VOZ CRÍTICA
MARÍA GUADALUPE SANTA CRUZ
(Exclusivo para Voces del Periodista)
Educación salvadora
EL DECRETO DE CALDERÓN para hacer obligatorio el Bachillerato, es un acierto, a secas; decretar es algo, pero no es todo. Falta saber la calidad de los maestros, porque ahora, desde Primaria, los mentores, con las excepciones de regla, no lo son.
LOS TENEMOS en las ciudades, agitando, vociferando, ensuciando. Sus alumnos están al margen de las aulas. Ellos (los maestros) no educan. Su ejemplo es antipedagógico. Es comprensible, con líderes a la “escuela” de Elba Esther Gordillo, porque la infancia no les interesa. Esta clase de “educadores” vive para poseer una plaza y explotarla, a tal grado, que reclaman su posesión vitalicia, heredable. Es suya, pues. La compraron. ¿A quién? A quienes les protegen, a la Gordillo. De esta manera, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Coordinadora son un mercado. La Secretaría de Educación Pública se convierte en consumidora de esa mercancía creada y ofertada por “la maestra” chiapaneca.
Elba Esther, la rémora
Es inconcebible que el Ejecutivo Federal –Calderón- apapache a Elba Esther y ella funde un partido político, el cual se da el lujo de proyectar a un candidato presidencial.
Con tales antecedentes, es obvio, es natural: que la educación en México sea la antipatria. Es el robo consuetudinario a los padres de familia sacrificados; a los niños (más tarde adultos); a la sociedad y a la nación.
Las raíces del problema se sumergen en pantanos de oscuridad, donde la Ética no ilumina los resquicios. Es contradictoria la actitud del Presidente de la República, que combate al crimen organizado, consciente de que esa clase de delincuentes emerge de entes egresados, muchos de ellos, de aulas fallidas. Empero, los discursos de Calderón son “nacionalistas”. ¡Miente!
¡Miente! Se necesitaron movilizaciones de campesinos y ganaderos para acceder a autorizar 34 mil millones de pesos –insuficientes- para paliar los efectos de la sequía del año pasado y de éste.
Lo decimos porque la infancia, antes de estudiar, necesita comer. El agro es imprescindible.
Los alumnos de bachillerato, omisos, 600 mil, ya no acuden por imposibilidad económica.
Hacer obligatoria la educación superior es positivo. Unos cuantos miles de becas no garantizarán su ejecución.
Unos cuantos millones de toneladas de granos son los que hacen falta para alimentar a la niñez y a la juventud. Habrá que cultivarlos, a como dé lugar. No importarlos. La autosuficiencia alimentaria la perdimos casi desde 1968. Con Echeverría empezó el desbalance, lo curioso es que él protegió a las izquierdas y ahora dicen que son las ultraderechas las que mantienen al país en semejante estado de cosas. La realidad es que somos inducidos, para no decir que se obliga a nuestros gobiernos a ser ultra-liberales, para provecho de los que mandan en el Supra Gobierno Mundial.
De esto hablamos en artículo anterior, en que explicamos que padecemos un imperialismo mundial sionista.
Pretenden llevarnos a donde se encuentran Siria y demás países islámicos, dueños de petróleo. Son los Estados Unidos e Israel los autores de los ataques a las autoridades sirias. Israel, que se ha tornado en un parásito del planeta tierra, vive a costa del dinero de los que no son sus súbditos, puesto que ellos han construido este imperio que, piensan, debe conseguirles el tributo de todos los pueblos del orbe.
Por lo ya expuesto, es urgente que meditemos lo que vamos a hacer. Ninguno de los precandidatos presidenciales, califica. Debemos volvernos exigentes. De otra manera, no nos harán caso los “monarcas” entronizados en los tres poderes. No a Peña Nieto, que, para guardar las apariencias, no se exhibe en público con Jorge Hank Rhon. No a Josefina Vázquez Mota, ex titular de la Secretaría de Educación, que no pudo con el paquete. No a Andrés Manuel López Obrador, muy “amoroso”, pero quien tiene entre su gente a personajes detestables, como René Bejarano y su mujer, Dolores Padierna. Tampoco votaremos por el doctor Miguel Ángel Mancera, en virtud de que ha permitido que gente así lo presione para conseguir canonjías. Tampoco por la respetable señora Isabel Miranda de Wallace, por haber aceptado su nominación por el PAN, a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Gente la hay, pero no en los partidos. Sería excelente que todos anuláramos el voto, para que no nos sigan viendo la cara de tontos.
Vivimos el resultado del abandono de la educación por varios sexenios: educar –señor Presidente- es despertar a un agro abandonado.
Educar es despertar la fuerza espiritual para luchar contra la adversidad, pero sin matar inocentes, sin involucrar –por años- a nuestros militares. Se puede luchar con educación integral, impartida por verdaderos maestros, a niños olvidados.
Educar es hacerle entender al niño que la tierra cultivada es el origen del trabajo y de la riqueza.
Educar es negar los monopolios. Es honrar y admirar el águila nacional, pero no en discursos, ¡con los hechos!
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