Chihuahua, Chih.-El líder sindical de la Sección 52 de Salud, Rigoberto Machado Lozoya, es acusado de tráfico de influencias, venta de plazas y enriquecimiento ilícito desde su llegada al sindicato, por lo que piden intervención del Gobierno del Estado y de la Presidencia de la República para investigarlo.
Mediante una carta dirigida a todos los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud Sección 52, la ciudadana María Elena Galicia, líder del movimiento sindical de 1995, expone supuestos actos de corrupción que el líder Machado Lozoya ha fomentado dentro del gremio. Expone que el actual líder, designado por ella misma, buscó a alguien que se distinguiera por su humildad y honestidad, y fue a Rigoberto Machado a quien le encomendaron la dirigencia de la base sindical como una segunda oportunidad, ya que él estaba a un paso de que se le levantara un acta por un delito de robo cometido en Cuauhtémoc que lo llevaría a la cárcel. Según señala la dirigente de dicho movimiento, Machado hacía trabajos de mantenimiento y electricidad en Cuauhtémoc y de forma ilícita sustrajo equipo hospitalario haciéndolo desaparecer. No se supo si lo vendió o qué hizo con él, pero las circunstancias lo llevaron a formar parte del movimiento sindical, que le dio refugio y no fue castigado por dicho delito que fue del conocimiento de todos. Las exigencias de los sindicalizados en 1995 era por la corrupción existente en la sección por parte del líder de aquel entonces, Carlos Estrada, sin embargo, a decir de María Elena Galicia, los malos manejos de Estrada fueron corregidos y aumentados por Machado Lozoya, porque de alumno pasó a ser el maestro. "Estoy buscando la manera de hacerle llegar al presidente de la República y a nuestro gobernador César Duarte pruebas tangentes del comportamiento de este líder sindical mentiroso, arrogante, soberbio, quien ha utilizado su puesto como líder sindical para servirse, tanto él, su familia, amigos y amantes, de los recursos de la nación vía la Secretaría de Salud" La denuncia señala que el líder sindical tiene un sueldo de 16 mil pesos mensuales sin hacer trabajo alguno, pero la Secretaría eroga al mes otros 400 mil pesos para pagar sueldos a la esposa de Machado Lozoya, hijos, sobrinos, cuñados, tíos y amigos, sin contar las personas que cobran sin trabajar, e incluso hasta amantes, porque Rigoberto tiene prestanombres en nómina conocidos como aviadores. Durante los 17 años que lleva al frente del sindicato lo acusan de nepotismo, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, fraudes y corrupción, acciones realizadas a la vista de todos, pero se detienen a denunciar, dice, por temor a represalias. "Tengo conocimiento de la venta de plazas; también tengo conocimiento de sus cómplices Pedro Máynez, Samuel Robles y Ramón Muela y otros más que llevan una vida de lujo y despilfarro, pues les gusta el buen comer, el bien beber y más mujeres de la vida galante, mientras a algunos su sueldo no les alcanza ni para cubrir sus necesidades más básicas". Ante tales situaciones, la denunciante manifestó que se debe exigir transparencia en el manejo de cuotas sindicales y revisar sus cuentas personales, así como la cuenta de los fondos del sindicato, porque el dirigente ha perdido la perspectiva del sindicalismo y forma parte de una red de corrupción y fraude al interior del organismo.
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