EL PROCURADOR DE MORELOS DUERME CON EL ENEMIGO
Seguridad pública y procuración de justicia
en manos de una favorita de Graco Ramírez
No cesan secuestros y homicidios en el estado
JESÚS CASTILLO GARCÍA
EL GOBERNADOR DE MORELOS Graco Ramírez Garrido Abreu, no sólo tiene un grave problema de inseguridad pública que amenaza con rebasarlo, sino también un total desorden en la Procuraduría General de Justicia del estado, a la que asiste un procurador nominal designado por el Congreso local a principios de 2012 -Rodrigo Dorantes Salgado-, pero que quien hace y deshace es la subprocuradora Nora Rebeca Velázquez Romero, quien a su vez le rinde cuentas a la secretaria de Seguridad Pública, Alicia Vázquez Luna, funcionaria que se siente tan empoderada que pretende mantener a las dos dependencias bajo su mando.
Alicia Vázquez Luna
Manejar dos corporaciones al mismo tiempo no sería tan malo, si la señora Vázquez Luna pudiera garantizar a los ciudadanos seguridad pública y una eficiente procuración de justicia, pero la realidad que los morelenses están denunciando a gritos es que las ejecuciones y los secuestros no cesan, y en la Procuraduría la justicia se vende al mejor postor.
Una muestra de esto último es lo que denunciaron vecinos del fraccionamiento Granjas Mérida, ubicado en el municipio de Temixco. Ellos interpusieron una denuncia por despojo en contra de un grupo de personas que se ostentan como dirigentes de la Asociación de Condóminos, pero en lugar de aplicar la ley, la subprocuradora Velázquez Romero y la fiscal especial contra delitos patrimoniales, Irma Nayeli Hernández Mora, hicieron todo lo necesario para emitir un auto de no ejercicio de la acción penal, garantizando así impunidad al grupo imputado.
Inexplicablemente, el expediente o carpeta de investigación fue sustraído del Ministerio Público de Temixco y llevado a la Fiscalía contra Delitos Patrimoniales, en el sector central de la Procuraduría, donde lo mantuvieron escondido hasta que la resolución favorable a los denunciados fue descubierta.
Incluso, uno de los abogados de los denunciantes se entrevistó con la mencionada fiscal, explicándole su intención de conocer los avances en la averiguación, recibiendo en respuesta un “véngase la próxima semana y lo analizamos”, cuando en realidad se estaba firmando ya el no ejercicio de la acción penal.
Graco Ramírez con el embajador Anthony Wayne
De esta manera, cuando los vecinos pidieron hablar con el procurador Rodrigo Dorantes Salgado, se encontraron con que “ya no había nada qué hacer”, porque la subprocuradora Nora Rebeca y su subordinada Irma Nayeli, ya habían exonerado a los acusados.
Hay que decir que Nora Rebeca fue impuesta en la Procuraduría antes de que llegara Dorantes Salgado, y fue colocada ahí por la secretaria de Seguridad Pública, Alicia Vázquez Luna, a quien le debe el cargo y a ella responde “como superior”.
Esta situación tan sui géneris se está volviendo ya insoportable para los mandos medios de la Procuraduría de Justicia, pues pareciera que hay dos procuradores, la de facto y el de derecho. Las órdenes de Rodrigo no se cumplen porque la subprocuradora constantemente da la contraorden. Así sucede en Averiguaciones Previas, Servicios Periciales y Policía Ministerial.
Un detalle que agrava la situación, es que la gente que llegó con Rodrigo aún no tiene nombramiento, y por lo tanto carece de facultades. Está trabajando sin cobrar porque están en espera de que les realicen sus exámenes de control y confianza o les entreguen los resultados. Y ¿quién cree que se encarga de ello? Pues Alicia Vázquez Luna.
Nora Rebeca Velázquez Romero
Así las cosas, tenemos en Morelos un procurador sin presupuesto, sin gente de su confianza y, en cambio, con una enorme presión social por los delitos de alto impacto que se siguen cometiendo. Y a su lado, está una subprocuradora que alardea de conocer a la perfección los juicios orales, que no fue designada procuradora porque, estando en la terna del Congreso le faltaron votos; pero sí tiene contacto directo y permanente con quien es el brazo derecho del gobernador, o al menos eso era hasta antes de aquel extraño y penoso episodio del homicidio de tres escoltas del procurador.
Entonces, es entendible la actitud del joven abogado Dorantes Salgado: Está acotado por todos lados y prácticamente no tiene margen de maniobra para nada. Dicho de otra manera: Duerme con el enemigo.
A esto hay que agregarle que los recursos que le habían prometido para modernizar la Procuraduría no han llegado. Por lo tanto, no se pueden contratar más policías, más agentes del Ministerio Público y peritos, que es lo que hace falta.
¿Y el gobernador Graco Ramírez? De gira por los Estados Unidos. Qué tal.
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