TRAGEDIA EN EL MEDITERRÁNEO
Éxodo hacia la muerte
HUGO SERGIO GÓMEZ
Cada
año, como si fuera una cuota trágica que
el mar reclama o bien un sacrificio tribal
que la pobreza rinde a los países más ricos en su afán de permear su
conciencia, el Mediterráneo devora cientos de hombre, mujeres y niños que,
víctimas de los traficantes de ilegales, se enrolan en el trágico periplo de
cruzar en frágiles barcas llamadas pateras
este viejo mar antaño conocido como el Lago de Europa o bien Mare
Nostrum (Mar nuestro) por los
romanos.
El
impulso que motiva a esa variedad étnica
es de origen diverso, bien sea
para escapar del apocalíptico fragor de los conflictos internos en sus países; bien sea por evadir la miseria que ha dejado la ingobernabilidad
en países como Somalia.
Los
moradores de estos lugares van tras la promesa de un mundo mejor a hacia una
Europa en crisis que, en su afán de
salir de aquellas zonas grises que la humanidad ha olvidado y que antaño fueran
colonias ya exprimidas, se juegan
su última carta.
Muchos
africanos prefieren morir en el camino
ahogados, que víctimas de la disentería y el cólera en sus países De lograr
cruzar esta vía, llegan quizá a
encontrarse con fenómenos mas aterradores como la esclavitud laboral,
la explotación sexual y el tráfico de órganos que promueven bandas criminales.
Según
datos de la ONU, en la última década han
perecido mas de ocho africanos que
navegan por el estrecho o canal de Sicilia,
una angosta vía que separa la isla
italiana de Lampedusa de la costa
africana de Túnez, enclavada en el Mar Mediterráneo
Otras estadísticas indican que son 20 mil los muertos en los
últimos 20 años. Se considera el canal de Lampedusa el último obstáculo geográfico que miles de
inmigrantes intentan salvar cada año para entrar en Europa.
Las migraciones se han acrecentado con los conflictos como la Primavera
árabe. El tráfico de las pateras aumenta durante los
últimos días del verano, coincidiendo con el final del buen tiempo.
Hace
unos días, tras el hundimiento de un frágil barca que dejó como saldo 339
muertos, la humanidad fue testigo al través de los medios, de un
dantesco espectáculo: Cientos de ataúdes
alineados como muda manifestación a la insensibilidad de los llamados países
ricos que ventilan en foros como el de Davos la forma de liberar más el
comercio y emitir reglas que faciliten el flujo de mercancías, mientras por
otro lado naciones como Italia emiten
duras leyes que restringen el flujo de personas. Es más, prohíben prestar ayuda
a los ilegales aun en casos de emergencia.
La
inhumana medida que impide ofrecer la
ayuda a los náufragos, fue el detonante que hizo clamar al Papa Francisco
que el hecho es una vergüenza para
Italia. Y ¿por qué se proclama así el
sumo pontífice de la Iglesia católica?
Pues
debido a que se sabe que los tripulantes de algunas embarcaciones pesqueras
vieron que la pequeña barca se estaba
incendiando e impávidos, como quien admira el paisaje, observaron cómo
paulatinamente se fue gestando la tragedia hasta que el mar se tragó a los
inmigrantes. ¿Qué hacer si algunos marinos que habían auxiliado a otras naves
anteriormente se le había castigado con cárcel por brindar su apoyo?
Es
un tema que debe llevar a la Organización Marítima Internacional a pronunciarse
sobre el incumplimiento del Convenio Internacional de Búsqueda y Rescate del
que Italia es parte junto con todas las naciones del Mediterráneo, o bien a los dirigentes de ONU, a analizar
esa grave cuestión o, ante la omisión de este organismo y su caducidad, hace falta una verdadera autoridad que ponga
orden al caos y anarquía que prevalece en los mares del mundo, donde reinan
delitos como la piratería y todo tipo de contrabando.
A
la hora de escribir estas líneas otra
barca con el mismo destino naufragaba y ya había más de cincuenta muertos.
La migración ilegal, hermanada con la
moderna esclavitud Paradójicamente,
la migración ilegal masiva organizado por las bandas criminales no es más que una forma de abastecer otro
aberrante mercado: La moderna esclavitud que viven cientos de miles de
trabajadores en Europa. Una vez llegados a tierra los migrantes son llevados a
otro cruel mercado que es la explotación laboral o sexual.
Los promotores de
este fenómeno son precisamente empresarios que
ante la globalización de la mano de obra y la oferta de mano de obra
escasa para algunas tareas como la agricultura, se abastecen de esta gente que
llega atraída por el espejismo de la riqueza y altos salarios para al final del
día encontrarse atrapados por la redes de estas bandas criminales. La premisa
es producir lo más barato posible para vender en las zonas de más alto costo
como Alemania o Holanda.
Revelan estos datos que muchos viven en
instalaciones similares a campos de concentración, vigilados por gente armada
.Hay dispersos en Europa campos de trabajo donde se ha descubierto, por
ejemplo en una región italiana, a centenares de migrantes -polacos en algunos
casos- explotados del mismo modo que esclavos. A veces mueren de agotamiento.
Otros se suicidan al caer en cuenta que nada han resuelto con escapar de sus
países. Impotentes no pueden hacer nada
pues se les confisca toda su
documentación. Sobreviven mal alimentados
y ocultos hasta que dejan de ser
útiles.
Pero, ¿qué es lo que anima a estos seres desposeídos
a lanzarse al mar a un Cara o Cruz, todo o nada? Hoy más que nunca los
flujos de ilegales se han incrementado;
también la humanidad está más informada.
Los migrantes conocen las reglas de navegación. Los convenios humanitarios que
los protegen y en ocasiones antes de lanzarse al cruzar el mar son instruidos
con pequeños seminarios de cómo
responder a las autoridades.
Se cuenta con redes
de Internet donde los migrantes potenciales contactan a estos a los
contrabandistas de ilegales que los engañan diciéndoles que les espera un trabajo
digno. Y hasta les ofrecen “paquetes” donde se incluye papeles y los gastos de
viaje. Prefieren la incertidumbre ante la desesperanza que ofrecen sus países
de origen
La omisión de Italia y la inversión de España
El Mediterráneo es una inmensa olla de presión por
donde cruzan miles de buques anualmente. Su entrada es por el estrecho de
Gibraltar, una abertura de apenas 32 kilómetros donde cada día se aglutina el
tráfico internacional, por lo que la vigilancia es permanente Es el paso obligado hacia Europa de los
buques cargados de petróleo procedentes del Golfo de Omán vía Canal de Suez. Navegan, además, miles de cargueros con ese destino a las
aguas de todo el mundo. Amén de esto, cientos de miles de buques de recreo se
fondean en los más paradisíacos paisajes en su afán de disfrutar de islas como
Baleares; de Grecia o de la misma Italia
y trasladarse de un puerto de recreo a otro. Con tal intensidad de
tráfico, riesgo de siniestros es enorme.
Ahora bien, hay un Convenio de Búsqueda y
Rescate (SAR), suscrito en el seno de la
Organización Marítima Internacional por el que las naciones se han dividido las
zonas del mar de resguardo. Ese convenio obliga a Italia y España como firmantes.
A este último Estado le corresponde cubrir mas de un millón 500 mil kilómetros
cuadrados, que están divididos en cuatro zonas: Atlántico, Estrecho de
Gibraltar, Mediterráneo y Canarias. A
Italia y Grecia les toca otra parte importante donde se encuentra la isla de
Lampedusa.
Pero sepa usted que los puertos italianos en Europa
tienen fama de ser los más desorganizados de toda la Unión Europea. Con
ostensibles malas prácticas y un manejos aun oscuros en los temas de Seguridad
Marítima.
Y es que las lecciones que ha aprendido España a
través de los naufragios de buques como el Prestige
y El Casón son muy duras. El gobierno
ha tenido que ir a medidas extra ordinarias ante le presión de su sociedad y
garantizar que nunca más se vuelvan a vivir estos hechos
El Papa Francisco condena política contra migrantes
Así que el inventario de recursos invertidos es
enorme. Trabajan en el tema mas de mil 500
personas que velan noche y día por la seguridad marítima de esta zonas. Hay 21
centros coordinadores, 14 buques de rescate, un buque recolector de hidrocarburos,
cuatro patrullas de salvamento; 55 embarcaciones de intervención rápidas, 11
helicópteros, cinco aviones de vigilancia. Hay seis bases estratégicas y seis
bases subacuáticas.
En
cambio, Italia, en vez de actuar reforzando las medidas de
seguridad para honrar este convenio del que es parte, ha establecido desde 2008, medidas
antimigración mediante una ley
emitida por el gobierno de Silvio Berlusconi, en la que se endureció la
expulsión de los indocumentados y se redujo las posibilidades para la entrada
de inmigrantes en el país. Para ellos simplemente este fenómeno no debe existir
y se castiga como un delito a quien auxilie a una barca en Alta Mar cargada con
los sin papeles como se les conoce a
los inmigrantes .
Ahí
esta el origen de la tragedia. ¿Y la ONU? Bien, Gracias. Debe haber un juicio
para los responsables o un reclamo de los países de origen de los muertos
ante el Tribunal del Mar, cuya sede esta
en Hamburgo.
La caducidad de la Organización
Marítima Internacional
Hay una crítica galopante en el continente europeo.
La Organización Marítima Internacional es un ente sin fuerza ante los retos por
venir. En su obra Mares Sin Ley señala el periodista William Langewiesche
señala:
La OMI es una organización típicamente
idealista que trata de aportar orden al
mundo: Una asamblea democrática de 162 países , todos ellos en estricto pie de
igualdad, que trabaja con un equipo técnico y el asesoramiento de grupos no
gubernamentales con el fin de establecer paquetes conocidos como” Convenciones”
que cada Estado miembro es libre de adoptar(o no) en sus leyes marítimas
soberanas. La aplicación de estas leyes es cuestión aparte y resulta desigual
pues el sistema establecido no concede a la OMI ningún poder para hacerlas
cumplir
El fascista Berlusconi: Exterminador.
Traemos este tema tan
preocupante, en ocasión de este
siniestro en el mar, dado que la brecha
económica se seguirá ampliando. Quizá ante la crisis europea, Asia será
el siguiente objetivo de la migración. Pero hay muchos temas que controlar.
Encabeza la lista de propósitos: Ser, la marítima, una industria confiable; mudar a un modelo de
energía renovable, de disminuir la emisión de carbono a la atmósfera. Controlar la delincuencia en el mar. Que haya rendición de cuentas y de que haya innovación
galopante. Pero ¿quién va a obligar a los países a cumplir?
Ante los incumplimientos
y predominio de las tácticas evasivas,
¿es entonces la hora de plantear el relevo de la OMI por una Autoridad marítima mundial? El mundo
vive momentos de crisis y sin duda el comercio seguirá creciendo de manera
exponencial y la única vía de intercambio masivo es el mar.
Deberán ser los países en
el marco de sus reuniones quienes lleven el tema a la mesa. La OMI actúa al ritmo
de los armadores. Sus auditorias son voluntarias y los países las adoptan sólo
en el papel como en el caso de Italia.
Aunque en
reconocimiento a esa misma debilidad, el
Parlamento de la Unión Europea haya
emitido sus propias directivas,
¿qué se puede esperar en un mundo amenazado por el terrorismo?
Una cosa es segura: Estas
zonas oscuras de la tierra, como las de África seguirán existiendo y el deseo
de seguir intentando la busca de un
mejor destino no será desalentada, pese a los miles de muertos que cada año el
mar reclama. Los que estamos mejor debemos proponer respuestas.
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