Manolo Arango catapulta la música mexicana
Por ENRIQUE CASTILLO- PESADO
Uno de nuestros insignes empresarios y ganador de dos Oscares de la Academia de Hollywood (por su documental Centinelas del Silencio), Manuel Arango, ha incursionado en diversos sectores del mundo empresarial y la filantropía. Apunta que “para poder construir un México mejor necesita haber un trabajo en conjunto”. Por ende, cuando organiza un evento de tintes nacionales e internacionales –junto con su esposa Marie Therese Hermand de Arango--, hay que reconocerle su talento, verticalidad y valentía para decir las cosas.
La otra noche en el Lunario del Auditorio Nacional, Arango junto con De la Mora y el mariachi Vargas de Tecalitlán, redondearon un brevísimo evento en el que rememoraron la figura del inolvidable compositor Rubén Fuentes. Asistieron 200 personas. Arango la hizo de conductor y, por otro lado, también escuchamos las observaciones de De la Mora. Ambos comentaron que “si queremos un México en el que todos estemos orgullosos de vivir y sentirnos mexicanos, lo tenemos que hacer es trabajar unidos y ser positivos”. Y concuerdo con ellos en que “no podemos tener un México hecho por un partido o un gobierno; tiene que ser un país hecho por empresarios, sociedad civil y por los gobiernos. Todos unidos en grandes alianzas. Cada quien haciendo lo que sabe hacer y todos buscando lo que queremos que sea la verdadera nación en la que queremos vivir”.
Antes de entrar de lleno a la crónica de lo sucedido en el Lunario, felicito a María Cristina García Zepeda (directora del Auditorio) por apoyar eventos relacionados con la filantropía y el mundo empresarial. García Zepeda aplaude el trabajo filantrópico de un personaje como Manuel Arango (presidente honorario del CEMEFI) a quien le fascina estar “tras bambalinas”. Y claro: después de haber sembrado un productivo camino en los negocios, Arango enfocó sus esfuerzos a causas altruistas. Actualmente también es fundador y presidente de la Fundación Xochitla y la Fundación Mexicana para la Educación Ambiental. Recuerdo que Felipe Calderón Hinojosa dijo: “La filantropía fortalece nuestra fe en la humanidad, por tanto convierte a México en un país mejor, más próspero, unido y más humano”.
Y ahora hablaré de la actuación de Fernando de la Mora, una de las figuras mexicanas más sobresalientes del llamado bel-canto. Esa noche, su presencia escénica, su calidad de voz y los altos registros que alcanzó, interpretando boleros y rancheras (gusto mucho la melodía Un beso tuyo), llenaron el foro de magia, demostrando el por qué su profesionalismo lo ha llevado a convertirse en uno de los mejores intérpretes de la ópera a nivel mundial.
De la Mora estudió canto con Leticia Velásquez de Buen Abad, Rosa Rimoch y Emilio Pérez Casas; debutó en 1986 en el Palacio de Bellas Artes, interpretando el papel de Borsa, en la ópera Rigoletto. Ha realizado 27 producciones discográficas que abarcan un extenso repertorio entre ópera, música clásica, canciones populares mexicanas y latinoamericanas, así como canciones con el Mariachi Vargas de Tecalitlán. Al hablar de Rubén Fuentes, De la Mora confesó que “sin lugar a dudas es uno de los más destacados compositores mexicanos de las ultimas cinco décadas; su creatividad artística como compositor, arreglista y productor, marcaron la vanguardia de la canción vernácula. Se integró al Mariachi Vargas de Tecalitlán en la Ciudad de México, en 1944, primero como ejecutante, luego como productor y arreglista”. Sí, Rubén Fuentes vistió de gala la música mexicana, “¡para recorrer el mundo!”
Y el mencionado mariachi es una agrupación de música ranchera creada en 1897 por el maestro Gaspar Vargas. La dirección musical del grupo está a cargo de don José "Pepe”" Martínez. La agrupación está conformada por dos arpas, una vihuela, una guitarra, un guitarrón, dos trompetas y seis violines, y en el mundo son conocidos con el título de El mejor Mariachi del Mundo, nombre que el propio maestro Fuentes, como director artístico de RCA, sugirió para estos músicos.
Vi entre los invitados a Jacobo y Sarita Zabludosvky; Alejandro Gertz Manero y Paty Barrios Gómez; Pedro Torres y Edith González; Carlos Ramos Cárdenas y Guadalupe Artigas; César Costa y Gilda Roel; Ninfa Sada, Guadalupe Pineda, los Beckman, los Landucci, los Sánchez—Navarro, los Serrano, y muchos más. Y hasta la próxima, ¡abur¡
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