Edición 336
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Escrito por Enrique Castillo Pesado
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Viernes, 28 de Agosto de 2015 14:59 |
Queridos lectores o viajeros empedernidos, si alguna vez hubo crisis en el turismo de lujo –en todo ejemplo más que leve que a la que la que azotó a los hoteles de clase media--, ahora ya es una larga historia.
El Ritz (hoy, con el argentino—mexicano de corazón, Christian Tavelli al frente) y el Palace (Mmm… ya no está Max Lanois y su esposa Alicia Romay, que en na época era la PR) de Madrid llevan meses subiendo tarifas y ocupación.
Por ejemplo, la suite presidencial del Villa Magna, tercer vértice del turismo elitista de la capital española, estuvo ocupada uno de cada cinco días en 2014 (16.000 euros la noche; 17.504,51 dólares). Julio Iglesias suele escogerla. Este último hotel tiene que ver mucho con los hispano—mexicanos como César Balsa, quien solía tener acciones del VM.
La lujosa cadena Four Seasons prepara su aterrizaje ¿forzoso? en el centro de la mano del visionario Villa Mir y su plan para reurbanizar la manzana más apetecible de Madrid con la Operación Canalejas (¿?): cientos de millones de euros de inversión. El capital saudí se quedó en el Ritz, en abril por 130 millones. Y ahora el traspaso del Villa Magna “está a punto de caramelo” desde que el billonario colombiano Jaime Gilinsky ofrece más de 180 millones por él. Y para terminar, quien pague ¡330 millones! se queda con el famoso Palace. Y hasta la próxima, ¡abur!
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