EXÁMEN MÉXICO ÁLVARO ARAGÓN AYALA
Aborta el complot
contra los generales
MALÉVOLA LA CONSPIRACIÓN: Cuando todo parecía perfecto, “planchado”, despeñó la más perversa operación del pasado sexenio, maquinada en Los Pinos: El complot contra los “generales incómodos”, caída que apresuró una carta, especie de epitafio sexenal, autografiada en las catacumbas del penal del Antiplano, la cual, de concederle valor de plena prueba, hundiría en la cárcel al capo tutti capi Felipe Calderón Hinojosa.
Marisela Morales
La esquela mafiosa revela la existencia de la organización criminal calderonista, la podredumbre en la Procuraduría General de la República y otras instancias de las áreas de “seguridad” pública, cuya credibilidad anda por los suelos, peor o más pésima que la figura afrancesada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, atrapada por la decisión “diplomática” de liberar a la secuestradora Florence Cassez, en lugar de reponer el proceso, que hubiera sido lo más apegado a Derecho, salvo qué se hubiera comprobado que víctimas, autoridades y cómplices se conjuraron para intentar dejarla en prisión.
Una epístola, pues, para la historia penal-criminal del país. Carta que por su contenido reveló el grado de vulnerabilidad en que cayó el Estado mexicano. Misiva difundida a tres días de que Calderón entregó la banda presidencial, rubricada por el narcotraficante Edgar La Barbie Valdez Villarreal, usado como “ariete legal” por la PGR-SEIDO, en una trama en la que sobresalen los rostros de Genaro García Luna, ex titular de la desaparecida Secretaría de Seguridad Pública Federal, y de Marisela Morales Ibánez, ex procuradora General de la República, para destruir al general de DEM Mayor Ángeles Dauahare, y al general de Brigadier DEM Roberto Dawe González, y a otros militares que irritaban al poder presidencial.
Felipe Calderón fue azotado con el pliego carcelario, con la misma vara que flageló a los “generales incómodos” -Leer Calderón ¿narcopresidente? Voces del Periodista 297-, colocando a la PGR y al sistema penal mexicano en un dilema jurídico-penal: Si la acusación contra los militares se sustentó en “declaraciones” de “testigos protegidos”, ocultos o anónimos, y en “acusaciones” del narco Edgar La Barbie Valdez Villarreal; si se le concede valor de plena prueba, ¿por qué no otorgarle el mismo valor a la carta acusatoria contra Felipe Calderón, Genaro García Luna y otros ex funcionarios públicos? Sostener una sentencia acusaciones de criminales, obligaría a la PGR a abrir otra averiguación previa contra Felipe Calderón, Genaro García Luna y otros ex funcionarios señalados a lo largo del sexenio de operar como un ente criminal.
El nuevo gobierno federal decidió, entonces, proteger al ex presidente de la República, y dejar colgado de la cuerda más delgada a Genaro García Luna, a Marisela Morales y a su camarilla mafiosa.
El texto íntegro de la carta entregada el martes 27 de noviembre del 2012 al Grupo Reforma (diarios El Norte, Reforma, Mural) es para horrorizar al país: “Quiero manifestar, en primer lugar, que no me acogí al programa de testigos protegidos. Así mismo niego categóricamente los señalamientos y manifestaciones que refieren los elementos aprehensores respecto a la forma de cómo fue mi detención; y que la verdad de los hechos es la siguiente:
“Mi detención fue el resultado de una persecución política por parte del C. Felipe Calderón Hinojosa, quien instauró un acosamiento en contra de mi persona, por la razón de que el suscrito se negó a formar parte del acuerdo que el señor Calderón Hinojosa deseaba tener con todos los grupos de la delincuencia organizada, para lo cual él personalmente realizó varias juntas para tener pláticas con grupos de delincuencia organizada.
General Tomás Ángeles Dauahare
“Posteriormente se realizaron diversas juntas a través del general Mario Arturo Acosta Chaparro, quien se reunió por órdenes del Presidente y Juan Camilo Mouriño, con dos de los jefes de la familia michoacana. Posteriormente, el general se entrevistó en Matamoros con Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño el Z-40. Tiempo después, Acosta Chaparro y Mouriño se entrevistaron con Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y también se entrevistó con El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.
“Calderón quería el acuerdo con todos los cárteles: cártel de Los Zetas, cártel del Golfo, conmigo, cártel de Juárez, con Vicente, Mayo y Chapo (Cártel de Sinaloa), situación por la cual, al no haber respuesta de mi parte y no querer tener nexos con ninguna de las organizaciones criminales, se instauró en mi contra una persecución aguda, al grado de haberme cateado varios domicilios sin una orden legal para ello y de los cuales me robaron dinero, alhajas, automóviles, así como diversas pertenencias. Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), quien cuando menos desde el año 2002, primero en la AFI y luego en la PFP, me consta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y la delincuencia organizada, al igual que un grupo selecto integrado por Armando Espinosa de Benito, quien trabajaba con la DEA y me pasaba información; Luis Cárdenas Palomino, Edgar Eusebio Millán Gómez, Francisco Javier Garza Palacios (PF Colombia), Igor Labastida Calderón, Facundo Rosas Rosas, Ramón Eduardo Pequeño García y Gerardo Garay Cadena, quienes también forman parte y reciben dinero de la delincuencia organizada y de mí.
“Entre otros ellos tuvieron la encomienda de “detenerme en algún operativo”, cuando en realidad tenían la instrucción de matarme, tan es así que al momento de mi detención la cual se realizó la en el domicilio que salió en los medios de comunicación, y lugar en el que me encontraba solo. Dicen que ese día no se reportaron balazos pero la verdad sí hubo. Un policía federal que fue el mismo que me trasladó a este lugar, en el que actualmente me encuentro, me instaba a que corriera para poderme disparar, y así poder decir que al repeler el ataque me habrían matado al igual que hicieron con Arón Arturo Gines Becerril, a quien mataron en las inmediaciones del Centro Comercial Perisur, a quien los impactos de bala le fueron proporcionados todos por la espalda el mismo día de mi detención. Todo fue tapado por la PF, es de hacer mención que pese a los antecedentes de Genaro García Luna, los cuales se encuentran en diversas causas penales y de los que el gobierno americano ya tiene conocimiento, incluso formaron parte de los temas tocados en la Iniciativa Mérida, y a los cuales yo ya he tenido acceso el más reciente el testimonio del testigo colaborador Mateo (Sergio Villarreal); el presidente Felipe Calderón lo sostiene en su cargo sin que se ejerza acción penal en su contra.
“Como dato alterno habrá de hacerse notar que en cuantas detenciones realiza la Policía Federal, no se decomisa nada, todo se pierde (dinero, relojes, vehículos, droga, etc). Sin embargo es menester señalar que tanto el Ejército Mexicano como la Secretaría de Marina son más honestos, detienen a quien es, y lo ponen a disposición con lo que detienen. Yo pude haber hecho lo que haya hecho pero ellos, los funcionarios públicos que menciono, también son parte de la estructura criminal de este país. EDGAR VALDEZ VILLARREAL”.
Los generales incómodos
Felipe Calderón Hinojosa desquició: Antipatriótico, sujeto a los intereses de la Casa Blanca y al Pentágono, permitió al Tío Sam que abriera en el país centros de espionaje con sofisticadas redes de rastreo y acopio de información político-militar-empresarial, desencadenando la inconformidad de altos mandos en activo y de militares retirados de la Sedena (Leer Herencia maldita del panismo. Plaga de espías estadunidenses. Voces del Periodista 294).
El diagnóstico de analistas en materia de seguridad nacional arrojó como resultado que la provocada guerra contra el narcotráfico, con la línea de la legitimización de su gobierno, fue la coartada para abrir la puerta a todas las agencias de inteligencia estadunidenses, sometiendo a un proceso de desgaste y humillación estructuras claves de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El propio Calderón, sus secretarios de Gobernación, el que fuera director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Jaime Domingo López Buitrón, y el ahora ex titular de la SSPF, Genaro García, fueron los encargados de aportar datos para demonizar y vigilar a los “generales incómodos”, no afines con su política genocida, desclasificando incluso claves de la estructura del Cisen y de inteligencia militar (cables de WikiLeaks 09MEXICO1971, 09MEXICO2134, 09MEXICO3195 y 08MEICO1063, 07MEXICO983. Leer Genaro García Luna, el intocable. Voces del Periodista 297).
La Barbie Valdez
Así, sobre varios militares críticos a su gobierno, Felipe Calderón desató una tenaz cacería. En mayo del 2012 fueron detenidos el general Ángeles Dauahare , cercano al PRI y a Enrique Peña Nieto. De acuerdo a los testimonios de “narco testigos” Jennifer y Mateo (nombres clave del narcoabogado Roberto López Nájera, soplón de la DEA y Sergio Villarreal Barragán, El Grande, testigos de cargo de la PGR), Edgar La Barbie Valdez fue parte de una trama de corrupción en la que habrían de estar involucrados los generales Tomás Ángeles Dauahare, Roberto Dawe González, Ricardo Vargas Escorcia, Rubén Pérez Ramírez, el coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto y el mayor Iván Reyna Muñoz.
Las detenciones ocurrieron mes y medio antes de las elecciones presidenciales, precisamente cuando en la Defensa Nacional empezaban los golpes y jaloneos para definir al sucesor del entonces secretario Guillermo Galván Galván.
Edgar La Barbie Valdez era el principal acusador, de acuerdo a las “testimoniales” de la PGR, en la que la ahora ex procuradora Marisela Morales se desvivía por filtrar los avances del llamado narcoproceso, con saldos negativos para los militares.
Sin embargo, La Barbie afirmó después que agentes y funcionarios de la PGR-SIEDO lo amenazaron para obligarlo a declarar contra los oficiales de alto rango, tambaleando así lo que se conoce como la más perversa conspiración del sexenio calderonista.
En la diligencia del 26 de septiembre del 2012 en el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México, en Almoloya de Juárez, el narcotraficante amplió su declaración y afirmó ante el juez Raúl Valerio Ramírez que el pasado 21 de mayo -días después de la detención de los oficiales del Ejército-, funcionarios de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO, ahora SEIDO) lo visitaron en el penal del Altiplano.
Sostuvo que lo amenazaron para que declarara contra los militares y que le mostraron fotografías para que los identificara. Querían que yo declarara en contra de ellos para ayudar a la SIEDO. Yo les pregunté en qué querían que les ayudara si yo no los conocía. Ellos me indicaron que lo único que yo tenía que decir era que yo los conocía, traían como unas veinte hojas como de oficio y ahí observé el nombre de Roberto López Nájera, con clave Jennifer”, afirmó Valdez Villarreal.
“La primera vez que vinieron les indiqué que tenía que hablar con mi licenciado que estaba en Estados Unidos de América para ver si me convenía o no”, reveló.
Tres días antes de que Felipe Calderón Hinojosa entregara la banda `presidencial, Edgar La Barbie Valdez envió la carta acusando de narco a Felipe Calderón y a miembros de su gabinete.
La “nueva” PGR desnuda el complot
Con la rosa de los vientos apuntando a la conspiración calderonista contra los militares repartidores de críticas y con la carta de Edgar La Barbie acorralada, en una “resolución” sin precedente histórico, el 15 de enero la Procuraduría General de la República reconoció ante el juez federal que no tiene ninguna prueba que confirme las declaraciones de los testigos protegidos que incriminaron al General Tomás Ángeles Dauahare. La revelación de la PGR también fue informada a otros cinco militares que fueron acusados en el mismo caso.
“Por lo que hace al procesado Tomás Ángeles Dauahare, los deposados (las declaraciones) de los testigos protegidos colaboradores no se encuentran corroborados con medio convictivo alguno, salvo el hecho de que el encausado fue servidor público de la Secretaría de la Defensa Nacional, sin que al día de la fecha se cuente con probanza alguna para confirmar los dichos de ‘Jennifer’ y ‘Mateo’”, dice el oficio DGCPPAMDO/707/2013 de la PGR.
Este documento fue entregado al juez tercero de distrito en Procesos Penales Federales de Toluca, Raúl Valerio Ramírez, quien de inmediato lo hizo del conocimiento del General Ángeles y de los otros militares acusados.
El Grande Villarreal
A mediados de febrero la Procuraduría General de la República (PGR) deberá presentar las conclusiones de este caso, en que solicite al juez una penalidad específica por los delitos que se imputan al divisionario.
¿Y la carta de La Barbie? La PGR optó por callar. Por mantenerla lejos de los reflectores ¿Por qué las autoridades no le conceden también valor de prueba a la epístola, tal y como se le otorgaron a la declaración de testigos protegidos, anónimos, ocultos, y a la declaración, forzada, dada bajo amenazas, según La Barbie?
El procurador admitió que la PGR no pudo alcanzar la certeza jurídica, que no logró poseer la firme convicción de estar en posesión de la verdad (Convictivo: Cafferata Nores), más allá de toda duda razonable, para exigir el encarcelamiento de los militares: el complot de Calderón se derrumbó.
La PGR está obligada ahora actuar contra los conspiradores…El epitafio de Calderón lo autobiografió La Barbie. Genaro García Luna sigue sin ser tocado y la ex procuradora Marisela Morales es presa del estrés. En uno de sus artículos, la Ley de Hilados y Tejidos especifica que la cuerda se rompe por lo más delgado
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