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México infestó
a Centroamérica
HÉCTOR TENORIO
El sueño de Bolívar fue ver el continente Americano como una sola nación; ahora lo está, pero en otro sentido al que soñó el libertador. La presencia del narcotráfico se ha convertido en una amenaza contra la gobernabilidad de la región.
Colombia, México, Panamá, Honduras y Guatemala son países infestados por este fenómeno y están interconectados entre si. A finales del 2007, la banda de Los Zetas extendió su dominio a Guatemala, los habitantes de Cobán, comenzaron a ver foráneos pasear en carros de gran lujo, con guardaespaldas y armas de grueso calibre. La estrategia del grupo criminal, fue acaparar el mercado, no sólo para transportarla hacia México, sino para llenar a Guatemala con droga, y así tener un fondo de reserva.
Los narcos ubicaron su base de operaciones en el Departamento de Alta Verapaz, desde donde dirigen y controlan el paso de grandes cantidades de cocaína por los departamentos de Izabal, Zacapa, Escuintla, Chiquimula y Petén.
No obstante de su gran poder, el 9 de abril del 2008 la Policía Nacional Civil (PNC) capturó a su líder, Daniel Pérez Rojas, alias El Cachetes, quien fuera el jefe de escoltas del líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, e identificado además como uno de los fundadores de Los Zetas. Esto no frenó a este grupo de delincuentes, ya que el 84 por ciento de los cargamentos de cocaína con destino a los Estados Unidos, cruzaron a través de América Central en el 2010.
En diciembre de ese año el presidente guatemalteco Álvaro Colom, decretó el estado de sitio en el Departamento de Alta Verapaz para detener la violencia. Ahora lo vuelve hacer en Petén, donde por un mes las autoridades podrán intervenir o disolver cualquier organización, entidad o asociación, y se podrá dictar ordenar sin necesidad de orden judicial la detención de cualquier persona sospechosa. Sin duda la matanza de 27 labriegos atribuida a “Los Zetas”, el pasado 15 de mayo, ha puesto en peligro el orden constitucional y la seguridad del Estado guatemalteco.
Por lo pronto, dos hombres son los más buscados: uno es Flavio Méndez Santiago, el supuesto Z200, que con esa firma reivindicó la masacre de los jornaleros. El “Z 200” o también conocido como “El Amarillo”, quien encabeza la organización es también responsable de la ejecución de migrantes en México. Las autoridades mexicanas en varias oportunidades lo han capturado, pero sus compañeros lo han liberado.
El segundo hombre más buscado es Rudy Ottoniel Salguero, propietario de la finca y patrón de las víctimas, quien supuestamente es perseguido por los asesinos, y sobre quien pesan sospechas de narcotráfico. Una tensa calma se vive en el Departamento de Petén, hay una enorme movilización de efectivos policiales y militares. Pocos comercios están abiertos, las clases están suspendidas. La actividad del transporte también registra escasos flujos y el tema que está en boca de todos es el miedo a morir. La derecha aprovecha las circunstancias exige al presidente que saque al ejército a las calles de toda Guatemala a combatir al narcotráfico. Lo acusan de no saber defender a su país. Bueno ahora proponen la lucha en las calles y si mañana deriva en una guerra contra México, ¿Qué haremos?
En un paralelismo sobre lo que significa la amenaza que representa el narco a los gobiernos, en Michoacán, la población de Cherán, se levantó para presionar al gobierno federal y al estatal obligándolos a frenar el crimen organizado. El gobierno del estado rechazó que exista un estado de excepción. Por su parte, en la comunidad hay voces que no están conformes. Mientras que Militares, Policía Federal, Policía Ministerial y Policía estatal Preventiva, tratan de combatir a ese fantasma que recorre America. Que no es otro que el del hambre y la pobreza.
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