripe H1N1. Venía prediciendo desde hace años la inminencia de una pandemia global y lo que hoy sucede parece estar dándole la razón. Pero el escándalo que ha estallado en los Países Bajos y que está siendo tema de debate en el parlamento ha puesto de relieve los vínculos personales del profesor Osterhaus con los laboratorios que fabrican las vacunas que él mismo prescribe en sus recomendaciones a la OMS.

F. WILLIAM ENGDHAL nos relata cómo un experto poco escrupuloso ha logrado manipular la opinión pública internacional, sobredimensionando el impacto de la gripe H1N1 y enriqueciendo así a los laboratorios que le pagan a él.

Durante el transcurso de este año, el parlamento de los Países Bajos abrigaba sospechas sobre el famoso doctor Osterhaus y había abierto una investigación por conflicto de intereses y malversación. Fuera de los Países Bajos y de la prensa de esa nación, sólo unas pocas líneas publicadas en la respetada revista británica Science mencionaron la sensacional investigación sobre los negocios del doctor Osterhaus.

No se cuestionaban ni las referencias de Osterhaus ni sus conocimientos en su especialidad. Lo que se pone en tela de juicio, como señala en un simple despacho la revista Science, es la independencia de su juicio personal en lo tocante a la pandemia de gripe A.  Refiriéndose al doctor Osterhaus, la revista Science publicaba las siguientes líneas en su edición del 16 de octubre de 2009:

En los Países Bajos, durante los seis últimos meses, era difícil encender la televisión sin ver aparecer al célebre cazador de virus Albert Osterhaus y oírlo hablar de la pandemia de gripe A. Por lo menos, eso es lo que se creía. Osterhaus era el Señor Gripe, el director de un laboratorio internacionalmente conocido en el Centro Médico de la Universidad Erasmo de Rótterdam. Pero su reputación decayó rápidamente la semana pasada luego de la mención de una serie de sospechas sobre su deseo de incentivar el temor sobre una pandemia para favorecer los intereses de su propio laboratorio en la elaboración de nuevas vacunas. En el momento en que Science entraba en prensa, la Segunda Cámara del Parlamento de los Países Bajos anunciaba también que el tema será objeto de un debate urgente”.

El 3 de noviembre de 2009, sin salir completamente indemne, Osterhaus había logrado evitar daños. En el sitio web de la revista Science, uno de los blogs reportaba: “La Segunda Cámara del Parlamento de los Países Bajos rechazó hoy una moción que exigía que el gobierno rompa todo vínculo con el virólogo Albert Osterhaus del Centro Médico de la Universidad Erasmo de Rótterdam, quien está siendo objeto de acusaciones por conflicto de intereses como consejero gubernamental. Por su parte, el ministro de Salud Ab Klink anunciaba al mismo tiempo una ley [3] para la transparencia del financiamiento de la investigación, que obligará a los científicos a revelar los vínculos financieros que mantienen con empresas privadas”. .

En un comunicado difundido a través del sitio del ministerio de Salud en Internet, el ministro Klink, de quien se sabe que es un amigo personal de Osterhaus, afirmaba posteriormente que éste último no era más que uno de los muchos consejeros del ministerio para las cuestiones relacionadas con las vacunas contra la gripe A H1N1. El ministro afirmó también estar “al corriente” de los intereses financieros de Osterhaus que, según el propio ministro, no tienen esconden nada de extraordinario, simplemente el progreso de la ciencia y de la salud pública. Por lo menos, eso es lo que se creía.

Un análisis más profundo del expediente Osterhaus deja entrever que ese virólogo neerlandés de fama internacional pudiera ser el eje de una estafa de varios miles de millones de dólares montada alrededor del riesgo de una pandemia. Se trataría de un fraudulento sistema en el que vacunas no sometidas a los necesarios procesos de ensayo estarían siendo utilizadas en seres humanos, lo cual conlleva el riesgo -cosa que ya ha sucedido- de provocar serias secuelas, como graves parálisis e incluso la muerte.

La superchería de las heces de pájaro

Juan4Albert Osterhaus no es un individuo cualquiera. Se trata de un científico que ha desempeñado un papel en todas las grandes olas de pánico que se han desatado debido a la aparición de virus, desde las misteriosas muertes imputadas al SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en Hong Kong, donde la actual directora general de la OMS Margaret Chan promovió su carrera como responsable de la salud pública a nivel local.

Según su biografía oficial en la Comisión Europea, en abril de 2003, en pleno apogeo del pánico provocado por el SRAS, Osterhaus fue contratado para participar en las investigaciones sobre los casos de infecciones respiratorias que en aquel momento se hacían cada vez más frecuentes en Hong Kong. En el informe de la Unión Europea se puede leer lo siguiente: “demostró nuevamente su talento para reaccionar rápidamente ante graves situaciones. En 3 semanas probó que esta enfermedad es provocada por un coronavirus recientemente descubierto que contamina las civetas, los murciélagos y otros animales carnívoros” .

Posteriormente, cuando se dejó de hablar de los casos de SRAS, Osterhaus se dedicó a otra cosa y se dio a la tarea de dar envergadura mediática a los peligros de lo que él llamaba la gripe aviar H5N1. En 1997, ya había hecho sonar la alarma después de la muerte, en Hong Kong, de un niño de 3 años sobre el que Osterhaus sabía que había estado en contacto con pájaros. Osterhaus desarrolló su labor de cabildeo en los Países Bajos y a través de Europa afirmando que una nueva mutación letal de la gripe se había transmitido a los humanos y que había que tomar medidas drásticas. Afirmaba además que él era el primer científico del mundo en haber demostrado que el virus H5N1 podía contaminar a los humanos [8].

Refiriéndose al peligro que representaba la gripe aviar, Osterhaus declaraba en una entrevista que transmitió la BBC en octubre de 2005: “si el virus lograra efectivamente mutar de forma tal que se transmitiese entre los humanos estaríamos en una situación completamente diferente. Pudiéramos encontrarnos ante un principio de pandemia». Y agregaba: «existe un verdadero riesgo de que los pájaros diseminen el virus por toda Europa. Es un riesgo real que, sin embargo, nadie ha podido evaluar hasta ahora, porque no hemos realizado los experimentos» .

El virus nunca llegó a mutar, pero Osterhaus estaba dispuesto a «realizar experimentos» que seguramente reportarían generosas gratificaciones. Para sostener su alarmante escenario de pandemia tratando de conferirle cierta legitimidad científica, Osterhaus y sus ayudantes de Rótterdam empezaron a recoger y congelar muestras de heces de pájaros. Osterhaus afirmó que, según los periodos del año, hasta un 30 por ciento de todos los pájaros de Europa eran portadores del mortal virus de la gripe aviar H5N1. Afirmó también que las personas en contacto con gallinas y pollos estaban por lo tanto expuestas al virus.

Osterhaus comunicó todo eso a los periodistas, que tomaron nota de su mensaje alarmista. Se alertó a los políticos. Ante la prensa Osterhaus emitió la hipótesis de que, después de haber provocado varias muertes entre los antípodas asiáticos, el virus, que él había etiquetado como H5N1, se propagaría hacia Europa, posiblemente en las plumas o en las entrañas de pájaros mortalmente infectados. Osterhaus sostenía la tesis de los pájaros migratorios capaces de traer al oeste el nuevo virus mortal, hasta regiones tan lejanas [de Asia] como Ucrania y la isla de Rügen. Para ello no tenía más que fingir que no sabía que los pájaros no emigran del este hacia el oeste sino del norte hacia el sur.

La campaña alarmista de Osterhaus alrededor de la gripe aviar despegó realmente en 2003, a raíz del fallecimiento de un veterinario neerlandés que había estado enfermo. Osterhaus anunció que el fallecimiento había sido provocado por el virus H5N1. Convenció al parlamento neerlandés para que exigiera el sacrificio de millones de pollos. Pero no se produjo ningún otro deceso provocado por una infección similar a la que él había atribuido al H5N1. Para Osterhaus, esto último demostraba la eficacia de la campaña de sacrificios masivos preventivos.

Para Osterhaus, las deyecciones de los pájaros propagaban el virus al caer sobre la población y sobre los demás pájaros en tierra. Sostenía firmemente su convicción de que aquellas deyecciones eran el vector que propagaba el mortal brote del virus H5N1 desde Asia.

La creciente acumulación de muestras congeladas de deyecciones aviarias que Osterhaus y sus asociados habían reunido y conservado en su instituto presentaba, sin embargo, un problema. Ni una sola de aquellas muestras permitió confirmar la presencia del virus H5N1. En 2006, en ocasión del congreso de la OIE (Oficina Internacional de Epizootias), actualmente denominada Organización Mundial de Sanidad Animal, Osterhaus y sus colegas de la Universidad Erasmo de Rótterdam no tuvieron más remedio que admitir que al analizar las 100 000 muestras de materias fecales que tan cuidadosamente habían recogido, no habían encontrado la menor huella del virus H5N1.

En 2008, en Verona, durante la conferencia de la OMS sobre el tema “La gripe aviar y la interfase hombre-animal”, Osterhaus hacía uso de la palabra ante sus colegas de la comunidad científica, sin dudas menos cautivados que el público no científico por sus incitaciones a la emotividad.
Admitía entonces que: “en el actual estado del conocimiento, nada permite formular una alerta contra el virus H5N1, ni afirmar que éste pueda provocar una pandemia”. En aquel momento, sin embargo, su mirada apuntaba ya con insistencia hacia otras posibilidades de hacer coincidir su propio trabajo sobre las vacunas con nuevas posibilidades de crisis pandémica.

Gripe A y corrupción en la OMS

Al comprobar que la gripe aviar no provocaba ninguna oleada de muertes -y después que las compañías Roche, que produce el Tamiflu, y GlaxoSmithKline, que produce el Relenza, habían registrado ganancias ascendientes a miles de millones de dólares cuando los gobiernos decidieron almacenar reservas de vacunas antivirales cuya eficacia es objeto de polémica–, Osterhaus y los demás consejeros de la OMS volvieron la mirada hacia campos más fértiles.

En abril de 2009 pareció que su búsqueda fructificaba cuando en La Gloria, un pueblecito del Estado mexicano de Veracruz, se diagnosticó un caso de un niño portador de la gripe por entonces llamada “porcina” o H1N1. Con un apresuramiento totalmente fuera de lugar, el aparato propagandístico de la Organización Mundial de la Salud arrancó a toda máquina con las declaraciones de su directora general, la Dra. Margaret Chan, sobre la posible amenaza de una pandemia mundial.

La señora Chan mencionó el término «urgencia de salud pública de carácter internacional”. Posteriormente, otros casos declarados en La Gloria fueron presentados en un sitio médico de Internet como un “extraño” brote de infecciones pulmonares y respiratorios agudos, que evolucionan convirtiéndose en bronconeumonía en algunos casos de niños. Un habitante de La Gloria describía los síntomas: “fiebre, tos severa y secreciones nasales muy abundantes”.

Pero esos síntomas no carecen de sentido en el contexto medioambiental de La Gloria, una de las zonas de mayor concentración de cría intensiva de puercos a nivel mundial, cuyos criaderos pertenecen principalmente al grupo estadounidense Smithfield. Hacía meses que la población local venía organizando manifestaciones ante la sede mexicana del grupo Smithfield como protesta por las graves afecciones respiratorias provocadas por los estercoleros. Esta causa plausible de las diversas enfermedades diagnosticadas en La Gloria no pareció despertar el interés de Osterhaus ni de los demás consejeros de la OMS. Aparecía al fin la tan esperada pandemia, aquella que el propio Osterhaus venía prediciendo desde el año 2003, cuando participó en las investigaciones sobre el SRAS en la provincia china de Guandgong.

El 11 de junio de 2009 Margaret Chan anunciaba que la propagación del virus de la gripe H1N1 había alcanzado el nivel 6 de “urgencia pandémica”. Curiosamente la señora Chan precisaba en ese mismo anuncio que «según las informaciones disponibles hasta el día de hoy, una aplastante mayoría de pacientes presenta síntomas benignos; su restablecimiento es rápido y completo, en la mayoría de los casos sin recurrir a ningún tratamiento médico». Y agregaba después: “A nivel mundial, la cantidad de fallecimientos es poco importante, no esperamos un incremento brusco y espectacular de la cantidad de casos graves o mortales”.

Posteriormente se supo que la señora Chan había actuado así como consecuencia de enfebrecidos debates en el seno de la OMS, siguiendo los consejos del Grupo Estratégico de Consulta de la OMS (SAGE, siglas correspondientes a Strategic Advisory Group of Experts). Uno de los miembros del SAGE, en aquel entonces y aún en este momento, es nuestro «Señor Gripe», el doctor Albert Osterhaus.

Osterhaus no sólo ocupaba una posición estratégica para recomendar a la OMS que declarara la «urgencia pandémica» y para incitar al pánico sino que era además el presidente de una organización que se encuentra en la primera línea en lo tocante a ese tema. Se trata del Grupo Europeo de Trabajo Científico sobre la Gripe (ESWI, siglas correspondientes a European Scientific Working group on Influenza), que se define como un «grupo multidisciplinario de líderes de opinión sobre la gripe, cuyo objetivo es luchar contra las repercusiones de una epidemia o de una pandemia gripales». Como sus propios miembros lo explican, el ESWI es -bajo la dirección de Osterhaus- el eje central “entre la OMS en Ginebra, el Instituto Robert Koch en Berlín y la Universidad de Connecticut en Estados Unidos”.

 

Lo más significativo en cuanto al ESWI es que su trabajo está enteramente financiado por los mismos laboratorios farmacéuticos que ganan miles de millones gracias a la urgencia pandémica, mientras que los anuncios que hizo la OMS obligan a los gobiernos del mundo entero a comprar y almacenar vacunas. El ESWI recibe financiamiento proveniente de los fabricantes y distribuidores de vacunas contra el H1N1, como Baxter Vaccins, MedImmune, GlaxoSmithKline, Sanofi Pasteur y otros, entre los que se encuentran Novartis, que produce la vacuna, y el distribuidor del Tamiflu, Hofmann-La Roche.

Para mantener esa ventaja, Albert Osterhaus, el virólogo más importante del mundo, consejero oficial de los gobiernos británico y neerlandés sobre el virus H1N1 y jefe del Departamento de Virología del Centro Medico de la Universidad Erasmo de Rótterdam, formaba parte de la élite de la OMS reunida en el grupo SAGE al mismo tiempo que presidía el ESWI, apadrinado por la industria farmacéutica. A su vez, el ESWI recomendó medidas extraordinarias para vacunar al mundo entero, considerando como elevado el riesgo de una nueva pandemia que, según decían con insistencia, podía ser comparable a la aterradora pandemia de gripe española de 1918.

El banco JP Morgan, presente en Wall Street, estimaba que, principalmente gracias a la alerta de pandemia declarada por la OMS, los grandes industriales farmacéuticos, que también financiaban el trabajo del ESWI de Osterhaus, podían acumular entre 7 500 millones y 10 000 millones de dólares de ganancias.

El doctor Frederick Hayden es a la vez miembro del SAGE, en la OMS, y del Wellcome Trust, en Londres. Es además uno de los amigos más allegados de Osterhaus. Por concepto de servicios «de consulta», Hayden recibe además fondos provenientes de Roche y de GlaxoSmithKline, entre otros gigantes farmacéuticos que participan en la fabricación de productos vinculados a la crisis del H1N1.

Otro científico británico, el profesor David Salisbury, quien depende del ministerio británico de Salud, se encuentra a la cabeza del SAGE en la OMS y dirige, además, el Grupo de Consulta sobre el H1N1 en la OMS. Salisbury es también un ferviente defensor de la industria farmacéutica. En el Reino Unido, el grupo de defensa de la salud One Clic lo acusó de silenciar la comprobada relación entre las vacunas y el crecimiento del autismo entre los niños, así como la relación entre la vacuna Gardasil y diferentes casos de parálisis e incluso de decesos.

El 28 de septiembre de 2009, el propio Salisbury declaraba: “la comunidad científica está de acuerdo sobre la ausencia de riesgo en cuanto a la inoculación del Thimerosal (o Thiomersal)”. Esta vacuna, utilizada en Gran Bretaña contra el H1N1, es fabricada principalmente por GlaxoSmithKlilne. Contiene Thimerosal, un conservante a base de mercurio. En 1999, como toda una serie de exámenes cada vez más numerosos mostraban que el Thimerosal presente en las vacunas podía ser la causa de casos de autismo entre los niños en Estados Unidos, la American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría) y el Public Health Service (Buró de Salud Pública) exigieron que [el Thimerosal] fuera retirado de la composición de las vacunas.

Otro miembro de la OMS que también mantiene estrechos vínculos financieros con los fabricantes de vacunas que se benefician con las recomendaciones del SAGE es el doctor Arnold Monto, consultante remunerado por los fabricantes de MedImmune, Glaxo y ViroPharma. Peor aún, en las reuniones de científicos «independientes» que organiza el SAGE participan «observadores», entre los que se encuentran -por increíble que pueda parecer- los mismos productores de vacunas, GlaxoSmithKline, Novartis, Baxter y compañía. Se impone entonces la siguiente interrogante: Si se supone que el SAGE se compone de los mejores expertos de la gripe del mundo entero, ¿por qué invitan a los fabricantes de vacunas a participar en sus reuniones?

Durante el último decenio la OMS creaba las llamadas “alianzas entre los sectores público y privado” con el objetivo de incrementar los fondos a su disposición. Pero en vez de recibir fondos provenientes sólo de los gobiernos de los países miembros de la ONU, como estaba previsto al principio, la OMS recibe actualmente de las empresas privadas cerca del doble del presupuesto que habitualmente le otorga la ONU en forma de becas y de ayudas financieras.

Juan2¿De cuáles empresas privadas provienen esos fondos? De los mismos fabricantes de vacunas que se benefician con decisiones oficiales como la adoptada en junio de 2009 sobre la urgencia pandémica de la gripe H1N1. Al igual que los benefactores de la OMS, los grandes laboratorios tienen sus entradas en Ginebra con derecho a un tratamiento de “puertas abiertas y alfombra roja” .

En una entrevista concedida al semanario alemán Der Spiegel, un miembro de la Cochrane Collaboration, una organización de científicos independientes que evalúan todos los estudios realizados sobre la gripe, el epidemiólogo Tom Jefferson, señalaba las consecuencias de la privatización de la OMS y de la comercialización de la salud.
T. Jefferson:[…] una de las características más sorprendentes de esta gripe y de toda la telenovela a la que ha dado lugar es que, año tras año, hay gente que emite previsiones cada vez más pesimistas. Ninguna se ha cumplido hasta ahora y esas personas siguen repitiendo sus predicciones. Por ejemplo, ¿qué pasó con la gripe aviar que iba a matarnos a todos? Nada. Pero eso no impide que esa gente siga haciendo sus predicciones. A veces parece que hay toda una industria que tiene la esperanza de [ver surgir] una pandemia.


Der Spiegel: ¿De quién habla usted? ¿De la OMS?

T. J: La OMS y los responsables de la salud pública, los virólogos y los laboratorios farmacéuticos. Ellos han construido todo un sistema alrededor de la inminencia de la pandemia. ¡Hay mucho dinero en juego, así como redes de influencia, carreras e instituciones enteras! Bastó con una mutación de uno de los virus de la gripe para que viéramos todo la máquina ponerse en marcha.

Cuando se le preguntó si la OMS había declarado la urgencia pandémica de forma deliberada con el propósito de crear un inmenso mercado para las vacunas y los medicamentos contra el H1N1, Jefferson respondió: “¿No le sorprende a usted que la OMS haya modificado su definición de la pandemia? La antigua definición hablaba de un virus nuevo, de rápida propagación, para el que no existe inmunidad, y que provoca una alta tasa de enfermos y de muertes. Hoy en día esas dos últimos parámetros sobre las tasas de infección han sido suprimidos y fue así como la gripe A entró en la categoría de las pandemias”.

Muy juiciosamente, la OMS publicaba en abril de 2009 la nueva definición de la pandemia, justo a tiempo para permitir a la propia OMS, siguiendo los consejos provenientes, entre otros, del SAGE, del «Señor Gripe» (alias Albert Osterhaus) y de David Salisbury, calificar de urgencia pandémica varios casos benignos de gripe, rebautizada como gripe A H1N1.

El 8 de diciembre de 2009, en nota al pie de página de un artículo sobre el carácter grave o benigno de la “pandemia mundial” de H1N1, el Washington Post mencionaba que: “al alcanzar su apogeo en Estados Unidos la segunda ola de infección del H1N1, los principales epidemiólogos prevén que esta pandemia pudiera ser una de las más benignas [que se han producido] desde que la medicina moderna viene documentando las epidemias de gripe”. [

Igor Barinov, diputado ruso y presidente del Comité de Salud de la Duma (Parlamento ruso. NdlR) exigió a los representantes rusos ante la OMS acreditados en Ginebra que gestionen una investigación oficial sobre los numerosos indicios de la corrupción masivamente aceptada por la OMS y proveniente de la industria farmacéutica. “Se han hecho graves acusaciones de corrupción contra la OMS”, afirmaba Barinov, quien agregó que: “Debe organizarse una comisión internacional de investigación lo antes posible”.


El triángulo de oro: la OMS, la farmaindustria y algunos científicos

El Consejo de Europa investiga a la OMS
y la "pandemia" de la gripe A.

El doctor Wolfgang Wodarg (doctor en medicina y epidemiólogo, especialista en enfermedades pulmonares y en medicina ambiental) presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, ha presentado una moción, aprobada por unanimidad en dicha comisión y respaldada por el suficiente número de miembros en el Consejo de la Eurocámara, que insta una investigación parlamentaria -a la que se dará carácter de urgencia y prioridad en la Asamblea general del Parlamento, y que debe ponerse en marcha este mes de enero- sobre la influencia de las transnacionales farmacéuticas en la campaña mundial de la gripe porcina AH1N1 (calificada como "uno de los mayores escándalos médicos del siglo") , centrándose especialmente en el grado de influencia de la industria farmacéutica sobre la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de conseguir la transparencia pública en torno al "Triángulo de Oro" de la corrupción farmacológica, formado por la OMS, la industria farmacéutica y los científicos académicos, que han causado daños a la salud y la vida de millones de personas e incluso la muerte, además de haber hecho malgastar a los gobiernos de todo el mundo los recursos sanitarios: "La campaña de "gripe aviar" (2005-2006) combinada con la campaña de "gripe porcina" parece haber causado un alto nivel de daños no sólo a ... pacientes vacunados y a los presupuestos públicos sanitarios, sino también a la credibilidad ... de importantes organismos internacionales de la salud". La investigación parlamentaria examinará la falsa pandemia, declarada por la OMS en junio de 2009 con el asesoramiento de su grupo de expertos, SAGE, de muchos de los cuales se ha probado que tienen fuertes vínculos financieros con los propios gigantes farmacéuticos, tales como GlaxoSmithKline, Roche, Novartis, ..., que se han beneficiado con la producción (y venta) de fármacos y vacunas no probadas contra la gripe H1N1 ...Traducción de "European Parliament to Investigate WHO and "Pandemic" Scandal", de F. William Engdahl en "Global Research" de Michel Chussodovsky, Montreal, Quebec, Canada; December 31, 2009 por Fernando Crespo).

Gripe A :  “La psicosis ha sido un montaje”

El presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, el alemán Wolfgang Wodarg acusa al lobby farmacéutico y al gobierno.
Ha conseguido que se apruebe una investigación en este foro sobre el papel desempeñado por los laboratorios farmacéuticos en la campaña de pánico sobre el virus. Entrevista directa.

Ex-miembro del SPD, Wolfgang Wodarg es médico y epidemiólogo. Ha conseguido por unanimidad de los miembros del Comité de Salud del Consejo de Europa que se monte una comisión de investigación sobre el papel de las empresas farmacéuticas en la gestión de la gripe por la OMS y los gobiernos …

¿Qué es lo que atrajo a sus sospechas sobre la toma de la influencia de los laboratorios sobre las decisiones adoptadas en relación a la gripe A?

Wolfgang Wodarg: Nos enfrentamos a un gran fracaso de las instituciones nacionales responsables de alertar sobre los riesgos y responder en caso de producirse una pandemia. En abril, cuando la primera alarma vino de México me sorprendieron mucho las cifras que avanzaba la Organización Mundial de la Salud (OMS) para justificar la declaración de una pandemia. Tuve inmediatamente muchas sospechas: los números eran muy bajos y el nivel de alarma muy alto. Aún no había mil pacientes y ya se hablaba de la pandemia del siglo. Y la alerta máxima fue declarada en base al hecho que el virus era nuevo. Pero las enfermedades gripales se caracterizan por crecer muy rápidamente con virus que toman cada vez nuevas formas, instalándose en nuevos huéspedes, animales, hombres, etc. No había nada nuevo en sí mismo para esa alarma. Cada año aparece un nuevo virus de este tipo "gripal". En realidad no había ninguna razón para hacer sonar la alarma en ese nivel. Esto ha sido posible debido a que la OMS a principios de mayo ha cambiado su definición de la pandemia. Antes de esa fecha no sólo tenía la enfermedad que manifestarse en varios países a la vez, sino también debía tener consecuencias muy graves, con un número de muertes por encima del promedio habitual. Se ha eliminado esta parte en la nueva definición, manteniendo sólo el criterio dl ritmo de propagación de la enfermedad. Y se ha pretendido mostrar que el virus era peligroso porque la gente no había podido desarrollar una defensa inmunitaria contra él. Lo que era falso para este virus. Pues se ha podido observar que las personas mayores de 60 años ya tenían anticuerpos. Es decir, que ya habían estado en contacto con virus similares. Es por esta razón que casi no ha habido personas mayores de 60 años que hayan desarrollado la enfermedad. Sin embargo, fue a este colectivo a quien se recomendó a vacunarse rápidamente.

Juan3Entre las cosas que han despertado mis sospechas ha habido por una parte esta voluntad de hacer sonar la alarma. Y por la otras, unos hechos curiosos. Como por ejemplo, la recomendación de la OMS hacer la vacunación en dos inyecciones. Nunca se había hecho antes así. No había ninguna justificación científica para ello. También ha habido la recomendación de utilizar sólo las vacunas patentadas. Sin embargo, había ningún motivo para que no se añadieran, como se hace cada año, partículas de antivirales específicos de este nuevo virus H1N1, "completando" las vacunas utilizadas contra la gripe estacional. No se ha hecho porque se ha preferido utilizar materiales de vacuna patentados que los grandes laboratorios habían diseñado y fabricado para estar preparados en el caso de desarrollo de una pandemia. Y al hacer esto así no se ha dudado en poner en peligro a las personas vacunadas.

¿Qué peligro?

Wolfgang Wodarg. Para ir rápido en el suministro de los productos se han utilizado adyuvantes en algunas vacunas, cuyos efectos no han estado suficientemente probados. Dicho de otro modo: se ha querido forzosamente utilizar estos nuevos productos patentados en lugar de desarrollar vacunas de acuerdo con los métodos tradicionales de producción mucho más sencillos, más fiables y menos costosos. No había ninguna razón médica para ello. Sólo razones de marketing.

¿Cómo se ha podido de justificar esto?

Wolfgang Wodarg. Para comprenderlo hay que volver al episodio de la gripe aviar desde 2005 hasta 2006. En aquella ocasión se definieron los nuevos planes internacionales para hacer frente a una alarma de pandemia. Estos planes han sido formalmente desarrollados para garantizar la fabricación rápida de vacunas en caso de alarma. Esto llevó a negociaciones entre las empresas farmacéuticas y los gobiernos. Por un lado los laboratorios se comprometían a estar a punto para desarrollar los preparados y por la otra parte los Estados les aseguraban que lo iban a comprar todo. En este curioso mercado la industria farmacéutica no tomaba ningún riesgo económico al comprometerse en nuevas fabricaciones. Y se aseguraba de que le tocara el “gordo” en caso de un brote pandémico.

¿No está de acuerdo con los diagnósticos establecidos y la gravedad, incluso potencial, de la gripe A?

Wolfgang Wodarg. Sí, es una gripe lo que hay, de lo más normal. No causa más que décima parte de las muertes causadas por la gripe estacional clásica. Lo único que importaba y todo lo que llevó a la gran campaña de pánico a la que hemos asistido, es que constituía una oportunidad de oro para los representantes de los laboratorios que sabían que sería el premio gordo en caso de declaración de pandemia. Estas acusaciones son muy graves.

¿Cómo ha sido posible un proceso de este tipo en el seno de la OMS?

Wolfgang Wodarg. Un grupo de personas de la OMS está estrechamente asociado con la industria farmacéutica.

¿La investigación del Consejo de Europa, también trabajará en esa dirección?

Wolfgang Wodarg. Queremos sacar a la luz todo lo que haya podido llevar a esta formidable operación de intoxicación. Queremos saber quien ha decidido, sobre la base de qué pruebas científicas, y cómo se ha ejercido en detalle la influencia de la industria farmacéutica en la toma de decisión. Y debemos, en resumen, presentar unas reivindicaciones a los gobiernos. El objetivo de la comisión de investigación es que no haya en el futuro más alarmas falsas de este tipo. Que la gente puede confiar en el análisis, la experiencia de las instituciones públicas nacionales e internacionales. Ahora están desacreditadas, pues millones de personas han sido vacunadas con unos productos que presentan eventuales riesgos sanitarios. No era necesario. Todo ello ha  desembocado también en una considerable mala gestión del dinero público.

¿Tiene cifras concretas sobre el alcance de esta mala gestión?

Wolfgang Wodarg. En Alemania son 700 millones de euros. Pero es muy difícil saber las cifras exactas ya se habla ahora por una parte de un coste de reventas de vacunas a los países extranjeros y sobre todo las empresas no comunican, en nombre del principio del respeto de los "secretos de negocio", las cifras de los contratos firmados con los Estados y las cláusulas de indemnización que figuran en ellos.

¿El trabajo  de presión ("lobying") de los laboratorios sobre los Institutos Nacionales de Salud también se tratará en la investigación del consejo de Europa?

Wolfgang Wodarg. Sí, nos volcaremos en la actitud de instituciones como el Robert Koch en Alemania o Pasteur en Francia, que habrían debido asesorar a los gobiernos de modo crítico. En algunos países las instituciones lo han hecho. En Finlandia y Polonia, por ejemplo, se elevaron voces críticas diciendo: "no necesitamos eso".

¿La gran operación de intoxicación informativa mundial no ha sido posible también porque la industria farmacéutica tenía "representantes" hasta en los gobiernos de los países más poderosos?

Wolfgang Wodarg. En los ministerios me parece obvio. No puedo explicarme cómo especialistas, personas muy inteligentes que saben de memoria los problemas de la enfermedad de la gripe no se han dado cuenta de lo que estaba sucediendo.

¿Qué es lo que ha pasado entonces?

Wolfgang Wodarg. Sin llegar a la corrupción directa, que estoy seguro que existe, ha habido mil y una maneras para los laboratorios de ejercer su influencia sobre las decisiones. He podido constatar concretamente, por ejemplo,  como Klaus Stöhr, que era el jefe del departamento epidemiológico de la OMS en la época de la gripe aviar, y que por tanto ha preparado los planes para hacer frente a una pandemia que he mencionado anteriormente, en el ínterin se había convertido en un alto ejecutivo de la empresa Novartis. Y existen vínculos similares entre Glaxo y Baxter, etc. y miembros influyentes de la OMS. Estas grandes empresas tienen "su gente" en los aparatos y se mueven rápidamente para que se tomen las buenas decisiones políticas. Es decir, aquellas que les permiten bombear el dinero de los contribuyentes al máximo.

Pero si los resultados de la investigación son así, ¿no será un apoyo para que los ciudadanos puedan exigir a sus gobiernos que pidan cuentas para estos grandes grupos?

Wolfgang Wodarg. Sí, tienes razón, este es uno de los principales problemas relacionados con esta investigación. Los estados podrían de hecho cogerse a esto  para revisar los contratos firmados en condiciones, digamos que, no muy limpias. Si se puede demostrar que es la influencia de las empresas lo que dio lugar a la iniciación del proceso, entonces habrá que presionarles para pidan que se les reembolse. Pero eso es sólo el aspecto financiero, es el lado humano, el de las personas que fueron vacunadas con productos que no han sido adecuadamente probados.

¿Qué tipo de riesgo han tomado por lo tanto, sin su conocimiento, estas personas sanas al ser vacunadas?

Wolfgang Wodarg. Lo repito una vez más, las vacunas se han desarrollado con demasiada rapidez, algunos adyuvantes no estaban suficientemente probados. Pero hay algo más grave. La vacuna desarrollada por Novartis ha sido elaborada en un reactor biológico de células cancerosas. Una técnica que nunca se había utilizado hasta ahora.

¿Por qué?, no soy obviamente un experto, pero ¿cómo se puede pretender hacer una vacuna a partir de células enfermas?

Wolfgang Wodarg. Normalmente se utilizan huevos de gallina en los que se cultivan los virus. Se necesita de hecho trabajar en las células vivas. Dado que los virus sólo pueden multiplicarse de esta manera y pues, por definición, las preparaciones de virus que van con él. Pero este proceso tiene una fallo enorme, es lento, se necesita una gran cantidad de huevos. Y es largo y complejo técnicamente. Otra técnica de excelente potencial consiste en cultivar los virus en células vivas en bio-reactores. Esto requiere que las células crezcan y se dividan muy rápidamente. Es un poco como el método que se utiliza para hacer el yogur que se realiza también en un bio-reactor, pero en este contexto, la célula ha estado tan alterada en su entorno y su desarrollo que crece como una célula cancerosa. Y es en estas células de alta eficiencia donde se cultivan los virus. Sólo para fabricar la vacuna se debe volver a extraer el virus de estas células sobre las que han sido implantados. Y puede por tanto ocurrir que durante el proceso de fabricación de la vacuna restos de célula cancerosa se queden en la preparación. Como ocurre en la fabricación clásica con los huevos. Sabemos pues que en el caso de una vacunación de la gripe clásica los efectos secundarios clásicos puede ocurrir en personas que son alérgicas a la albúmina que se encuentra en la clara de huevo. No se puede excluir que las proteínas, restos de una célula cancerosa presente en una vacuna producida por el bio-reactor, puedan generar un tumor en la persona vacunada. Según un verdadero principio de precaución, se necesitaría por tanto, antes de que dicho producto se autorizado en el mercado, tener el 100% de certeza de que tales efectos están realmente excluidos.

¿Y esto no se ha hecho?

Juan5Wolfgang Wodarg. No se ha hecho. La AME (Agencia Europea de Medicamentos), una institución bajo la responsabilidad del Comisario de Asuntos Económicos, con sede en Londres, que da permiso para liberar al mercado las vacunas en Europa, ha dado luz verde a la comercialización de este producto argumentando, si es el caso, que este modo de producción no era un riesgo "significativo". Esto ha sido muy considerado de manera diferente por muchos expertos en aquí y en Alemania y una institución independiente el medicamento, que por el contrario han alertado y expresado sus objeciones. Yo he tomado en serio tales advertencias. He estudiado el caso y he intervenido en el contexto de la Comisión de Salud del Bundestag del que yo era entonces miembro para que la vacuna no fuera utilizada en  Alemania. He manifestado que no estoy opuesto a la elaboración de vacunas con esta técnica. Pero que primero debía haber una total garantía de seguridad. El producto no ha sido por tanto utilizado en Alemania, donde el gobierno rescindió el contrato con Novartis.

¿Cuál es el nombre de esta vacuna?

Wolfgang Wodarg. Obta flu.

¿Pero esto significa que en otros países europeos como Francia, el producto puede ser comercializado sin problema?

Wolfgang Wodarg. Sí, obtuvo el permiso de la EMA y puede ser utilizado en cualquier lugar de la UE.

¿Qué alternativas tiene la intención de pedir que se evite nuevos escándalos de este tipo?

Wolfgang Wodarg. La OMS debería ser más transparente, que se sepa con toda  claridad quién decide y qué tipo de relación existe entre los participantes en la organización. Asimismo, convendría también que fuera acompañado de al menos una cámara electa, capaz de reaccionar de modo muy crítico y en la que todos puedan expresarse. Este refuerzo del control público es esencial.

¿No está aflorando la cuestión de la necesidad de otro sistema capaz de manejar una cuestión que redunda en un bien común para los ciudadanos de todo el planeta?

Wolfgang Wodarg. ¿Podemos dejar aún la producción de vacunas y la dirección de estas producciones a organizaciones cuyo objetivo es ganar tanto dinero como sea posible? O bien la producción de vacunas ¿no es que algo que entra en el dominio de la excelencia, que los Estados deben vigilar y poner en práctica ellos mismos? Es por eso que creo que deberíamos abandonar el sistema de patentes de las vacunas. Es decir, la posibilidad de monopolización de la producción de vacunas por un gran grupo. Pues esta posibilidad supone el sacrificio de miles de vidas, simplemente en el nombre del respeto de estos derechos monopolísticos. Tienes razón, esta reivindicación ha tomado por lo menos para mí el aspecto de la evidencia.(Entrevista realizada por Bruno Odent)

Calderón se prestó a la gran estafa con la Gripa Porcina

Comentarios (0)Add Comment
Escribir comentario
 
 
corto | largo
 

busy
 

Compartir

 

¿Quién está en línea?

Tenemos 331 invitados conectado(s)

Noticias

273 Suplemento

Banner

454

Banner

453

Banner

452

Banner

451

Banner

450

Banner