Como demostramos en nuestra entrega anterior, Alemania no solicitó el Armisticio a los Aliados, porque estuviera –en ese momento- en desventaja militar. Lo hizo porque el entonces presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, propuso una paz empate a todos los beligerantes.
Sobre esas bases fue que el Estado Mayor Alemán aceptó firmar el Armisticio de Compiègne, en la comunidad de Rethondes, Francia, el 11 de noviembre de 1918. Lo que pasó después, fue el despojo más grande, conocido por la Historia. Alemania recibió un plazo de 36 días para firmar los Tratados de Paz, tiempo, a todas luces, insuficiente.
Berlín tenía que comprar cada prórroga del armisticio, mediante la entrega de carbón, o de material ferroviario, o de productos alimenticios, o de patentes de invención, o de maquinaria. Para entonces (febrero de 1919), la revuelta bolchevique, encabezada por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, tolerada -al menos-desde Washington, Londres y París, amenazaba con volver a Alemania otra dictadura comunista, como la de Lenin, en la Unión Soviética.
El propósito de Lenin era integrar a Alemania, con todo su potencial, a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), lo cual, teóricamente, atentaba contra los intereses capitalistas y coloniales de Occidente. Pero, como ya se vio, Woodrow Wilson apoyó, con sus 14 puntos, a la nueva dictadura bolchevique. Si procedió así con Lenin, no iba a proceder distinto con Luxemburgo y Liebknecht. El Ejército alemán comenzó, pues, a retirar unidades de los frentes, para tratar de apaciguar la rebelión interna. A Luxemburgo y a Liebknecht no les interesaba el peligro que se cernía sobre su país (como tampoco le interesó a Lenin, Trotski y compañía, la ofensiva alemana contra el régimen zarista) ¿Por qué perdió Alemania? Alemania perdió por cuatro razones:
1. Porque se atuvo a los 14 puntos, de Wilson, que no fueron respetados. 2. Porque el bolchevismo abrió un frente interior, en Alemania. Eso debilitó a los ejércitos que combatían en Rusia, Bélgica y Francia. 3. Porque los Aliados vendieron, con alevosía, cada prórroga del Armisticio de Compiègne. 4. Por el bloqueo de hambre tendido por los Aliados sobre Alemania.
Es histórico lo que dijo el Primer Lord del Almirantazgo británico, Winston Churchill, ante la Cámara de los Comunes, el 3 de marzo de 1919: “Continuemos practicando el bloqueo por hambre, con todo su rigor. Alemania está a punto de perecer de hambre. Dentro de muy pocos días estará en pleno colapso... entonces será el momento de tratar con ella.” Poco después, Alemania entregó toda su flota de guerra, y luego, toda la mercante, a... ¡Inglaterra! El costo de la derrota para los alemanes El instrumento legal que puso fin al estado de guerra entre Alemania y los Aliados fue el de los Tratados de Versalles, que se firmó el 28 de junio de 1919, cinco años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero al trono del Imperio Austrohúngaro. Este suceso -en teoría- fue el que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Alemania, debilitada por dentro y acorralada por fuera, aceptó la responsabilidad única del conflicto que, como ya vimos, en todo caso fue compartida.En términos prácticos, para ya no saturar al lector con más datos, diremos que los vencedores se pasaron por el Arco del Triunfo, los 14 puntos de Wilson.En el caso de Alemania, la configuración territorial de posguerra, de lo que fue el II Reich, resultó de lo siguiente:
1. Francia se anexionó, por segunda ocasión, los territorios de Alsacia y Lorena, con 14 mil kilómetros cuadrados y un millón 950 mil habitantes. 2. Bélgica se quedó con las regiones de Eupen, Moresnet, Malmedy y St. Vith. En total: 3 mil 300 kilómetros cuadrados y 130 mil habitantes. 3. El territorio de Memel fue arrebatado a Alemania, para ser administrado por Francia, como territorio autónomo. Constaba de 2 mil 150 kilómetros cuadrados, y de 141 mil habitantes. (La Sociedad de las Naciones se lo adjudicó a Lituania, en 1924). 4. Dinamarca se quedó con el Schleswig del Norte, de 4 mil 200 kilómetros cuadrados y 175 mil habitantes. 5. Polonia, estado que había desaparecido en 1795, fue resucitado en Versalles, para cumplir el papel de gendarme de Alemania. A cambio, los Aliados le regalaron los siguientes territorios: Sudaneu (550 kilómetros cuadrados y 30 mil habitantes); Posen (26 mil kilómetros cuadrados y un millón 900 mil habitantes; Alta Silesia, reconocida como una muy rica región minera (3 mil 300 kilómetros cuadrados y un millón de habitantes), y Soldau (500 kilómetros cuadrados y 35 mil habitantes). Pero hubo más: así como Francia se quedó como administradora de Memel, así a Polonia se le entregó el control disfrazado de una parte de Prusia Oriental. Hablamos de la Ciudad Libre de Dantzig (hoy, Dansk), cuya superficie era de 17 mil 700 kilómetros y que tenía un millón 300 mil habitantes. 6. A Checoslovaquia (que nunca había existido antes), los Aliados le entregaron el territorio de los Sudetes (con alrededor de 15 mil kilómetros cuadrados y 3 millones 200 mil alemanes) Hubo más, pero por razones de espacio, no nos extenderemos. En cuanto al poderío bélico alemán, se le restringió a contar con un Ejército de 100 mil hombres y 4 mil oficiales. Y no más. (El Ejército mexicano, en la actualidad, tiene alrededor de 125 mil efectivos). Se le prohibió tener artillería pesada, aviación y submarinos. También, fabricar armamento pesado. Estados Unidos, Inglaterra y Francia, principales potencias aliadas, continuaron con su rearme. Y favorecieron el de las naciones hostiles a Alemania, que fueron producto -literalmente-, de los Tratados de Versalles: Polonia y Checoslovaquia.
Liquidación de la deuda alemana
El 3 de octubre de 2010, el gobierno alemán pagó los últimos 70 millones de euros (el costo fue actualizado), a sus vencedores de Versalles. La nota fue divulgada por dos medios españoles: La cadena española RTV: Alemania "liquida" la Gran Guerra 92 años después. El diario español El Mundo: Una deuda histórica. Los préstamos contratados por Alemania para satisfacer a los vencedores de la Primera Guerra Mundial fueron liquidados en 1983, pero el remanente de los intereses quedó en espera de la reunificación alemana. El acuerdo de Alemania y los Aliados fue que esos intereses se pagarían 20 años después de la reunificación del país, que ocurrió en 1989. Lo que Alemania pagó en dinero, sin contar con los pagos en especie, por haber perdido la Primera Guerra Mundial, ascendió a 440 mil millones de dólares norteamericanos (al tipo de cambio de 2012).
Conclusión
La Primera Guerra Mundial fue un gran negocio para Estados Unidos, Inglaterra y Francia y, en especial, para los banqueros que dominan la economía de esos países. Los 14 puntos de Wilson fueron el instrumento para orillar a Alemania al cese de hostilidades (al tiempo que la revuelta marxista interna crecía, sin que Occidente hiciera algo para frenarla).
Pruebas:
• El desmembramiento de Alemania no tomó en consideración lo que ofreció Wilson, en el sentido de que "en la determinación de todas esas cuestiones de soberanía los intereses de la población implicada deben tener igual peso que las reclamaciones justas del gobierno cuyo derecho deba determinarse." • Aquello de que "Se darán y aceptarán las garantías adecuadas para que los armamentos nacionales se reduzcan al nivel más bajo compatible con la seguridad interior", sólo aplicó para Alemania, y para las demás naciones vencidas. • La conclusión del discurso de Woodrow Wilson, aquel 8 de enero de 1918, fue muy clara: "No cabe duda de que hemos hablado en términos demasiado concretos para admitir ninguna duda o pregunta. Un principio evidente recorre todo el programa que he esbozado. Es el principio de justicia para todos los pueblos y nacionalidades, y sus derechos a vivir en igualdad de condiciones de libertad y seguridad con los demás, ya sea fuertes o débiles. Si este principio no se convierte en parte de sus cimientos, no se sostendrá ninguna parte de la estructura de justicia internacional." Lo cierto es que lo que imperó, después, fue la injusticia. La diplomacia de Versalles fue un anticipo de lo que sería la diplomacia neoliberal a partir de 1981. La Historia enseña, a quienes quieren aprender de ella.
Contacto con el autor: @JorgeSantaCruz1;
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