INSTANTÁNEAS DEL PODER
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
Abajo firmantes vuelven a atacar
Los vacíos de poder, dicen expertos en la teoría de los vasos comunicantes -recordada hoy sólo por asociación con la política-, en realidad nunca están vacíos. Hasta por el simple efecto de la ley de gravedad, siempre hay deslizamientos que permiten a los más audaces llenarlos, o pretender llenarlos. Es lo que ocurre ahora, cuando incluso aparecen madres, el día anterior modestas ciudadanas anónimas, justamente indignadas, que quisieran agarrar a cachetadas a Felipe Calderón, al tiempo que del otro lado de la escena surgen aquellos que soban al interfecto con suaves y perfumados algodones.
Con la puntualidad que el oportunismo propicia, en vísperas de Primavera electoral florecen en estos horas legiones de abajo firmantes. Una de ellas, Nuevo Curso de Desarrollo, merece nuestra consideración, pese a la presencia en su nómina de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Pero la más prosaica, no obstante tener en su lista a algunos con aires aristocráticos, es una que “valerosa y patrióticamente” eleva su No a la generación del No, cuyo socio más autorizado es el ex presidente Ernesto Zedillo. Algunos de esos compadres son inclaudicables militantes de la generación del Sí, que lo ofrecieron sucesiva pero no gratuitamente a Carlos Salinas de Gortari, al propio Zedillo; en su momento a Vicente Fox, y ahora, no faltaba más, a Calderón y a su pretendidamente intocable iniciativa de reforma política.
“Los otros”, vistos y condenados por esos abajo firmantes -“comprometidos con el cambio que requiere el país”, escribió uno de sus aduladores de ilustre apellido pinolero-, son los habitantes de los palacios legislativos y culpables de la parálisis que entumece el hasta hace trece años saludable, rozagante y ágil organismo nacional.
Nada dicen -pero por supuesto que no-, sobre que esos mismos legisladores desacatan sentencias de la Suprema Corte, cuya observancia tocarían los sagrados intereses del duopolio televisivo; que toleran las trapacerías maquinadas por Fox y Calderón para rasurarle al presupuesto público más de un billón 281 mil millones de pesos de ingresos extraordinarios generados por la industria petrolera; que negocian con la secretaria Georgina Kessel la reculada en la anunciada controversia constitucional contra la discrecionalidad administrativa en Pemex, que sigue favoreciendo a trasnacionales con contratos a cargo de la renta petrolera; que dan su alegre beneplácito al criminal despido de más de 45 mil trabajadores electricista; que se hacen disimulados frente a la descomunal contratación de nuevos débitos internacionales para solventar el déficit público; que se confabulan en las tinieblas con el secretario Fernando Gómez Mont para canjear subidas de impuestos por autoritarias injerencias en el régimen interno de los partidos; que instituyen la figura de las juanitas para conculcar el voto popular y la equidad de género, etcétera. Todo eso, y más, se perdona si se le da el sí a la reforma calderoniana, como escudo protector de la inmunidad presidencial, y puertas abiertas a aventureros que aspiran al poder sin pasar por el rigor de la disciplina partidaria.
Peléanse las comadres y
salen las medias verdades
“Lacayo del imperialismo yanqui”, le asestaron a Zedillo los que todavía hace 15 años empleaban la jerga izquierdosa, cuando aquél cedió en embargo la factura petrolera mexicana a cambio del salvataje organizado por Bill Clinton, después del error de diciembre de 1994. Más cuidadoso de su retórica, Carlos Salinas de Gortari dice ahora que Zedillo -que recibía en secreto, en Los Pinos, a enviados de Clinton para acordar los términos del “rescate”-, acató sugerencias de autoridades financieras de los Estados Unidos para enfrentar la crisis del peso mexicano. De tal crisis, agrega el duende de Agualeguas, los usufructuarios fueron unos cuantos empresarios a los que Zedillo filtró información confidencial que les permitió sacar sus capitales del país y vaciar las reservas internacionales. Deplora Salinas de Gortari de que ahora los bancos extranjeros dominen el sector y aboga porque México recupere el control del sistema de pagos. Bla bla bla.
Esa es sólo una parte de la sórdida historia; la otra la hemos contado en estas páginas: Lo cierto es que, desde las primeras semanas de 1994, Salinas de Gortari delegó en el entonces subsecretario de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez, la representación de la residencia presidencial, para que concertacesionara con los cárteles de Wall Street -acceso libre desde Nueva York al teléfono rojo pinolero de por medio- una serie de maniobras meramente especulativas con los papeles de deuda mexicanos, que a la postre constituyeron el demoledor ariete contra el peso mexicano. Tan cumplió bien su encomienda Ortiz Martínez -como la cumplió instrumentando la privatización bancaria en la primera mitad del sexenio saliniano-, que a la larga fue recompensado con un doble mandato como gobernador del Banco de México. Lo hemos dicho y lo repetimos ahora: el afamado error de diciembre fue un atraco a México maligna y rigurosamente maquinado.
Renegados del humanismo político
Para la obtusa visión del ex secretario foxiano de Trabajo, Francisco Xavier Salazar Sáenz, hoy diputado yunqueto por el PAN, los mineros de Pasta de Conchos, Coahuila, merecían la muerte porque asistían a sus gratas labores o borrachos o bien pachecos. Cuatro años después del homicidio industrial, con el porro Javier Lozano Alarcón como digno sucesor de aquel pelafusPAN en la cartera que debiera atender también la Previsión Social, la impunidad sigue amparando a Germán Feliciano Larrea Mota-Velasco, propietario del Grupo México. Es por lo menos absurdo que deudos de aquellas víctimas acudan a tribunales estadunidenses en busca de la justicia que se les niega en México. A propósito del sindicato minero, la memoria nos remite a las antiguas campañas de despitolización, en las que los agentes de la ley cacheaban a los indefensos ciudadanos, y cuando les hallaban desarmados se iban sobre la billetera: ¿Con que billetitos para comprar pistolas? Y al atraco. En días pasados, se informó que la subprocuradora para el combate a la delincuencia organizada de la PGR, Marisela Morales Ibáñez ha denegado en tres ocasiones mandato de juez de distrito que ordenó la liberación de seis cuentas bancarias congeladas al sindicato mencionado. La SIEDO prejuició: con los activos de esas, cuentas los mineros podrían dedicarse a la compra de drogas. ¡Qué tal! Puro estado de derecho.
Para el romo Lozano Alarcón, los obreros sindicalizados que ejercen en Cananea su derecho a huelga -consagrado en la Constitución-, “ya hicieron suficiente daño a la industria minera (dígase Larrea Mota-Velasco), al mercado del cobre y al municipio por una huelga sin razón”. ¿De dónde sacó el poblano -“tócalo con un palito… porque es animal maldito”- el suficientómetro que le permitió medir los daños al plutócrata Germán Feliciano y no los que éste asesta a la clase trabajadora y al Derecho laboral. Por cierto, ese, uno de los hijos predilectos de la Escuela Libre de Derecho, patentó una nueva doctrina jurisprudencial: La de Cananea es “una propiedad privada concesionada”. Y uno que creía que sólo el Estado podía concesionar un bien publico.
A los dirigentes esquiroles y a los trabajadores de la extinguida Luz y Fuerza del Centro que de buena fe aceptaron su liquidación, Calderón, Kessel y el propio Lozano Alarcón les ofrecieron las perlas de la virgen. Entre otras cosas, la capacitación y recontratación en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Según Víctor Flores, el charro que regentea el negocio de enfrente, el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), a cuatro meses de haberse dado tremendo palo al SME, la CFE no ha contratado a uno solo de los obreros echados a la calle. Reveló que la CFE -“empresa de clase mundial”- se ha prodigado en contratos a empresas privadas para atender los servicios regulares de suministro en la zona centro de México.
Sólo la parsimonia de los ministros de la Corte está alargando la agonía de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) a la que también le dieron garrote los secuaces de Lozano Alarcón en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que para exentar de sus obligaciones legales a la patronal de Mexicana de Aviación dictaron en 2007 laudo que autorizó la brutal mutilación del Contrato Colectivo de Trabajo.
Haciendo abstracción de todo lo anterior, el aromático cacique de la CTM. Don Joaquín Gamboa Pascoe anunció que “sus” representados seguirán metiéndole el hombro a Calderón para que saque adelante la planta productiva. Se quejó, sin embargo, de que la recuperación económica no ha aterrizado en la generación de empleos. Será por eso que al XV Congreso Nacional ordinario de la central le faltó la sabrosa presencia de las taiboleras que tanto alborotan los pájaros muertos de la gerontocracia cetemista.
Bicentenario nalgatorio
Para compensar a los ilusos -a los que ni de lejos se les permite ver dónde y para quién caen las gordas bolsas acumuladas-, Pronósticos Deportivos les mandó un premio de consolación como servicio de la asistencia pública privatizada. A un lado de estas líneas aparece el visual agasajo prostibulario.
También los aliens fomentan la corrupción
Miles de suscriptores mexicanos de los servicios de You Tube se quedaron con ganas de ver el capítulo de Sout Park (MTV). Según los que saben de esas cosas, la serie ofrecería todo un océano de emociones a los videntes: Unos malosos cósmicos, como lo acostumbran hacer los políticos totonacas, se agandallaron lo que en los espacios siderales equivaldría a un sustancioso tesoro en metálico y euros. Huyendo de la tira galáctica, los forajidos arribaron a la Tierra y, previniendo los riesgos de extradición, convocaron a influyentes terráqueos para intercambiar protección por botín. Entre los que le entraron al reparto figura un chaparrito, pelón, de lentes (Espino dixit), cuya imagen caricaturizada aparece con el trasfondo de la Bandera Nacional mexicana. Ah, no es cierto que haya habido censura. Lo que pasa es que no hubo solicitud de permiso para usar en la emisión uno de los símbolos patrios, el que el pasado 24 de febrero recibió el amoroso saludo de los buenos mexicanos.
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