¿Al diablo las Instituciones?
Enrique Pastor Cruz Carranza
“El Estado donde quedan impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo”: Sófocles.
DENTRO DE LOS principales retos y escollos para lograr el éxito planteado dentro de la denominada 4T, se encuentra el combate a la corrupción institucionalizada que, presenta una resistencia granítica y demuestra sus profundas raíces dentro de todos los sectores, es inobjetable pero conforme se adentra a la segunda parte del sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la batalla parece estar siendo perdida, pues ni el entorno responde a las expectativas de la gran revolución anunciada en 2018, después del triunfo arrollador de la sociedad civil a favor del hoy Ejecutivo de la Nación.
Según algunos estudios del fenómeno en el mundo con respecto a México, realizado por El Foro Económico Mundial en 1917, es decir un año antes del proceso histórico electoral del 2018, el factor más problemático para hacer negocios en nuestro país, era la corrupción, seguida por el crimen y la delincuencia Organizada en todas sus vertientes de acción, siendo conclusión para este evento como el principal y mayor obstáculo para el despeje económico de nuestra nación.
Según el Foro ya citado, la corrupción mexicana implicaría pérdidas económicas equivalentes al 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que implica por cada 100 pesos que la economía genera como riqueza en nuestro solar, 10 pesos son destinados a la corrupción, lo que consideramos un calculo realmente muy austero, sabiendo el manejo frenético de la cultura del “moche” ejercido por la formula del PRIAN-PANAL, en los tiempos del gobierno paralelo logrado desde las Cámaras de Diputados y Senadores por personajes tan simbólicos como Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, líderes políticos, con sello de caciques de aldea, destacando por su peculiar cinismo, como los mil usos del neoliberalismo representados por Pedro Joaquín Coldwell o para cerrar el protagonismo, los nunca equiparables Enrique Reza y Emilio Lozoya Austin.
El enorme optimismo por tener un cambio de forma y fondo, cada día se diluye ante las acciones incompresiblemente mediocres y pusilánimes en las instituciones que debieran estar a la altura de las circunstancias, pero que se ahogan en la ineptitud, evidente complacencia y hasta deliberada falta de acción por vanidades agraviadas, complicidades que agravian ante lo inocultable y al final el camino lleno de buenas intenciones, se convierten en la ruta pavimentada de Tartufos, Infiltrados, Vengadores, Revanchistas dándole rienda suelta a sus mediocridades y haciendo chuza contra el proyecto de transformación.
Tecnocracia de la corrupción
Estos elementos acumulados en el abuso de poder, dispendio y tráficos de influencia a partir del arribo de Miguel de la Madrid y el tsunami de tecnócratas y apátridas al poder, habría propiciado el aceleramiento de la perdida de respetabilidad de nuestras instituciones en los tres niveles de gobierno, para consolidar la cultura del pragmático éxito soñado con la filosofía de “el que no tranza no avanza”, para cumplir la sentencia de la máxima frivolidad y nepotismo de José López Portillo al alardear el orgullo de su nepotismo y justificar todos los excesos de su gestión hormonal y sin límites, de que “la corrupción somos todos”.
El malestar de la sociedad se fue incrementando ante los enormes abismo entre esa denominada “minoría rapaz”, capaz de llegar al crimen políticos sin pudor, para frenar cualquier posibilidad de cambiar la ruta de desmantelar el patrimonio nacional, vulnerar la Seguridad Nacional en materia financiera con todos los bancos en poder de extranjeros, privatizar playas, desbastar grandes extensiones de bosques, destruir fauna y flora, sacrificar sectores productivos sustentables, pues el negocios de importar todo por uso inescrupuloso de las instituciones gubernamentales era ser “todos reyes Midas”. En 1988, se cosecharía la respuesta en las urnas y veríamos el grado de operatividad delictiva de la SEGOB para robar la elección y validar el espurio Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, concertado sobre los cadáveres de muchos activistas que, soñaron y perdieron la vida en ese sueño democrático.
Los agravios son historia reciente y las traiciones a la Patria, desgarradoras como el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas de Baja California, el Estado insigne de las denigrantes “CONCERTACESIONES “ a favor del PAN de Carlos Castillo Peraza, Diego Fernández de Ceballos y Luis H. Álvarez entre otros mercaderes de la política , con el mensaje claro de la “nomenclatura” del PRI hankista de estar dispuestos a todo para no perder los dominios obtenidos en los intereses geopolíticos, principalmente sobre la materia energética en electricidad (CFE y Luz y Fuerza) y PEMEX convertido en botín global junto con los faraónicos excedentes peroleros esfumados en los hoyos negros de “paraísos fiscales”, ahora descobijados en “Los Papeles de Panamá” y “Los Papeles de Pandora”.
El catálogo de impunidad —desde arriba para abajo— va en los “acuerdos de aguas” de Ernesto Zedillo, la oportuna muerte en accidente carretero del Senador José Ángel Conchello —nunca aclarado no exigido por los panistas—, similar al tema de Manuel J, Clouthier a pesar de poder haberlo realizado durante los gobiernos de Vicente Fox y del fraudulento Felipe Calderón.
Las elecciones del 2006 fueron un proscenio dantesco de vileza política desde el desafuero en el circo romano legislativo, hasta el colosal fraude, injerencia extranjera directa de la Corona española por conducto del déspota y criminal asociado de lesa humanidad en Irak, para crear caos y terrorismo político con el demente presagio al convertir a AMLO en “un peligro para México”.
El menú es amplísimo, pero a estas alturas, con el poder ciudadano a su favor y los tres poderes casi plenamente alineados al Palacio Nacional, sus hombres y mujeres de mucha lealtad, confianza y acompañamiento en el periplo, están quedando atrapados en la misma ineptitud, han caído en la tentación infernal de la riqueza mal habida y los ejemplos afrentan en las diferentes instituciones que, debieran dar resultados y no ser espejo o superar en muchos casos, la confabulación patética de seguir robando bajo la sombra de que “LEALTAD OBLIGA A PERDONAR TODA INEPTITUD, PILLERIA O BAUSO SUPREMO DE PODER, PUES SE TIENE LA PROTECCION DE YA SABEN QUIÉN”.
Cloaca de bribones
Los ejemplos se dan desde la Fiscalía General de la República (FGR) con un Alejandro Gertz Manero empantanado, en crisis de herencia familiar, vanidad ofendida por no lograr calificaciones de excelencia dentro de CONACYT y los privilegios sin pudor para Emilio Lozoya Austin dañado en su moral culinaria al ser mostrado como ícono de impunidad y privilegios.
En materia de protección ecológica, la SEMARNAT Y PROFEPA se pasan el Decreto Presidencial de no vender playas a particulares y los taladores de bosques en el sureste, se carcajean del programa “Sembrado Vida” mientras con los menonitas arrasan grandes extensiones para el fructífero negocio del Carbón Vegetal.
Si Fidel Velázquez Sánchez y los otros “lobitos”, creadores de la CTM, central de pillos sagrados, se morirían de envidia de la CATEM y su líder ignominioso Pedro Haces haciendo todos los negocios en las obras del Tren Maya, pues alardea ser de la primera línea de afecto Presidencial en Palacio Nacional.
La Secretaria del Trabajo y Previsión Social de Luisa Alcalde ni pinta ni da color ante la urgencia de renovar y llevar a cabo las urgentes elecciones sindicales sin amenazas de muerte de toda esa estructura infecta construida por Carlos Romero Deschamps, siendo señalada en muchos análisis políticos con conflictos de intereses profesionales en materia laboral y otros temas —muy lamentables de ser ciertos— que requieren atención especializada.
PEMEX sigue siendo la cloaca de todas las bribonadas, en materia de asignación de contratos directos, falta de rendición de cuentas y privilegios que todos los ex directores —hoy flamantes petroleros globales— pudieron construir en los mejores tiempos de OCENAOGRAFÍA de Amado Yáñez y toda esa Mafia Petrolera consolidada desde “la pareja presidencial” del 2000 y sus hijos comisionistas de todo, hasta la llegada de Juan Camilo y el Grupo Energético del Sureste , para depredar la “administración de la Abundancia” y patrocinar elecciones fraudulentos en toda la nación, quedando a la orilla de imponer al tercer lacayo de sus interés gallegos con José Antonio Meade disfrazado de priista.
Sería necesario más espacio para abordar la materia de excedentes petroleros, Pemex Internacional, huachicol institucionalizado y tantas instituciones que aún no responden al proyecto de dignificar el servicio público.
Existe la supuesta estructura para combatir la corrupción integrados por la Secretaria de la Función Pública, la Auditoria Superior de la Federación, el Instituto Nacional de Transparencia, la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP y en los tres niveles de gobierno contralorías y burocracia sin efectos reales.
Seria lamentable ante el crimen, la inseguridad e impunidad para seguir robando al pueblo su patrimonio y esperanza, la Sociedad Civil deba mandar al diablo a nuestras instituciones y despertemos al “México Bronco” como lo pronosticó Don Jesús Reyes Heroles.
¿Al diablo las Instituciones?
Enrique Pastor Cruz Carranza
“El Estado donde quedan impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo”: Sófocles.
DENTRO DE LOS principales retos y escollos para lograr el éxito planteado dentro de la denominada 4T, se encuentra el combate a la corrupción institucionalizada que, presenta una resistencia granítica y demuestra sus profundas raíces dentro de todos los sectores, es inobjetable pero conforme se adentra a la segunda parte del sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la batalla parece estar siendo perdida, pues ni el entorno responde a las expectativas de la gran revolución anunciada en 2018, después del triunfo arrollador de la sociedad civil a favor del hoy Ejecutivo de la Nación.
Según algunos estudios del fenómeno en el mundo con respecto a México, realizado por El Foro Económico Mundial en 1917, es decir un año antes del proceso histórico electoral del 2018, el factor más problemático para hacer negocios en nuestro país, era la corrupción, seguida por el crimen y la delincuencia Organizada en todas sus vertientes de acción, siendo conclusión para este evento como el principal y mayor obstáculo para el despeje económico de nuestra nación.
Según el Foro ya citado, la corrupción mexicana implicaría pérdidas económicas equivalentes al 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que implica por cada 100 pesos que la economía genera como riqueza en nuestro solar, 10 pesos son destinados a la corrupción, lo que consideramos un calculo realmente muy austero, sabiendo el manejo frenético de la cultura del “moche” ejercido por la formula del PRIAN-PANAL, en los tiempos del gobierno paralelo logrado desde las Cámaras de Diputados y Senadores por personajes tan simbólicos como Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, líderes políticos, con sello de caciques de aldea, destacando por su peculiar cinismo, como los mil usos del neoliberalismo representados por Pedro Joaquín Coldwell o para cerrar el protagonismo, los nunca equiparables Enrique Reza y Emilio Lozoya Austin.
El enorme optimismo por tener un cambio de forma y fondo, cada día se diluye ante las acciones incompresiblemente mediocres y pusilánimes en las instituciones que debieran estar a la altura de las circunstancias, pero que se ahogan en la ineptitud, evidente complacencia y hasta deliberada falta de acción por vanidades agraviadas, complicidades que agravian ante lo inocultable y al final el camino lleno de buenas intenciones, se convierten en la ruta pavimentada de Tartufos, Infiltrados, Vengadores, Revanchistas dándole rienda suelta a sus mediocridades y haciendo chuza contra el proyecto de transformación.
Tecnocracia de la corrupción
Estos elementos acumulados en el abuso de poder, dispendio y tráficos de influencia a partir del arribo de Miguel de la Madrid y el tsunami de tecnócratas y apátridas al poder, habría propiciado el aceleramiento de la perdida de respetabilidad de nuestras instituciones en los tres niveles de gobierno, para consolidar la cultura del pragmático éxito soñado con la filosofía de “el que no tranza no avanza”, para cumplir la sentencia de la máxima frivolidad y nepotismo de José López Portillo al alardear el orgullo de su nepotismo y justificar todos los excesos de su gestión hormonal y sin límites, de que “la corrupción somos todos”.
El malestar de la sociedad se fue incrementando ante los enormes abismo entre esa denominada “minoría rapaz”, capaz de llegar al crimen políticos sin pudor, para frenar cualquier posibilidad de cambiar la ruta de desmantelar el patrimonio nacional, vulnerar la Seguridad Nacional en materia financiera con todos los bancos en poder de extranjeros, privatizar playas, desbastar grandes extensiones de bosques, destruir fauna y flora, sacrificar sectores productivos sustentables, pues el negocios de importar todo por uso inescrupuloso de las instituciones gubernamentales era ser “todos reyes Midas”. En 1988, se cosecharía la respuesta en las urnas y veríamos el grado de operatividad delictiva de la SEGOB para robar la elección y validar el espurio Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, concertado sobre los cadáveres de muchos activistas que, soñaron y perdieron la vida en ese sueño democrático.
Los agravios son historia reciente y las traiciones a la Patria, desgarradoras como el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas de Baja California, el Estado insigne de las denigrantes “CONCERTACESIONES “ a favor del PAN de Carlos Castillo Peraza, Diego Fernández de Ceballos y Luis H. Álvarez entre otros mercaderes de la política , con el mensaje claro de la “nomenclatura” del PRI hankista de estar dispuestos a todo para no perder los dominios obtenidos en los intereses geopolíticos, principalmente sobre la materia energética en electricidad (CFE y Luz y Fuerza) y PEMEX convertido en botín global junto con los faraónicos excedentes peroleros esfumados en los hoyos negros de “paraísos fiscales”, ahora descobijados en “Los Papeles de Panamá” y “Los Papeles de Pandora”.
El catálogo de impunidad —desde arriba para abajo— va en los “acuerdos de aguas” de Ernesto Zedillo, la oportuna muerte en accidente carretero del Senador José Ángel Conchello —nunca aclarado no exigido por los panistas—, similar al tema de Manuel J, Clouthier a pesar de poder haberlo realizado durante los gobiernos de Vicente Fox y del fraudulento Felipe Calderón.
Las elecciones del 2006 fueron un proscenio dantesco de vileza política desde el desafuero en el circo romano legislativo, hasta el colosal fraude, injerencia extranjera directa de la Corona española por conducto del déspota y criminal asociado de lesa humanidad en Irak, para crear caos y terrorismo político con el demente presagio al convertir a AMLO en “un peligro para México”.
El menú es amplísimo, pero a estas alturas, con el poder ciudadano a su favor y los tres poderes casi plenamente alineados al Palacio Nacional, sus hombres y mujeres de mucha lealtad, confianza y acompañamiento en el periplo, están quedando atrapados en la misma ineptitud, han caído en la tentación infernal de la riqueza mal habida y los ejemplos afrentan en las diferentes instituciones que, debieran dar resultados y no ser espejo o superar en muchos casos, la confabulación patética de seguir robando bajo la sombra de que “LEALTAD OBLIGA A PERDONAR TODA INEPTITUD, PILLERIA O BAUSO SUPREMO DE PODER, PUES SE TIENE LA PROTECCION DE YA SABEN QUIÉN”.
Cloaca de bribones
Los ejemplos se dan desde la Fiscalía General de la República (FGR) con un Alejandro Gertz Manero empantanado, en crisis de herencia familiar, vanidad ofendida por no lograr calificaciones de excelencia dentro de CONACYT y los privilegios sin pudor para Emilio Lozoya Austin dañado en su moral culinaria al ser mostrado como ícono de impunidad y privilegios.
En materia de protección ecológica, la SEMARNAT Y PROFEPA se pasan el Decreto Presidencial de no vender playas a particulares y los taladores de bosques en el sureste, se carcajean del programa “Sembrado Vida” mientras con los menonitas arrasan grandes extensiones para el fructífero negocio del Carbón Vegetal.
Si Fidel Velázquez Sánchez y los otros “lobitos”, creadores de la CTM, central de pillos sagrados, se morirían de envidia de la CATEM y su líder ignominioso Pedro Haces haciendo todos los negocios en las obras del Tren Maya, pues alardea ser de la primera línea de afecto Presidencial en Palacio Nacional.
La Secretaria del Trabajo y Previsión Social de Luisa Alcalde ni pinta ni da color ante la urgencia de renovar y llevar a cabo las urgentes elecciones sindicales sin amenazas de muerte de toda esa estructura infecta construida por Carlos Romero Deschamps, siendo señalada en muchos análisis políticos con conflictos de intereses profesionales en materia laboral y otros temas —muy lamentables de ser ciertos— que requieren atención especializada.
PEMEX sigue siendo la cloaca de todas las bribonadas, en materia de asignación de contratos directos, falta de rendición de cuentas y privilegios que todos los ex directores —hoy flamantes petroleros globales— pudieron construir en los mejores tiempos de OCENAOGRAFÍA de Amado Yáñez y toda esa Mafia Petrolera consolidada desde “la pareja presidencial” del 2000 y sus hijos comisionistas de todo, hasta la llegada de Juan Camilo y el Grupo Energético del Sureste , para depredar la “administración de la Abundancia” y patrocinar elecciones fraudulentos en toda la nación, quedando a la orilla de imponer al tercer lacayo de sus interés gallegos con José Antonio Meade disfrazado de priista.
Sería necesario más espacio para abordar la materia de excedentes petroleros, Pemex Internacional, huachicol institucionalizado y tantas instituciones que aún no responden al proyecto de dignificar el servicio público.
Existe la supuesta estructura para combatir la corrupción integrados por la Secretaria de la Función Pública, la Auditoria Superior de la Federación, el Instituto Nacional de Transparencia, la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP y en los tres niveles de gobierno contralorías y burocracia sin efectos reales.
Seria lamentable ante el crimen, la inseguridad e impunidad para seguir robando al pueblo su patrimonio y esperanza, la Sociedad Civil deba mandar al diablo a nuestras instituciones y despertemos al “México Bronco” como lo pronosticó Don Jesús Reyes Heroles.
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