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Edición 417 | |||||||
Escrito por Ernesto Salayandía García | |||||||
Miércoles, 09 de Junio de 2021 11:59 | |||||||
Neurótica explosiva, por demás agresiva Ernesto Salayandía García Los jóvenes se ponen bien, con problemas de alcoholismo, drogadicción, codependencia “SOY NEURÓTICA”. Un pleito con mi esposo me causaba mucha irritación, me altero porque las cosas no son como yo quiero, como yo digo, y cuando yo digo, exploto, arde Troya y aviento todo, licuadora, lámparas, vasos, cubiertos, todo vuela en contra de mi víctima, rompes todo, vajillas completas, computadoras, no me importa nada, las pantallas ya las cuido más, pero las televisiones no, no puedo controlar mi ira. Vengo de un hogar disfuncional, mis hermanos me enseñaron a ser neurótica, soy niña adoptada, cuando llego a esa familia, mis padres ya tenían hijos, cinco hijos, cuatro hombres y una mujer, más grandes que yo, llego a los 3 meses de nacida, siento el rechazo de ellos, pero de mi mamá y mi papá no, mi papá dice que cuando llegué a su casa, es como si hubiera adoptado a Dios, le cambió la vida, le subieron el sueldo, mi madre era muy feliz abrazándome, pero mis hermanos no sabían que yo no tenía la culpa, yo era una bebé, nunca los concientizaron, nunca les explicaron bien cómo tenían que tratarme, me decían, eres una recogida, muerta de hambre, vete a la verrrr y tantas agresiones que me decían y mis padres no hacían nada, mi madre me decía, ya te voy a llevar conmigo, porque si te sigo dejando aquí, estos te matan. Fui amarrada en un árbol de moras por mis hermanos, ellos hacían alianzas en mi contra, cierto es que fui muy chiple, y ellos tenían el sartén por el mango, cierto es que al principio doblaba las manos, después vinieron las mías y les di un infierno a los 5, o sea, como yo tenía el cariño de mis padres en la bolsa, el biberón lo dejé bien tarde, el chupón lo dejé hasta muy grande, el dedo lo dejé hasta muy grande, yo sabía muy bien que mis papás estaban a mi favor, mi papá me apodo su estrella y crecí en un ambiente muy neurótico, gritos y golpes, nos aventábamos con cajas de soda, con máquinas de escribir, con cuchillos, un día me ensarté a un hermano, le encajé el cuchillo en la pierna derecha porque me agarró un gajito de naranja y lo que es mío, se respeta.
Heridas que marcaron mi alma Empiezo a enojarme con la vida, siempre deseo una muñeca barbi que nunca tuve y cuando llegó a mis manos, me enojé porque ya no tenía ganas de jugar a las muñecas, me daba mucha envidia ver a mis amiguitas con ropa tan padre y mi papá era mesero, éramos muchos hijos y no tenía para darnos regalos a todos, si él quería hacernos un buen regalo, era una bicicleta para todos, pero no cumplía mis caprichos como una barbi, un brinca brinca, unos trastecitos, tenía que usar unas teguas de suela y llanta, no quería ir a la escuela, me avergonzaba, aparte porque era burra, sentía que tenía ganas de ser feliz, a esa edad, y me molestaba tener que ponerle atención a la escuela, siempre fui muy burra y siempre pasaba de panzazo. La soledad no me abandona Crezco frustrada, toda mi vida he sido una mujer frustrada, nunca me gustó lo que yo traía en mi mente, en mi cuerpo, nunca me acepté y estuve siempre en conflicto, me sentía incomprendida, no podían voltear a verme nadie, si me veían mi ropa mis aretes, yo los agredía. Qué fregados me ves, ¿te modelo? En fin, sumamente agresiva. Yo no tengo amigas porque yo misma las ahuyento con mi actitud, con mi manera de ser con mis enfados, con mi comportamiento, con mi agresividad, con mi manera de alterarme, sufro porque estoy sola.
Durmiendo con el enemigo En nuestra relación de pareja, nos la pasábamos pelando, duramos 15 años juntos y dormía con un desconocido, no teníamos comunicación, lejos de hablar ladrábamos como perros, y se nos presenta la oportunidad de vivir la experiencia de Cuarto y Quinto paso, yo reconozco que yo era la del problema, que ya no me aguantaba ni a mí misma, que ya me veía en el espejo y ni yo misma me soportaba y cuando me sentí por primera vez, ay caray, fue tanta mi impresión que me vi en ese espejo y dije, madre mía, eres un monstruo con lengua de serpiente, yo creo que si hubiera sido actriz, hubiera sido muy buena, rompo record güines en ofender, en agredir a personas, no buscaba al que me la hizo sino a ver con quien me la desquitaba. La vocación de servicio Los planes de Dios era sacar a esa marranita de trochil, me limpió, pero no me gustó, y me regresaba, pero un día, me dio un buen estrujón, bastante fuerte, y me dijo, una guerrera como tú, ya puedes regresarte, ya estás conmigo, ya te chingaste, yo le volví a reclamar, entonces de qué sirve trabajar con mi lengua, de qué sirve trabajar mis miserias, de qué sirve si los demás siguen, y me dijo, los demás pueden, tú no, y siempre que le hacía una reclamación me decía, los demás pueden, tu no, porque quiero jugar en las grandes ligas, o soy guerrera o no lo soy, o me pongo la camiseta o me la quito y me gusta ser guerrera de Dios porque me enseñó a sentirlo, a entenderlo, a entender que no soy madre de un solo hijo, sino de muchos que son mis guerreros, me enseñó a bajarle de huevos, no le bajé tres rayitas, le tuve que bajar diez, me enseñó a amar, me enseñó a aceptar a los demás tal y como son, yo sé que mi lugar allá arriba aún no me lo gano, primero tengo que cuajar aquí.
Un cambio radical de vida En 15 años nunca me di cuenta, un día le encontré un pase de cocaína en la cartera, me asusté, me dijo que era de un amigo, hasta que vivió su experiencia, hasta que se derrotó y se abrió, por eso te digo, 15 años durmiendo con un desconocido, su problema era fuerte, para mí era muy fácil decir, miren mi esposo sí sabe tomar, pero a huevo, andaba bien coco. Mi vida cambió desde hace doce años, mi vida dio un vuelco de 180 grados, yo creo que no sabemos a dónde vamos, si no sabemos de dónde venimos, la experiencia nos enseñó a darnos cuenta de qué somos, a saber mirar hacia la misma dirección, no uno al norte y otro al sur, la experiencia nos abrió otra conciencia y nos dimos cuenta que él escogió mi mano y yo escogí la de él, nos enseñó a ver la fidelidad y nos enseñó a conocer a la persona que vive a mi lado, si realmente es feliz, y si en verdad lo amo, pero no puedo devolver el tiempo hacía atrás, de todo el maltrato que yo le di, pero si quiero ser una reina, tengo que tratarlo igual, si quiero respeto, tengo qué empezar por respetarlo y tratarlo como rey, ya no guardo los mejores cubiertos para el día último del año, ni la ropa, para mí cada día es un día especial, porque estamos juntos, porque él es un hombre muy admirable por aguantarme tanto, no cualquiera lo hubiera hecho, es un hombre de diez.
Jóvenes Guerreros. Gracias por leerme y más por escribirme a: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla 614 2 56 85 20. Sigue la huella. Diálogos al desnudo. https://www.youtube.com/watch?v=8G0wYzD-f2g gracias por compartir.
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