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Edición 344 | ||||
Escrito por Daniel Estulin | ||||
Martes, 05 de Abril de 2016 18:29 | ||||
ENSAYO PRONUNCIADO por Daniel Estulin ante el Club de Periodistas de México con motivo de su recepción del Premio Internacional de Periodismo, 2016 Damas y Caballeros: NOSOTROS, como civilización, estamos al borde de una guerra termonuclear. La intensificación de las hostilidades en Oriente Medio bajo el embate del Estado Islámico, armado hasta los dientes por el Occidente y sus aliados árabes; el conflicto interminable en Ucrania; el acuerdo del Gobierno español para participar en los escudos antimisiles de defensa de la OTAN, la nueva carrera armamentística - todos estos acontecimientos demuestran que estamos en peligro mortal. En las últimas semanas, el peligro existencial en el que se encuentra la especie humana ha quedado claro para todo aquel con dos dedos de frente. El Cercano y Medio Oriente amenazan con convertirse en los nuevos Balcanes, en el que las alianzas existentes, como las de antes de la Primera Guerra Mundial, llevaron a una conflagración. Lo impensable puede ocurrir: que la Destrucción Mutua Asegurada ya no funciona como un elemento de disuasión, sino como elemento de la destrucción de la raza humana. No en algún momento de un futuro lejano, sino ¡ahora!
Debe quedar absolutamente claro que en la época de las armas termonucleares, la guerra no puede ser un medio de resolución de conflictos, a menos que queramos suicidarnos. La dinámica que está impulsando el peligro de guerra se ve acentuada por la caída acelerada del sistema financiero transatlántico. La infame “expansión cuantitativa” de la liquidez es tan hiperinflacionaria como la compra ilimitada de bonos del Estado a través del Banco Central Europeo propulsada por su Presidente, Mario Draghi. Impresión de dinero hiperinflacionaria, en relación con una austeridad brutal en la tradición de la canciller Brüning -en contra de la población, y con una implicación en la economía real que ya ha tenido un efecto que es el de acortar la vida de millones de personas en Grecia, Italia, España y Portugal, y que amenaza con sumir a Europa en una tormenta de caos social. Por mucho que la élite intente aplazar lo inevitable, no hay manera de que la madre naturaleza económica, en este caso pueda ser derrotada. Los mercados financieros están empezando a desmantelarse -mientras la deuda, la impresión de dinero, y la agitación social y geopolítica va en aumento. El final está más cerca que nunca.
En cuanto a Europa, no puede ser más claro que el experimento con los PIIGS ha sido un gran fracaso —en gran parte, debido a las argucias de Wall Street— pero más allá de los PIIGS, el experimento malogrado de la zona euro, la incorporación de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Banco Central Europeo, y la moneda Euro en sí han fracasado. La moneda Euro decididamente no es lo suficiente "demasiado grande para quebrar"; ya que a diferencia del dólar estadounidense, simplemente existen demasiadas fuerzas políticas compensatorias que no es posible controlar. Europa es un animal mucho más indomable —particularmente a la luz de su situación financiera y su economía horrible (hace cuatro años, era mucho mejor que en la actualidad). En mayo de 2011, después de la reunión del Club Bilderberg en Suiza, escribí: "La zona euro está compuesta por 23 países, cada uno de los cuales tenía su propia moneda, su propio idioma y su propia cultura de siglos antes de la creación del euro en 1999.
“Cuando los tiempos económicos fueron buenos en la década de 2000, las políticas fiscales ruinosas de los PIIGS fueron obviados por los miembros responsables de la comunidad europea como Alemania, Finlandia y los Países Bajos. La obsesión de Alemania, con la creación de un sistema monetario unificado nubló su juicio, lo cual permitió que los PIIGS destrozaran el sistema desde adentro. En consecuencia, el sistema de la zona euro está al borde del colapso.” Palabras proféticas. En cuanto a Grecia —la cuna de la democracia, de las bellas artes, y un sinnúmero de otros beneficios eternos; era simplemente el eslabón más débil de una cadena de eslabones débiles, condenados desde el principio, dada la actual cultura de laxitud económica.
El gobierno griego se arrodilla ante los banqueros de Europa pidiendo clemencia porque sabe que si deja la eurozona, el sistema bancario internacional hará con Grecia lo que hizo en su día al gobierno socialista chileno de Salvador Allende en 1973; será, como cuando Richard Nixon prometió en Chile, "hacer gritar a la economía." Lo que esta pasando en Grecia y como consecuencia en Europa, afecta a todo el planeta. Vivimos en un mundo globalizado e interconectado. Que significa el colapso económico y la caída de Grecia para el resto del mundo? Hoy, el colapso económico castiga duramente a todos los países industrializados del mundo desde Alemania, Bélgica, Dinamarca en el norte, hasta Italia, Grecia, España y Portugal, en el sur. En EE.UU., Detroit, Baltimore, St. Louis –zona de guerra. En todo el planeta, los mercados financieros emergentes están implosionando a la velocidad de la luz.
Lo vemos diariamente
Sin embargo, el aspecto económico es solo una de las cuestiones. Se trata tanto de geografía como de política. Se está creando un nuevo orden en el que la geografía y el dinero demuestran ser las mejores bazas, porque la geografía está determinando la toma de decisiones económicas. Una gran franja de estados de la Unión Europea, que se extiende desde el este de Europa y recorre el Mediterráneo hasta llegar a las tierras celtas, desde lo mas profundo de la Patagonia hasta llegar a Venezuela, desde el Oriente Próximo hasta lo mas profundo de África negra están sumidos ya en una depresión como la de los años treinta o pronto lo estarán. Cada uno de ellos es víctima de imprudentes políticas económicas que les endilgaron las élites comprometidas con el proyecto monetario de Empresa Mundial S.A. El sistema no funciona. Y no puede arreglarse cuando un colapso económico sin precedentes está derrumbando todos los muros entre la humanidad y lo inconcebible. Se están afilando los cuchillos y estamos llegando con rapidez a un punto de no retorno. Si esto dura mucho más, pronto sabremos si Estados Unidos y el resto del mundo vive o muere. Es más, sabremos si la sociedad civilizada es posible o es un sueño inalcanzable. Si no lo es, vendrán los bárbaros que están a las puertas y traerán con ellos sus poderosos anhelos. El problema es que la humanidad no tiene un plan B y ahora es demasiado tarde para elaborar un plan C o un plan D. El progreso es lo que hace surgir la luz de la oscuridad, la civilización del desorden, la prosperidad de la pobreza. Todos estos elementos básicos están siendo puestos en duda y amenazados.
Gastos racionales o presupuestos equilibrados
Se trata de crear naciones de los siervos subyugados, y empobrecidos y una élite voraz de poderosos oligarcas corporativos, respaldados por el aparato de seguridad y de vigilancia más sofisticados de la historia de la humanidad así como una policía militarizada que mata a sus ciudadanos desarmados con un abandono escalofriante. Hoy por hoy, a pesar de tener todos los medios científicos y tecnológicos a nuestro alcance para garantizar las condiciones humanas de vida, hay más de mil millones de personas sometidas al hambre y a la desnutrición, 25.000 niños mueren diariamente de hambre, y casi cuatro mil millones de personas viven en la pobreza y se les niega sus derechos humanos elementales.
Estamos en la encrucijada
Tras todo este reajuste, se está gastando a raudales la riqueza y el capital y, lo que es más importante, este torrente se está desviando entre bastidores. Quienes controlan ese dinero no perciben que su control se disipa conforme desaparecen las naciones-estado. El dinero se rige por sus propias reglas. Por eso colaboran entre sí los terroristas, los gobiernos, los ricos, las empresas internacionales, las mafias, los servicios secretos de inteligencia, los asesinos profesionales y los fundamentalistas religiosos. La pregunta que debemos responder urgentemente es si la especie humana, al enfrentarse a su propia autodestrucción, es lo Para resolver este problema, tenemos que hacer frente a otro, de carácter epistemológico: Debemos repudiar las reliquias de los métodos de pensamiento que están anclados en el sistema oligárquico, entre ellos los métodos deductivo, positivista, empirista, monetarista, o conceptos de proyección estadística lineales que expresan un mal infinito, ya que pertenecen a una visión del mundo que no tiene nada que ver con las leyes del universo físico real, ni con la creatividad de la razón humana.
Tal visión no puede jamás ser el resultado del pensamiento aristotélico, o convertirse en un ‘consenso’ de soluciones para muchas pequeñas cuestiones secundarias, es decir, pensar desde 'abajo', en vez de pensar ‘desde arriba’. Esa es la verdadera definición de la Evolución - pensando desde arriba. Nicolás de Cusa tenía, con su método de coincidentia oppositorum, la coincidencia de los opuestos, que explica que el ‘Uno’ tiene un orden superior de potencia a los ‘Muchos’, y puso la piedra angular sobre la que se construyeron no sólo los principios de la Paz de Westfalia y el derecho internacional, sino también un método universal de la resolución de problemas y conflictos, que sigue siendo válido hoy en día.
Objetivos comunes
Si queremos encontrar una solución a la doble amenaza existencial a la humanidad -el peligro de la guerra termonuclear mundial y de la crisis económica sistémica-, entonces el nuevo paradigma debe poner sus medidas en la cohesión con el orden de la creación. Necesitamos un plan de paz para el siglo XXI, una visión que inspire la imaginación y la esperanza del hombre a la vez.
Este subcontinente tiene un legado común de lengua, y la cultura en que se basa, en sus formas más altas, es en la tradición agustiniana del cristianismo. Durante más de un siglo, ha sido los británicos y sus aliados colonialistas los que han insistido en la estrategia de fragmentar la Patria Grande y de imponer su voluntad a través de negociaciones ‘bilaterales’. La historia de la construcción de la nación nos muestra que hay una serie de pautas universales a seguir para lograr la unidad y el desarrollo de una región. Esas directrices fueron ya plenamente elaboradas hace cien años, pero siguen siendo válidas para la actual situación latinoamericana. Estas directrices incluyen: 1. La integración física de la región a través de la construcción de grandes obras e infraestructuras que, a su vez, aumentan la economía general y la productividad. 2. La reinversión de la riqueza generada por el proceso económico con el fin de maximizar el empleo de la fuerza de trabajo con la mejor tecnología y la productividad posibles. 3. El establecimiento de un sistema de tarifas de protección que garantice el desarrollo de la industria regional para abastecer al máximo las necesidades de la región. 4. La aplicación de un dirección estatal para crear una moneda y un sistema de crédito subordinado a los intereses soberanos de las naciones; es decir, facilitar los tres primeros requisitos y castigar la usura y otras formas de inmoralidad económica.
Los BRICS
Tenemos mucho por que luchar - el sueño de hacer de este continente un "faro de esperanza y un templo de libertad." Ustedes y los que se han levantado para llevar a cabo una misión histórica, necesitan una nación con una misión igualmente elevada, una que esté decidida a cumplir el sueño de grandes visiones de la historia, como por ejemplo, el republicanismo mexicano. Republicanismo mexicano es el producto de los esfuerzos de vuestros Padres Fundadores, hombres extraordinarios que eran grandes filósofos con una profunda comprensión de la primacía moral fundamental de la soberanía nacional. Aun más importante, el republicanismo de México fue el producto de un grupo de líderes heroicos neoplatónicos que estaban comprometidos con la idea de educar y elevar las poblaciones atrasadas con el fin de hacer accesible a esas poblaciones los grandes regalos de la ciencia, la tecnología y la industria. Esta es la verdadera historia de republicanismo mexicano moderno que cuenta entre sus fundadores intelectuales Erasmo de Rotterdam y sus colaboradores - Juan Luis Vives, obispo Vasco de Quiroga, y otros grandes herederos franciscanos a gran Raymond Lull del siglo 13.
Debido a esa metodología, México, hoy en día, puede afirmar que ya ha recorrido el camino del desarrollo que la mayoría de las naciones desarrolladas aspiran al día de hoy. Un modelo para el desarrollo de América Latina existe hoy en día, cuya eficacia ha sido probada; es el modelo mexicano. A menos que las naciones de América Latina sigan y apliquen los principios generales probados por la experiencia mexicana, no habrá desarrollo en esta parte del mundo. Si el Banco Mundial, el FMI, La Fed y sus asociados en el Club de Roma y varios otros organismos de la elite mundial tienen éxito en vender a los gobiernos de América Latina su pernicioso "modelo económico," el camino hacia una mayor desintegración y la desestabilización del Continente será un hecho.
¿Pero no tiene por qué ser así?
El ejemplo moral de liderazgo de los grandes visionarios debe inspirar a la población a través del ejemplo, y si el liderazgo es moral, entonces la población desarrollará de forma automática el tipo de vergüenza para rechazar el mal y buscar la perfección y la auto-perfección. Ahora, nuestra sociedad se ha convertido en una sociedad completamente desvergonzada. Todo va, y eso es un signo de una cultura moribunda. La enfermedad espiritual que se extiende entre los gobernantes se ve de forma palpable cuando el patriotismo real es denigrado; cuando aquellos que se atreven a defender a los objetivos universales son objeto de burla; y cuando un amor platónico a las futuras generaciones se convierte en un frío desdén.
El estadista alemán Leibniz concluyó que, si bien tal cinimo ideológico se llevaría a sí mismo hacia la destrucción, aun más importante, en el proceso, va a forjar una determinación más profunda entre los opositores a esa generación para no hundirse de nuevo en una espiral destructiva. No va a ser fácil, porque el Imperio Británico utilizará todas las herramientas de la subversión a su disposición para destruir nuestras esperanzas de un futuro mejor. Por ejemplo, la guerra y el terrorismo los dos gemelos malvados de nuestro tiempo, son las herramientas de un sistema imperial, un sistema que ha aumentado la brecha entre ricos y pobres de una manera completamente enloquecida, perversa, un sistema que ha creado una situación en la que 85 personas poseen tanta riqueza como la mitad de la humanidad. Ahora, sé que hay mucha gente se pregunta: ¿Qué Imperio Británico? Si dejó de existir hace mucho tiempo. Pero el imperio que ha estado dominando Europa, y de hecho, la situación global desde hace casi 4.000 años, tiene una tendencia a volver a aparecer con un nuevo disfraz, y en esta ocasión, se ha dado otro nombre – la "globalización" y la relación especial anglo-estadounidense. Si ustedes entienden que bajo el nombre de "Imperio Británico", se oculta el complejo sistema de bancos centrales, bancos de inversión, fondos de cobertura, fondos de capital privado, compañías de seguros, la banca en la sombra, entonces ustedes sabrán qué quiero decir con el Imperio Británico: Se trata del sistema financiero que ha sido responsable del cambio de paradigma en los últimos 40-45 años, lejos de la producción de bienes físicos, la llamada economía real y cada vez más centrada en la especulación, en la idea de la maximización del beneficio, y del monetarismo puro. Necesitamos un nuevo paradigma, que rompa por completo con todos los valores de esta globalización, de este imperialismo, de esta oligarquía, de este monetarismo, de este dinero, lujuria, de esta perversión del sistema actual.
Rechazo del actual sistema
El problema de fondo que tenemos que hacer frente hoy en día es la ‘asimetría de valor en el mundo’, que viene de dos sistemas distintos que operan con una lógica diferente y diferentes indicadores: Son totalmente incompatibles. El primer sistema es el monetario transatlántico que está sosteniendo papel mojado que según la elite oligárquica vale miles de billones, y que están dispuestos a matar por ello, como el caso de la batalla de Argentina en contra de los programas de los fondos buitre. Por otro lado, tenemos un sistema emergente, incompatible con el primero, que es la construcción de un mercado basado en el valor real. Y el valor real viene, y se mide por el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo, es decir, a través de la introducción de nuevas tecnologías creadas científicamente, la implementación de procesos productivos que aumentan la densidad de flujo energético a través de la economía física. Esta función del progreso tecnológico y el avance científico, es lo que nos hace humanos. La creatividad es realmente la fuente de valor en una economía, y es la forma en que nuestra esfuerzo para crear el futuro define el valor presente. Con el progreso tecnológico y el avance general en todos los ámbitos de la ciencia, la población mundial ha superado los siete mil millones de personas. Debido a la sinergia, la interacción de las tres grandes revoluciones: cuántica, informática y revolución biotecnológica, hemos aprendido más en los últimos 50 años que en toda la historia humana. En este medio siglo hemos descubierto algunos de los mayores secretos de cosmos, y han avanzado la humanidad hacia un mundo nuevo, respirando fuego nuevo y el espíritu puesto en nuestra comprensión del Universo. Y por el camino, algunas de las ideas han pasado de ser inspiradoras y revolucionarias en su contenido a ser percibidas como parte de la sabiduría convencional. Hoy en día, a través de la genética, la robótica, las tecnologías de la información y la nanotecnología disponemos de los medios para controlar la materia, la energía y la misma vida. Jamás habíamos visto nada parecido, y está suscitando preguntas profundas sobre lo que significa ser un ser humano. La intensa interdisciplinariedad de las revoluciones informática, biotecnológica y cuántica nos dará un poder sin precedentes en el siglo XXI. Este cambio no es fácil de asumir. Y los cambios son siempre dolorosos. Querer rebasar nuestros límites forma parte de nuestra naturaleza. Piensen en ello. Como teníamos frío, dominamos el fuego. Como éramos débiles, inventamos las herramientas. Cada vez que nos encontramos con un obstáculo, usamos la creatividad y el ingenio para superarlo. El ciclo es inevitable. La naturaleza humana es sinónimo de búsqueda de la excelencia y del futuro. Queremos dejar algo para la próxima generación, o la generación siguiente, para mostrarles que estábamos aquí, para enseñarles lo que hicimos con nuestro tiempo en el planeta Tierra. Este es el impulso detrás de las catedrales, las pirámides, o de tantas otras cosas que hemos creado. Cuando hacemos las cosas por Razones Verdaderas, razones que benefician a la humanidad, producimos nuestros mayores logros. La verdadera razón por la que elegimos ir a la Luna, no fue porque fuese fácil, sino porque fue difícil.
Necesitamos una estrategia de desarrollo a gran escala, a partir de las ideas de las Décadas de Desarrollo de las Naciones Unidas de los años 50 y 60, rechazando por completo el cambio de paradigma de los últimos 50 años de una sociedad sin futuro, del mundo de la destrucción de la demanda, del crecimiento cero y la desindustrialización como el camino equivocado. Sin la visión del futuro, el mundo está condenado a desaparecer. Reducción de la población. Crecimiento cero, progreso cero que llevaría al mundo a la desintegración de la economía mundial. Recortes en la productividad, en la infraestructura, recortes en las invenciones y la tecnología, así se fuerza un colapso de la población. Si además se promueve que la gente esté idiotizada y se consigue que no lleguen a ser demasiados, entonces podrán ser controlados por una minoría.
Peligro existencial
Aunque se esté formando una tormenta de nubes negras a nuestro alrededor, miro hacia el futuro y veo motivos para abrigar esperanzas. Estar muy cerca de una montaña majestuosa es una ventaja relativa, ya que al mismo tiempo uno se ve agraciado por la magnanimidad de sus pastos y la generosidad de sus laderas, y aun así uno nunca puede ver dónde está sentado, bajo la sombra de qué grandiosidad, al abrigo de qué seguridad. Sí, hay esperanza. Muchas gracias. More articles by this author
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