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Edición 281

ITINERARIO 2012
ABRAHAM GARC
ÍA IBARRA
(
Exclusivo para Voces del Periodista)


LACAYO EN ESTADO NARCOPARALELO

La República de los cínicos

 

DIOGENES -El cínico- agotó la última flama de su lámpara en la búsqueda de un hombre, uno solo, honesto (medianamente decoroso); honrado (que actúa con razonable rectitud); honorable (digno de ser ingenuamente respetado). Se dice que nunca lo encontró. Quizá porque no lo buscó en los siete círculos que trazó el infernólogo Dante Alighieri, que ya es decir. Diógenes y Dante se necesitan en México para escribir la biografía de los políticos aztecas de la nueva era. No hace mucho, el televisivo Tigre II dijo conocer políticos y presidentes rateros. Pero no acudió a la PGR a solicitar la indagatoria correspondiente ni una consignación. Sabe que sería una vana tentativa, vista la inoperancia-corrupción de esa dependencia del Poder Ejecutivo. ¿No existe en México alguien, uno solo, que pueda tirar la primera piedra? Se sospecha que no. Se prefiere tirar del gatillo de un cuerno de chivo. Amén.

 

Diogenes
Diógenes

 

EN REALIDAD, fue el neoprofeta Quetzalcóatl (José López Portillo y Pacheco), quien anunció hace más de tres décadas que México marchaba a galope a convertirse en un país de cínicos. País viene del latín pagus, que significa pueblo. Pero pueblo ha sido reducido por la tecnoburocracia a mera abstracción. República, en cambio, es un concepto constitucional que indica que es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, federal. Es ésta -la república-, a la que la autodenominada nueva clase política ha transformado en un sindicato de cínicos. Por supuesto, esta república de cínicos no es ni representativa ni democrática.

Si de López Portillo hacemos memoria, recordemos que uno de sus lemas de campaña fue la solución somos todos. Los primeros en replicarle fueron conspicuos voceros del Partido Acción Nacional: ¿La corrupción somos todos? Algo se traían en las entrañas los azules desde entonces, que en los años de la docena trágica de ejercicio del poder usurpado han consolidado La república de los cínicos.

Y de súbito “descubren” a Wal-Mart

Desde la urbe de hierro The New York Times destapa una pequeña cloaca: Wal-Mart ha pagado sobornos en México por 24 millones de dólares para hacerse del control del comercio nacional. Pero no sólo para esto. Le informamos al rotativo neoyorkino: También para colarse por la puerta trasera al sistema bancario con licencia de la Secretaría de Hacienda y los buenos oficios de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, sin necesidad de crear la infraestructura apropiada ni contratar personal adicional especializado. (Obviamente, funcionarios públicos facilitadores del enjuague bancario pasaron a formar parte del directorio privado de Wal-Mart, que también hacía donaciones a Vamos México, la fundación de la “Señora Marta”. (¿Le redondeamos su cuenta?)

 

Itinerario1

 

En la división del trabajo, el ex secretario del gabinete de Felipe Calderón y ahora presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez, un cazador profesional de oportunidades para inversionistas extranjeros, salió al paso ipso facto: Pero si Wal-Mart es una empresa muy respetable. Y la Secretaría de Economía salió con la vieja cantinela: Yo no fui, fue Teté. Pero todavía no se sella el expediente de un proceso judicial contra un abusador y corruptor de niñas empleadas por Wal-Mart. Las mayordomas de esta trasnacional tenían la consigna de apartarle carnita fresca al detentador de una Federación Nacional de Trabajadores que le vendía contratos de protección a semejanza de las tiendas de raya porfirianas a Wal-Mart; quizá se los siga revalidando desde su negra guarida (quién sabe si en Orlando, Florida). El sátiro que ejercía el derecho de pernada contó siempre con la protección del secretario del Trabajo y de Gobernación de Vicente Fox, Carlos María Abascal Carranza, quien murió en gracia y se promueve su beatificación.

No es casual que el presidente designado condene a los gobiernos que les cortan las mugrientas uñas a ese tipo de inversionistas extranjeros. Si éstos son tan agradecidos… ¿Qué son 24 millones de dólares para quien se ha llevado del país diez veces más?

Lo confirmado después por The Washington Post es apenas, repetimos, una pequeña cloaca. Pero de pequeñas magnitudes están hechas las grandes raterías de los dos últimos sexenios, así en Pemex, como en la Comisión Federal de Electricidad y donde aparezca un océano de posibilidades impunes. Obviamente, la Secretaría de la Función Pública nunca encuentra culpables de esas trapacerías. Hasta en eso tienen que hacernos la tarea, no gratuitamente, los gringos. Esa es la República de los cínicos.

Órganos autónomos con pandero

Peor que república bananera, como llegó a adjetivarse despectivamente a las de América Central para indicar que eran administradas por changos plataneros (si, decían los gringos, son hijos de… pero son nuestros hijos de…-, la mexicana ha sido usurpada por un oso, al que consejeros y magistrados electorales le percuten el pandero, con las puntuales repercusiones en los medios de comunicación adhesivos.

 

Itinerario2
Leon E. Panetta

 

Por lo menos en dos ocasiones en menos de un mes, el presidente designado se ha referido a la presencia volcánica en territorio que algún día llegó a ser nacional. La segunda ocasión, el 19 de abril, casi como un desliz del subconsciente que en la hora crepuscular espera un pretexto para tratar de justificar la fallida gestión sexenal del Poder Ejecutivo federal.

El presidente designado listó la influenza A/HINI (que fue exagerada por el gobierno para impulsar el mercado interno de fármacos contra la fiebre porcina, producidos por los laboratorios trasnacionales), las inundaciones (en cierto grado provocadas por el propio gobierno al alterar el curso de los ríos con obras para la generación de electricidad, que no consume para comprar la necesaria a franquiciarios extranjeros), las sequías (propiciadas por el mismo gobierno que se niega a solicitar a los Estados Unidos una mora en el suministro de agua a ese país). En fin… sólo falta que haga erupción el Popocatépetl y ya completamos el cuadro.

El Popocatépetl (“cerro que humea”), es conocido amablemente por los lugareños que habitan sus faldas como Don Gregorio. Cuando a los tecnócratas neoliberales se les agotaron los chupacabras y los mochaorejas para aterrorizar a los mexicanos y distraer su atención de las calamidades traídas por el depredador modelo económico, miraron hacia el oriente y encontraron que don Goyo sería un buen sustituto para seguir metiendo pánico a los compatriotas.

El Popo tuvo su más reciente erupción hace mil 100 años. Desde entonces mantiene activas sus fumarolas que han servido de tema a pintores, escritores y turistas, más que de preocupación de los vulcanólogos. Más hostil que el Popo resultó El Chichonal, de Chiapas, pero de su erupción en los ochenta del siglo pasado sólo se ocuparon algunos días los que andan a la caza de damnificados, que 30 años después todavía no reciben los auxilios donados por el generoso pueblo mexicano para socorrer a los indígenas. El Popo, sin embargo, fue literalmente puesto en escena por las talevisoras para inaugurar al Presidente más locuaz que haya padecido México, en diciembre de 2000. Imágenes trucadas recorrieron el planeta dando testimonio del inminente peligro de extinción de los mexicanos, sólo evitado por la oportuna presencia y diligente acción del mandatario que desearía imitar a su héroe favorito: Kalimán.

Alertas para el despojo indígena

Desde luego, la alerta roja se hizo funcionar para que actuara Foximan. Comunidades indígenas completas fueron desalojadas de tierras heredadas de seculares ancestros y las altruistas asociaciones se apresuraron a abrir cuentas bancarias, pedir el redondeo en las cadenas comerciales y recibir la ayuda internacional. Tres años después, en Atlixco, Puebla, se encontrarían bodegas (contratadas en renta por el DIF), repletas con paquetes de despensa que nunca se entregaron a sus destinatarios y los indígenas empezaron a bajar a la capital estatal a pedir la intervención gubernamental para recuperar sus parcelas, ya carranceadas por los pescadores a ríos “de fuego”.

 


Popocateplt
Don Goyo

 

Es que aquellos bucólicos parajes son excelentes para proyectos de desarrollo turístico, sobre todo para turistas que gustan de emociones fuertes. Qué más fuerte que el lodo ardiente. Imaginemos la plusvalía. Y ahora… sólo falta que el Popo haga erupción. Pero el nuevo conductor de visitas guiadas para atraer visitantes extranjeros, ya no estará para verlo.

¿A qué estadista serio se le ocurre ese tipo de vaciladas diversionistas para tratar de justificar sus fallas, frustraciones y otros déficits de su gestión, refugiándose incluso en el bíblico Éxodo para recomendar a las víctimas que él imagina preparen documentación y despensas para su inminente huida? Sólo a un tercermundista que se asume Moisés y tiene a sus suegros viviendo en las inmediaciones del Popo. Por supuesto, rigurosamente custodiados por el Estado Mayor Presidencial. A la República de los cínicos le hace falta un autor. Acaso Jorge Ibargüengoitia.

El social, único volcán que hierve

Especular con una potencial erupción de los volcanes en México, es rentable políticamente si el distractor induce a volver la vista del verdadero volcán social que hierve en el territorio nacional y que tiene más fallas (telúricas) y fallas (del Estado) que las de San Andrés, conexas y anexas, sobre todo si a la verosimilitud de la versión concurren los incesantes sismos de diverso grado que se han registrado en las últimas semanas. La verosimilitud se parece a la verdad, pero no es.

Especular con esa especie terrorista, desvía los ojos del escrutinio que indica que el Partido Acción Nacional está en la tesitura de perder el poder presidencial y su actual titular pasaría al basurero de la historia como aquél que permitió el regreso del Partido Revolucionario Institucional a Los Pinos, o bien, entregarlo a una segunda opción representada por las sedicentes izquierdas. Especular, especular, especular saca de la agenda mediática otros sucesos que pueden prefigurar una tercera opción aún más indeseable para el stablishment. ¿O no tan indeseable, según experiencia documentable en América Latina?

Después de que el general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, hace algunas semanas estableció sin rodeos que en algunas regiones del territorio nacional el crimen organizado se ha apoderado del control de instituciones del Estado, comparecieron ante El Capitolio estadunidense los jefes de los comandos Norte y Sur de El Pentágono, generales Charles Jacoby y Douglas Fraser, quienes fueron cuestionados por los senadores sobre supuestos vínculos de terroristas iraníes con los capos mayores de los cárteles mexicanos de la droga, y la versión de que el cártel de Sinaloa y Los zeta están invadiendo Centroamérica para extender su reinado del terror a la cintura de América; temas que encajan convenientemente en el concepto de seguridad hemisférica, puesta bajo el cuidado de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), que la Casa Blanca bushiana obligó a firmar al panista Vicente Fox y refrendó en los hechos Felipe Calderón, quienes quedaron embrocados en el compromiso de seguridad a toda costa y a todo costo, sin la correspondiente “prosperidad”.

El score: 150 mil muertos

Montado el escenario descrito, el general Galván Galván fue convocado a reunirse a fines de marzo con el secretario de la Defensa USA, León E. Panetta, y el ministro canadiense del ramo, Peter Mackey, bajo una orden del día que se resume genéricamente en seguridad hemisférica y defensa de América del Norte. Fue en esta reunión en que Panetta dijo creer que escuchó en voz de militares mexicanos que el crimen organizado ha cobrado 150 mil cabezas, sin precisarse el periodo de la matanza ni si el dato es de la región o sólo de México. (Después, otra fuente mexicana, en otro evento, estableció el número de homicidios en México en más de 28 mil en 2011 -ya incluidas las ejecuciones-, lo que, sumado el sexenio, daría la suma aproximada difundida por Panetta. Es verosímil.)

Lo espeluznante de esa saga es que, días después, el general Galván Galván fue desplazado hacia Chile, donde cubrió una agenda con los altos mandos de las Fuerzas Armadas del país austral, entre las que el Pinochetismo golpista residual emana un fétido aroma. Los contenidos de las conversaciones de Galván Galván con sus homólogos chilenos apenas si se conocieron en México.

Surge el Estado “paralelo”

En el marco de la cartaginesa Cumbre de las Américas tripulada por Barack Obama (el comisario mexicano debiera enterarse de que al moreno seudodemócrata le pisa los talones el republicano Mitt Romney), se divulgaron en México declaraciones del presidente de Perú, Ollanta Humala, sacando a balcón comentarios de Felipe Calderón Hinojosa (quien asistió al encuentro para publicitar un corresponsable Sistema de Integración Centroamericana en materia de seguridad), en los que éste reconocería que el narco está lejos de ser vencido.

Humala lo dijo así: “Algunos jefes de Estado han señalado que el narcotráfico está entrando ya a remplazar en determinados sitios las funciones del Estado, como es el caso y como lo ha señalado el Presidente de México, del tema de la recaudación de impuestos, bueno, estas organizaciones compiten con el Estado en este tipo de cosas…. (Si vale la acotación: Lo único que repercute de la Cumbre es el escándalo provocado por los garañones de la Casa Blanca, ávidos de carne joven tropical. Ese es un vicio añejo practicado por marines invasores del Tercer Mundo.)

Filtración de un encuentro protocolariamente privado, no obstante no se produjo aquí ninguna aclaración o desmentido oficial. No podía haberlo: Horas después, ante el Foro Económico Mundial para la chiquillada, fue el propio Calderón Hinojosa el que confirmó su dicho: Los señores (del narco) llegan a un lugar y disputan el monopolio de la fuerza al Estado. Ellos ponen su fuerza… Existe una inercia sustitutiva del Estado; es decir, es un Estado paralelo. A confesión de parte, relevo de pruebas. O, a declaración no pedida, ni evidencias se requieren.

¿Cómo se explica que la jauría burocrática y sus cajas de resonancia ladraron patrioteramente ante la codificación de Estado fallido que áreas de inteligencia de El Pentágono pusieron en circulación a raíz del nombramiento de Carlos Pascual como embajador de los Estados Unidos en México, y es, finalmente, el mandatario crepuscular el que acuña el código de Estado paralelo a cargo del crimen organizado, sin que los sedicentes líderes de opinión se inmuten?

Y ahora Acosta Chaparro

Hay que implantar mediáticamente la tesis del Estado paralelo para eventualmente usar el espectro como coartada que sirva a fines aún más oscuros. Cuestionar y acaso cancelar, por ejemplo, un proceso de elección constitucional. Ya se intentó en Michoacán, donde la víspera del proceso se pretendió suspender la elección para proclamar un gobernador aceptado de facto por todos los partidos y candidatos. Un ensayo a escala fallido de golpe de Estado. Luego al ganador constitucional se le calificó por la oposición azul como pelele de la delincuencia organizada.

Acosta Chaparro
Acosta Chaparro

A los movimientos populares-estudiantiles se les aplastaba con el argumento de que no podía tolerarse “un Estado dentro del Estado”, según pretensión que se atribuía a las universidades públicas autónomas. Se montaba el teatro de las matanzas, y se boletinaba una vez consumadas éstas: Choque entre grupos antagónicos. Se ha creado estado mediático al supuesto de la narco-insurgencia. A ésta entonces hay que imputarle el asesinato de un general -Mario Arturo Acosta Chaparro Escapite- que, exonerado por los crímenes en la guerra sucia y acusaciones de protección al narco, fue declarado patriota abnegado, restituidos sus galones, y contratado como negociador con los cárteles de la droga por el gobierno que jura no pactar con los criminales, como lo hacían los anteriores. Es la estampa folclórica de La república de los cínicos. ¿Fue tal homicidio una simple venganza o una maquinada provocación “desde lo alto”, auspiciosa… de qué?

Y, hasta después de más de cinco años de guerra perdida, al cuarto para las doce se estima oportuno emitir protocolos para el desempeño de las corporaciones federales encargadas de la represión y la opresión. De esquizofrenia habló en su visita el papa Benedicto XVI. ¿Dónde están las camisas de fuerza?

Nos abruma la desfachatez

Frente al imperativo del Estado constitucional, aun como mera aspiración cívica, no caben disquisiciones retóricas sobre Estado fallido o Estado paralelo. Ambas pseudo-categorías afrentan la situación de los mexicanos que, como ciudadanos, claman por el restablecimiento de la institucionalidad en este periodo crítico de formación de los poderes públicos, que pone en juego la jefatura del Poder Ejecutivo federal, ay, tan erosionada por la desfachatez y la impunidad.

 

Itinerario6
El general en el laberinto

 

En esas estábamos, cuando la República  soberana de Argentina decide expropiar el 51 por ciento de las acciones de capital de la empresa española Repsol-YPF, que exporta las ganancias de la renta petrolera, provoca la  caída de la producción ante un mercado internacional en auge de precios y, como consecuencia, vulnera el superávit comercial argentino. Actuando más que como súbdito de la Corona, como lacayo de las rapaces trasnacionales, Felipe Calderón Hinojosa reacciona con un arrebato injerencista y califica a aquél gobierno del Cono Sur de irresponsable “y muy poco racional”. Es decir: un poco Irracional. Esto es, al margen de la razón.

Y, ¿de qué títulos blasona  Calderón Hinojosa para sentirse autorizado a diagnosticar cuándo un gobierno extranjero es o no racional, por anteponer los intereses de su Nación a los de un expoliador foráneo? Quizá habló de nuevo el subconsciente, movido por el odio azul hacia aquél mexicano que es distinguido todavía con la orden del Gran Expropiador, que pretendió darle a México su segunda Independencia: La económica. El verdadero michoacano Lázaro Cárdenas del Río.

Entra en acción la dupla Madrid-Washington

Una publicación ibérica, de fuertes tufos franquistas, anunció entusiasta en su edición madrileña del 20 de abril, el pacto de los Estados Unidos y España para enfrentar conjuntamente al gobierno argentino presidido por Cristina Fernández, nueva Pasionaria sitiada a dos fuegos: El de la pérfida Albión con el asunto de Las Malvinas, y ahora el de esa alianza que, al menos transitoriamente, sirve al interés electoral de Barack Obama. No se había visto a la diplomacia mexicana en peor trance de entreguismo, línea en la que se inscribe el candidato tricolor, quien ha insertado en su discurso de campaña la desnacionalización de Petróleos Mexicanos, objetivo que hasta su propio facilitador electoral, Carlos Salinas de Gortari mantuvo fuera del alcance de la opinión pública cuando lo negoció en secreto en la firma el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Lopez Portillo
López Portillo

Ningún empresario en sus cinco sentidos pensará en invertir en un país que expropia las inversiones, dijo en Cartagena el michoacano, recordando que Petróleos Mexicanos tiene suscrito en Repsol 10 por ciento del capital, sin compadecerse de que esa ruinosa inversión le está generando pérdidas a México a causa del desplome de las acciones de dicha corporación en las bolsas de valores. Y eso que su gobierno, en “sus cinco sentidos”, autorizó esa fraudulenta inversión larvada por la discrecionalidad y el secretismo de la operación. Por supuesto, Calderón Hinojosa declaró su solidaridad al visitante presidente de gobierno español, Mariano Rajoy, quien llegó a México con el machete desenvainado en una incursión electorera patrocinada por el Partido Popular (PP), que repite la intromisión de su antecesor José María Aznar López, quien hace seis años anduvo por aquí promoviendo votos para el hoy presidente designado.

¿Aznar viene de asno? Es pregunta

Nomás como simple ejercicio memorioso, recuérdese que, mientras que el peninsular Antonio Solá asesoraba a Calderón Hinojosa fabricándole peligros para México (en premio a lo cual el Presidente le allanó su naturalización como “mexicano”), el franquista Aznar López, verdadero “líder moral” del PP, ponía a caballo (de Troya) su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que proclamó un capítulo de su plan bajo el rubro América Latina/ Una agenda de libertad, en cuya elaboración participó el defenestrado jefe nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos.

Aznar López, reclutador de partidos políticos latinoamericanos para su causa (obviamente, entre ellos el PAN), en un discurso a la usanza de la Guerra Fría, se asume  cruzado contra la amenaza de “los enemigos de Occidente”, contra los que invita a “combatir sin tregua”. La alianza antisistema, sostiene el diminuto peninsular, empezó a gestarse de manera espontánea, por coincidencia en los enemigos y en las fobias. Esa aversión es la que aglutina a la izquierda que fracasó en mayo de 1968 y a la que se le vinieron encima los cascotes del Muro de Berlín.

El jefe nato del PP se lanza contra “los intelectuales que alentaron el comunismo y hoy ven con complacencia la pulsión anti-occidental del islamismo jihadista, a los antiglobalizadores altermundistas del más distinto pelaje y a las distintas manifestaciones de indigenismo, populismo y fanatismo religioso”. Es la doctrina, pues, con la que el calderonismo sustituyó el cuerpo ideológico esculpido por los padres fundadores del PAN, y a la que se acoge también Josefina Vázquez Mota, quien se placeó en Madrid al lado de Mariano Rajoy en víspera de las pasadas elecciones españolas.

¿Qué diferencia hace la retórica de Aznar López con la del discurso del neopanismo barbárico en contra de las izquierdas mexicanas en plena sucesión presidencial? Acaso sólo los más de 60 mil muertos generados por la guerra narca, a los que habría que agregar los casi 10 mil que aportó el sexenio de Fox. Apenas un siete por ciento de las que provocó Francisco Franco en su sanguinaria ofensiva contra la República española, y en cuyo homenaje -al generalísimo- se ha levantado en México La República de los cínicos por aquellos que en su momento -como a Benito Mussolini, el hombre que nos envió la Providencia, y Adolfo Hitler-, le escribían angustiadas cartas pidiendo los asistiera para salvarse del “peligro para México”, Lázaro Cárdenas.

Impunidad, divino tesoro

Hemos rescatado tercamente las líneas de la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de septiembre de 2006, en las que los magistrados reconocen que la injerencia de Vicente Fox en la campaña presidencial, al través de sus declaraciones, se constituyó en un riesgo para la validez de los comicios, pero se escapan por peteneras, alegando: “de no haberse debilitado su posible influencia con los actos y circunstancias concurrentes, examinados detenidamente,  podrían haber representado un elemento mayor para considerarlas determinantes para el resultado, de haber concurrido otras irregularidades de importancia que quedaran acreditadas…”. (Más claro: Ni el lodo.)

Con tan magistral exoneración de los magistrados, después del 2006 Fox pudo recorrer impunemente el mundo dictando conferencias sobre democracia, alardeando que él ha sido tan democratizador que ganó dos elecciones presidenciales consecutivas: La propia y la del presidente designado.

El párrafo segundo del artículo 108 de la Constitución mexicana (“De las responsabilidades de los servidores públicos y patrimonial del Estado”), establece que “el Presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común”. ¿Dónde dice la Constitución que el Presidente de la República no puede ser procesado judicialmente por tales transgresiones una vez concluido el periodo de su encargo?

¿No existen en América Latina precedentes que informan que, por ejemplo, Carlos Andrés Pérez (Venezuela), Carlos Collor de Melo (Brasil), Rafael Videla (Argentina), Alberto Fujimori (Perú) o Augusto Pinochet (Chile), etcétera, han sido procesados y en algunos casos sentenciados por delitos cometidos durante su encargo? Pero en México estamos en La República de los cínicos.

 

Peña y Fox
Con la venia del Señor Fox

La perversa y pervertida coartada de la supuesta inmunidad constitucional respecto del presidente de la República, ha sido esgrimida ahora en el Instituto Federal Electoral (IFE) en relación con la transgresión sistemática de la propia Constitución (no sólo en materia electoral) por el presidente designado. Sin asomarse siquiera -¿para qué- a una elemental hipótesis de en qué  consiste la traición a  la patria -¿no cabe en esta categoría punible el delito de lesa democracia?-, el IFE le ha otorgado y refrendado al michoacano licencia para seguir delinquiendo.

El presidente designado confesó paladinamente que dio instrucciones a su consejería jurídica para que revisara por dónde era burlable el ordenamiento que le prohíbe hacer propaganda en campaña presidencial -sobre todo personalizada- en tiempos de veda publicitaria para el gobierno. Para entonces, el presidente designado había remitido cientos de miles de cartas con su rúbrica personal a empadronados del Sistema de Administración Tributaria, con evidente acento electoralmente publicitario. Esto fue causal de denuncia ante el IFE. Pero existe más correspondencia con la firma del presidente designado, por ejemplo, la dirigida como “padre de familia” a las madres que tienen a sus hijos bajo el cuidado del Programa de Estancias infantiles con la misma evidente intencionalidad: Te invito a que hagas de 2012 el mejor año de México. Año, dicho sea de paso, de definitoria elección presidencial. Y los otros miles de cartas corren por cuenta de la Secretaría de Desarrollo Social.

El IFE, con marcadas y honrosas excepciones, concluye que sí, que el presidente designado viola los ordenamientos del IFE, que pueden pasarse por alto habida cuenta la falta de respeto que se tiene a si mismo ese órgano presuntamente autónomo, si no fuera porque viola la Constitución. Pero resuelve que el conspicuo transgresor es intocable dada su investidura. Un consejero tuvo un argumento genial: Es que su firma “es simulada”. Dicho en términos cristianos: El Presidente es un simulador. Nueva medalla al pecho del usurpador. Estamos en La República de los cínicos.

A propósito, ya es hora de que se realice un balance de las resoluciones del IFE y del Tribunal Electoral para saber de qué lado están cargando los dados. Al cabo que sus sentencias (las definitivas) se producen en tiempos diferidos. Como dice el ranchero: Después de conejo ido, pedradas al matorral. Se puede hacer ese balance con dispensa de trámite, sabido como es en qué para el supuesto de la imparcialidad de los consejeros y magistrados. El dato sería más indicativo que los resultados totales de las encuestadoras contratadas por el mejor postor, cuyo negocio tiene como premios plus puestos en el gabinete presidencial del que gane haiga sido como haiga sido, o reclutamientos excelentemente pagados para “asesorías” de campañas presidenciales.

Para ilustrar nuestro optimismo (Carlos Monsiváis dixit) citemos algunas expresiones campañísticas: El IFE asegura que es un honor, con aplaudidoras porras pagadas, aceptar la complicidad ciudadana en la organización de las elecciones. Un partido que propagandeó la generación del cambio y le mataron a su candidato presidencial, emblemático de esa ilusión, ofrece otra vez el cambio. Un candidato presidencial con afeites televisivos dice que México merece estar mejor. De lo que se colige que México está requete bien. Pero en la apuesta por los spots, la otra -la del partido cuyo candidato llegó a Los Pinos ofreciendo  cambio-  dice que lo prefiere en México diferente y un tercero, con el tatuaje de “la maestra”, lo promete más próspero y justo. Ay, credibilidad, cuantos disparates se cometen en tu nombre.

Como lo advertimos en la edición 280 de Voces del Periodista, a la dama de la ya marchita sonrisa botox, Josefina Vázquez -quien valerosamente escapó de las catacumbas machistas azules- le han venido apagando lo mota y la mandan al tercer sitio en las intenciones del voto, por abajo del afamado peligro para México, según dice la Gazeta re-enana. El aspirante de la bíblica y veleidosa Nueva Alianza, que se califica como amenaza para los otros contendientes, se queja de discriminación en foro de la economía tercermundista, y los autodenominados independientes o ciudadanos procuran pactos de resistencia y los anulistas le suben los decibeles a su convocatoria.

Y para rematar, como los adultos andan buscando el escape de la esquizofrenia electorera, el IFE ataca al sector más vulnerable de la familia: Los niños. Les conmina a que digan qué esperan de los candidatos para ver si pueden esperar un futuro, pero los amenaza con que, una vez decantadas, sus demandas les serán entregadas para que las incorporen a sus programas de gobierno. ¿Es que no hay ya plataformas electorales registradas en el propio IFE? ¿A qué meter a los niños en la demencia de los beligerantes? En fin. Vivimos en La República de los cínicos. ¡Qué le vamos a hacer!

En esa República de los cínicos, al concluir el segundo sexenio de la alternancia usufructuada por el PAN, la cifra de muertos de hambre superará los 60 millones de compatriotas, según estadística del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) analizada por investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. En ese sombrío horizonte, los que todavía creen en el Día del Trabajo ambularán el l de mayo por las calles y plazas de México, ¿en espera de qué? ¿De un milagrito guadalupano, como lo recomendaba el primer secretario de Trabajo de la alternancia, Carlos María Abascal Carranza? Dios lo tenga en su santa gloria.


Silabario del
buen candidato

Abjurar: Verbo que conjugan magistralmente los políticos mexicanos una vez electos: Les valen las promesas de campaña. Vicente Fox se declaró arrepentido de haber ofrecido siete por ciento de crecimiento anual de la economía mexicana. Algunos candidatos suelen firmar ante notario compromisos de gobierno, como si no fuera suficiente el juramento constitucional de portarse bien. Por algo será.

Andrajos: Únicas raídas prendas que los tecnoburócratas mexicanos dejaron a las víctimas de su política económica. Desde los años ochenta, el único acceso al “estreno” en las familias es a los tianguis que venden ropa y calzado de “segunda mano”, que ya es de tercer cuerpo sidoso o, en la frontera, a los autos chocolate.

Abril: En el viejo santoral republicano, el día 21 se conmemoraba el asalto armado de los Estados Unidos contra México. El teniente José Azueta es prototipo de héroe frente al acoso gringo. Ahora se rinden banderas ante Washington.

Mayo: Cuando había patriotas, éstos le pegaban en la madre a los zuavos invasores. Ahora, el día 5 se incendian palacios legislativos para que de los fraudes electorales no quede huella. Que no quede huella, que no, que no…

Mayo bis: Entre el Día del Trabajo y el Día del Maestro sólo queda la ignominia cetemista, gordilliana y calderoniana.

Macuarro: Dícese de los integrantes de la secta de Los chuchos del PRD. (En la jerga sinaloense a los chuchos se les conoce como perros). En el amasiato bipartidista se les compara con el mollierano Tartufo de color azul. No confundirlos con los Pitufos, que son de otra especie aparentemente inocente.

Ad hoc: Los jefes de los poderes Ejecutivo y Legislativo fabrican legislaciones auspiciosas, adecuadas a sus perversos fines. Cuando terminan su mandato, se van con el santo y la limosna, Por eso la plebe les grita: ¡Regresa!... Lo que te robaste.

Alienación: Los sedicentes políticos de la nueva era padecen la esclavizante fascinación de las pantallas televisivas en grado de humillación. Se ponen bajo reflectores como antes se sometía a criminales en las ergástulas del servicio secreto.

Alimaña: Animal maldito que encarna en gobernantes que sustituyen al ya clásico chupacabras.

A priori: Los tecnoburócratas creen que el conocimiento está por encima de la sabiduría.

Arrogancia: Los presidentes de la República se sienten predestinados por la Divina Providencia. El Vaticano saludó al fascista Benito Mussolini como hombre providencial.

Feminicidio: resabio de la cultura machista de los mexicanos que se presentó originalmente en Ciudad Juárez y fue tanto el éxito que se importó al Estado de México.

Gaviota: Plumas voladoras que en mi Mazatlán inspiran a los bardos. Hay variedades que sirven para impulsar el mercado agavero pre-presidencial que tanto multiplica el sonoro rugir del cañón laríngeo de Jorge Negrete. Si bien mi paisano Pedro Infante exponía la etiqueta de otro plumífero, el Cuervo Tradicional, tan de mi agrado, en realidad no le entraba a la mexicana alegría.



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