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Estados Unidos agrede
militarmente a México
ROBERTO BADILLO MARTÍNEZ
La aplicación a fondo de la Iniciativa Mérida (que empezó en Estados Unidos como Plan México a imitación del Plan Colombia), que se lleva a cabo en la fase final del gobierno del presidente Felipe Calderón, me permite decir que se cumplen mis pronósticos hechos en septiembre del 2008, a la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, de que México no era país que necesitara una política parecida a la aplicada en Colombia, para afrontar los problemas del narcotráfico y el crimen organizado.
Al través de estos tres años, he sostenido en el programa de radio de Jorge Santa Cruz, y en otros medios, que de aplicarse la Iniciativa Mérida, esta no iba a resolver los problemas de violencia en nuestro país. Para ello, hay que tomar en cuenta que Estados Unidos no ayuda a estabilizar países; sino todo lo contrario: va directamente a la desestabilización, más, si al país al que ayuda tiene petróleo, como es el caso de México.
Estados Unidos usa la propaganda en su interior y en el mundo para torcer de tal manera la información, que hace aparecer lo negro, blanco y otros colores los transforma a la coloración que les quiere dar. Así es el caso de Colombia, que a fechas que, a junio del 2011, tiene el doble de muertes violentas que México y que, sin embargo, dicha propaganda presenta como un éxito el mentado Plan Colombia, tanto por funcionarios del gobierno (anterior y el actual) como por ingenuos funcionarios mexicanos, que desde el principio del gobierno de Calderón han ido a Colombia e invitado a miembros del gobierno, diciendo que el mentado Plan Colombia es un éxito.
Falso. Y es que se parte de concepciones estratégicas y geopolíticas falsas, y si así comienza, se termina destrozando al país y a su pueblo, como ya sucede en sólo cuatro años (septiembre de 2008) en que se comenzó la discusión en los dos países de la iniciativa llamada ahora Mérida. En efecto, los 40 mil muertos y aumentando día a día, así lo dicen. Estados unidos no ayuda a estabilizar países. Asiste a la desestabilización; ayuda a la división del pueblo que dice ayudar; ayuda a destrozar países o regiones que se dejan. Ejemplo: La Península de los Balcanes, donde en coalición con su brazo armado europeo, la OTAN, asesinan a decenas de miles de personas, estableciendo “republiquitas” o minipaíses en donde de inmediato se establecen por los siglos de los siglos bases militares norteamericanas.
Parte de esa agresión también es el alto consumo de estupefacientes en los Estados Unidos, con más de 25 millones de consumidores hasta el mes de abril de 2009, según datos del propio gobierno norteamericano, y el envío, mediante venta clandestina y deliberada (operación Rápido y furioso), de armas a nuestro país. Casi 165 mil armas aseguradas por el Ejercito y Fuerza Aérea mexicanos hasta el mes de abril del 2011, según datos de la Secretaria de la Defensa Nacional; el 80 por ciento proveniente de los Estados Unidos, país que envía deliberadamente armas a otro país, (Obama no puede decir que él no sabía; eso es tonto y ridículo); es un país agresor.
Estados Unidos agrede también a México al no hacer su trabajo al otro lado de la frontera, adonde llega la droga y no es entregada a marcianos, sino a ciudadanos de su país. Corrupción y abierta vista gorda que también es corrupción, permiten lo anterior. Pero, sobre, todo Estados Unidos agrede a México con la presencia de embajadores especialistas en desestabilizar países, como Irán, Afganistán, Yemen, Libia, etcétera (para sólo tomar a los países de esta época) y de sus servicios de información como la DEA, la CIA, el FBI y los pertenecientes al Pentágono; así como con la presencia en oficinas mexicanas como la SIEDO (como lo informo Wikileaks, lo cual no ha sido desmentido) de compañías civiles norteamericanas, pagadas con recursos de la Iniciativa Mérida, para controlar las informaciones sobre el narcotráfico y crimen organizado y “otras informaciones más” con la anuencia, desinterés o ignorancia de funcionarios Mexicanos.
Dividir a un país, es muy simple: Con que los intervencionistas privilegien a alguna o algunas de las fuerzas que combaten al crimen organizado lo logran; dividen así a las fuerzas participantes; lo han hecho en Irak y Afganistán, enfrentado con información verdadera o falsa a las etnias religiosas; en Irak, enfrentando a las etnias religiosas chiitas, sunitas y kurdas, etnias tribales haciéndolas en esa forma luchar encarnizadamente entre ellas, lo cual se ve hasta nuestros días con los atentados que a diario se llevan a cabo en esos países. En México, privilegiando a la Secretaría de Seguridad Publica, que permitió a las agencias de información de Estados Unidos establecerse en una oficina de la ciudad de México, logrando eso por primera vez, en la historia del país, desde 1920 hasta nuestros días, con la anuencia de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
Esa oficina, es una intromisión abierta en la ciudad de México, corazón estratégico del país, e incluye a sus más agresivas agencias de información como son la Agencia Nacional de Seguridad, la CIA, la DEA, el FBI, teniendo como primer objetivo -esto nadie lo debe dudar- el espionaje a dependencias federales mexicanas, como Los Pinos, Defensa, Marina y no incluyo a la Secretaría de Seguridad Pública porque Genaro García Luna, se sabe, le dijo a Chertoff, ex secretario de Seguridad de los Estados Unidos: “Usted tendrá acceso a la información de esta dependencia”. Esta información obtenida de los cables de Wikileaks no desmentidos. Se debería procesar a García Luna por traición a la Patria. Tampoco incluyo a la Secretaría de Relaciones exteriores, porque ahí la ingenuidad y la ignorancia en la conducción en la política exterior mexicana es total y su entrega a la señora Clinton la conocen los Estados Unidos.
Estados Unidos agrede con la Iniciativa Mérida a México, como lo ha hecho en toda la historia del país, y no sólo después de la independencia, sino antes, cuando gobernaba la Corona Española, no cumpliendo los tratados firmados con ese gobierno, como el de 1819. Armas ha traficado y enviado a México desde la época de la independencia, durante la intervención Francesa -favoreciendo a los liberales masones-, durante la Revolución mexicana, favoreciendo a los revolucionarios, y en todos los tiempos favoreciendo a los violentos.
La situación en México es tan grave en la actualidad, mediante la penetración en todos los órdenes con la Iniciativa Mérida, que el próximo paso de los Estados Unidos será la invasión a nuestro país por sus ejércitos, que tienen ya en los estados fronterizos con México a mas de 350 mil soldados de las 4 fuerzas militares listos para invadirnos. Ojalá y no se atrevan. Encontraran su tumba. El Ejercito y Fuerza Aérea Mexicanos en su totalidad y grandes contingentes de marinos mexicanos, desde almirantes hasta soldados, organizarán en ese caso al pueblo de México para su defensa, a pesar de la suciedad de la política mexicana, para resistir y enterrar a los invasores.
La agresión militar, diplomática, gubernamental de sus agencias de información incluyendo las del Pentágono (vuelos de aviones sin piloto) que sufre actualmente nuestro México, permitida por un gobierno disfuncional, torpe y antipatriótico, no será denunciada por el actual gobierno, porque este gobierno la gestionó y la permitió. A esa agresión le debe poner fin el próximo gobierno federal de México. Es increíble la ingenuidad de los diputados mexicanos, pidiendo recientemente en Washington la continuación de la Iniciativa Mérida sean quienes sean los gobernantes de ambos pueblos; me dieron ganas de vomitar cuando vi la noticia en la televisión. El siguiente gobierno mexicano debe renunciar tajante y abiertamente a continuar la aplicación de la Iniciativa Mérida o bien hacerlo con bajo perfil. Lo que elija en este aspecto será aprobado por el pueblo mexicano. La Iniciativa Mérida, intervensionista, militarista y agresora debe terminar.
Si esto no es así, entonces dignos internacionalistas mexicanos, que los hay, con los antecedentes de Isidro Fabela, Manuel Tello, José Gorostiza y Genaro Estrada entre otros distinguidos mexicanos que lograron con inteligencia y patriotismo detener las ansias intervencionistas de Estados Unidos hacia nuestro país, deben plantear ante las instancias internacionales de justicia lo que un gobierno entreguista no hace: Llamarles agresiones a las intervenciones de Estados Unidos derivadas de la Iniciativa Mérida y pedir el fin de la misma y llevar a los Estados Unidos ante la justicia internacional. No es fácil, pero con determinación y patriotismo, todo se puede; de lo contrario, la desintegración territorial de México es posible.
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