La
ingobernabilidad de Michoacán 
 HÉCTOR TENORIO 
  
LA VIOLENCIA Y LA INESTABILIDAD se acentuaron en el estado de Michoacán  después de que los Los Caballeros Templarios apoyaron 
la campaña para la gubernatura de Fausto 
Vallejo, y cuando el priista llegó al poder el crimen organizado  pudo ejercer una mayor presión.     Fausto Vallejo 
 
 DE FORMA TARDÍA, el gobierno federal se dio cuenta de lo
evidente: El gobierno estatal perdió la gobernabilidad en al menos la mitad de
la superficie de la entidad.  
En este contexto, el Ejército
se hizo presente pero no con los resultaron que se esperaban, pues los
militares fueron detenidos y desarmados por la población. Una humillación  más  en
su hoja de servicio. Las autoridades federales olvidaron que los michoacanos
tenían frescas las heridas de los abusos cometidos por los militares bajo el
sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, quien complicó las cosas al emprender una
batalla campal contra el ex gobernador Leonel Godoy, que devastó el territorio
purépecha.  
La ingobernabilidad que
Calderón Hinojosa impulsó desde el 2006 favorece a su hermana Luisa María,
apodada Cocoa, quien busca ser
candidata a gobernadora por segunda ocasión, en el 2015, y podría ser la moneda
de cambio de Enrique Peña Nieto con su antecesor.  
Ante ese panorama, es
previsible que el gobernador interino Jesús Reyna García  termine de hundir la administración que le
encargaron, a pesar que podría llegar a su fin el paro que inició el pasado 22
de abril la
 Coordinadora  Nacional
de Trabajadores de la
 Educación (CNTE).  
La violencia y las
protestas se multiplican. La iniciativa privada le reclama a Reyna García la
nula inversión gubernamental en obras y el desabasto de gas,  que paralizan la actividad económica en el
estado.  
Un  ejemplo claro es la denuncia de  la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasajeros y
Turismo (Canapat), que presentó un balance de las pérdidas de las empresas por
los autobuses quemados: 27 millones de pesos durante los últimos dos y medio
años.  
El ambiente  no puede ser peor,  cuando el Concejo Mayor del gobierno comunal
de Cherán, creado en febrero de 2012, demanda al gobernador interino el
resultado de las investigaciones de 18 
desaparecidos. El gobierno del estado ha hecho caso omiso. Sólo da
muestra de protagonismo político y desinterés real.  
A esto se añade  que el nombramiento de  Reyna García 
es inconstitucional, como bien señala el doctor en derecho Juan J.
Mateos: “El artículo 56 de la Constitución de
Michoacán, señala que en el caso de una emergencia por la falta de gobernador
constitucional, Michoacán no podría nombrar a ningún funcionario federal o
estatal como gobernador provisional, pues las limitaciones impuestas en el
artículo 50 son propias para preparar una elección constitucional y no la
substitución de un gobernador”. Y sin embargo, en el mejor estilo priísta,
extendieron dichas condiciones al caso que nos ocupa.  
Juan J. Mateos remata: “De esta forma, la designación se encuentra
muy limitada a cualquier tipo de funcionario. En el caso del actual, del
nombramiento bien pudiera impugnarse su constitucionalidad con muchas reservas,
pero es necesario que se estudie y en su caso se legisle con mayor claridad la
falta de gobernador en el estado”.  
Reyna García es gobernador
porque logró un acuerdo con los diputados locales afines a Leonel Godoy con la
intención de  beneficiar la
candidatura   a la gubernatura  del diputado Fidel Calderón Torreblanca,  coordinador parlamentario del Partido de la Revolución Democrática
(PRD) en el Congreso estatal.  
Jesús Zambrano,
presidente nacional del Sol Azteca, considera que ese pacto no le favorece.
Ahora busca que el problema se resuelva en el Pacto Por México. Argumenta que
los michoacanos sufren el peor gobierno de su historia debido a la ausencia de
un gobernador y que el crimen organizado se encarga de fustigar y asumir el
vacío de poder.  
Los priistas  tienen razón al señalar que Jesús
Zambrano  carece de autoridad moral que
le permita juzgar cuál ha sido el peor gobierno de Michoacán.  Si el estado está en manos del crimen
organizado es porque los anteriores gobiernos de Víctor Manuel Tinoco
Rubí,  Lázaro Cárdenas Batel y Leonel
Godoy no lo defendieron con la firmeza que se requirió.  
Michoacán necesita una
atención urgente, en que las autoridades asuman su responsabilidad en los tres
órdenes de gobierno. Se  viven momentos
cruciales, por lo que se tienen que dar acciones profundas y no sólo
mediáticas. Claro, sino quieren que se dé la desaparición de poderes en la
entidad. 
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