Francia
apoya a Ciudad de México en rescate de Xochimilco
La
cultura como política pública prioritaria para conservar el gran acervo de la Ciudad de México, fuente
milenaria de identidad nacional, hazaña irrepetible de convivencia de millones
de mexicanos conquistadores del Altiplano mexicano y fascinante destino de
visitantes desde todos los cuadrantes de la rosa de los vientos, acomete ahora
el reto de refrendar a Xochimilco su título de Zona Patrimonio Mundial Natural
y Cultural de la Humanidad,
que comparte con Tláhuac y Milpa Alta, obra de suyo colosal, pero impostergable.
Para cristalizar ese prodigio civilizatorio, los gobiernos del Distrito Federal y Francia firmaron la Carta de Intención para la Cooperación
Interinstitucional, cuyo objetivo es rescatar, conservar y
proteger dicho complejo cultural, y dinamizar y dignificar la zona sur del
Distrito Federal.
En ese acuerdo se establece que durante los próximos
cuatro años Francia destinará 12 millones de euros (unos 14,4 millones de
dólares), a razón de tres millones por año, para rescatar "el único espejo
de agua que queda en la Ciudad
de México".
El área de rescate es de 7 mil 534 hectáreas de
superficie, en las que se aplicarán programas en agua, ordenamiento
territorial, recuperación de hectáreas invadidas con asentamientos humanos
irregulares, desarrollo sustentable y cultura.
En 1987, la región capitalina lacustre de Xochimilco fue
declarada como Patrimonio Mundial, Cultural y Natural por la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus
siglas en inglés).
El jefe del Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel
Mancera, destacó que con ese acuerdo se
trabajará de manera conjunta con la Agencia Francesa para el Desarrollo, esta última
bajo la dirigencia de Jean-Marc Liger.
La carta fue signada por Gustavo Cabrera Rodríguez,
representante del gobierno delegacional (municipal) de Xochimilco, y el
director de la
Agencia Francesa.
Como testigos de honor estuvieron presentes Mancera; la
embajadora de Francia en México, Elisabeth Beton-Delegue, y el presidente de la República Francesa
para la Protección
del Planeta, Nicolas Hulot.
En el acto de la firma de esa Carta de Intención, Mancera
de refrendó el compromiso del "gran rescate de Xochimilco y las tareas
permanentes en favor de esa zona".
También reconoció que "hay una preocupación latente,
porque se pueda perder este tesoro (...) la zona natural más importantes de la
ciudad".
Esa región ha tenido un proceso de deterioro, que si bien
puede ser reversible, demanda de todos los sectores de la población mexicana,
ya que se trata -dijo de "el último espejo de agua que le queda a la Ciudad de México".
En su oportunidad, Nicolas Hulot destacó el valor de los
servicios ambientales de Xochimilco, cuyo valor calificó como inestimable, y se
congratuló por el acuerdo entre México y Francia.
El funcionario del gobierno francés se pronunció en favor
de que este convenio sea un buen augurio, en el marco de la próxima Conferencia
de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 12), en la que
Francia será sede en 2015.
A su vez, Elisabeth Beton-Delegue consideró que las
políticas ambientales impulsadas por el GDF colocan a Ciudad de México a la
vanguardia.
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