Calderón,
problema de Estado
RODOLFO SÁNCHEZ
MENA*
LA SORPRESIVA VISITA de Felipe Calderón y su
entrevista con el senador panista Ernesto Cordero en la Ciudad de México, reavivó
el conflicto de poder con el Presidente de la República, Enrique Peña
Nieto. El conflicto se ubica en el terreno de un problema de Estado. Las
disposiciones constitucionales y el ejercicio presidencial del poder, rechazan
un dunvirato. Peligro de Estado
La disputa por permanecer en el poder de Calderón y el
dirigente del nuevo PRIAN es inédita. El dunvirato
o gobierno bicéfalo se presenta en un contexto internacional que en mucho
rebasa la disputa local por el poder.
Calderón se encuentra apalancado por la DEA; tiene el control de la
élite burocrática de EPN; la operación gubernamental se encuentra paralizada o
semiparalizada por las posiciones estratégicas que tienen los panistas en el
aparato gubernamental. Las directrices federales son frenadas por delegados y
delegaciones panistas. Cuenta con la mayoría panista en el Senado, a la
que se ha sumado el PRD y el PT. El Senado priista es puro lastre.
En la revista Impacto, de gran cercanía e identificación
con el diputado Manlio Fabio Beltrones, se publicó un artículo “Negociar con Calderón, salvación del pacto”
firmado por Juan Bustillos, 16 de junio de 2013. En pocas palabras le sugieren
a EPN si quiere le aprueben las reformas y salvar al Pacto por México, envíe un
negociador con Calderon a Harvard; esto es, acepte el gobierno bicéfalo. O la
alternativa, Manlio Fabio, puente negociador.
Calderón vino a confirmar a Cordero como jefe del nuevo
PRIAN. Es Cordero el candidato de Calderón a presidir el PAN. El mensaje es
claro: Margarita Zavala, no se va a presentar a la contienda por el PAN, está
con Cordero en contra de Josefina Vázquez Mota. Cordero tiene al PRIAN
para vencer a Vázquez Mota.
Cordero se consolidó como el sucesor de Mouriño en su
reciente viaje a España. Después de haber sido depuesto como dirigente de
la fracción panista, se ha fortalecido en España al representar a
Repsol en la reforma de Pemex. Por eso ofrece cambios constitucionales a EPN en
la reforma energética, claro, si se incluye a Repsol.
La estrategia negociadora del panismo calderonista se
fortalece si se envía a Nati González Parás como embajador de Repsol a
Argentina; y de paso se apoya a Carlos Menen en el proceso que le sigue el
régimen de Cristina Kirchner.
En la historia del sistema político que prevaleció hasta
los 80’s, la disputa entre el gobernante saliente y el entrante se tornó en
lucha encarnizada, independientemente del aparato institucional para impedir
que el sistema político volara en mil pedazos. Obregón mando encarcelar a
Calles para calmar sus ansias de poder. La respuesta de Calles a Obregón, fue
la de ejecutarlo.
El ajuste entre un período y otro más contundente es la
salida de los callistas, desde el Jefe Máximo pasando por el jefe del PNR,
gobernadores, senadores, diputados. Había que alinear el país para crear el
frente nacional contra la guerra nazifacista.
La confrontación EZPL-CSG llevó a Salinas al exilio
y su hermano a pagar la cuenta familiar en la cárcel. En el caso de los
panistas Fox vive en el rancho de la
RAND y Calderón tiene la cobertura del asilo
“académico” de Harvard y es protegido por la DEA, en la disputa por el
poder en México.
Diputado Beltrones
El gobierno panista de Vicente Fox se caracterizó por ser
un gobierno bicéfalo en manos de Marta Sahagún, con el modelo de Los
Legionarios de Cristo. Marta Sahagún, inclusive gobernó en lugar de
Fox, cuando este estaba sometido a excesos de Prozac y toloache.
Lo importante aquí no es como resolvieron sus diferencias
entre el gobernante saliente y el entrante; o en caso del gobierno bicéfalo de
Fox-Sahagún que compartieron el poder por no tener diferencias en el proyecto
de gobierno.
En el caso de Calderón-EPN no existe propósito de
compartir el poder por parte de Peña Nieto. Las diferencias de proyectos,
los hacen incompatibles, sus diferencias abismales. Calderón hizo cuanto pudo
por poner todo el gobierno de México en manos norteamericanas, principalmente
de su ejército y servicios de inteligencia.
Por el contrario, EPN, ha planteado un proyecto de
gobierno sustentado constitucionalmente y basado en el Plan Nacional de
Desarrollo. Exige respeto a la Soberanía Nacional.
Demandó la salida de las agencias del territorio nacional y, que su trato
institucional sea por medio de una ventanilla única, mientras que las
relaciones de Estado sean de Ejecutivo a Ejecutivo, superando la etapa
monotemática y abriendo las opciones al desarrollo.
La propuesta para darle solución al control de 10 mil
plazas en manos de Calderón, hasta ahora es solo de carácter administrativa. El
freno, supuesto, es el Pacto por México. Los patos les tiran a las escopetas.
Como los panistas tienen el control del Senado, afirman círculos
peñistas, rechazan modificar la
Ley del Servicio Civil de Carrera.
Sólo que estas 10 mil plazas no fueron creadas por la
Ley del Servicio; son producto de una estructura paralela creada por
Calderón para incorporar a miles de panistas al servicio público con sueldos de
90 a 200
mil pesos. Sólo entre 2012 y 2013 las plazas de élite pasaron de 865 mil a 874
mil para el gobierno federal.
El objetivo de esta superburocracia de último minuto es
crear un cuello de botella a la toma de decisiones de Peña Nieto y atorar
problemas que requieren urgente solución, en suma, desestabilizar al
país desde dentro.
El problema del control del gobierno por los mandos
medios panista en el gobierno de Peña Nieto es un problema de gobierno y de
Estado, creado con la intención de auspiciar un gobierno bicéfalo. No es
entonces la solución de carácter administrativo, eliminar plazas, fusionar
áreas y reducir sueldos. La respuesta es política y gobierno de
Estado. *E Mail
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