Más fuerzas de represión que manifestantes en resistencia
PEDRO ECHEVERRÍA V.
Agentes federales.
1. Es tan grande el presupuesto del gobierno destinado a seguridad y la
cantidad de campesinos y desempleados contratados como granaderos, policías o
soldados -por centenares de miles- para ejercer los acordonamientos y
encapsulamientos de protestas, marchas y plantones de los trabajadores, que
podría decirse que la mayoría de las veces los soldados disfrazados de policías
superan en número a los manifestantes. Cuando llegamos frente al Senado los
manifestantes, los uniformados (como el dinosaurio) ya estaban allí y nos vimos
obligados a acordonarlos también a ellos por varias cuadras del Paseo de la Reforma.
2. Desde el pasado sexenio de Calderón y hoy el de Peña Nieto, en vez de
crear empleos productivos para Educación y Salud, se dedican a contratar en los
estados y barrios populares a todos los que quieran emplearse en el ejército o
en la policía. Se calcula que en la ciudad de México hay miles de soldados y
policías y poco más de millón en los
estados de la República;
¿Cuántos cientos de miles serán agentes encubiertos y orejas, así como cuántos
miles de millones de pesos se destinarán en salarios? ¿Y si a todo ello le
sumamos los 30 mil agentes de la
CIA, el FBI y la
DEA yanquis?
Más policías que manifestantes
3. La CNTE
durante varias horas realizó su combativo mitin en la avenida Insurgentes y los
compañeros de Morena en la calle de atrás para evitar la entrada de los
senadores que aprobarían la privatización del petróleo. Muchos contingentes
harían guardia toda la noche -como los uniformados-. Sin embargo, todos sabemos
que los legisladores convierten en Cámara legislativa, cualquier auditorio que les de la gana. Para
legalizar asuntos en México, la
Constitución siempre ha valido un carajo dado que puede
interpretarse al gusto.
4. Las experiencias de la
CNTE y sus largos colmillos los demostró en sus mítines de
resistencia. Decenas de oradores, profesores de Oaxaca, Veracruz, Estado de
México, Chiapas, Michoacán (hombres y mujeres), demostraron la traición de los
senadores a los intereses de la nación. Traidores, no por ideología, sino por
las promesas que hicieron al pueblo en sus campañas políticas. ¿O alguien
piensa que algún diputado o senador puede desobedecer a su partido político que
a la vez recibe órdenes de Peña Nieto a través del llamado Pacto?
Protestas y bloqueos.
5. Sería muy vergonzoso ponerse a maldecir, a llorar nuestra desgracia y
a sólo mentarle la madre al gobierno. La realidad es que lo que nos ha fallado
es la organización. Los marxistas siempre nos enseñaron aquello de las
condiciones objetivas y subjetivas para hacer una revolución. ¿Qué están
maduras las condiciones objetivas (la situación económica, la miseria del
pueblo, la explotación, las crisis), podríamos decir que hace mucho tiempo;
pero en las condiciones subjetivas (la conciencia, el conocimiento, la
organización), estamos en pañales. Por ello los empresarios, el gobierno, los
partidos, le siguen inyectando millones y millones de lana a los medios de
información y a la iglesia.
6. Quizá necesitamos ganar de manera definitiva la batalla contra la
cultura y las costumbres burguesas y capitalistas. Muchos gobiernos
progresistas (Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Uruguay), ante la presión
de las masas educadas en las modas y el consumismo capitalista, tienen la
imposibilidad de avanzar y, más aún -como en Rusia, el “bloque socialista”,
China- de retroceder. Parecen tener razón aquellos compañeros que repiten que
el problema de la izquierda no es conquistar el gobierno, sino profundizar la
conciencia del pueblo hacia el anticapitalismo -no sólo político, sino
esencialmente económico y cultural- que haga que el pueblo reivindique su calidad
como ser humano.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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