POLÍTICAS
PÚBLICAS/SALUD
Novedosa técnica
corrige pie
equinovaro sin
cirugía en recién nacidos
Los
niños que nacieron con una deformidad en sus pies, denominada pie equinovaro o pie torcido -que de no
tratarse de manera oportuna podría provocarles discapacidad- tienen ahora la
oportunidad de corregir su problema, sin necesidad de someterse a cirugía, mediante el tratamiento
Ponseti, que dura entre cuatro y seis semanas, con resultados positivos en
más del 95 por ciento de los casos.
El
doctor Marco Antonio Ascacio Solís, Traumatólogo Ortopedista Pediátrico del
Hospital Materno infantil de Monterrey, Nuevo León, de la Secretaría de Salud,
explica que el tratamiento se basa en un método que estableció en un hospital
de Iowa, Estados Unidos, el doctor español, Ignacio Ponseti, en los años
cincuenta. De él lleva el nombre lleva el hallazgo médico que se aplica en dos
fases.
Desde el Tendón de Aquiles
La
primera, es de corrección con yesos seriados con manipulaciones gentiles e
incluye el alargamiento del Tendón de
Aquiles por parte de los ortopedistas pediátricos, mientras en la segunda
fase, en la que ya intervienen los padres de familia, es necesario colocar una
férula con 60 grados de rotación externa, que el menor debe usar día y noche
por tres meses posterior al último yeso -sólo se quita para el aseo personal
diario-, y continuar durante cuatro a cinco años por las noches, para mantener
la corrección de los pies.
El
entrevistado indica que, por ello, se debe iniciarse el tratamiento desde el
momento del diagnóstico para evitar que cause discapacidad física, psicológica,
laboral y social, ya que en edades tardías los pacientes no se pueden colocar
zapatos y son rechazados por la sociedad.
En
ese punto, insiste el especialista del sector salud, el médico requiere de toda
la ayuda de los padres de familia no sólo para que el menor lleve la férula
todo el tiempo sino para evitar caer en la tentación de quitarla en cuanto se
ve que el pie recupera su estado normal, pues puede retomar su postura deforme,
de ahí que otro paso prioritario sea sensibilizar a la familia, agrega.
Aptos para el deporte
Lo
importante es que, a largo plazo, el aspecto físico del niño sometido a este
método es igual al que nunca lo padeció y, además, les permite caminar, hacer
deporte y llegar a una vida adulta normal.
En
el Hospital Materno Infantil nacen mil 500 niños al mes, de los cuales, dos o
tres recién nacidos presentan esta deformidad, en el 50 por ciento de los
casos, se presenta en los dos pies y con este método se evita la cirugía, que
sigue siendo en muchos hospitales el método de tratamiento de elección.
A
partir de la semana 24 de gestación es posible detectar el pie torcido lo que
permite visualizar el tratamiento que se empezará a aplicar incluso de recién
nacido y, paralelamente, sensibilizar a los padres sobre la importancia de
atenderlo de inmediato.
El asunto es de
oportunidad
Y
es que, añade el doctor Ascacio Solís, entre más pequeño sea el paciente
mejores son los resultados del tratamiento pues el recién nacido es más
flexible así que en tan solo cuatro yesos se cumple con la primera fase del
tratamiento, en forma exitosa.
El
hospital neolonés cuenta con la certificación que otorga la institución
estadounidense de Iowa por la aplicación correcta y casos de éxito del método
que ha logrado, en nuestro país, corregir la deformidad en niños de cuatro y
hasta cinco años de edad quienes a pesar de haber sido sometidos a cirugía, no
corrigieron su padecimiento.
Incluso,
el estudio del método dio pauta a la creación de un Plan Nacional Mexicano de
pie equino varo, del cual el hospital
forma parte y que se propone
llevar el tratamiento a todos los especialistas del país, a través de cursos y
talleres para capacitar a los técnicos y profesionales interesados a fin de que
se aplique en la mayor parte de instituciones que forman el sector público y
privado del país.
Con
sólo dos casos, el doctor Ascacio Solís describe el sentido y alcance de
aplicar correctamente este método. Un niño de dos años que ya había sido sometido
a cirugía sin que hubiera corrección, cuando llegó a su consultorio con todo y
su gran cicatriz. El caso no fue fácil y requirió más tiempo, sin embargo, hoy
camina ya con calzado normal, aunque continúa con su férula por las noches. Y
una niña que nació con lo que se conoce como “palo de golf”, por lo torcido y a
quien, con cinco yesos, todo se corrigió.
Las
mamás de ambos menores están satisfechas al cien por ciento y a los dos
pequeños les cambió su perspectiva de vida, en realidad a toda la familia,
señala con orgullo.
De
esta forma, el sector salud trabaja eficazmente en Monterrey donde se han
dejado atrás esos terribles casos en que niños de 14 años de edad aún sufren a
causa de este padecimiento. Todos esos casos tienen remedio, tardarán más
tiempo en corregirse, pero en Nuevo León, hoy ya es una realidad.
Ocho centros
especializados
Incluso,
toda esta labor dio pie a la creación de la Fundación
Ponseti en México la que, a nivel Internacional, ha reconocido ocho Centros
especializados en siete ciudades del país: Chihuahua, Guadalajara, Distrito
Federal, Villahermosa, Mérida y Oaxaca.
En
Monterrey, por ejemplo, desde el año 2011, el Departamento de Traumatología y
Ortopedia del HMI funciona como un centro capacitado para la aplicación de este
método y calificado para adiestrar a ortopedistas de todo el país, con el apoyo
de los doctores Jorge Garza Martínez, Santos Serna Reyna, Gabriela Villarreal
Rivera y el propio Marco Antonio Ascacio.
Por
eso, la meta es llevar el método a todas las instituciones interesadas del
sector salud y para ello se insiste en la necesidad e importancia de llevar el
método a través de cursos de, al menos dos días, para que técnicos y
especialistas ortopedistas o traumatólogos, debidamente preparados no sólo lo
apliquen en sus instituciones sino que capaciten a otras, en beneficio de la
población y, de esta forma, cambiar la vida de muchos pequeños para bien
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