TAMAULIPAS SEDIENTA Una sequía prolongada, tratados que le quitan agua, proyectos de acueducto y presas que benefician a otras entidades.
LULÚ FIGUEROA (Exclusivo para Voces del Periodista) POCAS VECES ESCUCHAMOS que una entidad federativa
garantice el suministro de agua potable para los centros urbanos y más cuando
se ha vivido una prolongada sequía.
Es de reconocer al gobierno de Tamaulipas, que a través
del Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Humberto René Treviño
Salinas, anunció que esto es posible gracias a que las presas mantienen
suficiente líquido para atender las necesidades urbanas y por los obras de
infraestructura hidráulica como es la perforación de pozos que recientemente se
han llevado a cabo. Tamaulipas se conforma por 43 municipios, la mayoría de
ellos en zonas rurales, pero la mayor concentración de pobladores por su
desarrollo urbano son los municipios fronterizos de Nuevo Laredo, Reynosa y
Matamoros; los de la región Centro de la entidad, Mante y Ciudad Victoria; y la
zona conurbada del cono sur del estado, Tampico, Altamira y Madero. Si de lo que se trata es no aplicar tandeo de agua en las
ciudades, el compromiso es enorme si
consideramos que tan sólo en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, algunos
sectores se han quejado por años por
falta de agua. Aquí, la SEDUMA, como se le identifica a la Secretaría de
Desarrollo Rural y Medio Ambiente, señala que en diversos pozos que se
perforaron en la serranía y en la periferia de la capital se encontró agua, lo
que permitirá ayudar a cumplir este
objetivo para los ciudadanos de Ciudad Victoria. UN COMPROMISO De ser cierto, podríamos sugerir a los candidatos a
diputados y presidencia municipal que obtengan el triunfo en la contienda
electoral el próximo siete de julio, estén obligados a resolver esta necesidad
si en verdad aspiran a ser los representantes del pueblo.
En la región fronteriza con Estados Unidos, la SEDUMA
señala que son surtidos por las presas y aunque, afirma que el estiaje es
fuerte, no hay peligro de dejar de suministrar agua de consumo humano.
Referente al abasto de agua en la zona sur de la entidad,
se lleva a cabo un programa de trasvase desde la presa “Ramiro Caballero” a la
laguna de El Chairel, vaso acuífero que además está captando algunos
escurrimientos de lluvias que se han presentado en el centro del país. Gracias
a esto el abasto de agua potable está garantizado para los habitantes de
Tampico, Madero y Altamira. Qué panorama tan halagador para un territorio que ha sido
castigado por altas temperaturas, extremosos inviernos y golpeado por huracanes
de manera frecuente. Empero cabe preguntar: ¿Qué hay respecto al agua para
riego? Los ciclos cada vez se acortan más y la responsabilidad
paternal del gobierno federal se hace más evidente con tantas declaratorias de
desastres naturales por este cambio climático global
ya tan impredecible. ¿QUÉ HACER? Bajar recursos a tiempo de la inmensa riqueza que genera
el país, obras pluviales de almacenamiento, de conducción de corrientes para
evitar inundaciones, mejor distribución de agua para sembrar, así como crecer
en cultivos de riego. ¿Es una misión titánica? Claro que sí, pero no hay de
otra.
El
Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Humberto René Treviño
Salinas, anunció que el suministro de agua potable para los centros
urbanos está garantizado y más cuando se ha vivido una prolongada sequía
Abordar el tema de agua es muy extenso, pero de vital
importancia. Desde finales del siglo 20 se habla que los conflictos
internacionales en el futuro no serán por situaciones culturales, religiosas o
territoriales, sino por agua. En ese sentido, es importante mencionar que
Tamaulipas se ubica en una encrucijada por el agua. Un tratado binacional Estados Unidos-México de 1944
obliga a nuestro país a entre- gar cada año 432 millones de metros cúbicos de
aguas de escurrimientos del Rio Bravo y de la internacional Falcón. Aunque los
tamaulipecos no se beneficien por el trasvase de aguas que ejecuta los
norteamericanos a los estados de noroeste de México. Tamaulipas comparte más de 350 kilómetros de frontera con
Texas y es la que paga actualmente una de las decisiones más controvertidas en
el tema de agua de aquel 1944. Bien reza un adagio muy mexicano, frase atribuida por
cierto, al ex Presidente Porfirio Díaz: “Pobre México tan lejos de Dios y tan
cerca de Estados Unidos”. Nuestro vecino Nuevo León también hace lo suyo con el
proyecto del acueducto para abastecer a la ciudad de Monterrey, pero con agua
del cono sur de Tamaulipas. OTROS TRASVASES De igual manera respecto a La presa “El Cuchillo” en
Nuevo León que fue construida en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari e
inaugurada en 1994, se acordó trasvases de agua para los productores agrícolas
del norte de Tamaulipas. El entonces gobernador de la entidad, Manuel Cavazos
Lerma logró llegó a un acuerdo con el Presidente de la República y el gobierno
de Nuevo León, para que se garantizara en el corto plazo la construcción de
obras que permitieran el suministro permanente de agua a Tamaulipas, de tal
suerte que la presa El Cuchillo no causara daños graves a los productores
tamaulipecos. Qué ironía, porque Tamaulipas cada vez tiene más
problemas de abastecimiento de agua debido a esta presa. Aún hay agua, pero
escasean los alimentos, millones de seres humanos se encuentran en situaciones
de hambruna. Hay quien dice que esto mejorará con las lluvias y se
alegran de que se formen ciclones para mitigar los efectos de la sequía que se
ven reflejados en extensas tierras polvosas o marchitadas. Una guerra sucia también la podemos calificar así, cuando
el huracán “Alex” llenó completamente las presas tamaulipecas y los Estados
Unidos no querían el trasvase de agua. ¿Qué pasará en la temporada de huracanes
ya iniciada tanto en el Pacífico y el Atlántico? ¿Habrá sido la razón por lo
que públicamente se garantizó la demanda de agua potable en los centros urbanos
de Tamaulipas? Esperemos que efectivamente sea un hecho y no oportunismo
electoral. Pues de lo contrario, los conflictos por el agua los iniciarán los
vecinos, las colonias… las ciudades del estado.
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