HACE EL MONERO HONESTA Y DURA AUTOCRÍTICA
Directivos del Club de Periodistas de México y caricaturistas en el homenaje a Marino Sagástegui.
Reconoce el Club de Periodistas de México
la obra periodística de Marino Sagástegui
LA FUNCIÓN QUE DEBE JUGAR la caricatura en el México actual, es la de denunciar con humor, sarcasmo
y crítica, aseguró el monero de
origen peruano Marino Sagástegui Córdoba (1939), al recibir el reconocimiento
del Club de Periodistas de México a su larga y meritoria trayectoria
profesional.
Entrevistado antes
del homenaje por sus 55 años de ejercicio periodístico, que reunió en torno
suyo a colegas, amigos y familiares,
Marino, iniciado al lado de Abel
Quezada, dijo que hoy en día la caricatura ya no tiene la misma fuerza que tuvo
años atrás.
Consideró que la
mayoría de sus colegas hace cartones muy sui
géneris, ya que antes un cartonista podía criticar a los de izquierda,
centro o derecha, y hoy se han puesto muy alineados. “El periodismo y la
caricatura no deben jugar ese papel”, declaró.
Mario Mendez Acosta, Marino Sagástegui, Celeste Saénz de Miera, Mouris Salloum
El monero, cuyos trabajos han aparecido en
el Saturday
Evening Post, National Enquirer, Asahi
Shimbun, Look y Esquire, sostuvo que a pesar de que
la caricatura es uno de los bastiones del periodismo, “hoy ha venido de más a
menos”.
“Se ha devaluado y
minimizado gracias a los editores, quienes consideran que una caricatura es
regalar dinero para un espacio, lo cual es una estupidez”, manifestó.
Enfermo de un cáncer
estomacal, el también fundador y coeditor de la revista Rhumor dejó en claro que
el presente homenaje es un tónico que no sólo lo revitaliza, sino que le brinda
un impulso nuevo para seguir en la lucha.
“Estoy enfermo de cáncer, sufriendo desde hace poco más de un año del
estómago, pero eso no me da vergüenza. Me daría más si fuera narcotraficante,
asesino o diputado, pero la enfermedad no me deshonra, lo que tenga que venir
que venga”, afirmó Sagástegui Córdoba, a quien los síntomas de la
enfermedad se le notan en manos, cara y cabello.
Durante el homenaje,
Celeste Sáenz de Miera, secretaria ejecutiva del Club de Periodistas, dio
lectura a una pequeña semblanza del homenajeado, en la que hizo un recorrido
por su larga carrera como monero y
cronista.
“Desde que inició en Excélsior,
en el año de 1966, y hasta el 2002, fue un alterno de Abel Quezada y cuando
éste se fue, él quedó como titular”, comentó.
Recordó a Marino no
sólo como un caricaturista político de la revista Extra y de noticieros
televisivos en Perú, de 1958 a 1962, sino como un monero de estilo sencillo.
Don Marino, disfrutó
de una comida y buen vino, así como de un pastel, a propósito de su cumpleaños
74, que se conmemora el próximo 17 de agosto, donde también se le entregó una
presea al igual que a su hermano Oswaldo, creador de la medalla Antonio Sáenz
de Miera.
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