CALEIDOSCOPIO
MARÍA DE LOS DOLORES MORALES DONAHUE
Escándalo en el Vaticano
Siendo el signo de los tiempos, la violencia en todos los órdenes, poniendo al límite nuestra capacidad de asombro e indignación, se vienen a sumar las recientes declaraciones de la familia procreada por el sacerdote fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, quienes han dado a saber al mundo la doble personalidad de alguien que predicaba los más preciados valores de la moralidad, mientras en su secreto actuar acumulaba las más perversas pasiones, abusando de múltiples educandos que buscaban profesar el sacerdocio. Llegando al extremo de abusar de sus propios hijos, lo cual fue develado en toda su crudeza, llegando a tener una difusión mundial a través de la cadena CNN, en el prestigiado programa de Carmen Aristegui el pasado mes de marzo. Despejando así de toda posible duda, a la vez que reconfirmando lo que décadas atrás revelaran José Barba, Juan José Vaca y Arturo Jurado quienes se dijeron abusados sexualmente durante su formación seminarista por tan nefasto personaje. Y que hoy, cuando Álvaro Corcuera, como representante de los Legionarios de Cristo pretende darles una disculpa personalizada, aquí en la Ciudad de México, ellos la rechazan, por considerarla hipócrita y tardía.
A pesar de las innumerables denuncias, sólo se pidió a Marcial Maciel que se abstuviera de continuar oficiando, permitiéndole terminar sus últimos años aislado y en santa paz. Siendo que fue un criminal que debió ser castigado por haber envenenado a generaciones de aspirantes a la vida espiritual.
El Vaticano guardó silencio
Precisamente, a pesar de haber sido enviada una carta abierta a Juan Pablo II en la que denunciaban los abusos sexuales reiterados, los ex seminaristas: José Barba, Juan José Vaca y Arturo Jurado, ellos sólo recibieron el escarnio de la comunidad católica mexicana. Cabe señalar que dicha denuncia pasó por las manos del entonces cardenal Joseph Rathzinger, por lo que ahora el cardenal Ángelo Sodano se ha aprestado a defenderlo calificando de “habladurías y mezquindades” a todo aquello que le pueda implicar como encubridor de tan atroz comportamiento. A pesar de que en el mismo Vaticano se presentó Bárbara Blaine como portavoz y fundadora de SNAP, -siglas en inglés de la Red de Personas Víctimas Supervivientes de Abusos Sexuales Sacerdotales- junto con Peter Isley, John Pilmaier y Bárbara Dorris, quienes denunciaron que ellos son parte de los 200 niños sordos de los que abusó Lawrence Murphy en su congregación de 1950 a 1974. Haciendo hincapié, en que el Papa Ratzingher recibió tres cartas de el Arzobispo de Milwakee, haciéndole la denuncia de referencia, cuando el ahora Papa fungía como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fé. Actuando éste con dilación y tibieza, ya que se condolió de su estado de vejez enferma. Muriendo 4 meses después de el reprendimiento tardío.
A Ratzingher también se le ha echado en cara, que en 1990 se le reportó que el sacerdote Mchael Teta, que oficiaba en Tucson Arizona abusó de menores en el Confesionario, catalogándolo de un comportamiento “casi satánico” y que habiendo sido denunciado por el Tribunal Eclesiástico ante el Cardenal Ratzhinger, quien no hizo nada durante 12 años, y que sólo hasta un año antes de ser ungido como Papa, separó a ese prelado pederasta, o sea que se le permitió seguir conviviendo con menores. A estas acusaciones y a las publicadas en el New York Times, Federico Lombardi jefe de prensa del Vaticano ha respondido con una vehemente defensa de el más alto jerarca de la iglesia católica urbi et orbi.
Pederastia clerical mundial
No se puede tapar el sol con un dedo, cuando la apertura mediática global nos revela las reiteradas denuncias de pederastia en colegios católicos Repitiéndose esta situación a lo largo y ancho del mundo eclesial, Aunque en España sólo se han denunciado casos aislados, pareciera que un manto de silencio busca encubrir a la influyente y amplia clase católica. Teniendo como una vergonzante referencia las declaraciones del Obispo de Tenerife, de nombre Bernardo Álvarez, quien se atrevió a justificar los abusos a menores, ya que a juicio de él “hay niños que provocan a los sacerdotes”. Que Dios lo perdone.
Seguramente ante la creciente ola de denuncias en países como Alemania e Irlanda, o el mismo EUA, habrá de traer aparejada una mayor cultura de la denuncia en otras latitudes. Cabe mencionar que en Colombia, sí se ha castigado con cárcel a curas pederastas, aunque las sentencias han sido demasiado benévolas.
Cuando en Irlanda han reconocido que los fieles han roto el silencio. Habiendo sido indemnizados más de 12 mil 500 pudiendo ser aún un número mayor, por lo que ante tan sonado escándalo, el Papa Benedicto XVI ha dirigido una carta dirigida a las víctimas de abuso sexual, habiendo sido considerada no suficientemente satisfactoria para quienes han sufrido en carne propia secuelas por tan aberrantes vejaciones.
Así se han venido desgranando las noticias en la misma Alemania de Ratzhinger, donde se ha denunciado que en el coro que el propio hermano del Papa dirigió durante 30 años, se dieron casos de pederastia y otros excesos en el maltrato a los menores. Críticas vertidas en el New York Times revelan que Benedicto XV1. Tuvo conocimiento de el clérigo Hullermann, quien había sido denunciado por reiteradas prácticas de pederastia, por las que no fue castigado, siendo hasta 2010 cuando se le prohibió oficiar.
Autoridades alemanas decidieron instalar un teléfono abierto para recibir denuncias, teniendo una respuesta inusitada que saturó las líneas en las primeras horas, evidenciando la gravedad de la problemática. Tanto o más escandalizante ha venido a ser la actuación de la Diócesis mexicana, tachada de encubrir comportamiento pedófilo de sus miembros.
La activista Julia Klug, quien dice haber sido violada por un cura a sus escasos 7 años, hoy se viene manifestando reiteradamente frente a la Catedral Metropolitana, ataviada como monja para llamar la atención de la feligresía circundante, convocando a los paseantes para que signen una carta en la que hace responsable al Cardenal Norberto Rivera Carrera, tachándolo de encubridor de curas pederastas.
San Juana Martínez y su “Manto púrpura”
Precisamente, la valiente denuncia de San Juana Martínez, en su libro Manto Púrpura, donde documenta reiterados abusos sexuales de sacerdotes, donde destaca el caso del sacerdote Nicolás Aguilar, quien ejercía sus funciones clericales en Puebla, donde abusó de 26 niños, y que siendo acusado ante el entonces obispo de Tehuacán, Norberto Rivera encargado de la Diócesis poblana, éste solicitó su transferencia a Los Ángeles California, donde fue acogido por el obispo Mahoney, quien le tuvo que enviar de vuelta a México al recibir denuncias de abuso sexual de la feligresía de esa localidad. Continuando con sus fechorías el citado Nicolás Aguilar, ya que se le acusa de la violación a otros 60 niños en la Sierra Negra de Puebla. El encubrimiento a este sujeto es más que evidente, ya que se encuentra refugiado en Puebla, ante la indiferencia de la Procuraduría de esa entidad.
México, paraíso de la pedofilia
Como en su oportunidad denunciara la admirada Lydia Cacho, en su libro Demonios en el Edén, donde documentara las redes de pederastia en Cancún.
Revelaciones que le acarreara fuera perseguida y maltratada por enviados de autoridades poblanas. En dicho libro hace 16 menciones del prominente político, exlíder de la bancada priísta en la pasada Legislatura, Emilio Gamboa Patrón, o el ahora candidato blanquiazul a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, así como los empresarios kamel Nacif y Succar Kuri, quien a pesar de habérsele considerado un reo de alta peligrosidad, y que se encontraba purgando su pena en un penal del Altiplano en el Estado de México , fue trasladado a un penal de Cancún. El cual no ofrece una total seguridad. Esta medida fue tomada, a pesar del punto de acuerdo dictado en el Congreso, por todos los partidos políticos, haciendo el exhorto para que dicho traslado no se llevara a cabo. Lo cual refleja la total impunidad que impera en nuestro sistema de justicia.
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