BUHEDERA
GUILLERMO FÁRBER
Contestadora
EL OTRO DÍA LLAMÉ A UN AMIGO. Me respondió este mensaje grabado en la contestadora: Está usted llamando a la casa de Gonzalo. No estoy en casa. Si llama para venderme un seguro de vida, marque 1 y cuelgue. Si llama para empujarme una póliza de gastos médicos mayores, marque 2, espere en la línea diez minutos y luego cuelgue. Si quiere presionarme para que pague lo que debo en tarjetas de crédito, hipoteca, el carro, el predial, el agua o un préstamo personal, marque 3 y escuche una sonora trompetilla que dejé grabada justamente para estos casos. Si lo que quiere es ofrecerme otra tarjeta de crédito, simplemente mándemela bajo su propio riesgo. Si quiere amenazarme o extorsionarme, le pido que no me haga reír: cuando usted va yo ya vengo de regreso. Si se quiere ir a la chingada solito, cuelgue de inmediato. Si quiere que yo lo mande a la chingada personalmente, espere en la línea: me dará mucho gusto complacerlo.
Placebos y nocivos
Conviene recordar que este conocido efecto funciona en ambos sentidos: Algo te puede curar nomás porque crees que puede hacerlo, aunque el supuesto “remedio” sea realmente innocuo… pero también te puede enfermar y hasta matar si tú crees que es mortífero y puede dañarte, aunque sea inofensivo.
Obeliscos
Un queridolector me dice: “La caribeña Caracas tiene un obelisco en un sector llamado Altamira, donde vive gente de clase media alta pá rriba.”
Hierros
Es curiosa esta frase atribuida a la Madre Teresa de Calcuta (1910-1997, nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu, fue una monja católica de origen albanés naturalizada india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950): “Continúa a pesar de que todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.” Y digo que la frase es curiosa porque precisamente una falta crónica de hierro es lo que marca mi organismo desde siempre: llaman a esta variedad “anemia macrocítica”, y me la diagnosticó por primera vez, hace muchos años, ese gran amigo y superior ser humano que es el doctor Florentino Camacho Rivera, que ahora vive en Guasave.
Confesión
Hoy me bañé con aceite… por eso todo se me resbala.
La vida es un regalo
Este imel me recuerda el célebre cuento (ejemplo de ironía cósmica) de aquel sorprendente y sorpresivo personaje que adoptó el pseudónimo de O’Henry, El Regalo de los Reyes Magos (circa 1902). “Había una chica ciega que se odiaba por ser ciega. Odiaba a todos, excepto a su novio amoroso. Él siempre estaba allí para ella. Un día ella le dijo a su novio, "Si sólo pudiera ver el mundo, me casaría contigo." Un día, alguien donó un par de ojos para ella. Cuando por fin retiraron el vendaje de sus ojos, fue capaz de verlo todo, incluyendo a su novio. Él le preguntó: "¿Ahora que ya puedes ver el mundo, ¿quieres casarte conmigo? “ La niña miró a su novio y vio que era ciego. La apariencia de sus párpados cerrados la impresionó. Ella no se lo esperaba así. La idea de mirarlo el resto de su vida así la llevó a negarse a casarse con él. Su novio la dejó en lágrimas y días más tarde escribió una nota a ella diciendo: ‘Cuida bien de tus ojos, mi amor, porque antes de ser tuyos, fueron míos.’ Así es como el cerebro humano trabaja a menudo cuando nuestro estatus cambia. Sólo unos pocos recuerdan cómo era la vida antes, y a quienes siempre estuvieron a su lado en las situaciones más dolorosas. ¡La vida es un regalo! Aprende a valorarla. Cuando los pensamientos deprimentes quieran derribarte, pon una sonrisa y recuerda que estás vivo.”
Este imel me recuerda el célebre cuento (ejemplo de ironía cósmica) de aquel sorprendente y sorpresivo personaje que adoptó el pseudónimo de O’Henry, El Regalo de los Reyes Magos (circa 1902). “Había una chica ciega que se odiaba por ser ciega. Odiaba a todos, excepto a su novio amoroso. Él siempre estaba allí para ella. Un día ella le dijo a su novio, "Si sólo pudiera ver el mundo, me casaría contigo." Un día, alguien donó un par de ojos para ella. Cuando por fin retiraron el vendaje de sus ojos, fue capaz de verlo todo, incluyendo a su novio. Él le preguntó: "¿Ahora que ya puedes ver el mundo, ¿quieres casarte conmigo? “ La niña miró a su novio y vio que era ciego. La apariencia de sus párpados cerrados la impresionó. Ella no se lo esperaba así. La idea de mirarlo el resto de su vida así la llevó a negarse a casarse con él. Su novio la dejó en lágrimas y días más tarde escribió una nota a ella diciendo: ‘Cuida bien de tus ojos, mi amor, porque antes de ser tuyos, fueron míos.’ Así es como el cerebro humano trabaja a menudo cuando nuestro estatus cambia. Sólo unos pocos recuerdan cómo era la vida antes, y a quienes siempre estuvieron a su lado en las situaciones más dolorosas. ¡La vida es un regalo! Aprende a valorarla. Cuando los pensamientos deprimentes quieran derribarte, pon una sonrisa y recuerda que estás vivo.”
Oooooommmmmm
Recuerda meditar todos los días a las 12 del mediodía. Entre todos estamos creando un mundo más armónico, pacífico y generoso. “Al rezar, el hombre habla y Dios escucha; al meditar, Dios habla y el hombre escucha.”
80.04
Si estás haciendo el amor y en plena pasión tu pareja te pide hacer el “80.04”, no te asustes, es el mismo “69” de siempre, pero con el IVA incluido.
O’Henry
Hace unos días mencioné a este inmenso escritor. De veras que es fascinante, tanto en sus cuentos como en su propia y trágica vida. Su verdadero nombre era William Sydney Porter. Nació en 1862, hijo de un doctor y de una mujer que murió cuando él tenía 3 años. O’Henry murió de cirrosis alcohólica del hígado en 1910. Fue un prolífico autor, sobre todo de cuentos (más de 600) y poemas, que versaban sobre la vida de gente normal, especialmente de neoyorkinos. Fue un maestro de los finales sorpresivos, generalmente preñados de ironía.
O´Henry.
Ávido lector, dejó la escuela a los 15 años y trabajó en una botica y en un rancho. Luego se mudó a Texas, donde desempeñó varios empleos, incluyendo el de dependiente de un banco (donde se labró su infortunio). Se casó a los veinte años de edad. En 1884 fundó una revista de humor llamada The Rolling Stone (y yo que creía que el término lo acuñó Bob Dylan casi un siglo después. Cuando la revista fracasó, O’Henry (que todavía no se llamaba así) se reclutó en un periódico de Houston como reportero y columnista. En 1897 fue acusado de malversación de cuando había sido empleado bancario. Huyó a Honduras, pero regresó a estar con su esposa en sus días finales de tuberculosa; fue aprehendido y pasó los siguientes 3 años en prisión, si bien nunca pisó una celda sino que se la pasó en la enfermería gracias a sus conocimientos como farmacéutico. Ahí comenzó a escribir cuentos, para ganar algo de dinero que le ayudara a sobrevivir a su hija. O’Henry salió de prisión en 1901 y adoptó ese pseudónimo. Se mudó a Nueva York y desde diciembre de 1903 hasta enero de 1906 escribió un cuento por semana para el New York World, a la vez que publicaba en otras revistas. Su primer libro, Cabbages And Kings (De Reyes y Repollos), apareció en 1904. Lo siguieron otros nueve libros (y luego tres más, póstumos). O’Henry se volvió a casar, pero no fue feliz y se separó al año; sus años finales fueron ensombrecidos por la soledad, el alcoholismo y la falta de dinero.
Banana republic
Este despectivo calificativo fue inventado por este inmenso escritor durante su estancia de algunos meses en la ciudad de Trujillo, Honduras, en 1896 -en donde se había escondido huyendo del juicio por malversación que eventualmente lo mandaría a prisión- para describir al país en que estaba refugiado. Ese denigratorio epíteto subsecuentemente se volvió genérico para designar a cualquier nación pequeña, inestable y tropical de América Latina. Sorprendentemente, ahora comienza a ser aplicado al mismísimo EU por analistas críticos gringos, que lo ven hundirse en un lento abismo político-económico-social desde hace al menos cuatro décadas (su hilarante jaloneo para elevar al infinito el techo de la deuda para seguir viviendo de prestado, es una prueba más de su triste condición).
Homenaje
Jorge Luis Borges, que lo admiraba profundamente, escribió sobre O’Henry: ‘Edgar Allan Poe había sostenido que todo cuento debe redactarse en función de su desenlace; O. Henry exageró esta doctrina y llegó así al trick story, al relato en cuya línea final acecha una sorpresa.
José Luis Borges.
Tal procedimiento, a la larga, tiene algo de mecánico; O. Henry nos ha dejado, sin embargo, más de una breve y patética obra maestra.”
Virginidad
La madre alterada por la confesión de la hija: “¡¡¡¿¿Cómo que perdiste la virginidad???!!!” “¡Ay, mamá! ¡También dónde la ponen!”
Oooooommmmmm
Recuerda meditar todos los mediodías.
Hueconomía
Hoy viernes a la 1:57 del mediodía pasa por canal 40 mi capsulita de alquimia nigromántica, errrrrrrr, macroeconomía científica. Quizá quieras verla; a veces, a pesar de mis mejores esfuerzos por estar a la altura, se me escapan ideas más o menos útiles y desde luego muy heterodoxas.
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